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Á DE FREUD
1 LA ESCUELA BRITÁNICA DE LAS RELAOONES OBJETAI.ES

personal. El nifio moldea un falso sel/ que trata con un mundo exte- no tanto de antiguos deseos si~o de antiguas «necesidades del yo»,
rior que hay que vigilar y con el que hay que negociar, y esconde las requerimientos de desarrollo para el crecimiento del se/f. Winnicott veía
semillas de una experiencia más profundamente genuina hasta encon- en el paciente una poderosa capacidad de auto-reparaci6n, de mqddar
trar un entorno más apropiado. la situaci6n analítica para generar las características ambientales que le
habían faltado en la infancia. En la visión de Winnicott, el contenido
y las interpretaciones eran casi irrelevantes. Lo crucial era la experien-
La siruaci6n analítica en Winnicott cia del selfen relación con el otro.
En su trabajo con pacientes más perturbados, Winnicott se esfor-
La sicuaci6n analítica, tal como la entendi6 Winnic~tt, está per- z6 todo lo posible por configurar el tratamiento de forma espontánea
fectamente diseñada para explorar_y regenerar subjetividad personal. según las necesidades que iban surgiendo. Incluso d establecimiento
El analista, como la madre «suficientemente buenaJt, brinda un entor- de un horario regular de sesiones creaba para él una estructura exte-
no en el que su propia subjetividad se encuentra retenida. Intenta cap~ rior y artificial a la que el paciente necesita adaptarse, co~o un infan-
tar las dimensiones profundamente personales de la experiencia del te que recibe alimento según un plan y no según su requerimiento.
pacien~e, los deseos del paciente que surgen en forma espontánea• Así, Winnicott solía intentar ofrecer las sesiones cuando le eran rcque- ·
Ofrece al paciente refugio frente a las exigencias del mundo exterior. ridas. Relató, por ejemplo, acerca de una joven a la que esperaba miran-
No se espera de él más que «se.a» en la situación analítica, que se conec- do a través de las cortinas. La coordinación de tiempo era crucial.
te con lo que está experimentando y que lo exprese. No se le. exige Cuando ella se aproximaba a la puerta de entrada y levantaba la mano
orden ni continuidad: se esperan y aceptan la discontinui~d y la no- para golpear, él abría la puerta como si su deseo de encontrarla la
. integración. El analista y la situaci6n analítica brindan un entorno de hubiese creado realmente.
contención en el cual puede reanimarse un desarrollo abortado dél self,
un entorno suficientemente seguro para que el verdadero se!fpueda El niño acude al pecho cuando está excitado y dispuesto a tener
comenzar a emerger. la alucinación de algo que puede ser atacado. En aquel momen-
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Wtnnicott introdujo maneras de pensar acerca de la situaci6il to, el pezón real hace su aparición y el pequeño es capaz de sen-
analítica muy diferentes de las de autores previos. Para Freud, las difi- tir que eso, el pezón, es lo que acaba de alucin!iir. Asf que sus
cultades ·del paciente hundían sus raíces en secretos, en lagunas.de la ideas se ven enriquecidas por los datos reales de la'vista, el tacto,
memoria. Las asociaciones libres del paciente daban al analista herra- el olfato, pór lo que la próxima vez utilizará tales datos para la
mientas para descubrir esos secretos, para reconstruir esos recuerdos y alucinación. De esta manera el pequeño empieza a construirse
para poner de manifiesto y modificar las resistencias inte!nas propias la capacidad para evocar lo que está realmente a su disposición.
del paciente ante el conocimiento y el recuerdo. La curación implica- La madre debe seguir dándole al niño este tipo de experiencia.
ba una final renuncia a los deseos infantiles conflictivos revelados de (1958, p. 209)
esa manera.
