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1.

Los procesos especiales y sumarios

A los procesos especiales solo cabe acudir cuando una norma procesal expresamente
autoriza a que determinadas relaciones jurídicas materiales hayan de dilucidarse a través
de un procedimiento especial.

La característica primordial reside en la especialidad de su objeto. A diferencia de los


ordinarios en los que se puede deducir cualquier género de objeto procesal, en los
procedimientos especiales tan solo se puede debatir la relación jurídico material para cuya
protección fue creado un determinado procedimiento especial.

Estas relaciones jurídicas pueden serlo de cualquier naturaleza, dispositivas, como no


dispositivas, pero ostentan la virtualidad de que cuando en torno a ellas surja un conflicto,
habrá de solucionarse a través del procedimiento especial. La parte demandada podrá
oponer la excepción de procedimiento inadecuado.

Se asemejan a los procesos ordinarios en que la cognición es amplia y sobre todo en que las
sentencias gozan de la plenitud de los efectos materiales de cosa juzgada.
Los procesos especiales pueden clasificarse en típicos y atípicos.

La causa de creación de estos procesos es la lentitud y los demás defectos del “solemnes
ordo iudiciarium”, que servía a los intereses de una aristocracia que podía perder su tiempo
y dinero con tan lento y farragoso proceso. El principio de la escritura en la práctica de la
prueba estaba presente en el proceso común o de mayor cuantía.
En el momento actual, la realidad procesal cambió puesto que nuestro proceso ordinario
está informado por el principio de la oralidad y por eso no tiene sentido el mantenimiento y
proliferación de estos procedimientos sumarios y especiales.

Ahora mismo, contamos con 13 procesos sumarios: 5 interdictos (retener, recobrar, obra
nueva, ruinosa, adquirir y contra okupas), 2 arrendaticios (desahucio por falta de pago y
precario), 1 proceso del art. 41 LH, 1 proceso ejecutivo, 1 cambiario, 1 de venta a plazos y
arrendamiento financiero y 1 proceso monitorio.

Entre los procesos especiales típicos y los atípicos, nuestro sistema procesal cuenta con 31
procesos especiales, 45 sumarios y especiales. Esto es una situación anómala. A esta
ingente creación de los procesos especiales y sumarios contribuyó la introducción tardía de
la oralidad mediante la aprobación de una enmienda del grupo socialista en el Senado sin
reparar en la carencia de sentido de la mayoría de estos procesos.
Estos procesos podrían reducirse a los procesos de familia, estado civil, menores,
interdictos y concursar, previa actualización de la parte general.

2. Diferencias entre el proceso monitorio y cambiario (3 veces)

El juicio cambiario es un proceso civil especial y relativamente sumario, en el que se


ventila una pretensión de condena al pago de una cantidad de dinero exigida por el
acreedor con base en la veracidad del juicio cambiario, al que el deudor puede ponerse y
formular una demanda por motivos tasados, oposición que se ventila por los trámites del
juicio verbal y se resuelve por una sentencia con efectos limitados de cosa juzgada. El juicio
cambiario se configura como el medio jurídico-procesal que confiere ejecutoriedad a los
documentos cambiarios y presenta un carácter instrumental de los dispuesto en la Ley
especial sobre estos instrumentos de tráfico jurídico. (Ley cambiaria y de cheque).
El procedimiento monitorio es un procedimiento que tiene por objeto conferir un
tratamiento procesal específico a la reclamación judicial de los derechos de crédito que se
encuentren incorporados en determinados documentos mediante la intimidación que se
dirige al deudor de que, si no paga en el plazo conferido o no se opone alegando razones por
las que, a su entender, no debe la cantidad que se le reclama, se despachará la ejecución por
la cantidad reclamada.

Ambos procedimientos se encuentran dentro del título III de la LEC, teniendo una
posición secundaría el proceso cambiario, debido a la decisión, que ve en ellos una similar
naturaleza jurídica derivada del mismo fin de la protección especial o privilegiada de un
derecho de crédito por razón de la clase de documentos en que está extendido. Ambos
procedimientos tienen una parecida estructura que los configura en dos fases distintas, la
segunda dependiendo de la oposición del deudor al requerimiento de pago acordado en la
primera.

