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Las 4 partes de un discurso

Exordio:
El término hace referencia al preámbulo o a la primera parte de un discurso o de una obra
literaria.
Puede decirse que el exordio es la introducción o el inicio del discurso. Su finalidad es
captar la atención del público y preparar su voluntad para recibir el contenido.
En el exordio te lo juegas todo, tienes que captar la atención del auditorio y asegurar una
buena acogida de tus argumentos. Utiliza una cita célebre, algún dato estadístico
sorprendente, una pregunta retórica, una anécdota personal. En ningún caso cometas el
error de utilizar este tiempo precioso para presentarte o para enseñar el índice de tu
presentación.

Proposición
Una proposición propone o afirma algo, independientemente del valor de verdad (“cierto” o
“falso”) de lo propuesto. En este sentido podemos decir que una proposición es una oración
declarativa. La frase de enlace entre dos conceptos sirve para expresar la relación que
existe, dentro de un contexto dado, entre esos conceptos.

Confirmación
Corroborar la verdad, certeza o el grado de probabilidad de algo. Se argumenta para
demostrar la credibilidad de una narración (hecho o dicho) con pruebas que convenzan al
oyente. Para ello tenemos que reafirmar con argumentos que lo que se ha expuesto es
verídico, conveniente, fiable, etc.

Peroración
La última parte se llama peroratio, que básicamente es la conclusión. Presenta, por ejemplo,
una diapositiva de recapitulación con las 4 palabras que resumen tu presentación. Un
recurso que a mí me encanta es volver a aludir al exordio. Así, te queda un discurso
redondito precioso y muy memorable. Si empezaste con una anécdota, vuelve a ella. Si en
tu exordio planteaste una pregunta retórica, respóndela y termina como los gimnastas, con
un saltito y con los brazos para arriba.

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