Está en la página 1de 5

¿Qué es una crisis nerviosa?

El término colapso mental se usa a menudo cuando una persona tiene


una crisis de salud mental que supera sus emociones. Puede provenir
de otras condiciones como la depresión y la ansiedad, pero tiende a ser
un caso grave. En algunos casos. Una crisis nerviosa puede llevar a una
persona a otros tipos de condiciones de salud mental, como autolesión
o ideación suicida.
Generalmente no se considera que las crisis mentales tengan un
diagnóstico médico. La frase se usa simplemente para describir una
situación en la que surgen ciertos síntomas en la salud mental de una
persona.
Los signos más comunes de que alguien está teniendo una crisis nerviosa:
Según Helpline, los síntomas más comunes de este tipo de crisis son
 Presión arterial alta
 Músculos tensos
 Manos sudorosas,
 Mareos
 Malestar estomacal
 Temblores
 Alucinaciones
 Cambios de humor extremos
 Arrebatos inexplicables
 Ataques de pánico
 Desesperación
 Pensamientos de suicidio
 Sentido de inutilidad
 Incapaz de dormir
 falta de apetito
 Incapacidad para concentrarse
 Gran decepción con su vida
Si estas buscando iniciar un proceso terapéutico, en Neopraxis podemos
ayudarte y encontrar un especialista adecuado para ti.
¿Qué causa una crisis nerviosa?
Varias cosas pueden contribuir a lo que podría denominarse un ataque
de nervios, incluidos principalmente eventos de alto estrés como una
mala ruptura, problemas de dinero, dolor o incluso agotamiento
psicológico.
Pero es importante tener en cuenta que las habilidades de
afrontamiento de un individuo también entran en juego aquí, ya que
todos manejan el estrés de manera diferente, sus respuestas a ese
estrés también serán diferentes.
Las razones más comunes por las que alguien puede tener un colapso
mental incluyen:
 Cambios importantes en la vida: esto podría ser cualquier cosa,
desde casarse o tener un bebé hasta irse a la universidad,
divorciarse o mudarse a una nueva ciudad.
 Experimentar una tragedia: algunas tragedias comunes que
podrían provocar crisis nerviosas son perder a un ser querido,
tener un accidente automovilístico o sufrir abusos físicos.
 Depresión/Ansiedad: La depresión mayor o la ansiedad que no se
trata puede eventualmente resultar en un colapso mental.
 Estrés en el trabajo o en el hogar: También conocido como
“burnout”, una persona puede sentirse abrumada por las
circunstancias de su hogar o vida profesional.
 No dormir lo suficiente: la falta de sueño puede tener muchos
efectos negativos en el bienestar mental de una persona.
Factores de riesgo que podrían conducir a una crisis nerviosa
Si bien pueden ser similares a las causas anteriores, existen algunos
factores de riesgo específicos que se deben considerar con respecto a
los colapsos mentales.
Una persona que tiene antecedentes personales o familiares de
depresión o ansiedad podría ser más propensa a sufrir una crisis
nerviosa. Esto podría ser por una condición genética o por ver a un ser
querido pasar por la misma experiencia en algún momento de su vida.
Otro texto que podría interesarte: ¿Qué hacer en un ataque de ansiedad?
Consejos de un psicólogo
Otros factores de riesgo incluyen enfermedades o lesiones a largo plazo
que hacen que la vida cotidiana sea más difícil de manejar por sí solo.
Que hacer ante una crisis nerviosa
Si bien manejar cualquier condición de salud mental puede ser difícil,
hay muchas maneras en que una persona puede evitar un colapso
mental.
Evite el alcohol y las drogas
Estas sustancias, junto con la cafeína, a menudo agregan estrés
indebido al cuerpo y provocan pensamientos hiperactivos. Haga
ejercicio regularmente Sudar un mínimo de tres veces por semana es
una de las mejores maneras de promover el bienestar mental y la salud
física.
Caer en el momento presente
Durante una crisis nerviosa, pasamos mucho tiempo preocupándonos
por el futuro. ¿Alguna vez mejoraré? ¿Qué pasa si las cosas empeoran?
O rumiamos sobre el pasado. ¿Por qué no cuidé mejor mi salud?
Debería haber comido más sano. ¿Por qué no fui a ver al médico antes e
ignoré todas las señales?
Es natural pensar en el futuro y en el pasado. Durante un ataque de
nervios, esta tendencia puede agotarnos y agotarnos aún más. Aparte
de eso, si presta mucha atención, en realidad hay algunos momentos
positivos, o al menos algunos emocionalmente neutrales, incluso
