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resistencias.
Resumen de Mesa:
Presentamos en esta ocasión trabajos que rozan temáticas distintas: la temporalidad en el sistema
capitalista a la luz de la ontología deleuziana, lo monstruoso en las clasificaciones biomédica y su
relación con la individuación en Deleuze, lo imperceptible que solo puede ser percibido y que
constituye el sentido, la cultura como forma de opresión y las resistencias como líneas de fuga y por
último el autri en Deleuze como estructura de lo posible. Si bien aparentan ser tópicos diferentes
hallamos algunos puntos en común dado que en la propuesta general retomamos aspectos que nos
atraviesan y nos conmueven, ya sea individual o colectivamente. Los cinco textos se centran en
cuestiones muy concretas de la problematización filosófica que violentan el pensamiento y nos
fuerzan a compartir estas múltiples miradas sobre el recorrido ontología-política-práctica.
Resúmenes individuales
Exposito Virginia
(expositovirginia@gmail.com)
UBA
“Más bien habría que concebir las cosas como un asunto de percepción: entramos en una
habitación y percibimos algo como dejà là, como si acabara de suceder, incluso si todavía no
ha sucedido. O bien sabemos que lo que está pasando sólo pasa por última vez, se acabó.
Oímos un "te quiero" que sabemos perfectamente que se dice por última vez. Semiótica
perceptiva. Dios mío, ¿qué ha podido pasar, mientras que todo es y permanece imperceptible,
y para que todo sea y permanezca imperceptible para siempre (…)? ”[1]
Así hablaba Deleuze del “El crack up” de Scott Fitzgerald en “Mil Mesetas”. Intento en
mi ponencia seguir lo imperceptible, que solo puede ser percibido, dar con estas microfisuras
y acompañarlas en la lectura de “El crack up”.
Esta es “(…) una medida que nadie adopta voluntariamente jamás (…)”[2] afirma el
novelista norteamericano. Yo haciendo uso de sus palabras continúo su cita y como el
sostiene, me veo obligada a pensar.
[1] Deleuze G., Guattari F., Mil Mesetas, Capitalismo y esquizofenia, trad. Vázquez Pérez. Edit.PRE-TEXTOS,
2012, p. 199
[2] Fitzgerald F. S., El crack up, Cap. Encólese.
http://www.sisabianovenia.com/LoLeido/NoFiccion/Fitzgerald-Crack.htm
Cultura y resistencia: una lectura de T.W. Adorno y F. Guattari
Juan Rocchi
(rocchi.juan@gmail.com)
UBA
[1] Adorno, Theodor W., “Meditación sobre la metafísica” en Dialéctica negativa, Madrid, Taurus, 1992.
[2] Guattari, Félix y Rolnik, Suely, “Cultura, ¿un concepto reaccionario?, en: Micropolítica. Cartografías
del deseo, Buenos Aires: Tinta Limón, 2013.
El capitalismo, un modo de subordinar al tiempo
The time is out of join es un bello apotegma que Deleuze extrae de Shakespeare para
caracterizar la modernidad. Ésta comprende una nueva concepción del tiempo no
subordinado al movimiento. La Crítica de la Razón Pura es la primera obra en la que se
transparenta esta mutación del pensamiento para Deleuze. Pero, la revolución que este tiempo
desencadenado introduce en el pensamiento, prontamente, es contenida por Kant. Deleuze, en
Derrames II, desarrollando su concepto de capitalismo, establece una analogía entre esta
noción y el cogito kantiano a partir de dos valores lógicos: determinación e indeterminado.
En el presente trabajo, trataremos de desarrollar qué significa este tiempo fuera de quicio
(tercer valor lógico: determinabilidad) en la constitución del capitalismo y cómo el tiempo,
constituido en tanto orden independiente, es domeñado por él. El trabajo articula dos
momentos. En el primero, el tiempo de producción deja de subordinarse a los ciclos
naturales: aparición de las fábricas como nuevo constructo espacio-temporal donde se
constituye el trabajo. En el segundo momento, el tiempo deja de subordinarse a los
movimientos del obrero para pasar a ejercerse sobre él: aparición de la producción en masa.
En este segundo punto, la obra de Benjamin Coriat nos resultará imprescindible.
Reflexiones sobre el monstruo y la individuación deleuziana
Bertazzo Georgina
(georginabertazzo@gmail.com)
UBA
El fondo sube a la superficie y aparece el monstruo. El presente trabajo tiene como objetivo
analizar por qué nos aterran algunas imágenes centrales de la ontología deleuziana, como la
falta de determinaciones y la disolución de las formas. Deleuze muestra que el horror aparece
cuando intentamos derrocar el antiguo y tan arraigado esquema hilemórfico. En efecto, la
necesidad de informar la materia responde a intereses políticos y económicos. Las teorías
esencialistas han postulado un principio de individuación anterior al proceso. Este individuo,
que tiene preeminencia ontológica, oficia de modelo y posee características inalterables. Es a
partir del individuo que se establecen, en las corporaciones biomédicas, los parámetros de
anormalidad. El monstruo, como concepto biopolítico, es la entidad que debe ser
patologizada e instaura los criterios médicos de lo regular y lo que transgrede los límites de la
naturaleza. De tal modo resulta sustancial poner en evidencia el sistema de inteligibilidad
cultural creado por la comunidad científica pues tiene graves consecuencias para los cuerpos
e identidades calificadas como monstruosas. Siguiendo a Susy Shock reivindicamos nuestro
derecho a ser monstruos y en alianza con Deleuze intentaremos pensar el cuerpo como un
continuo atravesado por dinamismos intensivos, fluctuantes y plásticos. Las identidades no
son fijas ni inmutable del mismo modo en que no lo son las teorías y categorías médico-
científicas.
El anti-humanismo deleuziano y la noción de autrui
Solange Heffesse
(sol.heffesse@gmail.com)
UBA
Inspirado en el gesto spinoziano, Deleuze plantea sus críticas hacia el humanismo a través del
desplazamiento de la figura de “lo humano”, reelaborando y desfigurándolo en varios otros conceptos
de cuño propio. Uno de ellos es autrui (pronombre indefinido del francés que sólo se utiliza para
referir personas en sentido colectivo, y que suele referirse a la alteridad o la otredad). Deleuze lo
define con la siguiente fórmula tomada de la obra de su amigo Michel Tournier: “el otro como
expresión de un mundo posible”. El tema cuenta con un desarrollo consistente a lo largo de su obra.
Nos centraremos en la exposición que hace del concepto en Diferencia y repetición, donde el mismo
es presentado como ejemplo de la individuación de los sistemas psíquicos. Ésta tiene lugar bajo la
forma de una estructura relacional irreductible a los polos del sujeto y el objeto. Una estructura que es
propia del plano de lo actual (que suele equipararse al de lo empírico), en la que se anudan los
problemas ontológicos de la constitución y organización del campo perceptivo con el problema del
origen de las Ideas virtuales. Examinando estos desarrollos comprendemos que, para Deleuze, la
estructura de lo posible son lxs otrxs.