FORMA Y S E N T I D O

E N LAS LENGUAS NATURALES

Coub(MOí¿k

Cuando estudiamos el lenguaje humano, nos acercamos a lo

que algunos podrían llamar la "esencia humana", las cualidades
distintivas del entendimiento que, por lo que sabemos hasta
ahora, son específicas del hombre, e inseparables de cualquier
fase crítica de la existencia humana, personal o social. De ahí
la fascinación de este estudio y también las frustraciones que
provoca. Éstas proceden de que a pesar de tanto progreso
todavía seamos incapaces de enfrentarnos con el problema cen-
tral del lenguaje humano, que, a mi parecer, es el siguiente:
una vez dominado el lenguaje, somos capaces de comprender
un número indefinido de expresiones que no hemos oído jamás
y que no tienen ningún parecido físico ni son exactamente
análogas a las expresiones que constituyen nuestra experiencia
lingüística; además somos capaces, con más o menos facilidad,
de producir nuevas expresiones en las ocasiones apropiadas a
pesar de su novedad e independientemente de configuraciones
de estímulo detectable, y quienes comparten esta misteriosa
capacidad son también capaces de comprendernos. E l uso nor-
mal del lenguaje es, en este sentido, una actividad creadora.
Este aspecto creador del uso normal del lenguaje es un factor
fundamental que distingue el lenguaje humano de cualquier
sistema de comunicación animal.
Hay que tener presente que la creación de expresiones lin-
güísticas que son nuevas, pero apropiadas, constituye la manera
normal del uso del lenguaje. Si algunos individuos estuviesen
limitados a un amplio conjunto definido de patrones lingüísti-
cos, a un conjunto de respuestas habituales a configuraciones
de estímulo, o a "analogías" en el sentido de la lingüística
moderna, les consideraríamos como mentalmente defectuosos,

171
NOAM CHOMSKY
menos humanos que animales; inmediatamente serían conside-
rados diferentes a causa de su incapacidad para comprender el
discurso normal, o para tomar parte en él de una manera
normal, puesto que esta manera es innovadora, libre del control
dé los estímulos externos y apropiada a situaciones nuevas y
siempre cambiantes.
No es nada nuevo decir que el discurso humano se distingue
con estas cualidades, pero es algo a lo cual hay que volver
constantemente. Con los avances de nuestra comprensión de
los mecanismos del lenguaje, pensamiento y conducta, aparece
una tendencia a creer que hemos encontrado la clave de la
comprensión de las cualidades aparentemente únicas del enten-
dimiento humano. Estos avances son reales, pero una apre-
ciación honesta, creo yo, nos muestra inmediatamente que
> v>- que ya están incorporados en los tests. Pero los éxitos en estos
c
están muy lejos de proporcionarnos esta clave. No compren-
demos, y es muy posible que no lo comprendamos nunca, lo
que hace posible que un ser humano de inteligencia normal
use el lenguaje como un instrumento para la libre expresión
del pensamiento y sentimientos, o, por lo que a ello se refiere,
cuáles son las cualidades del entendimiento que están impli-
cadas en los actos creadores característicos de la inteligencia,
comunes y excepcionales de toda existencia realmente hu-
mana.
Creo que este es un aspecto importante a destacar, no sola-
mente para lingüistas y psicólogos, cuyas investigaciones se
centran en ello, sino también para quienes esperen aprender
algo útil para su trabajo y concepciones en la investigación del
lenguaje y el pensamiento. Es particularmente importante que
las limitaciones de nuestra comprensión estén claras para quie-
nes trabajan en la enseñanza, en las universidades, pero sobre
todo en las escuelas. Hay presiones muy fuertes para imponer
una nueva tecnología educativa y elaborar programas y méto-
dos de enseñanza bajo la luz de los últimos avances científicos,
lo cual no es censurable de por sí. Pero de todos modos es
importante estar alerta a un peligro muy real: los nuevos co-
nocimientos y las nuevas técnicas definirán la naturaleza de
172
EL LENGUAJE Y EL ENTENDIMIENTO
lo que se enseña y del cómo se enseña, más que contribuir a la
realización de objetivos educativos, los cuales hay que esta-
blecer sobre otras bases y en otros términos. Voy a concre-
tar: la técnica e incluso la tecnología están ahí para la rápida
y eficiente inculcación de conductas especializadas, sea en la
enseñanza de lenguas, o en la enseñanza de la aritmética, o en
otros terrenos. Por consiguiente hay una verdadera tentación
de reconstruir programas educativos en términos definidos por
la nueva tecnología. Además, no es difícil inventar una demos-
tración racional usando conceptos como los de "conducta con-
trolada", habilidad realzada, etc. Tampoco es muy difícil cons-
truir tests objetivos que con toda seguridad demuestren la
efectividad de tales métodos para alcanzar ciertos objetivos
terrenos no demuestran que se haya alcanzado un objetivo
educativo; no demuestran que sea importante concentrarse en
desarrollar conductas especializadas en el estudiante. Lo poco
que conocemos sobre la inteligencia humana por lo menos
sugeriría algo muy diferente: que, disminuyendo el registro y
la complejidad de los materiales presentados al entendimiento
a base de establecer la conducta en patrones fijos, estos méto-
dos pueden dañar y tergiversar el desarrollo normal de las
capacidades creadoras. No quiero demorarme en el asunto.
Estoy seguro de que todos ustedes podrán encontrar ejemplos
en su propia experiencia. Es perfectamente adecuado tratar de
explotar los avances genuinos en el terreno del conocimiento y
es inevitable hacerlo dentro de algún campo de estudio deter-
minado; es inevitable y bastante adecuado que se dirijan las
investigaciones de acuerdo con las posibilidades existentes y de
acuerdo con consideraciones de esencial importancia. También
es altamente probable, por no decir inevitable, que las consi-
deraciones de esencial importancia y de posibilidades existentes
conduzcan a caminos divergentes. Quienes deseen aplicar las
realizaciones de una disciplina a otra deben conocer que es muy
importante establecer claramente la naturaleza exacta de lo que
173
 NOAM CHOMSKY
se ha realizado; pero que también es importante establecer sus
limitaciones.