A pesar de estas semejanzas, existen una serie de diferencias que responden a un


tratamiento preferente del acreedor cambiario por razón de la mayor protección jurídica
que el legislador confiere al título cambiario con base en las formalidades que exige la
aceptación de la responsabilidad de pago y su utilización como instrumento del crédito en el
tráfico mercantil. Esta mayor protección se revela en ambas fases, fundamentalmente por
el inmediato embargo preventivo de los bienes del deudor cambiario requerido de pago,
pero también por la limitación de los motivos de oposición, y por el acortamiento de los
plazos a la mitad ( 10 días para oponerse en lugar de 20).

Otra diferencia, es que el proceso cambiario tiene un mayor rigor técnico que el
procedimiento monitorio, pues el cambiario se inicia por demanda sucinta acompañada del
título cambiario, y con se ventila a través del juicio verbal, con independencia de la cuantía
reclamada.

El juicio cambiario procede solamente si con la demanda se presentan alguno de los tres
documentos siguientes: cheque, letras de cambio o pagarés, mientras que el juicio
monitorio se podrá llevar a cabo para la reclamación de cualquier deuda impagada que se
acredite mediante cualquier tipo de documentos, cualquiera que sea su forma y clase o el
soporte físico en el que se encuentren y que aparezcan firmados por el deudor o con su
sello, marca o cualquier otra señal, física o electrónica. Pueden ser documentos como
telegramas, facturas, albaranes de entrega, certificaciones, etc.

El juicio cambiario comenzará con demanda suscita a la que se acompañará el título


cambiario, mientras que el proceso monitorio no reviste forma de demanda sino de
petición, lo que revela un carácter más sencillo, rapidez, economía y simplificación de
trámites.

En cuanto al plazo para el pago de la deuda solicitada, en el procedimiento cambiario en el


plazo de 10 días será requerido el deudor para hacer frente a la deuda, mientras que en el
proceso monitorio será de 20 días.

En el juicio cambiario, el tribunal podrá ordenar el pago de la deuda en 10 días o embargar


preventivamente de forma inmediata los bienes del deudor por si no se atendiera el
requerimiento de pago. En el procedimiento monitorio es admisible que el deudor no pague
pero tendrá que presentar escrito de oposición donde deberá alegar las razones de la
negativa al pago.

Las posibles conductas del deudor en el proceso cambiario será tres: pago, no pagar ni
formular oposición. El tribunal dictará Auto despachando la ejecución y oposición. En el
proceso monitorio puede ser que el deudor pague lo reclamado o que no haga nada, y será el
LAJ quien dicte decreto dando por terminado el proceso monitorio y le dirá al acreedor que
inste el despacho de ejecución, sin necesidad de que transcurran los 20 días.

Otra diferencia entre ambos procesos es la postulación. En el proceso cambiario es


preceptiva la asistencia de abogado y procurador, mientras en el monitorio es facultativa, si
bien será precisa si finalmente el proceso llega a ventilarse por el cauce de juicio ordinario.

3. La enervación y la condonación de la deuda arrendaticia (2 veces)


- Enervación: solo cuando el juicio de desahucio tiene por objeto una finca urbana o
rústica y la causa invocada sea la falta de pago de las rentas, se permite la terminación
del proceso mediante el pago. Se trata de una forma de protección del arrendatario de la
finca, al cual se le permite, por una sola vez, enervar el desahucio mediando el pago o
consignación de las rentas adeudadas, y de esta manera, terminar el proceso. Es una
forma de terminación anticipada del procedimiento con naturaleza jurídica propia. Debe
cubrir el importe de las cantidades reclamadas en la demanda y de las que adeude en el
momento de dicho pago enervador, pudiendo efectuarlo al arrendador o por medio de
consignación en el juzgado o la notaría. Se impide la enervación cuando haya existido
una enervación anterior o, en el caso de inexistencia de enervación previa, y con el fin
exclusivo de evitarla, si el arrendador hubiese requerido de pago al arrendatario, por
cualquier medio fehaciente, con al menos, 30 días de antelación a la presentación de la
demanda y el pago no se hubiese efectuado, el demandado debe pagar antes de la vista
que se señale en el plazo de 10 días.

