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UNIVERSIDAD PRIVADA DOMINGO SAVIO

CARRERA DERECHO

Derecho Romano

DOCENTE: Lic. Harold Edson Cortez Cortez

ESTUDIANTES: Alison Melisa Chuquimia Ovirece


Viviana Lino Velarde
Daniela Rosas Cespedes de Nagatoshi
Lirio Gil Vargas
Esthela Lino Velarde
Elizardo Nina Apaza

TEMA: Delitos en Roma

TRINIDAD – BENI – BOLIVIA


2022
LOS DELITOS EN ROMA

La doctrina en base a diversas consideraciones, distingue entre delitos


privados (delicta) y delitos públicos (crimina). Tanto unos como otros son
actos ilícitos en Derecho romano y dañosos castigados con una pena, pero
los separan considerables diferencias.

Delitos en Derecho romano

Delitos públicos en Derecho romano

Los delitos públicos eran actos ilícitos que se consideraban lesivos del
interés de la comunidad, y las penas corporales (muerte, exilio, mutilación,
trabajos forzados, etc.) o pecuniarios, no se imponían por principio a favor
de sus víctimas. Son delitos que podían dar lugar a una acusación pública y
se perseguían mediante un procedimiento especial, el procedimiento
criminal, que se sustancia ante tribunales especiales, esto es, los tribunales
represivos (de publicis iudicii, D. 48, 1, 48, 2).

Delitos privados romanos

Los delitos privados eran aquéllos que hacen surgir una obligación, en el
estricto sentido del término, entre el autor de acto ilícito y la víctima, en
virtud de la cual, esta última puede pretender el pago de una suma de
dinero como pena, y el autor está constreñido a pagarla. Así, en los delitos
privados sólo se tiene en cuenta el interés privado lesionado, y la pena se
establecía exclusivamente en provecho de la víctima, la cual persigue el
pago de ésta mediante una acción privada en un juicio civil, como cualquier
otro crédito.

De delitos privados a delitos públicos

Ahora bien, cuando el Estado se mostró interesado y tuvo el poder


suficiente para ello, comenzó a perseguir y reprimir directamente, no sólo
aquellos delitos que atentaban contra su soberanía (traición, conjura, etc.),
sino también aquellos otros que afectaban al ámbito privado (homicidio,
hurto, injuria, etc.), elevando así los delitos privados a la categoría de delitos
públicos. Así hacen los Estados modernos, y así procedió el Estado
romano, admitiendo paulatinamente la acción pública para algunos delitos
que siempre había considerado como privados.

Destacan el delito de hurto, rapiña, daño causado a las personas y el daño


ocasionado a las cosas

Los cuatro más importantes citados por las Instituciones de Gayo (3, 182) y
Justiniano (4, 1 pr.): furtum (hurto), rapina (rapiña), iniuria (daño causado a
las personas) y damnum iniuria datum (daño ocasionado a las cosas).
a) Concepto de delito

Es todo acto ilícito sancionado con una pena. El derecho romano distinguió
dos clases de delitos: delicta o maleficia (delitos públicos) y los crimina
(delitos privados). Con el tiempo esta diferencia sufrió una despenalización
de los delitos privados para convertirse en delitos públicos.

b) Clasificación

i. Delicta

Violaciones al ius privatum (obligatio es delicto) que provocaban una acción


penal (actio poenalis), sean reconocidos por el derecho civil o por el
derecho honorario. Solo se reglamentó la reacción del ofendido ofreciendo
un camino procesal a través de una actio para obtener una pena pecuniaria
que redundaría en beneficio de la víctima. El delictum no fue reconocido
como una categoría general y abstracta, sino delitos particulares. Los
delitos eran fuentes de las obligaciones en tanto que constituían un vínculo
jurídico que surge después de su comisión entre ofensor y ofendido, por el
que queda constreñido a pagar una suma de dinero denominada pena
mediante el uso de actiones poenales o actiones poenae persecutoriae.
Junto con esta acción penal se acumula otra medida procesal, actio rei
persecutoria, para la reparación del daño patrimonial causado.