Hace unos momentos mencioné el aspecto creador del uso
" normal del lenguaje y dije que no se trata de nada nuevo. Nos
proporciona un importante soporte a la teoría de Descartes
sobre el entendimiento, para su estudio de los límites de la
explicación mecánica; Esta última, por su parte, nos propor-
ciona un elemento crucial de la elaboración de la antiauto-
ritaria filosofía política y social del Siglo de las Luces. Y en
realidad tampoco faltaron esfuerzos para encontrar una teo-
ría de la creación artística en el aspecto creador del uso
normal del lenguaje. Schlegel, por ejemplo, sostuvo que la
poesía ocupa una posición privilegiada entre las artes; hecho
ilustrado, según él, por el uso del término "poético" para
referirnos al elemento de la imaginación creadora en cualquier
esfuerzo artístico, en oposición, por ejemplo, del término "mu-
sical", que sería utilizado metafóricamente para referirnos a un
elemento sensual. Para explicar esta asimetría, Schlegel observa
que cualquier forma de expresión artística usa ciertos medios
y que losmedios de la poesía (el lenguaje) son privilegiados,
puesto que las palabras son más una expresión del entendi-
miento humano que un producto de la naturaleza y, por con-
siguiente, el lenguaje tiene un alcance ilimitado y se cons-
truye sobre las bases de un principio recursivo que permite
que cada creación sirva de base para otro acto creador. De ahí
la posición central de las artes que se sirven del lenguaje.
Naturalmente la creencia de que el lenguaje, con su aspecto
creador inherente, es una posesión exclusivamente humana no
se libró de objeciones. Un presentador de la filosofía carte-
siana, Antoine Le Grand, se refiere a cierta opinión "que tienen
algunas gentes de Oceanía, que creen que los monos y los
chimpancés, que conviven con ellos en gran número, están
dotados de comprensión y pueden hablar; pero no lo hacen
por miedo a que se les dé un empleo y tengan que trabajar".
Si hay algún argumento más serio defendiendo que la capacidad
del lenguaje humano es compartida por algunos primates, yo
174
EL LENGUAJE Y E L ENTENDIMIENTO
lo desconozco. E n realidad, cualquier evidencia que poseemos
sobre este hecho parece favorecer el criterio de que la capaci-
dad para adquirir y usar el lenguaje es específica de la especie
humana, que hay unos principios muy profundos y restrictivos
que determinan la naturaleza del lenguaje humano y que tienen
sus raíces en el carácter específico del entendimiento humano.
Evidentemente los argumentos apoyados en estas hipótesis no
pueden ser ni definitivos ni concluyentes; sin embargo, a mí
me parece que, incluso en el presente estado de conocimientos,
la evidencia es considerable.
Hay muchas razones que pueden llevarnos a emprender un
estudio del lenguaje. A mí, personalmente, me intriga la posi-
bilidad de aprender algo que pueda echar alguna luz sobre las
propiedades inherentes de la mente humana. Por el momento
no podemos decir nada que sea particularmente informativo
sobre el uso creador normal del lenguaje por sí mismo. Pero
creo que poco a poco llegamos a comprender los mecanismos
que hacen posible este uso creador: el uso del lenguaje como
instrumento del pensamiento y la expresión libres. Hablando
de nuevo desde mi punto de vista personal, los aspectos más
interesantes de los trabajos gramaticales contemporáneos son
los intentos de formular principios de organización del lenguaje
que se proponen como reflejos universales de las propiedades
del entendimiento humano. Y el intento de mostrarlo sobre
estas suposiciones puede explicar hechos de algunas lenguas en
particular. Desde esta perspectiva, la lingüística simplemente
forma parte de la psicología humana: el campo que busca
determinar la naturaleza de las capacidades mentales humanas
y estudiar cómo éstas se ponen en marcha. Muchos psicólogos
rechazarían esta caracterización de su trabajo en estos términos,
pero una reacción tal me parecería a mí implicar una insufi-
ciencia en su concepción de la psicología, más que un defecto
en la formulación en sí. E n todo caso, me parece que éstas
son las palabras correctas sobre las cuales hay que establecer
las finalidades de la lingüística contemporánea y discutir sus
realizaciones y sus fallos.
175
NOAM CHOMSKY EL LENGUAJE Y EL ENTENDIMIENTO

principios que gobiernan la formación de tales sistemas de

La teoría de la gramática se preocupa por este problema:
reglas para cualquier lenguaje humano.
humano.
E l sistema de reglas que especifican la relación sonido-signi- <^/
0
Creo que ahora ya es posible proponer algo bastante defi-
ficado de una lengua dada es lo que puede llamarse la "gramá-
nido sobre la organización del lenguaje humano para someterlo
tica" (o bien, para usar un término más científico, la "gra- <F
luego a pruebas empíricas. La teoría de la gramática generativa-
mática generativa") de esta lengua. Decir que una gramática
transformacional, taj como está evolucionando diversamente y
"genera" cierto conjunto de estructuras es decir simplemente
por caminos a veces conflictivos, ha hecho varias proposiciones,
que especifica este conjunto de una manera precisa. E n este
y, en estos últimos años, ha habido trabajos muy productivos y
sentido podemos decir que la gramática de una lengua genera
sugestivos que intentan refinar estas formulaciones de los pro- un conjunto infinito de "descripciones estructurales", siendo
cesos y de las estructuras que están subyacentes al lenguaje cada una de estas descripciones un objeto abstracto de algún
¿cuál es la naturaleza del conocimiento del lenguaje que tiene tipo que determina un sonido particular, un significado parti-
una persona, el conocimiento que le permite usar el lenguaje cular, y las propiedades formales y configuraciones que sirvan
de la manera normal y creadora? Una persona que conoce una para mediar la relación entre sonido y significado. Por ejem-
lengua ha dominado un sistema de reglas que relacionan sonido plo: la gramática del inglés genera descripciones estructurales
y significado de una manera muy definida para un conjunto para las oraciones que estoy pronunciándolo bien, para to-
infinito de frases posibles. Cada lengua consiste (en parte) en mar un ejemplo más sencillo, la gramática del inglés genera
un cierto acoplamiento de sonido y significado con infinitas una descripción estructural para cada una de las oraciones si-
variaciones. Evidentemente, una persona que conoce la lengua guientes:
no es consciente de haber dominado estas reglas o de usarlas,
tampoco hay ninguna razón para suponer que este conoci-
1 John is certain that Bill will leave. (Juan está seguro
miento de las reglas del lenguaje puede aparecer en la cons-
de que Guillermo se marchará.)