durante una crisis nerviosa.
Intenta estar tan presente como puedas en esos momentos
conectándote con tus sentidos. Digamos que te estás bañando, nota el
agua tibia tocando cada parte de tu cuerpo. Nota el aroma del aceite de
baño. Apaga la luz y simplemente escucha los sonidos que emergen del
silencio.
Hágase presente y sepa que, en este momento, todo está bien. En este
pequeño momento, nada está mal. Eres solo tú en una tina de baño
caliente. Eso es todo. Todo está bien ahora.
Escucha tu cuerpo
Cuando estamos en medio de un ataque de nervios, es importante
escuchar a nuestro cuerpo. Podemos sentirnos muy tristes o incluso
deprimidos y eso puede hacernos sentir sueño (sobre todo si nos han
recetado tranquilizantes). Muchas personas que experimentan una
crisis nerviosa también pueden sentirse agotadas. Es importante darle
a nuestro cuerpo el descanso que necesita.
Sin embargo, escuche a su cuerpo en busca de signos de quedarse
dormido. Dormir demasiado puede provocar mareos y confusión
mental, que queremos evitar a toda costa. o igual podemos
preguntarnos ¿Cómo mejorar mis hábitos de sueño?
Además, asegúrese de salir una vez al día, si es posible, a dar un paseo
por la naturaleza. Sin embargo, asegúrese de elegir un camino que no
sea demasiado empinado o demasiado largo y siempre tenga en cuenta
lo lejos que está para volver a su hogar. No querrás terminar exhausto
en el bosque.
Si salir a caminar le parece demasiado, pruebe algunos ejercicios de
YouTube o videos de yoga suave.
Reducir la tecnología / redes sociales
Al tener un ataque de nervios, a menudo sentimos que todo es
demasiado. Los sonidos son demasiado fuertes y las pantallas de las
computadoras portátiles pueden parecer demasiado brillantes. Es por
eso que puede ser útil mantener minimizada la tecnología.
Solicite un libro impreso y sumérjase en una historia que lo hará sentir
bien por dentro. Las páginas, solo en blanco y negro, te ayudarán a
calmar tu mente. Los audiolibros también pueden ser útiles. Cierra los
ojos y escucha. Sólo escucha.
Notarás que cuando tu mente se distrae, rápidamente vuelves a
escuchar; después de todo, no quieres perderte la trama. Esto le dará
un descanso de las interminables rumias y preocupaciones.
Trate de usar las redes sociales lo menos posible. El desplazamiento
interminable no te hará sentir mejor, y créeme, si ves todas las
versiones tan felices de la vida de tus amigos, mientras no puedes
levantarte de la cama, no ayudará. Si ves una película, elige una que no
te ponga ansiosa o triste.
Comunica tus necesidades
Al pasar por un ataque de nervios, no tenemos la energía que solemos
tener. Puede ser difícil para nosotros pagar esas cuentas, limpiar
nuestra casa y completar otras tareas importantes. En tiempos como
estos, necesitamos la ayuda de nuestros amigos y familiares.
Sin embargo, no todos somos buenos para pedir ayuda, y no todos los
amigos que tenemos son lo suficientemente desinteresados para
ofrecer ayuda. Durante una avería ya nos sentimos lo suficientemente
frágiles, por lo que tener que sentirnos decepcionados porque un
amigo nos decepciona, debe evitarse a toda costa.
Por lo tanto, revise una lista de amigos en su mente y elija a los que
crea que estarán dispuestos a apoyarlo. Informe a esos ángeles uno por
uno sobre su situación y pídales amablemente su ayuda. Además, si
dice o hace cosas que podrían lastimarte o molestarte, házselo saber de
una manera amable.
No todo el mundo sabe exactamente cómo tratar con alguien en una
situación tan difícil, pero la mayoría está dispuesta a escuchar y
aprender.
Busque ayuda con algún especialista
Es posible que nos sintamos físicamente muy débiles, que
experimentemos una ansiedad social terrible que nos impida salir de
casa, o que simplemente nos sintamos demasiado deprimidos para
levantarnos de la cama. Podríamos esperar, que si le damos a las cosas
un poco de tiempo, nos sentiremos mejor pronto.
Si bien para algunos de nosotros eso podría ser cierto, la mayoría de
nosotros necesitaremos ayuda profesional.
Su médico puede recetarle medicamentos para ayudarlo a salir de la
peor ansiedad o depresión y un terapeuta puede ayudarlo con la
terapia del habla (trate de encontrar uno que incorpore atención
plena). Sepa que no necesita superar esto por su cuenta. ¡Hay mucha
ayuda!

También podría gustarte