Las características de las acciones penales fueron:

- Intransmisibilidad. Por su carácter penal no eran transmisibles ni activa,


ni pasivamente, ya que se trataba de una obligación surgida únicamente
entre agresor y ofendido; con el tiempo se admitió la trasmisión activa
con excepción de aquellos delitos de carácter personalísimo como las
injurias.
- Noxalidad. Si el autor del delito era un esclavo o un filius familias, la
acción penal otorgaba al dominus o pater familias, noxae deditio,
liberándolo del pago de la obligación.
- Acumulación. De la condena pecuniaria de la acción rei persecutoria y la
pena. Encaso de varios autores cada uno deberá pagar la pena por
entero. Empero, la acción rei persecutoria es única y solo puede ser
pagada por uno, por varios o por todos.
- Perpetuas. Los delitos reconocidos por el derecho civil eran perpetuos,
en cambio, los reconocidos por el derecho honorario eran anuales.
- Exigibles. La pena puede ser exigida con un pacto de cumplimiento o de
desistimiento de cobro.

ii. Crimina

Acto antijurídico que lesiona a la comunidad por lo que son castigados


mediante un juicio público a una pena corporal. Las penas podían variar
desde la pena capital (muerte o caída en esclavitud), la deportación, la
flagelación, el azotamiento, el trabajo en minas, etc. (Inst. 4.18). No generan
obligaciones civiles, sino que son perturbaciones públicas, políticas o
sociales. Los crimina se tramitaban ante tribunales especiales (quaestiones
perpetuae) o directamente por órganos del Estado (Comicios, Senado o el
Emperador a través de sus órganos de administración).

Los casos más comunes de crimina fueron:

- Repetundarum: apoderamiento ilícito de bienes por el magistrado.


- Expilatae hereditatis: expolio de bienes de una herencia.
- Perduellio: Atentados contra la seguridad de Roma.
- Homicidium: Dar muerte a un ciudadano romano.
- Peculatus: Desfalco de las arcas públicas.
- Maiestatis: Alta traición al pueblo romano y al emperador.

c) Tipos de delitos

i. Robo (furtum) Según la Ley de las XII Tablas el hurto es un


apoderamiento ilícito y sin violencia de una cosa mueble ajena. El Derecho
clásico amplió el concepto a cualquier hecho que causara un perjuicio o
deterioro económico, definiéndolo de la siguiente forma hurto “es el contacto
ilícito con una cosa ajena con ánimo de lucro, ya sea la sustracción de la
cosa misma, ya su uso o ya su posesión, lo cual se considera prohibido por
la ley natural” (contrectatio rei fraudulosa lucri faciendi gratia vel ipsius rei
vel etiam usus eius possessionisve, quod lege naturale prohibitum est
admittere. D. 47.2.1.3). El Derecho justinianeo lo reconoció como delito
público (crimina).

El ladrón no solo sustrae cosas ajenas (furtum rei), sino también usando la
cosa con algo distinto a lo convenido, como el caso del depositario (furtun
usus) y quien sustrae al acreedor pignoraticio la posesión o al usufructuario
la cosa (furtum possessionis).

Quien comete el robo debe de haber sacado provecho de la cosa hurtada


(con la cosa misma, su uso o su posesión), si solo se apodera de la cosa
ajena para dañarla, no comete un robo, sino un daño.

Los elementos necesarios para configurar el robo son:

- Contacto material de la cosa (contrectatio rei) que puede ser la


sustracción de la cosa, uso ilícito de la cosa o posesión ilícita de la cosa
propia cosa (elemento objetivo).
- Tener la intención de robar (fraudulosa).
- El hurto se configura sobre cosas muebles o semovientes (res mobilis).
- Ánimo de lucro (lucri faciendi gratia).

Clases

- Hurto descubierto (furtum conceptum). En presencia de testigos se


acude a casa del presunto ladrón para encontrar la cosa robada. La
pena por lo descubierto consistía en el triple del valor de lo hurtado.
- Hurto endosado (furtum prohibitum). Cuando el presunto ladrón se niega
a la búsqueda de la res furtiva. La pena era del cuádruple.
- Hurto no exhibido (furtum non exhibitum). Cuando el ladrón no presenta
la cosa hurtada.
- Hurto por introducción (furtum ope consilio). Cuando alguien es auxiliado
por otro para cometer el hurto.
- Hurto manifiesto (furtum manifestum). El ladrón es capturado con la cosa
hurtada.
- Hurto no manifiesto (furtum nec manifestum). El ladrón no es capturado
en el momento mismo de la comisión de delito.

Medidas procesales

Actio furti nec manifesti: Puede ejercerla además del dueño, cualquier
persona con interés en la conservación de la cosa (comodatario, acreedor
pignoraticio, sastre, tintorero y el usufructuario). La acción concede el doble
del valor de lo sustraído y es infamante

Actio furti manifesti: Puede ejercerla además del dueño, cualquier persona
con interés en la conservación de la cosa (comodatario, acreedor
pignoraticio, sastre, tintorero y el usufructuario). La acción concede el
cuádruple del valor de lo sustraída y es infamante

ii. Daño causado injustamente (damnum iniuria datum)

Es la causación injusta de un perjuicio sobre cosa ajena. Fue tipificado por


la lex Aquilia de damno de 286 a.C.

El daño debe ser producido injustamente (iniuria), admitiendo además en la


época clásica no solo el daño intencional (dolo), sino además por
imprudencia o negligencia (culpa) (D. 9.2.2).