ciencia. A través de la introspección, es posible que una
persona acumule varios tipos de evidencia sobre la relación
2 John is certain to leave. (Es seguro que Juan se
sonido-significado determinada por las reglas de la lengua que
marchará.)
domina; no hay ninguna razón para suponer que esta persona
puede ir mucho más lejos de este nivel de superficie formado
Cada uno de nosotros ha dominado y representado interna-
por los datos para poder descubrir, también mediante la intros-
mente un sistema de gramática que asigna descripciones estruc-
pección, las reglas y los principios subyacentes que determinan
turales a estas frases. Sin saberlo, o incluso con la posibilidad
la relación entre sonido y significado. A l contrario: descubrir
de saberlo, usamos estos conocimientos al producir esas ora-
estas reglas y principios es un problema de la ciencia. Tenemos
ciones, o al comprenderlas cuando alguien las profiere. E n el
una colección de datos referentes a la correspondencia que hay
caso de las citadas, las descripciones estructurales tienen que
entre sonido y significado, a la forma y a la interpretación de
darnos más o menos la siguiente información: tienen que indi-
expresiones lingüísticas en varias lenguas. Lo que intentamos
carnos que en 1 se atribuye un estado psicológico dado (más
es determinar, para cada lengua, un sistema de reglas que nos
o menos la seguridad de que Guillermo se marchará) a Juan,
expliquen tales datos. Y es más: intentamos establecer los
mientras que en 2 se atribuye una propiedad lógica (básica-

176 177
NOAM CHOMSKY
mente la propiedad de ser seguro) a la proposición de que
Juan se marchará. A pesar de la semejanza superficial del inglés
en estas dos oraciones, las descripciones estructurales generadas
por la gramática tienen que indicarnos que sus significados son
muy diferentes: una atribuye a Juan un estado psicológico, la
otra atribuye una propiedad lógica a una proposición abstracta.
La segunda oración' se puede parafrasear de una manera dis-
tinta:
3 That John will leave is certain. (Es seguro que Juan
se marchará.)
Para la primera oración no existe tal paráfrasis. E n 3, la "forma
lógica" de 2 se expresa de una manera más directa, podríamos
decir. Las relaciones gramaticales de 2 y 3 son muy semejantes,
a pesar de sus diferentes formas superficiales; las relaciones
gramaticales de 1 y 2 son muy diferentes, a pesar de la seme-
janza de sus formas superficiales. Tales hechos nos proporcio-
nan un punto de partida para la investigación de la estructura
gramatical del inglés. Y de una manera más general, para la
investigación de las propiedades generales del lenguaje hu-
mano.
Para llevar más lejos la discusión de las propiedades del
lenguaje, voy a introducir la expresión "estructura superficial"
para referirme a la representación de las oraciones que consti-
tuyen una expresión lingüística y a las categorías a las cuales
pertenecen estas frases. E n la oración 1, las frases de la estruc-
tura superficial incluyen "that Bill will leave", que es una
proposición completa; las frases nominales " B i l l " y "John";
las frases verbales "will leave" e "is certain that Bill will
leave", y así sucesivamente. E n la oración 2, la estructura
superficial incluye las frases verbales "to leave" e "is certain
to leave"; pero la estructura superficial de 2 no incluye nin-
guna proposición de esta forma: "John will leave", a pesar de
que esta proposición expresa parte del significado de "John
is certain to leave" y aparece como frase en la estructura
178
EL LENGUAJE Y EL ENTENDIMIENTO
superficial de la oración 3, "That John will leave is certain".
En este sentido las estructuras superficiales no proporcionan
necesariamente ninguna indicación precisa de las estructuras y
relaciones que determinan el significado de una oración; en 2,
la estructura superficial no llega a indicar que la proposición
"John will leave" expresa una parte del significado de la
oración, a pesar de que en los demás ejemplos que he dado
la estructura superficial casi llega a indicar las relaciones semán-
ticamente relevantes.
Continuando con el problema, voy a introducir ahora la
expresión técnica -"estructura profunda" para referirme a la re-
presentación de las frases que juegan un papel más importante
en la interpretación semántica de la oración. E n 1 y 3, es posi-
ble que la estructura profunda no sea muy diferente de la
superficial. E n 2, la estructura profunda es muy diferente de
la superficial, en el sentido de que incluye la proposición "John
will leave" y el predicado "is certain" aplicado a esta propo-
sición, a pesar que nada de ello aparezca en la estructura
superficial. Hablando en general, aparte de las frases más sen-j
cillas, las estructuras superficiales de las frases son muy dife-
rentes de sus estructuras profundas.
