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UNIVESIDAD TECNOLOGICA DEL CIBAO ORIENTAL.

PRESENTADO POR:

HECTOR LUIS DIAZ MEDINA.

MATRICULA:

2016-1890.

ASIGNATURA:

HISTORIA DE LAS IDEAS POLITICAS II.

PROFESOR:

RAFAEL AUGUSTO GUZMÁN MARÍA.

TEMA:

ACTIVIDAD #1, UNIDAD VII.


Introducción.

El marxismo se originó en la Europa de mediados del siglo XIX, sobre la base de la obra

de dos filósofos, sociólogos y economistas alemanes: Karl Marx y Friedrich Engels. La base

doctrinaria del marxismo está expuesta en textos como La ideología alemana (1846), el Manifiesto

comunista (1848) y sobre todo en El Capital (1867).

En esta obra, Marx y Engels sostuvieron que la historia de la humanidad se caracterizaba

por la lucha de clases. En la sociedad industrial capitalista del siglo XIX se trataba del conflicto

entre los dueños de los medios de producción o burguesía, y del proletariado, con intereses

intrínsecamente antagónicos. Basándose en las ideas del evolucionismo, muy en boga en aquel

entonces, Marx y Engels explicaron cómo la humanidad había pasado por distintas etapas, que

llamaron modos de producción, y vaticinaron que al capitalismo seguiría inevitablemente el

comunismo, luego de un período de transición denominado dictadura del proletariado.

Desarrollo.

Vega, Bernardo (1984), La Migración Española de 1939 y los Inicios del Marxismo-

Leninismo en la República Dominicana, Santo Domingo: Fundación Cultural Dominicana. Vega,

Bernardo (1985), Nazismo, Fascismo y Falangismo en la República Dominicana, Santo Domingo:

Fundación Cultural Dominicana. Por ese mar salpicado de islas, que es el Caribe, navegaron los

refugiados españoles en busca de su destino. Dictando conferencias, impartiendo cursos o

participando en exposiciones y congresos, los profesionales republicanos fueron asiduos de las tres

Antillas hispanas, Santo Domingo, y desde allí a Puerto Rico y a Cuba, unas veces en tránsito,

como invitados temporales, y otras huyendo a un exilio mejor; sus vidas recogen un capítulo del
peregrinar de este grupo de intelectuales. Las cartas nos hablan de sus viajes, de sus vidas y de sus

clases, nos relatan sus emociones y confidencias, y nos trasladan a esos mares que convirtieron en

propios.

La difusión del marxismo, y en general, al ideario socialista, es que debido a todos los

factores antes señalados hay millones de personas en el mundo y en dominicana que sienten temor

no solamente de cualquier idea socialista, aunque sea para beneficio de ellas mismas y del pueblo

pobre, sino que también sienten temor de relacionarse con los representantes de ese ideal redentor.

Como ejemplo de ese miedo a relacionarse con comunistas tomemos nota de un dato de la

historia política dominicana del año 1936 que podría hacer comprensible el inicio del miedo, sino

pavor, hacia los comunistas, y derivado de ahí, hacia el marxismo como idea asociada a éste, entre

las clases sociales populares y ciertos sectores de la clase media, para no hablar del campesinado

del 1900 hasta el 1980, cuando todavía quedaba en dominicana una clase campesina.

“la ley 1203, contra el comunismo, publicada en la gaceta oficial 4962 de noviembre de

1936, planteaba entre otras cosas que:

“Aunque actualmente no existen en la República actividades ni publicaciones que tiendan

a hacer ambiente a prácticas y doctrinas contrarias a la Moral Pública,… es conveniente adoptar

medidas de carácter legal que nos preserven del peligro que constituyen para otros países la

indiferencia con que se toleran en ellos la propaganda tendenciosa que realizan o patrocinan ciertas

agencias de publicidad y determinadas organizaciones extranjeras”.


“Además de que se prohibía la publicación de libros o artículos o publicaciones comunistas

y anarquistas, la ley era especifica en la prohibición de la enseñanza o propagación de estas ideas

en sitios y reuniones públicas o privadas, por medio de conferencias, discursos o lecciones y tener

comunicación por escrito con personas que profesan la ideología comunista”.