La lex Aquilia contempla tres tipos de daño. El primero referido únicamente


a la muerte de un esclavo o de un animal cuadrúpedo de un rebaño ajeno;
el segundo al adstipulator que en caso de fraude en contra de acreedores
liberó por acceptilatio al deudor de la entrega del dinero (en desuso en
época de Justiniano) y el tercero se refiere a toda clase de daño (heridas a
esclavos, daños a otros animales, quemaduras, fracturas o roturas de cosas
ajenas) (Gayo, Inst. 3.217).

Contra el daño injustamente causado se concedió la actio lex Aquiliae


ejercida por el dueño de la cosa dañada o perecida; para el resto de
afectados por daño como el caso de los usufructuarios, poseedores de buna
fe, usuarios, acreedores pignoraticios o arrendatarios, el pretor otorgó una
acción in factum que se ejercían con los que causaron el daño.

La estimación del daño causado se basa tanto en la pérdida del valor


efectivo del objeto (damnum emergens), como en toda ganancia que
previsiblemente se hubiera obtenido con la cosa de no haberse producido el
daño (lucrum cessans). (Gayo, Inst. 3.212).

iii. Injurias (iniuriae)

Se entiende todo aquello que no se hace conforme a Derecho (omne quod


non iure fit) (Inst. 4.4 pr.). En sentido estricto, la injuria es cualquier daño
injusto que recae sobre el cuerpo o el honor de una persona libre. Con el
tiempo, el concepto de injuria se amplió no solo a las ofensas morales, al
honor y al decoro, sino también contra la dignidad de la persona, como el
secuestro o la violación de domicilio.

La Ley de las XII Tablas acepta la compensación del daño como un medio
para evitar la ley del Talión, sobre todo en los casos de rotura, amputación o
inutilización de órganos (membrum rumpere). En el siglo I a.C. el pretor
concedió una actio in factum llamada actio iniurarum.

El monto de la condena se estimaba en principio por un tribunal de


recuperatores en equidad, pudiendo el actor realizar una estimación del
daño, reconociendo diferencias entre aquel que fue herido (vulneratus),
azotado (verberatus) o apaleado (fustigatus); también se consideraba el
lugar en donde se había realizado la injuria (en el foro o en el teatro) y por la
condición social del individuo (magistrado, senador).

En el derecho clásico, algunas lesiones se tipificaron como crimina, por lo


que se tramitaban por el sistema de las quaestiones perpetuae. En el
derecho posclásico se podía elegir entre la acción privada o la pública.

iv. Rapiña (rapina)

Se trata de un delito distinto al robo y fue reconocido por el pretor Lúculo en


el 76 a.C. a través de la concesión de una medida procesal contemplada en
su edicto (edictum Luculli). Se trata de un hurto agravado con el uso de
fuerza o violencia.

Con la actio vi bonorum raptorum la víctima obtiene una indemnización del


cuádruple del valor del objeto hurtado y tiene un efecto infamante. Puede
entablar la acción, el dueño de la cosa o el responsable de la custodia como
el comodatario, el usufructuario, etc.

v. Intimidación (metus)

En el año 80 a.C. el pretor Octavio creo la acción por causa de intimidación


(actio quod metus causa), llamada fórmula octavia. La intimidación es la
amenaza de un mal inminente y grave sobre una persona o sus bienes en
caso de no realizar determinados actos jurídicos, mismos que no realizaría
en caso de no existir amenazas.

Para que se configure este delito es necesario que la amenaza sea real,
grave, presente o inminente. Con el ejercicio de la acción de intimidación se
obtiene el cuádruplo del enriquecimiento obtenido.

vi. Dolo (dolus)

En el año 66 a.C. el pretor Aquilio Galo creo la acción de dolo (actio doli),
considerándose como el hecho doloso en cualquier relación jurídica. Esta
acción era subsidiaria, por lo que solo se utilizaba a falta de una acción
específica. Esta acción solo la podía interponer la víctima del dolo contra
quien ha actuado con dolo malo (dolus malus). La acción de dolo es
infamante y se obtiene únicamente el valor del perjuicio causado por el que
cometió el dolo.

Bibliografía.

Moranchel, M. (2017). Compendio de Derecho Romano (1ed.). México :


Consejo Editorial de la UAM Unidad Cuajimalpa.

Derecho Romano. (08 de Agosto de 2012). Delitos públicos y privados en


Roma. Recuperado de https://www.derechoromano.es/2012/09/delitos-
publicos-y-privados.html?m=1

Derechouned. (29 de Marzo de 2019). Clases y régimen de los delitos en


Derecho romano . Recuperado de
https://derechouned.com/historia/romano/9661-clases-y-regimen-de-los-
delitos-en-derecho-romano

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