- Condonación: Como especialidad propia del juicio de desahucio de finca urbana por falta
de pago de las rentas o cantidades debidas al arrendador, o por expiración del plazo
contractual, el demandante podrá anunciar en el escrito de demanda que asume el
compromiso de condonar (perdonar la deuda) al arrendatario todo o parte de la deuda
y de las costas, con expresión de la cantidad concreta, condicionando al desalojo
voluntario de la finca dentro del plazo que se indique por el arrendador, que no podrá ser
inferior a 15 días desde que se notifique la demanda. Si el demandante ha expresado este
compromiso, se le pondrá de manifiesto al demandado por parte del LAJ en el acto de
requerimiento, con la advertencia de que la aceptación de este compromiso equivaldría a
un allanamiento.

4. Interdicto de obra nueva

La LEC mantiene el interdicto de obra nueva como un especialidad del juicio verbal,
refiriéndose a él como juicio verbal en el que se deciden, cualquiera que sea su cuantía, las
demandas que pretendan que el Tribunal resuelva, con carácter sumario, la suspensión de
una obra nueva.

La finalidad concreta de dicho interdicto es la suspensión provisional de una obra que


priva o perturba el ejercicio de otros derechos, hasta que se resuelva sobre el derecho del
dueño de la obra a realizarlo. Se trata de un juicio sumario y también de una pretensión de
suspensión que tiene siempre carácter de urgencia, ya que, si se espera a que la obra esté
terminada, carece de sentido la protección solicitada.
Esta urgencia determina la necesidad de una fase aseguradora previa, destinada a la
comprobación por el Juez de la necesidad de urgencia de la suspensión solicitada.

Es como hemos dicho, un proceso sumario porque tiene una cognición limitada al
conocimiento de los perjuicios que pueda ocasionar la obra nueva y a procurar su
suspensión, y porque la sentencia que recaiga sobre él no produce la plenitud de los
efectos materiales de cosa juzgada. Al mismo tiempo, es un procedimiento preventivo, por
cuanto se pretenden evitar los mayores perjuicios que se producirían de consolidarse la
construcción.

Este interdicto protege la posesión, pero también la propiedad y cualquier derecho real
sobre un inmueble. La jurisprudencia ha estimado que, en todos los casos en que la nueva
construcción pudiera afectar a un derecho del actor, la vida procesal adecuada es la del
interdicto de obra nueva, cuya característica principal deriva del carácter singular y
excepcional del elemento agresor.
Los derechos de dominio y reales deben verse expuestos a un perjuicio como consecuencia
de la construcción de una obra.
Es preciso, para que prospere la demanda, que la obra nueva no esté terminada. A tales
efectos, se considera terminada una obra cuando se ha causado o consumado el daño que, a
través del interdicto, se pretendía evitar.

También es necesario que la construcción de la obra produzca o pueda producir algún


género de perjuicio en el titular del derecho protegido y que exista una relación de
causalidad entre la obra nueva y el daño producido.
Para que la ación de suspensión de una obra nueva pueda alcanzar éxito es necesario el
concurso de los siguientes requisitos objetivos:
- Que se esté realizando una obra material que suponga un cambio en el estado presente de
las cosas
- Que no se encuentre terminada
- Que la obra o su continuación provoquen daños, perjuicios o molestias, ya producidos o
potenciales, para el interdictante.

La finalidad genérica es impedir los daños irreparables que pudieran producirse, pero la
finalidad inmediata en obtener la suspensión o paralización.
A través del interdicto no obra nueva NO se puede conseguir la demolición de la obra
ilícitamente realizada, pues se dirige, única y exclusivamente, a obtener del Juez una
resolución de paralización de las obras.

La legitimación activa la ostenta el propietario, poseedor o titular de un derecho real a


quien perjudique la obra. La legitimación pasiva le corresponderá al dueño o titular de la
obra que se trata de impedir. La jurisprudencia considera legitimado aviso del interdicto de
obra nueva tanto al autor de la obra como a quien la hubiera ordenado, siendo el dato
determinante la voluntad del causante de la actuación o la facultad de decisión sobre la
realización de la obra.