La gramática inglesa generará una estructura profunda para
cada frase y tendrá reglas para mostrar de qué manera esta
estructura profunda está relacionada con la superficial. Estas
reglas que expresan la relación entre las estructuras profunda
y superficial se llaman "transformaciones gramaticales"; de ahí
el término "gramática generativa-transformacional". Además
de las reglas que definen las estructuras profundas, las super-
ficiales y la relación que hay entre ellas, la gramática inglesa
posee reglas adicionales que relacionan estos "objetos sintác-
ticos" (básicamente acoplamientos de estructuras profundas y
superficiales) con representaciones fonéticas por una parte, y
con representaciones semánticas por otra. Una persona que
ha adquirido el conocimiento del inglés domina estas reglas y
las usa cuando comprende o produce oraciones como las que
179
NOAM CHOMSKY
hemos puesto como ejemplos, más un número indefinido de
otras oraciones distintas.
Evidencias a favor de esta aproximación nos las proporciona
la observación de que muchas propiedades interesantes de las
oraciones inglesas se pueden explicar directamente en términos
de las estructuras profundas que asignamos a estas oraciones.
Consideremos una vez más las dos oraciones 1 y 2. Recordemos
que en 1 la estructura superficial y la profunda son virtual-
mente idénticas, mientras que en 2 son muy distintas. Obser-
vemos además que en el primer caso existe una frase nominal
correspondiente: básicamente "John's certainty that Bill will
leave (surprised me)" ("la seguridad de Juan de que Guillermo
se marchará (me sorprendió)"), mientras que en el segundo caso
no hay ninguna frase nominal correspondiente. No podemos
decir **John's certainty to leave surprised me" ("La seguridad
de Juan de que se marchará me sorprendió"). La segunda frase\
nominal es inteligible, supongo; pero en inglés está mal cons-
truida. Cualquier angloparlante puede saberlo fácilmente, a i
pesar de que es posible que no sepa el porqué. Este hecho es
un caso especial de una propiedad muy general del inglés, que j
consiste básicamente en lo siguiente: las frases nominales
correspondientes a oraciones existen cuando estas oraciones ¡
tienen una estructura superficial muy parecida a la estructura
profunda; pero no existen cuando ambas estructuras son cus- l
tantes. Así, "John is certain that Bill will leave", al tener las
estructuras profunda y superficial parecidas, permite la frase
nominal correspondiente, "John's certainty that Bill will leave";
pero es imposible la misma paráfrasis en "John is certain to
leave", cuya estructura profunda está muy lejos de la super-
ficial, y por lo tanto no existe el correspondiente "John's
certainty to leave".
Las nociones de "cercanía" y "distancia" pueden precisarse
bastante más. Después de precisarlas podremos tener una
explicación para el hecho de que las nominalizaciones son
posibles en algunos casos pero no en otros, a pesar de que
si existieran en estos otros casos serían perfectamente inteli-
180
EL LENGUAJE Y E L ENTENDIMIENTO
gibles. La explicación vuelve a la noción de estructura pro-
funda. Efectivamente: establece que las nominalizaciones tienen
que reflejar las propiedades de la estructura profunda. Hay
muchos ejemplos que ilustran este fenómeno. Lo que es im- i
portante es la evidencia que nos proporcionan a favor de la
¡dea de que las estructuras profundas, que a menudo son bas-
tante abstractas, existen y juegan un papel crucial en los pro-
cesos gramaticales que utilizamos al producir y entender ora-
ciones. Por consiguiente estos hechos apoyan la hipótesis de
que las estructuras profundas del tipo postulado por la gra-
mática generativa transformacional son estructuras mentales
reales. Estas estructuras profundas, juntamente con las reglas
transformacionales que las relacionan con las superficiales, más
las reglas que relacionan ambas estructuras con las representa-
ciones del sonido y del significado, son las que toda persona ha
dominado al aprender una lengua. Estas reglas constituyen su
conocimiento de la lengua y son utilizadas cuando la persona
habla y entiende lo que se dice en esta lengua.
Los ejemplos dados hasta ahora ilustran el papel de la es-
tructura profunda al determinar el significado y muestran que,
incluso en los casos más simples, la estructura profunda puede
encontrarse a mucha distancia de la superficial. Tenemos mu-
chas pruebas que nos indican que la forma fonética de una
oración viene determinada por la estructura superficial de esta
oración, y que está gobernada por unos principios de una clase
extremadamente complicada e interesante que no voy a discutir
ahora. A partir de estas pruebas podemos concluir diciendo
que la estructura superficial determina la forma fonética, y que
las representaciones gramaticales representadas en la estructura i
profunda son las que determinan el significado. Y además, tal
como hemos dicho antes, hay ciertos procesos gramaticales,
como el proceso de las nominalizaciones, que solamente pueden
establecerse en términos de estructuras profundas abstractas.
Sin embargo, la situación se complica más por el hecho de
que también la estructura superficial tiene su papel para deter-
minar la interpretación semántica. E l estudio de este aspecto
1
181
 NOAM CHOMSKY
es uno de los más discutidos en este trabajo y yo creo que va
a ser uno de los más fructíferos. A modo de ejemplo, consi-
deremos algunas de las propiedades del aspecto del presente
perfecto en inglés: oraciones como "John has lived in Prince-
ton" ("Juan ha vivido en Princeton"). Una característica inte-
resante y muy pocas veces señalada de este aspecto es que en
tales casos hay la presuposición de que el sujeto vive. Por lo
tanto para mí sería correcto decir " I have lived in Princeton"
("He vivido en Princeton"); pero sabiendo que Einstein está
muerto, no diríamos "Einstein has lived in Princeton" ("Eins-
tein ha vivido en Princeton"), sino que diríamos "Einstein
lived in Princeton" ("Einstein vivió en Princeton"). (Como
siempre, hay otras complicaciones, pero como una primera
aproximación ya vale.) Consideremos ahora las formas activas
y pasivas con este tiempo verbal. Si sabemos que Juan está
muerto y que Guillermo vive, podemos decir: "Bill has often
been visited by John" ("Guillermo ha sido visitado a menudo
por Juan"); pero no "John has often visited Bill" ("Juan ha
visitado a Guillermo a menudo"); habría que decir: "John
often visited Bill" ("Juan visitó a Guillermo a menudo"). De
la misma manera puedo decir " I have been taught physics by
Einstein" (*"Yo fui enseñado física por Einstein"), pero no
"Einstein has taught me physics" ("Einstein me ha enseñado
física"), sino "Einstein taught me physics" ("Einstein me
enseñó física"). E n general las formas activas y pasivas son
sinónimas y esencialmente tienen la misma estructura profunda.
