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INTRODUCCIÓN
Cada cristiano cuenta con la convicción en su corazón de que “Dios es bueno”, puede
ser que tenga tiempos difíciles, como también tiempos de refrigerio, pero en el uno o
en el otro, ciertamente podemos decir como proclama el salmista “es bueno Dios
para con Israel, para con los limpios de corazón”. Aún con este entendimiento, nos
llegan pensamientos del por qué los malos progresan , si Dios es bueno, debería Dios
acabar con esa maldad; sin embargo, todos sabemos que esto no sucede de
inmediato dado que Dios hace salir el sol sobre buenos y malos, además que sus
misericordias son nuevas cada mañana. Vale la pena entonces preguntarnos, ¿será
que el problema es de los impíos? o ¿será que yo soy el del problema? Nosotros
podemos llegar a tropezar al mirar o contemplar la bendición de los malvados,
nuestra alma se turba y se puede contaminar. Pero recuerde: los limpios de corazón
pueden estar seguros de que, cualesquiera sean las pruebas y tentaciones que
sufran, verán la bondad de Dios, es decir, el favor de Dios.
O.T.: Veamos las etapas de la prueba del salmista al ver la prosperidad de los
impíos:
● Reacciona a tiempo (v.15) Se niega a hablar como aquellos que habían sido
seducidos a echar de sí la palabra de Dios, vencidos por la misma tentación
que sobre él había llegado. Fue victorioso gradualmente. Frenó su lengua para
no hablar como los otros, al ver que, de los contrario, daría mal ejemplo a
quien le estimaba como un hombre de excelente reputación. Debemos pensar
dos veces antes de hablar una vez, ya que por una parte, hay cosas que se
pueden pensar pero no se deben decir; y, por otra parte, los segundos
pensamientos pueden corregir los errores de los primeros.
● Previó la ruina de los impíos (v.17) En la quietud de la casa de Dios, con los
pensamientos que aquel lugar le ministraba, trayéndole a memoria la palabra
de Dios que, en lo difícil de la tentación había olvidado, y moviéndose a orar
para que Dios le diera luz, comprendió por fin, que los impíos eran dignos de
lástima más que de envidia. El santuario (el templo, la iglesia) debe ser el
recursos de toda alma que se siente tentada. Todo va bien si termina bien;
pero lo que termina mal, nunca ha sido verdadero bien. La prosperidad de los
malos es corta e insegura.
ANUNCIOS
Oración general de la iglesia Amor Sobrenatural el día jueves a las 5:00 am a través
de Google Meet.