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FRAGMENTOS SER HUMANO, NATURALEZA Y MUNDO SOCIAL

Texto 1. El abandono de los problemas humanos por la entidad científica sería


justificable si obedeciera a falta de recursos o métodos para abordarlos, pero no tiene
perdón en una sociedad que encuentra siempre dinero suficiente para solventar problemas
relacionados con intereses egoístas. [UATH: 72].

Texto 2. La libertad humana no implica anarquía ni albedrío absoluto. Tales actitudes


conducirían irremisiblemente a la desintegración de las vidas individuales y del orden
social. Rechazar la disciplina es una acción antibiológica por su incompatibilidad con la
salud física, mental y social, y con la supervivencia de la especie humana. Proyección,
más bien que anarquía, caracteriza la vida. En la vida humana, proyección implica
aceptación e incluso elección deliberada de ciertas restricciones que son deterministas
hasta el punto de incorporar las influencias pretéritas y ambientales. Pero proyección es
también la expresión de una voluntad libre, porque siempre entraña enjuiciamiento de
valores y anticipación del futuro [UATH: 168].

Texto 3. Entre las causas de ese empobrecimiento emocional en países donde


tecnología e industria han tomado las riendas, figura una no poco importante: la pérdida
de identificación con el mundo natural. Nos inclinamos cada vez más a tratar la naturaleza
como si solo tuviera valor cual fuente de materias primas y entretenimientos [UATH:
174].

Texto 4. Sería irrazonable e injusto afirmar que ciertos seres humanos ordinarios se
comportan hoy día como delincuentes juveniles. Sin embargo, dentro de los países de
civilización occidental, particularmente en América, se debe conceptuar a muchos como
delincuentes porque obran de la misma forma que si la inmediata satisfacción de todos
sus caprichos e impulsos fuera el único índice de comportamiento, sin considerar las
consecuencias para el resto de la naturaleza y la posteridad. Los textos de historia
condenan a Luis XV por su irreflexiva observación: “Después de mí, el diluvio”. Ahora
bien, nosotros estamos utilizando también la Tierra como si fuéramos la última
generación que hubiera de habitarla. Socialmente nos comportamos como si quisiéramos
disculpar nuestros yerros con esta pregunta: ¿Qué ha hecho por mí la posteridad? Todas
las vidas individuales y civilizaciones venturosas se han mantenido firmes en un sistema
metódico de relaciones entre el hombre, la naturaleza y la sociedad. Tales relaciones,
absolutamente indispensables no solo para el bienestar del individuo, sino también para
la supervivencia de los grupos humanos, están sufriendo ahora perturbaciones profundas
y vertiginosas bajo los efectos de la vida moderna. Está en juego, pues, no solo la
violación de la naturaleza, sino el futuro mismo del género humano. [UATH: 222-223].

Texto 5. Desde luego, toda la evolución humana y una gran parte de la historia
humana han sido el resultado de accidentes o elecciones a ciegas. Muchas acciones
premeditadas han tenido consecuencias imprevistas e infortunadas. De hecho, casi todos
los problemas ambientales que aquejan ahora a la civilización occidental derivan de
decisiones y descubrimientos hechos para resolver otros problemas y alargar la vida
humana. El motor de combustión interna, los detergentes sintéticos, las drogas
medicinales y los insecticidas fueron concebidos para cumplir una finalidad útil, pero
algunos de sus efectos secundarios han sido calamitosos. […] No podremos prolongar
por mucho tiempo la actual tendencia a corregir inconvenientes menores e introducir
comodidades triviales en la vida sin riesgo de aumentar las probabilidades de desastres y
abaratar la calidad de las experiencias vitales. Si el objetivo de la civilización tecnológica
es hacer cada vez más de lo mismo, de mayor tamaño y con mayor rapidez, el mañana
será solo una horrenda ampliación del presente [UATH: 278-280].

Texto 6. La tecnología proporciona al hombre un inmenso poder sobre el cosmos,


pero en su forma actual le priva al mismo tiempo del sustento que podría obtener del
contacto directo con la naturaleza. Según la leyenda griega, el gigante Anteo solo
conservaba su fuerza mientras se hallaba en contacto directo con la tierra, por lo que
Hércules logró vencerle con suma rapidez al atacarle cuando el gigante tenía ambos pies
levantados del suelo. Dado que el hombre aún pertenece a la tierra, también él pierde
atributos esenciales para su supervivencia cuando permite que la tecnología le disocie
completamente de su entorno natural. [UDI: 9].

Texto 7. En todo el mundo y en todas las épocas, los hombres han saqueado la
naturaleza y alterado el equilibrio ecológico; generalmente lo han hecho por ignorancia,
pero también porque siempre se han interesado más por las ventajas inmediatas que por
los objetivos a largo plazo. Además, no podían prever que estaban contribuyendo a lo que
acabaría por ser un auténtico desastre ecológico ni tenían tampoco alternativas de
elección. Que ahora seamos más destructivos que en el pasado se debe a que somos más
y a que contamos con un mayor poder de destrucción [UDI: 140].

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