El procedimiento empezará con la demanda que se presentará en la forma ordinaria del


juicio verbal y en su “suplico” se solicitará la suspensión de la obra. La Ley no exige, para el
ejercicio de la acción, plan de caducidad alguno. Sin embargo atendiendo a la naturaleza del
interdicto de obra nueva y su finalidad, la demanda debe ejercitarse tan pronto como la
obra se produzca y genere perjuicios. El TS establece que los daños y perjuicios que sean
consecuencia del ejercicio de una acción interdictas de obra nueva deben reputarse
indemnizables en la vía de reparación en los casos en que esta acción resulte ser
claramente infundada.

El tribunal, admitida la demanda y antes de la citación para la vista, dirigirá orden


inmediata de suspensión al dueño o encargado de la obra, que podrá ofrecer caución para
continuarla. El tribunal podrá disponer que se lleve a cabo un reconocimiento judicial,
pericial o conjunto antes de la vista. El dueño de la obra, al ser requerido, puede ofrecer
caución para continuar y realizar las obras indispensables para conservar lo ya edificado.
Tras esta fase aseguradora comenzará la fase declarativa, cuya finalidad consistirá en
ratificar o levantar la suspensión provisional de la obra decretada, y se realizará a través
de las normas generales del juicio verbal.

No se señala un plazo para dictar sentencia en la LEC, por lo que podemos deducir que será
de 10 días siguientes a la terminación de la vista. El contenido de la sentencia podrá ser
estimatorio de la petición del actor, lo que supondrá la ratificación de la suspensión
provisional ya acordada, o desestimatorio, lo que implicará el alzamiento definitivo de la
suspensión acordada.
La sentencia será apelable en el plazo de 5 días. Si es estimatoria, será susceptible de ser
ejecutada provisionalmente. En caso de ser desestimatoria, solo cuando se ordene
alzamiento de la suspensión acordada con carácter cautelar.

5. Especialidades del juicio de desahucio respecto al juicio verbal:


acumulación de pretensiones, contenido de la demanda, citación del
demandado y efectos de la incomparecencia y prueba.

La pretensión de desahucio es la que ejerce el arrendador de un bien inmueble frente al


arrendatario con el fin de obtener la recuperación de ese bien. El fundamento de la
solicitud de deshaucio es muy diverso y se encauza a través de procesos de distinta
naturaleza (plenarios o sumarios), debido al impago de la renta o por la expiración del
plazo fijado legal o contractualmente. Se sustanciará por los trámites del juicio verbal
por razón de materia siempre que su fundamento sea la falta de pago, en cualquier otro
caso, el cauce procesal adecuado será el juicio ordinario. Tendrá caracter sumario.

El art. 437.4 LEC excluye la acumulación objetiva de acciones, tanto en la demanda como
en la contestación a la misma. Sin embargo, existe una excepción a esta regla, común a
todo desahucio, por la que se admite que en la demanda se acumule esta pretensión con la
de condena al pago de las rentas vencidas no pagadas, con independencia de la cantidad que
se reclame. En el desahucio, el arrendador podrá exigir, no solo la resolución del contrato y
la restitución de la posesión, sino también el pago de las cantidades no abonadas. También
podrá acumularse la acción de reclamación de las cantidades que adeude el arrendatario,
pero dirigiéndola contra el fiador o avalista solidario previo requerimiento de pago no
satisfecho. En cuanto a la acumulación subjetiva, el arrendador podrá dirigir su demanda
contra varios demandados-arrendatarios, si es común la causa de pedir.

Respecto a las especialidades que afectan al contenido de la demanda podemos observar las
siguientes:

- Condenas a futuro: son de aplicación a todo tipo de desahucio (urbanas o rústicas) y


encuentra su ámbito de aplicación en los caso de reclamaciones de rentas periódicas. Es
la facultad que se concede al demandante, cuando la pretensión de reclamación se
acumule a la del desahucio por falta de pago o por expiración legal o contractual del
plazo, de poder interesar expresamente en su escrito de demanda que, en la sentencia, el
auto o el decreto se incluya la condena a satisfacer también las rentas debidas que se
devenguen con posterioridad a la presentación de la demanda hasta la entrega de la
posesión efectiva de la finca.