Aun cuando el marxismo dominó la vida intelectual dominicana entre 1965 y 1990, no todos

los historiadores hicieron causa común con la escuela marxista de la Universidad Autónoma de

Santo Domingo pues al margen del marxismo ortodoxo varios escritores escribieron otras obras

que cobraron importancia como visiones alternativas del pasado dominicano. Uno de estos

escritores fue Juan Bosch, quien en una etapa de transición ideológica hacia el marxismo escribió

una obra titulada Composición Social Dominicana realizando un análisis materialista sin utilizar

explícitamente los conceptos del marxismo.

Durante años Bosch utilizó este libro, y muchos artículos derivados de él, como material de

educación política para los miembros de su partido, pero la amplia difusión de esta obra, y de esos

otros materiales, contribuyó al debate popular de temas históricos que hasta entonces habían estado

encerrados en las escuelas, academias y universidades.

Casi simultáneamente con la publicación de este libro Bosch se declaró marxista, y a partir

de entonces casi todos sus escritos estuvieron teñidos por esta ideóloga. Otro historiador que trabajó

al margen del marxismo fue Frank Moya Pons, quien hizo amplio uso de los modernos métodos

de las ciencias sociales aplicados a la historia, a la manera de las escuelas norteamericanas y de la


escuela francesa de Les Annales. Moya Pons produjo una serie de textos nuevos basados en el

análisis directo de documentos inéditos o poco conocidos, y se dedicó a fijar una amplia agenda de

investigación para la futura historiografía dominicana. Moya Pons ha venido ampliando esa agenda

en una larga serie de cerca de 300 artículos publicados cada semana en la revista Rumbo, sugiriendo

en cada uno de ellos una o varias obras pendientes de ser escritas.

Los principales principios del marxismo son los siguientes:

 Creencia en que las condiciones materiales de vida son determinantes de las relaciones

políticas, la ideología, la moral y las normas jurídicas.

 Concepción de las fuerzas productivas y de la lucha de clases determinada por ellas

como motor fundamental del cambio histórico. En el capitalismo industrial, la relación

entre asalariados y burgueses es considerada como esencialmente antagónica y principal

expresión de una lucha de clases, en la que los burgueses recurren a los aparatos del Estado

para asegurar su dominación.

 Distinción entre el valor de uso de las mercancías (la utilidad que se puede obtener al usar

un bien) y su valor de cambio (la cantidad que se puede conseguir por la venta de un bien

en el mercado).

 Rechazo del capitalismo como sistema social y económico, debido a que las mercancías

creadas mediante la explotación del proletariado poseen un valor de cambio mayor que el

salario pagado a la fuerza de trabajo (concepto de plusvalía).

 Oposición a la religión por fomentar la creencia de que la salvación de los pobres y

necesitados está en el reino de los Cielos y no en la vida terrenal. Esta idea llevó al

marxismo a proclamarse ateo.


 Necesidad de abolir el libre mercado de bienes y servicios y de la propiedad privada de

los medios de producción para ponerle fin a la explotación económica y a las diferencias

sociales.

 Creencia en la inevitabilidad del pasaje del modo de producción capitalista al comunista a

través de una revolución social, luego de la cual sobrevendría un período de transición

denominado dictadura del proletariado. Durante esa transición:

o La propiedad de los medios de producción debe estar a cargo del Estado, de modo

de organizar los factores de la producción, regular los precios y garantizar el

consumo igualitario de los bienes de primera necesidad (planificación centralizada).

o Los medios de comunicación deben ser públicos y no privados, para evitar la

infiltración de elementos ideológicos burgueses que lleven a la reimplantación del

capitalismo.

La historiografía marxista es una de las piedras angulares de la dialéctica materialista que

permite investigar y comprender a profundidad la totalidad compleja en movimiento que es la

sociedad. Esa totalidad social e histórica, al igual que la realidad natural, se rige por leyes

objetivas que existen con independencia del pensamiento humano, las cuales podemos conocer

y poner al servicio de la humanidad en la medida en que se traduzcan al cerebro humano

mediante el proceso de reflejo —por intermediación de la práctica social—, convirtiéndose de

esa manera en leyes de la lógica y de la teoría del conocimiento.


Conclusión.

El marxismo aportó un método de análisis de la realidad conocido como materialismo

histórico, según el cual el lugar que se ocupa en la estructura productiva determina tanto las

condiciones de vida de las personas como la conciencia que tienen sobre sí mismas y sobre el

mundo.

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