Para Winnicott, las dificultades del paciente hunden sus raíces en .1 En forma semejante, el paciente llega a la situación analítica bus-
una división interna que elimina y separa las fuentes de su propia expe-
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cando la aperiencia necesaria para revitalizar el se/f. El analista se ofre-
ce a sí mismo para ser utilizado libremente a fin de brindar al pacien-
riencia personal. El problema no reside en deseos, conflictos o recuerdos
te las experiencias que le faltan. El analista permite al paciente sentir
específicos, sino en el modo en que se produce, en general, la experien-
que él lo ha creado y, no rechazando ese uso de su persona, posibilita
cia. La cracción regresiva de la situación analítica facilita la emergencia
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MAs AUJ. DE FREUD LA ESCUELA BRITÁNICA DE LAS RELACTONES OBJETAI.ES

al paciente redescubrir su propia capacidad de imaginar y fantasear, de Ferenczi fue también un innovador en cuanto a la técnica clíni-
generar experiencias que se sientan profundamente reales, personales y ca. En coherencia con su énfasis teórico en el trauma y la privación,
significativas. se convenció cada vez más de la importancia de que el analista brin-
dara una cierta medida de amor y afecto en lugar de una abstinente
no-gratificación de las necesidades y deseos del paciente. Formuló
ÜTROS INNOVADORES DEL GRUPO INDEPENDIENTE también una objeción contra lo que sentía como una organización
jerárquica, autoritaria de la relación analitica tradicional entre un ana-
Las otras figuras imponantes del grupo «independiente» dentro lista que dispensa interpretaciones y un paciente que las re~ibe: Esta
de la British Psychoanalytical Society fueron Michael Balint, John crítica llevó a breves experimentos de «análisis mutuo» en~e paciente
Bowlby y Harry Guntrip. Los autores de este grupo fueron indepen- y analista en los que ambos se turnaban en recostarse en el diván y
dientes no sólo con respecto a los kleinianos y freudianos (de Anna) dedicarse a la asociaci6n libre, experimentos que fueron rápidamente
sino también entre sí. Los tres se basaron mucho en la obra de Melanie dejados de lado. 4
Klein y todos desplazaron su énfasis de los conflictos entre pulsiones y Como analista de Balint, al igual que de Melanie Klein y de
defensas al establecimiento y sostenimiento de relaciones con otras Clara Thompson, Ferenczi fue una figura clave en las transiciones de
personas. Sin embargo, cada uno d~ ellos lo hizo de una manera carac- la obra de Freud a varias de las más imponantes corrientes del pensa-
terística y propia. 3 •
miento psicoanalítico contemporáneo. La extensión de las innovacio-
nes de Ferenczi realizada por Balin_t lo llevó a la convicción de que lo
que los pacientes, en particular los más perturbados, buscaban en la
De Ferenczi -~ Balint
situación analítica no era gratificación de deseos infantiles de la libido
y la agresión, sino un amor incondicional, un «amor objetal primario»
Mic:hael Balint (1896-1970) fue analizado por Sandor Ferenczi y,
del que se habían visto privados en la infancia. A diferencia de
en m'uchos aspectos, su _aportación fue una extensión de la de este últi-
Fairbairn, Balint nunca rechazó la teoría pulsional de Freud. No obs-
mo. Ferenczi (1873-1933) había sido uno de los discípulos temprano-'
~te, al igual que_Fairbai~n, afirmó que las relaciones objeta.les no pro-
de Freud innovadores, tanto en la teoría cuanto en la práctica clí-
nica. En los últimos años antes de su m!,lerte, Ferenczi se había preo-
vienen de _las puls1ones, smo que están presentes en mismo comien- •p
cupado en forma creciente por el impacto de las privaciones tempra- zo de la VId~. «Esta forma de relación objeta! [amor objctal primario]
nas en el desarrollo de la personalidad y había colocado un énfasis no está relacionada con zona erógena alguna; no es oral, oral-succional,
central en el trauma temprano, crónico, incluyendo las experiencias anal, genital, etc., sino algo en sí mismo» (1937, pp. 84s).
sexuales. Este fue un regreso a la perspectiva que Freud había rechaza-
do al abandonar la teoría de la seducción infantil, en 1897, a favor de
su teoría de la pulsión instintiva y de la centralidad de la fantasía.
4. Fercnczi cayó en desgracia frente a Freud por lo que parece haber sido una compleja
i amalgama de diferencias. personales, conceptuales y polltias. Sólo en fonna reciente
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ha sido posible hacer una presentación mii completa de este imponante cisma en la
3. Enác los autores nús contemporincos cuya obra proviene de la tradición del grupo
independiente se cuentan Masud Khan, Nina Coitan, Christopher Bollas, John
Klaubcr, Adam Phillips, Ncville Symmington y Patrick Cascment. .
l historia del psicoan:llisis, gracias a la publicación del diario cl{nico de Fcrcnczi y de su
correspondencia con Frcud. V~ Aron / Harris (1993), que hacen una consideración
meditada y equilibrada del papel enormemente influyente que dcs.cmpefi6 Fercncii en
la historia de las ideas psicoanalíticas. ·
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