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Freud: los impulsos sádicos se recrudezcan por una regresión a la fase sádico-anal
Klein: la excesiva intensidad de los impulsos sádico-anales el que la fase propiamente edípica no sea
alcanzada de forma adecuada
Hay un superyó que se forma desde temprana edad y un Edipo temprano (entre la fase oral-receptiva
y la fase oral-sádica). cuanto mayor es la insatisfacción libidinosa, por frustraciones en la succión, más
se intensifican dichos impulsos, según la frustración, hay una inclinación hacia el padre o la madre.
En la fantasía del niño, la madre es el primer objeto, luego el pene del padre es equivalente en un
segundo momento al pecho materno, de ahí que la hostilidad pueda dirigirse después hacia el padre.
El Edipo comienza cuando la hostilidad se dirige hacia el padre (finales de la etapa oral-sádica, es
decir, a finales del primer año de vida).
En las fantasías que acompañan a la masturbación genital se descargan los impulsos destructivos
dirigidos contra la pareja paterna, por lo que el superyó temprano puede inhibir esta práctica desde
muy temprana edad, luego de sentiminetos de culpa que perduran hasta llegar a la etapa de actividad
sexual.
Los instintos destructivos en el propio cuerpo del niño, generalmente son los causantes de la ansiedad
en el niño. Una parte de estos instintos puede mantenerlos interiormente (esto da origen al
masoquismo / superyo-yo) y la otra parte los exterioriza, como forma de defensa a su propio
narcisismo, pero que en un segundo momento los vuelve a introyectar., hacindo un juego de
proyección e introyección.
La fuerza y agresividad del superyó alcanza su máxima intensidad en la etapa oralsádica. No son, por
tanto, los objetos reales los que introyecta el niño, sino las imágenes, idealizadas (buenos que lo
puden satisfacer en todos sus deseos) y terroríficas (tan potencialemnte agresivas qu lo pueden
destruir), de estos objetos.
Lo que pone en marcha la formación del superyó son los impulsos destructivos, unidos a la
incorporación parcial de los objetos que se produce durante la etapa oralsádica.
Si los impulsos hacia el objeto son severos, se forma un superyó cruel en la misma proporción lo que
genera entonces son sentiminetos de ansiedad muy intensos.
Compúlsión a saber
El sentimiento de duda que tortura a los obsesivos es motivado por no poder saber exactamente cuál
es el daño que se ha producido al objeto y cuál el que se ha recibido, vengativamente, en el interior
del propio cuerpo, ya sea ocasionado por el objeto malo internalizado, ya sea proveniente del
exterior.
las ansiedades más primitivas se refieren tanto al temor de que el objeto sea destruido por los
impulsos agresivos dirigidos contra él como a que el propio cuerpo sea también destruido por el
objeto que, a consecuencia de los ataques que se le han inferido, en la fantasía del niño se ha
convertido en amenazador y peligroso