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ENSAYO SOBRE LOS CAMBIOS

PSICOLOGICOS DEL EMBARAZO


La noticia de un embarazo, sobre todo si es el primero, va a ser,
probablemente una de las de mayor impacto en la vida de una mujer. Las
emociones y sentimientos que puede experimentar una mujer en el embarazo
pueden ser de lo más diversos, por ejemplo: miedo, ambivalencia, soledad,
preocupación, tristeza, vulnerabilidad, cansancio, plenitud, ilusión, felicidad,
fortaleza, impaciencia, sensibilidad entre otros.

El primer trimestre del embarazo es ciertamente contradictorio ya que en el


cuerpo aparecen pocos cambios y sin embargo internamente se remueven muchas
cosas. El cuerpo, aunque todavía no se note, se va adaptando al nuevo estado y se
va trasformando; y la mente también tiene que ir madurando la idea de lo que
supone el mayor cambio en la vida de una mujer: convertirse en madre.

Los síntomas físicos más frecuentes en el primer trimestre del embarazo son
el cansancio generalizado o somnolencia y las náuseas o vómitos. Aunque también
puede ser que no notes nada. Otra de las cosas que puede ocurrir en estos primeros
meses y que suele durar todo el embarazo es que la mujer esté como despistada,
atontada, ausente, en su mundo.

Además, con frecuencia es el trimestre de más ambivalencia, esto quiere


decir que ante un mismo un mismo hecho se tienen sentimientos contradictorios.
Y es que ante la noticia de un embarazo puede que sintamos alegría, pero también
inquietud, felicidad, pero también miedos.

El segundo trimestre suele dar paso a una sensación de bienestar, de energía


y calma generalizada. Ya está superada la barrera psicológica de las 12 semanas y
cada día se está más segura de que el embarazo saldrá adelante, lo que nos permite
estar contentas e ilusionadas.
El embrión ha ido creciendo y la tripa ya se nota de manera considerable.
Algunas mujeres viven los cambios corporales de una manera muy traumática,
detestan engordar y les gustaría estar embarazadas sin que se notase. Están muy
preocupadas por recuperar la figura previa al embarazo nada más dar a luz.

En esta etapa te sientes feliz e ilusionada, pero te mueres de miedo de que


algo vaya mal. Los distintos controles médicos nos tranquilizan, por un lado, pero
por otro pueden suponer momentos de angustia ante una posible mala noticia.

Internamente y después de todo lo que has ido viviendo a lo largo de estos


meses, lo más probable es que te sientas diferente. Seguramente estás más cerca
de sentirte una madre y lo que esto conlleva.

En lo que respecta al aspecto externo, tu cuerpo ha cambiado mucho en


poco tiempo. Para algunas mujeres este es un estado de mucha plenitud y vitalidad.
Otras, en cambio, están cansadas y molestas.

El miedo al parto es una de las cuestiones que más preocupa a las madres y
más si son primerizas, es algo desconocido y es normal que despierte ciertos
temores de que algo pueda ir mal. También está la preocupación de cómo será
nuestro hijo, si nos gustará o no; cómo cambiará nuestra vida; si seremos buenas
madre. Además, iremos preparando la ropa, cuna, habitación y demás cositas que
necesitará el niño. Como podemos ver seguimos con la ambivalencia, ilusión y
miedos, alegría e inquietud.

En definitiva, el embarazo es un proceso complejo, de profundos cambios


físicos y emocionales, que puede atravesarse de una manera tranquila y pausada o
producir, por el contrario, estados de mucha incertidumbre y angustia. Debemos
estar atentos a si el malestar es demasiado intenso y no nos permite disfrutar de
esta etapa.

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