- Anuncio de condonación: Como especialidad propia del juicio de desahucio de finca


urbana por falta de pago de las rentas o cantidades debidas o por expiración del plazo
contractual, el demandante podrá anunciar en el escrito de demanda que asume el
compromiso de condonar al arrendatario, todo o parte de la deuda y de las costas, con la
expresión concreta, condicionándolo al desalojo voluntario de la finca dentro del plazo
que se indique por el arrendador, que no podrá ser inferior a 15 días desde que se
notifique la demanda. El LAJ lo pondrá en conocimiento del demandado con la
advertencia que la aceptación de este compromiso equivaldrá a un allanamiento.

- Solicitud de ejecución del lanzamiento: El demandante podrá incorporar a su escrito de


demanda la petición expresa de que la resolución estimatoria de desahucio sea ejecutada,
procediéndose al lanzamiento en la fecha y hora que se fije por el juzgado. La solicitud
expresa de ejecución será suficiente para la ejecución directa de la sentencia sin
necesidad de ningún otro trámite para proceder al lanzamiento, lo que comporta que el
demandante no tendrá que esperar a que transcurra el plazo de los 20 días previstos.

- La expresión de las circunstancias que permitan la no enervación: En los procesos de


desahucio de finca urbana por falta de pago, no se admitirán a trámite las demandas si el
arrendador no indica las circunstancias concurrentes que pueden permitir o no la
enervación del desahucio. Por tanto debe incluir en la demanda las siguientes
indicaciones relativas a la posibilidad o no de la enervación: 1) si estima que es posible la
enervación, debe especificar ese dato, determinando la cantidad que reclama y su
concepto, 2) las circunstancias que impiden la enervación.

- En todo tipo de desahucios, el demandante tiene la carga de solicitar en su demanda que


la sentencia, el auto o el decreto incluyan la condena a satisfacer las rentas debidas que
se devenguen con posterioridad a la presentación de la demanda, es imprescindible que
es actor determine el “quantum” de la renta debida

- En todo tipo de desahucios, el actor debe solicitar la ejecución directa de la futura


sentencia estimatoria, sin necesidad de que tenga que formular nueva demanda ejecutiva
y sin que rija el plazo de espera de 20 días.

En las demandas que se ejercite la pretensión de desahucio por impago de rentas o


cantidades debidas, el LAJ admitida la demanda debe:
1) Requerir al demandado para que, en el plazo de 10 días, desaloje el inmueble, pague la
deuda o se oponga a la demanda
2) En relación con la enervación o condonación de la deuda, se advertirá al demandado la
posibilidad de enervar el desahucio, indicando la cantidad reclamada
3) Formule oposición y alegue por que no debe la cantidad.

El requerimiento expresará hora y día de la vista, el demandado dispone de 3 días para


solicitar asistencia jurídica gratuita. Son especialidades comunes a todo tipo de desahucio
aquellas que consisten en el apercibimiento al demandado de que, si no comparece en la
vista, se declarará el desahucio sin mas tramite y se fijará día y hora para que tenga lugar
el lanzamiento.
Otra especialidad común al juicio de desahucio es la presunción legal de considerar que el
domicilio en el que se llevarán a cabo los actos de comunicación será el de la vivienda o
local arrendando, si las partes no han acordado otro domicilio. Si el demandado no
comparece a la vista del juicio verbal, no se le declara en rebeldía, sino que ese le presume
allanado.

Si en los 10 días posteriores a la notificación el arrendatario paga, el LAJ dicta decreto


dando por terminado el proceso. Si no atiende el requerimiento, el LAJ dicta decreto
finalizando el juicio por desahucio y se procede al lanzamiento de la fecha fijada. Si atiende
el requerimiento sin oposición, el LAJ dicta decreto y deja sin efecto la diligencia de
alzamiento. Si formula oposición se celebra la vista.