Pero en estos casos ambas formas difieren en las presuposicio-
nes que implican. E n otras palabras: la presuposición es que
la persona denotada por el sujeto de la estructura superficial
vive. A este respecto, la estructura superficial contribuye al
significado de la oración en la que es importante determinar
lo que se presupone al usarla.
Para llevar el asunto un poco más lejos, observemos que la
situación es distinta cuando tenemos dos sujetos coordinados.
Puesto que Hilary vive y Marco Polo está muerto, es correcto
decir "Hilary has climbed Mt. Everest" ("Hilary ha escalado
182
EL LENGUAJE Y E L ENTENDIMIENTO
el monte Everest"), pero no "Marco Polo has climbed Mt.
Everest" ("Marco Polo ha escalado el monte Everest"). (Tam-
poco aquí tengo en cuenta ciertas sutilidades y complicaciones.)
IVro consideremos ahora la oración "Marco Polo and Hilary
(tmong others) have climbed Mt. Everest" ("Marco Polo y
Hilary (entre otros) han escalado el monte Everest"). E n este
< aso no hay ninguna presuposición de que Marco Polo vive,
de la misma manera que tampoco la hay en la oración pasiva:
"Mr. Everest has been climbed by Marco Polo (among others)"
( " E l monte Everest ha sido escalado por Marco Polo (entre
oíros)").
Nótese además que la situación cambia considerablemente
(liando nos apartamos de la entonación normal, como en los
casos anteriores, para dar una entonación que contiene un acento
expresivo o contrastante. Los efectos de una entonación tal
•obre la presuposición son muy complejos. Voy a ilustrarlo con
mi caso sencillo. Consideremos la oración "The Yankees played
ilie Red Sox in Boston" ("Los Yankis jugaron con los Red
Sox en Boston"). Con la entonación normal, el acento princi-
pal y el tono más alto recae en la palabra "Boston" y la
oración puede ser la respuesta a preguntas como las siguientes
"Where did the Yankees played the Red Sox?" ("¿Dónde
jugaron los Yankis con los Red Sox?"), cuya respuesta sería "in
Boston"; "What did the Yankees do?" ("¿Qué hicieron los
Yankis?"), cuya respuesta sería "They played the Red Sox in
Boston"; o bien "What happened?" ("¿Qué ocurrió?"), cuya
Kipuesta sería "The Yankees played the Red Sox in Boston".
Pero supongamos que el acento contrastante recaiga sobre
Red Sox, de manera que tengamos "The Yankees played
ilu- RED sox in Boston". E n este caso la oración solamente
puede ser la respuesta a la pregunta "Who did the Yankees
play in Boston?" ("¿Con quién jugaron los Yankis en Bos-
ton?"). Notemos que la oración presupone que los Yankis
jugaron con algún equipo en Boston. Si no hubiera habido
ningún partido, hubiera sido falso, pero no inapropiado, decir
"The Yankees played the Red Sox in Boston" con la entona-
183
NOAM CHOMSKY
ción normal. Así vemos que el acento contrastante implica una
presuposición en el sentido en que no existe en la entonación
normal. Pero también la entonación normal implica una pre-
suposición en otro sentido: sería inapropiado contestar a la
pregunta "Wbo played the Red Sox in Boston?" ("¿Quién
jugó con los Red Sox en Boston?") con la respuesta "The
Yankees played the Red Sox in Boston" (entonación normal).
La misma propiedad del acento contrastante aparece en las
construcciones llamadas oraciones segmentadas {cleft senten-
ce constructions). Así, la oración " I t was the Y A N K E E S who
played the Red Sox in Boston" ("Fueron los Yankis quienes
jugaron con los Red Sox en Boston") tiene su acento principal
en "Yankees" y presupone que alguien jugó con los Red Sox en
Boston. Si no hubiera habido ningún partido, la frase no sola-
mente sería falsa sino también inapropiada. A l estudiar el
papel semántico del acento contrastante, generalmente se han
dejado al margen estos fenómenos.
Para ilustrar un poco más el papel de la estructura superficial
en el significado, consideremos oraciones como las siguientes:
"John is tall for a pygmy" ("Juan es alto tratándose de un
pigmeo"). Esta oración presupone que Juan es un pigmeo y
que los pigmeos suelen ser bajos. De ahí que, dado lo que
sabemos sobre los Watusi, resultara anómalo decir "John is
tall for a Watusi" ("Juan es alto tratándose de un watusi").
Por otra parte consideremos lo que ocurre cuando añadimos
la palabra "even" en la oración. Si la colocamos antes de
"John" obtenemos: "Even John is tall for a pygmy" ("Incluso
Juan es alto tratándose de un pigmeo"). De nuevo la presu-
posición es que Juan es un pigmeo y que los pigmeos suelen
ser bajos. Pero consideremos además la oración siguiente: "John
is tall even for a pygmy" ("Juan es alto incluso tratándose de
un pigmeo"). Esto presupone que los pigmeos son altos; en
consecuencia la oración es extraña, dado nuestro conocimiento
de los hechos. Es extraña en relación con la oración "John is
tall even for a Watusi" ("Juan es alto incluso tratándose de
un watusi"), que es perfectamente normal. E l problema está
184
EL LENGUAJE Y EL ENTENDIMIENTO
en que la posición de "incluso" en la oración "Juan es alto
tratándose de un pigmeo" determina la presuposición con res-
ine to a la altura media de los pigmeos.
