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Los receptores son proteínas que se unen a moléculas de señalización llamadas ligandos y provocan una respuesta celular. Existen dos tipos principales de receptores: receptores de superficie celular y receptores intracelulares. Los receptores intracelulares se localizan dentro de la célula, generalmente en el citoplasma o núcleo, y actúan como factores de transcripción al unirse directamente al ADN y afectar la expresión génica en respuesta a la unión de ligandos hidrofóbicos.
Los receptores son proteínas que se unen a moléculas de señalización llamadas ligandos y provocan una respuesta celular. Existen dos tipos principales de receptores: receptores de superficie celular y receptores intracelulares. Los receptores intracelulares se localizan dentro de la célula, generalmente en el citoplasma o núcleo, y actúan como factores de transcripción al unirse directamente al ADN y afectar la expresión génica en respuesta a la unión de ligandos hidrofóbicos.
Los receptores son proteínas que se unen a moléculas de señalización llamadas ligandos y provocan una respuesta celular. Existen dos tipos principales de receptores: receptores de superficie celular y receptores intracelulares. Los receptores intracelulares se localizan dentro de la célula, generalmente en el citoplasma o núcleo, y actúan como factores de transcripción al unirse directamente al ADN y afectar la expresión génica en respuesta a la unión de ligandos hidrofóbicos.
Los receptores son proteínas ubicadas en la superficie o dentro de una
célula que pueden unirse a moléculas de señalización conocidas como ligandos (e.g., hormonas) y provocar algún tipo de respuesta dentro de la célula. Los receptores de superficie están unidos a la membrana celular, reciben señales de su entorno y las transmiten a la célula, a menudo a través de la generación de 2dos mensajeros (como el adenosín monofosfato cíclico) o mediante cascadas de fosforilación. Los receptores intracelulares, por otro lado, están ubicados dentro del citoplasma y, a menudo, actúan como factores de transcripción, interactuando directamente con el ácido desoxirribonucleico (ADN) y afectando la expresión génica. Localizados dentro de la célula; pueden estar en: o Citoplasma o Núcleo Constan de 3 dominios: o Dominio de unión al ligando o Dominio de unión al ADN o Dominio que interactúa con otros factores de transcripción (e.g., coactivadores, inhibidores) Los ligandos suelen ser pequeñas moléculas hidrofóbicas que pueden atravesar la membrana celular. Ejemplos de receptores intracelulares: o Receptores nucleares de hormonas esteroideas o Receptor de vitamina D o Guanilato ciclasa (el receptor de óxido nítrico que funciona como una enzima, generando guanosín monofosfato cíclico) 2 Los receptores y ligandos son de muchas formas, pero todos tienen algo en común: vienen en pares combinados en los que un receptor solo reconoce uno o algunos ligandos específicos y un ligando que solo se une a uno o algunos receptores diana. La unión del ligando al receptor cambia su forma o actividad, lo que le permite transmitir una señal o producir directamente un cambio dentro de la célula. Tipos de receptores Los receptores son de muchos tipos, pero pueden dividirse en dos categorías principales: receptores intracelulares, que se encuentran dentro de la célula (en el citoplasma o en el núcleo) y receptores de la superficie celular, que se localizan en la membrana plasmática. Receptores intracelulares Los receptores intracelulares son proteínas receptoras que se encuentran al interior de la célula, generalmente en el citoplasma o en el núcleo. En la mayoría de los casos, los ligandos de los receptores intracelulares son moléculas pequeñas e hidrofóbicas (que odian el agua), ya que deben poder cruzar la membrana plasmática para alcanzar a sus receptores. Por ejemplo, los receptores principales de las hormonas esteroideas hidrofóbicas, como las hormonas sexuales estradiol (un estrógeno) y testosterona, son intracelulares. Cuando una hormona entra a una célula y se une a su receptor, hace que este cambie de forma, lo que permite que el complejo receptor-hormona entre al núcleo (si no se encontraba ya ahí) y regule la actividad génica. La unión de la hormona expone regiones del receptor que pueden unirse a secuencias específicas del ADN. Estas secuencias se encuentran junto a ciertos genes en el ADN celular y, cuando el receptor se une ellas, altera sus niveles de transcripción. En el proceso de expresión génica, una célula lee la información contenida en un gen, o segmento de ADN, para generar un producto funcional, en muchos casos, una proteína. La expresión de un gen eucarionte que codifica para una proteína puede dividirse en dos etapas principales:
1. Transcripción, en la que una secuencia de ADN de un gen se copia en una
molécula de ARN. La molécula de ARN sufre modificaciones en el núcleo para producir un ARN mensajero o ARNm maduro.
2. Traducción, en la que se utiliza la información de la molécula de ARNm para
producir una proteína con una secuencia de aminoácidos específica.
Los distintos tipos de células expresan diferentes conjuntos de genes y una
sola célula puede cambiar su patrón de expresión génica a lo largo de su vida. Los cambios en la expresión génica alteran el conjunto de proteínas que la célula produce, lo que a su vez cambia su comportamiento, su metabolismo e incluso su identidad celular.