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La trampa del desánimo

Vivir en el desánimo divide a la mente, haciendo difícil


concentrarse en algo que no sea nuestro dolor.

HABACUC 1.2 ¿Se siente usted atrapado por el desánimo?


….. Si es así, no es el único. En algún momento, todos
experimentamos algún tipo de desilusión.

1.La frustración es la reacción inicial normal….Pero si le


permite que permanezca durante mucho tiempo, puede
convertirse en desánimo. 2 Samuel 12:15

Cuando es así, no hay ninguna sensación de gozo o alegría,


no importa lo que usted haga…
Las circunstancias que desencadenan estas emociones
pueden ser inevitables, pero nuestra manera de responder
la decidimos nosotros.

Podemos dejar que la tristeza abrume nuestras almas, o


enfrentar la situación con valentía y someterla a Aquel que
puede ayudarnos.

Vivir en el desánimo divide a la mente, haciendo difícil


concentrarse en algo que no sea nuestro dolor.

Entonces la
2. La Ira se convierte en habitual, y buscamos a alguien a
quien culpar —ya sea a Dios, a las personas a nuestro
alrededor, o a nosotros mismos.

Y La frustración que no se maneja bien puede convertirse


en…. 3.depresión, lo que a su vez puede alejarnos de los
demás.

—la gente no disfruta de la compañía de alguien amargado y


derrotado.
Este aislamiento conduce a baja. 4. autoestima.

Por último, podemos tomar….. 5 decisiones equivocadas


basadas en nuestras emociones, en vez de la verdad.

Obviamente, elegir esta actitud autodestructiva no es lo


que Dios quiere para nuestras vidas., ni lo que realmente
deseamos .

Aunque todos enfrentaremos el desánimo, no debemos


regodearnos en él.

En vez de eso, Dios quiere que le confiemos todo, aun


nuestras expectativas no satisfechas y las tristezas más
profundas.

Recuerde que hay un propósito divino en todo lo que Él


permite que toque las vidas de sus hijos (Ro 8.28).

Cómo vencer el desánimo


NEHEMÍAS 2.1-8
El desánimo puede robar la paz, la alegría y el
contentamiento. Pero le tengo una gran noticia si se siente
desanimado: ¡usted no tiene que seguir así!
He conocido
personas que parecían estar en una situación irremediable.
Pero unos años más tarde, estaban en una situación
excelente, ya fuera en términos de sus circunstancias o de
sus emociones. ¿La razón? Nunca se dieron por vencidas. En
vez de entregarse a la autocompasión, optaron por creerle a
Dios, dar un paso de fe, y salir del foso emocional.

Nehemías es un buen ejemplo. Tenía todas las razones para


sentirse derrotado, pues su gente estaba en aprietos.
Después de recibir la noticia de que el muro de la ciudad
estaba destruido, este varón de Dios se sintió
profundamente triste y desanimado. Y aunque el dolor
inundaba su alma, clamó a Dios buscando su dirección.
La tristeza en la presencia del rey se castigaba con la muerte.
Pero el Señor contestó la oración de Nehemías con un poder
grandioso, lo que llevó al rey a notar el semblante triste de su
siervo, y a preguntarle después qué podía él hacer para
ayudarlo. Este milagro dio lugar a la reconstrucción del muro
y a la liberación del pueblo de Dios. El Señor puede tomar
una situación irremediable, sea cual sea, y cambiarla de
maneras mucho más maravillosas de lo que usted pueda
imaginar.
¿Vive usted en una espera ansiosa de lo que el Señor hará?
¿O ha decidido permanecer en las profundidades de la
desesperación? Al igual que Nehemías, convierta su
desánimo en una petición de ayuda a Dios. Él puede renovar
sus esperanzas y evitar que las emociones negativas dominen
su vida.

Leer | Salmo 34:1-8


El desánimo puede ser el resultado de diferentes escenarios,
pero Satanás es el instigador. Él hará todo lo que pueda para
abatirnos, y para que mantengamos nuestro enfoque en las
cosas negativas, en vez de Dios.
Una forma sutil de desánimo espiritual es la idea de que no
podemos agradar a Dios. Esta es una trampa del diablo que
atrapa a muchos cristianos. Si escribiéramos todo lo que
pensamos que tenemos que hacer para agradar a Dios, ¿qué
tan larga sería esa lista? Pensaríamos que debemos leer más
la Biblia, orar más, dar más, y testificar más de Cristo.
Probablemente llenaríamos ambas caras de la hoja. Después
miraríamos la lista y nos daríamos cuenta de que es
imposible cumplir cada una de esas tareas. Esa es la trampa.
Lo que agrada al Señor es nuestra obediencia, no el que
tratemos de cumplir una lista larga de obligaciones.
La oración no contestada es también otra fuente de
desánimo. Cuando presentamos una petición al Señor, Él no
la responde necesariamente de la manera o en el momento
que nosotros quisiéramos. Cuando ese es el caso, muchas
veces nos decaemos, y a partir de allí podemos decidir no
seguir orando.
Ayer vimos que poner nuestra mirada en el Señor es esencial
para romper las cadenas del desánimo. Cuando busque a
Dios, dele gracias por estar con usted mientras se sintió
desanimado. Luego, acepte que Él debe tener el control de
su vida. Y por último, reconozca que Él es bueno, y que al
final hará que las circunstancias sean para bendición de su
vida.

Leer | Salmo 34:1-8


El desánimo puede ser el resultado de diferentes escenarios,
pero Satanás es el instigador. Él hará todo lo que pueda para
abatirnos, y para que mantengamos nuestro enfoque en las
cosas negativas, en vez de Dios.
Una forma sutil de desánimo espiritual es la idea de que no
podemos agradar a Dios. Esta es una trampa del diablo que
atrapa a muchos cristianos. Si escribiéramos todo lo que
pensamos que tenemos que hacer para agradar a Dios, ¿qué
tan larga sería esa lista? Pensaríamos que debemos leer más
la Biblia, orar más, dar más, y testificar más de Cristo.
Probablemente llenaríamos ambas caras de la hoja. Después
miraríamos la lista y nos daríamos cuenta de que es
imposible cumplir cada una de esas tareas. Esa es la trampa.
Lo que agrada al Señor es nuestra obediencia, no el que
tratemos de cumplir una lista larga de obligaciones.
La oración no contestada es también otra fuente de
desánimo. Cuando presentamos una petición al Señor, Él no
la responde necesariamente de la manera o en el momento
que nosotros quisiéramos. Cuando ese es el caso, muchas
veces nos decaemos, y a partir de allí podemos decidir no
seguir orando.
Ayer vimos que poner nuestra mirada en el Señor es esencial
para romper las cadenas del desánimo. Cuando busque a
Dios, dele gracias por estar con usted mientras se sintió
desanimado. Luego, acepte que Él debe tener el control de
su vida. Y por último, reconozca que Él es bueno, y que al
final hará que las circunstancias sean para bendición de su
vida.

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