Pero la colocación de la palabra "incluso" es un asunto de
estructura superficial, y ello lo podemos ver claramente en el
hecho de que "incluso" puede aparecer asociado con frases
que no tienen ninguna representación en el nivel de la estruc-
tura profunda. Consideremos por ejemplo la oración "John
i in't certain to leave at 10; in fact he isn't even certain to leave
ut all" ("No es seguro que Juan se marche a las diez; en
realidad incluso no es seguro que se marche"). Aquí "in-
cluso" está asociado con "seguro que se marche", frase que,
como vimos anteriormente, no aparece en el nivel de la estruc-
i t i r a profunda. De ahí que también en este caso las propiedades
de la estructura superficial jueguen un papel al determinar lo
que cierta oración presupone.
I I papel de la estructura superficial en la determinación deH
significado se puede ilustrar de nuevo con el fenómeno de la
l>miiominalización. Así, cuando digo "Each of the men bates
2
liis brothers" ("Cada uno de los hombres odia a sus herma-
n o s " ) , la palabra "his" puede referirse a uno de los hombres
dd grupo de que se habla; pero si digo "The men each hate
his brothers" ("Cada uno de los hombres odia a sus herma-
n o s " ) , la palabra "his" tiene que referirse a otra persona que
no |>ertenezca al grupo. Sin embargo es evidente que "each of
the men" y "the men each" proceden de la misma estructura
profunda. De una manera semejante se ha dicho que también
l.i entonación desempeña un importante papel al determinar la
referencia pronominal. Consideremos el caso siguiente: "John
u.i.hed the car; I was afraid someone E L S E would do it"
("Juan lavó el coche; me temía que lo hiciese otro"). La ora-
ción implica que yo esperaba que Juan lavase el coche y que me
alegro que él lo hiciese. Pero fijémonos ahora en lo siguiente:
"John washed the car; I was A F R A I D someone else would do
u ". Con el acento sobre "afraid" la oración implica que yo no
l reía que Juan lavase el coche. L a referencia a "someone else"
185
NOAM CHOMSKY
("otro") es distinta en la segunda oración. Hay muchos ejem-
plos más que podrían ilustrar el papel que juega la estructura
superficial para determinar la referencia pronominal.
Para complicar el asunto un poco más, también la estruc-
tura profunda contribuye a determinar la referencia pronomi-
nal. Consideremos la oración "John appeared to Bill to like
him" ("Guillermo creía que Juan lo apreciaba"). Aquí el pro-
nombre "him" ("lo") puede referirse a Guillermo, pero no a
Juan. Comparémosla con la oración siguiente: "John appealed
to Bill to like him" ("Juan incitaba a Guillermo a que lo apre-
ciase"). E n este caso el pronombre puede referirse a Juan, pero
no a Guillermo. Así podemos decir "John appealed to Mary
to like him" ("Juan incitaba a María a que lo apreciase");
pero no "John appeared to Mary to like him" ("María creía
que Juan lo apreciaba"), en el caso de que "him" ("lo") se
refiera a Juan. Por otra parte podemos decir "John appeared
to Mary to like her" ("María creía que Juan la apreciaba"),
donde "her" ("la") puede referirse a María; pero no "John
appealed to Mary to like her" ("Juan incitaba a María a que
la apreciase"), en el caso de que "her" se refiera a María. De
manera similar, en "John appealed to Bill to like himself"
("Juan incitaba a Guillermo a que se apreciase") el reflexivo
se refiere a Guillermo; pero en "John appeared to B i l l to like
himself" ("Guillermo creía que Juan se apreciaba") el reflexivo
se refiere a Juan. Estas oraciones son aproximadamente iguales
en su estructura superficial. Lo que determina la referencia
pronominal es la estructura profunda.
De ahí que la referencia pronominal dependa de ambas es-
tructuras: la profunda y la superficial. Una persona que co-
nozca la lengua ha dominado un sistema de reglas que se sirven
de las propiedades de la estructura profunda y superficial para
determinar la referencia pronominal. Pero no puede descubrir
estas reglas por introspección. E n realidad estas reglas son
todavía desconocidas a pesar de que algunas de sus propiedades
sean bastante claras.
En resumen: la gramática generativa de una lengua espe-
186
EL LENGUAJE Y EL ENTENDIMIENTO
eiíica un conjunto infinito de descripciones estructurales. Cada
una de ellas contiene una estructura profunda, una estructura
superficial, una representación fonética, una representación
semántica y otras estructuras formales. Las reglas que relacio-
ii ni las estructuras profundas con las superficiales — las llama-
lis "transformaciones gramaticales" — han sido estudiadas con
bastante detalle y se han comprendido bastante bien. Las Te-
nias que relacionan la estructura superficial y la representación
fonética también se han comprendido razonablemente bien (no
<|uicro decir con ello que el problema esté más allá de toda
discusión; al contrario). Parece ser que ambas estructuras, la
profunda y la superficial, intervienen en la determinación del
lenificado. La estructura profunda proporciona las relacio-
nes gramaticales de predicación, modificación, etc., que con-
niliuyen a determinar el significado. Por otra parte parece ser
que asuntos como el contraste, la presuposición, el tópico y el
i oinentario, el alcance de los elementos lógicos y la referencia
pronominal están en parte determinados por la estructura su-
p- i tidal. Las reglas que relacionan la estructura sintáctica con
li representación del significado están lejos de ser bien com-
pi endidas. E n realidad, la noción de "representación del signi-
ficado" o de "representación semántica" es, de por sí, muy
discutida. No está nada claro si es posible distinguir tajante-
"">< nte entre la contribución de la gramática a la determinación
del significado y la contribución de las llamadas "consideracio-
nes pragmáticas", cuestiones de hecho, creencia y contexto del
habla. Quizá valga la pena mencionar que aparecen problemas
similares en la noción de "representación fonética". A pesar
M que ésta sea una de las nociones mejor establecidas y menos
discutidas de la teoría lingüística, podemos preguntarnos per-
fl•-. lamente si se trata de una abstracción legítima, si una com-
pi ensión más profunda del uso del lenguaje puede mostrarnos
I.« lores que van más allá de la estructura gramatical y que
determinan representaciones perceptivas y formas físicas de una
manera inextricable, y que no pueden separarse de las reglas
i o í males que interpretan la estructura superficial como forma
187
NOAM CHOMSKY
fonética, o por lo menos no pueden separarse de ellas sin dis-
torsionar los hechos.
