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EL POTENCIAL REVOLUCIONARIO DE LO ESQUIZO

(03:30- 04:18)

“Nunca he dicho que el psicótico o el esquizofrénico era un héroe revolucionario que iba a
reemplazar a los líderes de la clase obrera o a los militantes de las fábricas Putilov de 1917.
Nunca dije eso. No, porque algunas veces han querido hacernos decir tonterías como esa.
Simplemente, lo que constato es que la relación con el psicótico, por ejemplo en una
clínica como en la que trabajo en La Borde, plantea preguntas con insistencia, que
generalmente uno se esfuerza para no ver; él vuelve a poner en cuestión el mundo de
las significaciones dominantes, el mundo de las relaciones sociales, el mundo del
intercambio, el mundo del afecto; introduce con insistencia las dimensiones
semióticas y semiológicas, que están en ruptura justamente, con este mundo
mediatizado”.

Comentario:
Lo “esquizo” del esquizoanálisis tiene que ver con resaltar ese potencial crítico y
revolucionario que es llevado al límite en el esquizofrénico. Así, se trata de una práctica que
potencia el cuestionamiento de las significaciones dominantes a nivel de las relaciones e
intercambios sociales y el modo en que vivimos nuestra afectividad. Desde ahí podríamos
reformular la pregunta según la cual definen Deleuze y Guattari el “objetivo práctico” del
esquizoanálisis: ¿cuál es tu cuerpo sin órganos? (Mil Mesetas, 249) como ¿cuáles son las
potencialidades afectivas no exploradas en tu cuerpo?, y la práctica esquizoanalítica misma
como la identificación de los signos (por eso es una semiótica) que dan cuenta del rechazo
de una subjetividad a las significaciones dominantes en el campo social.
En ese sentido, si hay un potencial revolucionario en lo esquizo es porque da cuenta de las
relaciones entre fuerzas invisibles si se mira a gran escala, y que operan más bien en
“dominios moleculares de sensibilidad, de inteligencia y de deseo” (Guattari, Las tres
ecologías, p. 14). Ese es el dominio de lo que para Guattari es una “auténtica revolución
política, social y cultural que reoriente los objetivos de la producción de bienes materiales e
inmateriales” (p. 14). Revolución propiamente molecular, entonces, que para él es la única
“verdadera respuesta” a problemas contemporáneos como la crisis ecológica a escala
planetaria.

LA ESTÉTICA COMO MICROPOLÍTICA EXISTENCIAL

(08:22-

“Para los artistas, de un cierto modo forjan los instrumentos, trazan circuitos para poder
afrontar esta dimensión de, ¿qué estoy haciendo aquí? ¿Qué hago en este planeta, a qué
me puedo colgar? !A nada trascendente! Puedes colgarte de los procesos inmanentes de
creatividad. Entonces, lo segundo que quería decir es que ese momento, el paradigma
estético cae afuera de la producción de las obras estéticas. Es algo que trabaja tanto la
ciencia como la pedagogía, el urbanismo, la medicina, la psiquiatría, porque es esta
metodología misma, esta metodología existencial, esta micropolítica existencial, lo que está
elaborado de una cierta manera, trabajado, surcado por esta perspectiva estética.
Comentario: El problema de la trascendencia para Guattari radica en que homogeiniza los
distintos niveles de las prácticas micropolíticas del deseo. Y por eso es que el abordaje de
Guattari respecto a luchas que tienen implicancias globales, como por ejemplo, la crisis
ecológica, es desde lo que él llama heterogénesis, es decir, desde la conexión transversal
entre luchas locales que son respetadas en su singularidad, vale decir, en su modo
particular de abordar las problemáticas que son objeto de preocupación global: crisis
ecológica, género, inmigración, etc.

DEPRESIÓN Y CREACIÓN

(33:10-

“Es decir, que uno está cercado por muros, muros de significación, por el sentimiento de
impotencia, de que es siempre lo mismo, que nada puede cambiar. Y luego, algunas veces
basta con una falla en el muro, basta con una cosa para que de repente uno se percate de
que el muro, bueno, era permeable…

-Era una carta de Van Gogh

La carta a Theo. Hay una manera de tomarse a sí mismo en un paroxismo y el siempre el


vértigo de una autodestrucción. Como si la autodestrucción, el final de todo, deviniera un
objeto erótico. Como si tomara el poder. Esa es la gestión de la depresión: a la vez aceptar
ese vértigo de la abolición, pero a través de eso, tal vez, reconstruir una visión del mundo,
una iluminación, no lo sé, una sabiduría”.

Comentario:
-Justamente lo que nos muestran los esquizofrénicos y los artistas, pero también las
sociedades “arcaicas” aún no incorporadas al proceso capitalístico, o los niños aún no
integrados en el sistema, son las posibilidades de fuga, la posibilidad de atravesar el muro
de la significación dominante.
-La impotencia es algo relevante en la concepción marxista de cómo opera el capitalismo, y
es algo que muy probablemente tenía en cuenta Guattari. La relación igualadora y
expropiadora que se da entre la fuerza de trabajo y el valor se corresponde a su vez con
una relación entre potencia (fuerza de trabajo) e impotencia (extracción de valor, plusvalía).
Y la noción de máquinas deseantes que Deleuze y Guattari desarrollan a partir de, entre
otras cosas, ciertas producciones delirantes de los psicóticos, justamente da cuenta de la
fuerza de trabajo como fuerza de producción: la máquina deseante como potencia vital. Es
solo con el advenimiento del capitalismo que lo maquínico, que el ser humano como
máquina, se pone al servicio de la plusvalía, de la alienación y la impotencia, en una
extracción que se opera no solo a nivel de los recursos ‘naturales’ sino que, al mismo
tiempo, a nivel de los recursos subjetivos del deseo como potencia inconsciente.

