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Acilegna y Humberto se conocen en la facultad de medicina cuando él se pierde buscando la oficina del director. Ella amablemente lo acompaña y comparten una conversación en la que descubren que ambos estudian el segundo semestre de medicina. Aunque Acilegna se enamora de Humberto, cree que él no podría fijarse en ella. Con el tiempo desarrollan una gran amistad, pero Acilegna oculta sus sentimientos. En el cumpleaños de Acilegna, cuando ella llora al soplar las velas,
Acilegna y Humberto se conocen en la facultad de medicina cuando él se pierde buscando la oficina del director. Ella amablemente lo acompaña y comparten una conversación en la que descubren que ambos estudian el segundo semestre de medicina. Aunque Acilegna se enamora de Humberto, cree que él no podría fijarse en ella. Con el tiempo desarrollan una gran amistad, pero Acilegna oculta sus sentimientos. En el cumpleaños de Acilegna, cuando ella llora al soplar las velas,
Acilegna y Humberto se conocen en la facultad de medicina cuando él se pierde buscando la oficina del director. Ella amablemente lo acompaña y comparten una conversación en la que descubren que ambos estudian el segundo semestre de medicina. Aunque Acilegna se enamora de Humberto, cree que él no podría fijarse en ella. Con el tiempo desarrollan una gran amistad, pero Acilegna oculta sus sentimientos. En el cumpleaños de Acilegna, cuando ella llora al soplar las velas,
Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios No.
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UN AMOR UN CAMINO
30 de Septiembre de 2022, en la Ciudad de México estudiando en la facultad de
medicina, se encuentra Acilegna, una joven de 20 años, hermosa y despampanante, con cabello rizado, pero lamentablemente su belleza aun no ha despertado debido a una crianza estricta y prohibitiva proveniente desde casa, así que solo se concentra en sus estudios, en los cuales resalta sobre los demás estudiantes, pero eso no le ayuda en hacer amistades y siempre está sola. Humberto, joven de 20 años, estatura promedio, de buen parecer, originario de Torreón, estudia en la facultad de medicina de la Ciudad de México. Debido al trabajo de sus padres que son meteorólogos, no se pudo inscribir hasta dos meses después de haber iniciado el semestre. El primer día de clases para Humberto, no podía encontrar la oficina del director de la facultad y en el momento que se sentía mas perdido, observa a una joven de lentes, sentada en el césped con su cabello largo que llegaba hasta sus pies y Humberto tomando ese valor característico del norte, se acerca hacia esa hermosa joven y le dice: Humberto: “Hola, buenos días, disculpa, ¿Sabes donde esta la oficina del director?” Acilegna: “Hola, buen día, si claro, si gustas te acompaño, noto que eres del norte del país por tu acento” Humberto: “Si, soy de Torreón, Coahuila y empezaré el segundo semestre de medicina en esta universidad, se que ya iniciaron clases hace 2 meses, pero debido al trabajo de mis padres, nos mudamos bastante. Acilegna: “Ha mira, que padre, yo también estoy en segundo semestre y es seguro que estemos juntos en clases, ya que solo hay un salón en ese grado. Si te parece te puedo poner al día con tareas y trabajos” …… Mientras que Humberto y Acilegna recorrían los pasillos de la facultad para llegar a la oficina del director, ellos platicaban de sus vidas, aunque el que hablaba mas era Humberto, mientras que Acilegna solo se limitaba a verlo con detenimiento y aunque en ese momento no lo sabía, ella ya se había enamorado de Humberto, en determinado momento se dieron cuenta que ya estaban frente a la puerta del director, así que Humberto entró y Acilegna amablemente lo esperó afuera. Mientras ella esperaba tranquilamente, a su mente vinieron pensamientos como “El jamás se fijará en mi”, “Él es muy guapo y seguro una de las populares lo hará su novio”, “Yo ni siquiera se vestirme a la moda”, “creo que solo seré su amiga”. Después de ese día, Humberto y Acilegna llevaron una gran amistad, compartiendo maravillosos momentos, aunque siempre Acilegna callando ese sentimiento por Humberto. Cuando fue el cumpleaños de Acilegna, sus padres le prepararon la mas grande y mejor fiesta de la ciudad en la cual fueron todo tipo de personalidades, empezando por el personal académico de la facultad, personas importantes en la política y hasta personajes de la mas alta esfera del gobierno, pero a Acilegna no le importaba ninguna de esas visitas, ella solo quería ver a Humberto, se llegó el momento de soplar las velas del pastel y pedir un deseo, y así lo hizo, pero al momento de ver al frente de ella, logró observar a Humberto y solo pudo llorar, entonces al momento de que sus lágrimas rodaron por sus mejillas, Humberto se acercó y le dio un pañuelo diciendo, “No llores, es tu cumpleaños”, y Acilegna le dijo: “lloro porque te amo y solo pienso en ti”, entonces Humberto le contestó “Hoy vine decidido a declárate mi amor por ti, pero te adelantaste”. Ambos sonrieron y se dieron el beso más bello que dos personas se han dado y aquí finaliza este episodio de este par de enamorados, mas no su historia, aún hay más amigos.