Hasta ahora, el estudio del lenguaje ha progresado sobre las
bases de una cierta abstracción. Básicamente, abstracciones que
se alejan de las condiciones del uso del lenguaje y que trabajan
con estructuras formales y operaciones formales que las rela-
cionan. Entre estas estructuras formales están las de la sintaxis,
que comprenden principalmente estructuras profundas y super-
ficiales, y también están las representaciones fonéticas y semán-
ticas, a las que consideramos como ciertos objetos formales
relacionados con las estructuras sintácticas mediante ciertas
operaciones muy bien definidas. E n modo alguno es ilegítimo
este proceso de abstracciones; pero hay que comprender que
expresa un punto de vista, una hipótesis sobre la naturaleza
del entendimiento, que no está muy clara a priori; expresa una
hipótesis que nos permite emprender el estudio del "conoci-
miento de una lengua" — lo que se ha llamado a menudo
"competencia lingüística" — haciendo abstracción de los pro-
blemas planteados por el cómo se usa el lenguaje. Esta hipótesis
está justificada por el éxito que se obtiene al adoptarla. Hemos
aprendido mucho sobre los mecanismos del lenguaje y, yo diría
también, sobre la naturaleza del entendimiento, a partir de esta
hipótesis. Pero tenemos que tener en cuenta que en parte, por
lo menos, esta aproximación al lenguaje nos ha sido impuesta
por el hecho de que nos faltan los conceptos para estudiar
el uso del lenguaje. Nos vemos reducidos a perogrulladas, o a
observaciones que, a pesar de que sean interesantes, no nos
permiten un estudio sistemático mediante los instrumentos
intelectuales de que hoy en día podemos disponer. Por otra
parte, podemos aportar al estudio de las estructuras formales
y sus relaciones mucha experiencia y comprensión. Es posible
que en este momento nos enfrentemos con un problema de
conflicto entre importancia y posibilidad, un conflicto del tipo
que mencioné más arriba. No creo que éste sea el caso; pero
es posible. Estoy bastante convencido de que la abstracción es
apropiada para el estudio de los mecanismos formales del len-
188
EL LENGUAJE Y E L ENTENDIMIENTO
guaje. Mi seguridad proviene de los muchos y bastante elegan-
tes resultados que se han conseguido sobre las bases de esta
abstracción. Pero hay que ser cauteloso. Es posible que el7
próximo gran avance del estudio del lenguaje requiera la cons-
trucción de nuevos instrumentos intelectuales que nos permitan (
tomar en consideración una variedad de cuestiones que hemos ¡
echado en la papelera de la "pragmática", para proceder a es-^
tudiar problemas que sabemos cómo formular de una manera
inteligible.
Como ya dije, pues, creo que la abstracción respecto a Ja
competencia lingüística es legítima. Para ir más lejos, creo que
la incapacidad de la psicología moderna para enfrentarse con
los problemas de la inteligencia humana se debe, por lo me-
nos en parte, a su oposición para emprender el estudio de
estructuras abstractas y mecanismos del entendimiento. Nóte-
se que la aproximación a la estructura lingüística que lie
perfilado tiene un gran sabor tradicional de eUo. Creo que
no es ninguna equivocación señalar que esta aproximación
precisa un punto de vista que ya estaba implícito en los
importantes trabajos del siglo x v n y también en la gramática
universal del siglo x v i n , y que se desarrolló de varias mane-
ras en la filosofía romántica y racionalista del lenguaje y el
entendimiento. Esta aproximación difiere notablemente de las
concepciones más modernas y, en mi opinión, bastante erróneas,
que creen que el lenguaje se puede explicar como un sistema
de hábitos, o en términos de conexiones del tipo estímulo-
respuesta, principios de "analogía" y "generalizaciones" y otras
nociones que se han ido explorando en el siglo x x en los cam-
pos de la lingüística y de la psicología y que derivan de la
especulación empírica tradicional. L a fatal incorrección de tales
aproximaciones es el resultado de negarse a emprender el
estudio abstracto de la competencia lingüística. Si las ciencias
lis i cas se hubiesen limitado con tales estrechos contornos meto-
dológicos, todavía estaríamos en la era de la astronomía babi-
lónica.
Uno de los conceptos tradicionales que ha reaparecido en
189
NOAM CHOMSKY
los trabajos actuales es el de laj "gramática universal", y desea-
ría concluir diciendo algo sobre este tema. Hay dos tipos de
evidencia que sugieren que las gramáticas de todas las lenguas
comparten profundas y arraigadas condiciones formales. E l
primer tipo de evidencia nos la proporciona el estudio de
un amplio haz de lenguas. A l intentar construir gramáticas
generativas para lenguas de muy distintas familias, los inves-
tigadores han llegado repetidamente a suposiciones similares
en cuanto a la forma y la organización de tales sistemas gene-
rativos. Pero hay una evidencia más convincente; es la que
nos proporciona el estudio de una sola lengua. A primera vista
puede parecer una paradoja el hecho de que el intenso estudio
de una sola lengua nos proporcione evidencias sobre la gra-
mática universal; pero una breve reflexión sobre el asunto
nos mostrará que se trata de una consecuencia muy natural.