La vista solo tiene lugar cuando el demandado comparece ante el Tribunal para formular
oposición, y aquí encontramos dos especialidades:
1) Los efectos de la incomparecencia del demandado : El requerimiento que el LAJ dirija
al demandado tras la admisión de la demanda, se le apercibirá que, de no comparecer a
la vista, se decretará el desahucio sin más trámite, si no comparece a la vista del juicio
verbal, se presumirá su allanamiento, procediendo el tribunal a dictar sentencia
ordenando el desahucio, que se llevará a cabo en el día y hora previstos.
2) La limitación del objeto a tratar: la naturaleza sumaria del juicio de desahucio por
falta de pago se manifiesta en la limitación de las alegaciones del demandado, que son
reducidas a “alegar y probar el pago o las circunstancias relativas a la prodecendia de la
enervación”

6. Especialidades comunes a los procedimientos matrimoniales:


jurisdicción y competencia

Los procesos matrimoniales constituyen una subespecie de los llamados procesos de


familia. La especialidad de los procesos matrimoniales se manifiesta en el tratamiento legal
común de los procesos contenciosos en materia de nulidad matrimonial, separación o
divorcio, de los procesos condensados en la separación y el divorcio, así como en las
medidas provisionales a adoptar, antes o durante la tramitación de aquellos, y de la eficacia
civil de las resoluciones canónicas.

La regulación vigente del matrimonio responde a las necesidades actuales de celeridad,


economía procesal, eficacia y ausencia de irracionales obstáculos a la tutela judicial
efectiva. Así, el art 21 LOPJ, establece, con carácter general, la jurisdicción de los
Tribunales españoles para conocer de los juicios que se susciten en territorio español entre
españoles, entre extranjeros y españoles y entre extranjeros. Serán competentes los
tribunales españoles cuando:

- Hayan tenido en España su ultima residencia habitual y uno de ellos resida allí
- Cuando España sea la residencia habitual del demandado o, en caso de demanda de
mutuo acuerdo, cuando en España resida uno de los cónyuges
- Cuando el demandante lleve, al menos, un año de residencia habitual en España desde la
interposición de la demanda
- El demandante sea español y tenga su residencia habitual en España al menos seis meses
antes de la interposición de la demanda
- Ambos cónyuges tengan nacionalidad española

Por lo que respecta a la competencia, debemos diferenciar entre competencia objetiva,


territorial y funcional.

- Objetiva: como regla general, la competencia objetiva para conocer de las demandas en
materia matrimonial corresponde a los juzgados de Primera Instancia. Cuando existen
varios juzgados en una misma circunscripción, en CGPJ está autorizado para acordar
que uno o varios de ellos asuman, con carácter exclusivo, el conocimiento de estas
demandas, consideradas como propias de los Juzgados de familia. Existe una excepción,
la cual otorga la competencia a los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, cuando se den
los supuestos establecidos en la Ley 1/2004, de medidas de protección integral contra la
violencia de género.

- Territorial: En los procesos matrimoniales en general, la competencia territorial viene


determinada por un fuero principal, cuatro subsidiarios electivos y uno residual. El fuero
principal atribuye la competencia al juzgado del lugar del domicilio conyugal. Con
caracter subsidiario concurrente electivo, otorga la competencia territorial a elección del
actor, al Juzgado del último domicio del matrimonio o el de la residencia del demandado,
en su defecto, el del lugar en que se hallen o en el de su ultima residencia. La competencia
residual coincide con el domicilio del actor.
En los procesos de separación y divorcio de mutuo acuerdo existe un fuero legal especial,
Que coincide con el Juzgado del último domicilio común o el domicilio de cualquiera de los
solicitantes. En los procedimientos para solicitar medidas provisionales previas, la
competencia corresponde al Juzgado del domicilio del cónyuge solicitante.

- Funcional: Para conocer de la solicitud de las medidas relativas a la demanda,


corresponderá al mismo Tribunal que sea competente para conocer de la pretensión
principal de nulidad, separación o divorcio. Para conocer en segunda instancia o de los
recursos extraordinarios serán competentes los tribunales establecidos en la regulación
general.

8.Especialidades del contenido de la demanda en el juicio de desahucio


respecto al juicio verbal

Contestada dentro de la pregunta número 5.