EL ANTI-EDIPO: QUIEBRE CON EL ESTRUCTURALISMO EN EL PSICOANÁLISIS

https://www.youtube.com/watch?v=QADvigKG5Mg
(00: 02-02:40) (es caleta pero siento que menos, se corta el sentido)

(Igual se podría partir desde 0:29 quizás): “lo nuestro fue más quizás una ruptura con el
estructuralismo en el psicoanálisis, es decir, justamente [....] el hecho de reducir las
producciones del inconsciente a hechos de lenguaje y de reducir el análisis a un trabajo
relativo al lenguaje, y por ende, un trabajo muy pobre, porque desafortunadamente a
menudo los psicoanalistas estructuralistas se contentan con escuchar, sin casi
intervenir…haciendo toda una teoría sobre el hecho de que así es como debería
ser…solamente a través de la escucha y del silencio, cosa en la que yo no creo para nada”

Comentario: Desde allí la subjetividad ya no sería “una especie de alma flotante situada en la
superestructura ideológica, sino algo que puede nacer como un foco autopoiético, para
retomar un término de Humberto Maturana y Francisco Varela, como si hubiese
efectivamente un fenómeno de autoconsistencia subjetiva que estuviera emergiendo”
(Guattari, La producción de subjetividad del Capitalismo Mundial Integrado” en El Devenir
de la Subjetividad. Conferencias, Entrevistas, Diálogos (Chile ,1991), p. 291-292)

(1:34- 2:14) también se podría seleccionar

“hay toda una corriente de pensamiento alrededor de Fernand Oury, de una vía trazada por
Celestin Freinet que dicen: “podemos hacer una especie de psicoanálisis en la escuela”, en
un cierto tipo de escuela, eso plantea el problema del análisis también dentro de las
instituciones, como en los establecimientos de salud, establecimientos de salud para los
enfermos mentales. Eso se plantea también en la vida cultural, en el teatro, en el cine…se
plantea en todos lados. E incluso, se planteará cada vez más a medida que la subjetividad
es machacada, si me permite la expresión, por el sistema de medios masivos de
comunicación, por la publicidad, por esos enormes equipamientos colectivos que producen
sujetos como si produjesen automóviles o zapatos”

(2: 15 - 2:58)

“y bien, el problema de reencontrar no un dominio, sino el sentido de la singularidad en su


relación a la vida, a la existencia…eso es un problema que se va a plantear cada vez más,
cada vez más las personas van a tener menos seguridad en su trabajo, en su vida social y
tendrán cada vez más la necesidad de construirse, de fabricarse a sí mismos, y eso es el
problema analítico por excelencia. Entonces, nuestro ataque contra Freud y contra Lacan es
finalmente en nombre del descubrimiento psicoanalítico. Es para que el psicoanálisis
continúe y no se hunda en esas querellas dogmáticas, en esas capillas que finalmente nos
presentan una práctica del análisis cada vez más pobre, cada vez más estéril”

Comentario:
-Esto hace pensar en lo que plantea Deleuze en Derrames: “Freud dice que el psicoanálisis
[...] no traduce. Derrida lo muestra muy bien en su artículo sobre Freud en La escritura y la
diferencia. El psicoanálisis opera una descodificación absoluta, traduce los códigos a flujos
en estado bruto. Es en este sentido que el psicoanálisis se opone a los códigos. Pero al mismo
tiempo y desde el comienzo inventan un nuevo código, el código edípico, que es aún más
codificado que todos los demás códigos. Y he aquí que los flujos del deseo pasan a la
codificación de Edipo, cualquier flujo de deseo es puesto en el grillete edípico. En ese
momento el psicoanálisis se revela cada vez menos capaz de comprender la locura, pues el
loco es verdaderamente el hombre de los flujos descodificados.” (p. 42-43). Es decir, el
esquizoanálisis de cierta manera busca restaurar el sentido originario del psicoanálisis, y
justamente el problema con Freud es la deriva hacia la primacía de Edipo; así como el
problema con Lacan es la afirmación de Edipo vía el estructuralismo, hacer de Edipo algo
estructural. El esquizoanálisis es una crítica al psicoanálisis desde adentro.
-Llama la atención el énfasis en el sentido de la singularidad. Respecto a lo cual también nos
resuena con el énfasis que pone Deleuze en una “distribución de puras singularidades según
reglas de convergencia y de divergencia, que pertenecen a una lógica del sentido y del
acontecimiento, no a una lógica de la predicación y de la verdad” (Lógica del Sentido, p.
134-135).

(3:02 - 3:17)

“aún estando dentro de la consulta, salir de ella, abrir las ventanas al menos y estar
preparado para toda otra clase de cosas, otra clase distinta de problemas que los
problemas estrictamente de identificación al padre, a la madre, los problemas
intra-familiares”

Comentario:
-Esto resuena con el modo en que piensa Suely Rolnik la práctica esquizoanalítica: “sacar
el diván a la plaza pública, llevarlo al taller del artista, ponerlo en el centro de la selva,
meterlo en la cabaña del chamán” (Preciado, Prólogo a Esferas de la Insurrección, p.
17).
-El problema del familiarismo sería que finalmente reduce la producción de
subjetividad a identidades homogeneizadas según el modelo del padre y la madre.

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