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fue un movimiento político de las dos últimas décadas del siglo XIX en
Colombia, que tuvo como objetivo la búsqueda del orden, la centralización política y las
relaciones concordatarias con la iglesia católica. Criticó el estado anárquico del país, reflejado
en las constantes guerras civiles, la debilidad del ejecutivo, el constitucionalismo de los
estados soberanos, la libertad de expresión "irresponsable", la miseria de las masas
colombianas, el atraso de la industria y la agricultura y el débil progreso. Esta corriente unió a
los liberares independientes que respaldaban a Rafael Núñez y a los conservadores
orientados por el humanista Miguel Antonio Caro.
Uno de los máximos logros de la Regeneración fue la Constitución Política de 1886, por la
cual se creó la “República de Colombia”, regida por un sistema unitario, un ejecutivo fuerte y
un Congreso bicameral. La filosofía principal de esta carta fue la “centralización política” y
la “descentralización administrativa” y en ella quedaron plasmados el positivismo de Núñez y
el tradicionalismo de Caro.
Durante su último mandato (1892-1898) se retiró del gobierno a su hacienda "El Cabrero" en
Cartagena, en compañía de su amada doña Soledad Román. Allí falleció el 18 de septiembre
de 1894.
Ascenso de la Regeneración
Entre los años 1884 y 1886 realizó su segundo gobierno Rafael Núñez, quien ganó en las
elecciones a la facción radical. Durante este mandato afrontó la guerra civil de 1885, que fue
promovida por el liberalismo radical para obstaculizar su movimiento. Los radicales estaban
convencidos de que Núñez traicionaba al partido Liberal, por sus alianzas con el clero y los
conservadores y por sus maniobras tácticas y actos de gobierno. Consideraban la
Constitución de 1886 como autoritaria, católica, ultracentralista, confesional, contraria a la
filosofía de la libertad, y opuesta a la de 1863, claramente laica y federalista. Tras la derrota
militar de los radicales, Núñez dijo la célebre frase: “La Constitución de 1863 ha dejado de
existir”. Así se dio paso al estudio, aprobación y sanción de la nueva constitución, que
estructuró en forma definitiva la República de Colombia.
Gobiernos de la Regeneración
Caro utilizó con frecuencia las facultades extraordinarias que le otorgaba la constitución. Por
ejemplo, reprimió con rigor a la prensa que hacía críticas políticas. Algunas leyes fueron
consideradas persecutorias, como la llamada “Ley de los Caballos” que siendo para
delincuentes comunes, se aplicaba a los liberales por motivos políticos. Ante una posible
conspiración, Caro desterró al jefe del partido Liberal, el expresidente Santiago Pérez. Durante
este mandato, estalló la guerra civil de 1895, dirigida por los liberales, donde triunfaron las
fuerzas del gobierno.
En el año 1898, Caro entregó el gobierno a Manuel Antonio Sanclemente, quien fue elegido
para el período de 1898 a 1904. Sin embargo, fue derrocado en el año 1900 por el
vicepresidente José Manuel Marroquín.
Se hizo entre la Santa Sede y el Estado colombiano. En virtud de este tratado, se oficializó la
religión católica y se permitió a la Iglesia ejercer libremente su autoridad espiritual y su
jurisdicción eclesiástica. El Estado le reconoció su propia personería jurídica y orientó la
educación de acuerdo con los dogmas de su doctrina. Se le otorgó validez legal al matrimonio
católico y se permitió el libre establecimiento de órdenes y asociaciones religiosas. Se
estableció que los nombramientos de los arzobispos y obispos se hicieran de común acuerdo
con el presidente, y el gobierno reconoció una deuda con la Iglesia, originada en la redención
de censos y desamortización de bienes eclesiásticos. Este concordato fue aprobado el 31 de
diciembre de 1887 y firmada las actas el 5 de julio de 1888.