Para darnos cuenta de ello, consideremos el problema de
determinar las capacidades mentales que hacen posible la ad-
quisición del lenguaje. Si el estudio de la gramática —de la
competencia lingüística — implica una abstracción del uso del
lenguaje, entonces el estudio de las capacidades mentales que
hacen posible la adquisición de una gramática implica otra
abstracción, una abstracción de segundo orden. No veo ningún
defecto en ello. Podemos formular el problema de deter-
minar las características intrínsecas de un recurso de propie-
dades desconocidas que acepta como "entrada" el tipo de
datos disponibles para que el niño aprenda su primera lengua
y produce como "salida" la gramática generativa de esta len-
gua. E n este caso, la "salida" es la gramática representada
internamente, cuyo dominio constituye el conocimiento de esta
lengua. Si emprendemos el estudio de la estructura intrínseca
de un recurso de adquisición del lenguaje sin dogmas ni pre-
juicios, llegamos a conclusiones que, a pesar de que sean desde
luego provisionales, todavía me parecen a mí significantes y
razonablemente bien fundadas. Tenemos que atribuir a este
recurso la suficiente estructura para que se pueda construir la
gramática dentro de las restricciones de tiempo y los datos dis-
190
EL LENGUAJE Y EL ENTENDIMIENTO
ponibles empíricamente ciertos. Además, tenemos que tener en
cuenta la condición empírica de que diferentes hablantes de una
misma lengua, con experiencias diferentes y diferente adiestra-
miento, adquieren gramáticas que son notablemente similares,
tal como podemos determinar a partir de la facilidad con la cual
estos hablantes se comunican y a partir de. las correspondencias
que hay entre ellos por lo que a la interpretación de las nuevas
oraciones se refiere. Es indiscutiblemente obvio que los datos
disponibles del niño son muy limitados. E l número de segun-
dos de su vida es muy limitado comparado con el número de
frases que puede comprender inmediatamente y que puede
producir de una manera apropiada. A l tener algunos conoci-
mientos de las características de las gramáticas adquiridas y de
las limitaciones de los datos disponibles, podemos formular
razonablemente hipótesis empíricas y bastante consistentes re-
lativas a la estructura interna del recurso de la adquisición del
lenguaje que construyen las gramáticas postuladas a partir de
los datos disponibles. Cuando estudiamos este problema con
algún detalle, creo que estamos obligados a atribuir a este
recurso un sistema muy rico en restricciones sobre la posible
forma de la gramática; de lo contrario sería imposible expli-
car cómo los niños llegan a construir gramáticas del tipo que
hablamos, que parecen empíricamente adecuadas bajo ciertas
condiciones impuestas por el tiempo y el acceso a unos cuantos
datos. Si_j?artimos, pues, de la base de que los niños no están
genéticamente condicionados a aprender una determinada len-
gua más que cualquier otra, entonces las conclusiones a que
llegamos sobre el recurso de la adquisición del lenguaje tienen
que ser necesariamente conclusiones referentes a la gramática
universal. Estas conclusiones se podrían falsificar mostrando,
por ejemplo, que no alcanzan a explicar la construcción de
gramáticas de otras lenguas. Pero la primera argumentación
me parece más razonable (de una manera general), y cuando
se prosigue detalladamente nos lleva a consistentes hipótesis
empíricas relativas a la gramática universal, incluso a partir
del estudio de una lengua en particular.
191
 NOAM CHOMSKY EL LENGUAJE Y E L ENTENDIMIENTO

Esta aproximación al estudio del lenguaje pertenece a la rama

de la psicología humana teórica. Su finalidad es la de mostrar
y esclarecer las capacidades mentales que hacen posible que un NOTAS
ser humano aprenda y use el lenguaje. Por lo que sabemos
hasta ahora, estas capacidades son específicas del hombre y 1. Hablo del asunto con cierto detalle en "Deep structure and
no tienen ninguna analogía significante en cualquier otro orga- semantic interpretation", en R. Jakobson y S. Kawamoto, edd., Studies
nismo. Si las conclusiones de estas investigaciones son más in general and Oriental linguistics, volumen conmemorativo dedicado a
Shiro Hattori (Tokio: T E C Corporation for Language and Educational
o menos correctas, entonces los humanos tienen que estar dota- Research, 1970).
dos de un conjunto muy rico y explícito de los atributos men-
tales que determinan una forma específica del lenguaje sobre 2. Los ejemplos que siguen se deben a Ray Dougherty, Adrián
las bases de muy pocos y bastante degenerados datos. Ade- Akmajian y Ray Jackendoff. Para sus referencias, véase R. Jakobson
y S. Kawamoto, edd., Studies in general and Oriental linguistics.
más, se sirven del lenguaje representado mentalmente en una
manera altamente creadora, limitados por las reglas de la gra-
mática pero libres para expresar nuevos pensamientos que se
relacionan con las experiencias pasadas y con las presentes sen-
saciones de una manera solamente remota y abstracta. Si esto
es correcto, no hay ninguna esperanza en el estudio del "con-
trol" del comportamiento humano mediante condiciones de
estímulos, establecimiento de estructuras del hábito, patrones
de conducta, etc. Desde luego uno puede recurrir a un con-
texto reducido donde sea posible demostrar tal o cual control,
o tal o cual patrón de conducta; pero no hay ninguna razón
para suponer que con ello se aprende algo más sobre el haz
de las potencialidades humanas. Con estos métodos no se puede
saber más de lo que sabemos observando a los seres humanos
en una cárcel, o en un ejército, o en muchas aulas de escuelas.
Las propiedades esenciales de la mente humana siempre esca-
parán a investigaciones de este tipo. Y si se me puede per-
donar por un comentario "no profesional", diré que estoy
muy contento de que sea así.

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