9. El proceso cambiario: concepto y naturaleza jurídica

Podemos definir el juicio cambiario como un proceso civil especial y relativamente


sumario en el que el acreedor ejerce una pretensión de condena al pago de una cantidad de
dinero con base formal a un título cambiario (letra de cambio, cheque o pagaré), al que el
deudor, si no atiende el requerimiento de pago, responderá con embargo inmediato de sus
bienes, y ante la que solo puede oponerse y formular una demanda por motivos tasados.
Esta oposición se realiza mediante juicio verbal y se resuelve por una sentencia con efectos
limitados de cosa juzgada, aunque en realidad son escasas las cuestiones restantes que no
hayan podido ser debatidas en las relaciones entre ambos.

El juicio cambiario introducido en la LEC en los Arts. 819-827 confiere ejecutoriedad a los
documentos cambiarios, regulados en la ley cambiaria y del cheque.

Mantiene una similar naturaleza jurídica con el proceso monitorio. Los dos tienen una
parecida estructura que los configura en dos fases distintas. Una fase inicial de carácter
procedimental, en la que se efectúa la comprobación, inaudita parte, de la virtualidad
ejecutiva del titulo presentado, con la consecuencia monitora de un requerimiento de pago
al demandado que si no es atendido termina en el auto de ejecución forzosa de sus bienes, y
una segunda fase contradictoria que se inicia, en su caso, con la demanda de oposición al
pago interpuesta por el deudor demandado, que se tramita y resuelve como juicio verbal.

Estas semejanzas, sin embargo, constatan la existencia de un tratamiento preferente al


acreedor cambiario por razón de la mayor protección jurídica que se confiere a dichos
títulos de tráfico mercantil. De un lado, el inmediato embargo preventivo de los bienes del
deudor requerido al pago, junto con la limitación de los motivos de oposición y el
acortamiento de los plazos a la mitad, de 20 a 10 días para pagar u oponerse.
Estas ventajas para el acreedor se equilibran con un mayor rigor técnico que en el
procedimiento monitorio, el cambiario se inicia por demanda sucinta acompañada de titulo
cambiario, y la única y acertada tramitación de oposición a traer del juicio verbal, con
independencia de la cuantía de la deuda.

10. Los interdictos de retener y recobrar: sentencia, costas, medios de


impugnación y ejecución provisional.
La LEC se refiere a los interdictos de retener y recobrar la posesión como litigios en los que
se ventilan las demandas que pretenden la tutela sumaria de la tenencia o de la posesión
de una cosa o derecho por quien haya sido despojada de ellas o perturbado el disfrute.
Encierra dos pretensiones distintas: La de mera perturbación de la posesión (retener) y la
expoliación o despojo de la posesión (recobrar)

Tras el proceso adecuado, la sentencia que recaiga se rige por las normas comunes del
juicio verbal. El fallo queda regulado por el principio de la congruencia con las peticiones
de las partes, sin que sea necesario incluir formulas prescritas por la ley.
En materia de efectos de la sentencia, la naturaleza sumaria de estos juicios consiste en que
la sentencia que recae sobre ellos NO produce la plenitud de los efectos de cosa juzgada.
Por lo que se refiere a las costas, la LEC establece en esta materia el criterio general del
vencimiento, el cual queda atemperado por el de la discrecionalidad judicial, cuando el caso
presente serias dudas de hecho o de derecho. En el supuesto de estimación parcial de la
demanda, cada parte abonará las causadas a su instancia.

Respecto de los medios de impugnación y la ejecución provisional, el régimen de las


sentencias dictadas en estos juicios es el común de los recursos. Conforme el art. 456.2
LEC, la apelación de las sentencias desestimatorias de la demanda carece de efectos
suspensivos, y respecto de las estimatorias, tendrán la eficacia prevista para la ejecución
provisional. Por tanto, el actor que hubiera obtenido un pronunciamiento a su favor en la
sentencia de condena, podrá pedir y obtener su ejecución provisional.

11. Proceso cambiario: embargo preventivo y oposición al embargo

La orden de embargo preventivo inmediato que se acuerda como medida con la admisión de
la demanda ejecutiva tiene naturaleza monitora, que en caso de impago inmediato se
efectúa en la traba o embargo de bienes bastantes del deudor para cubrir el principal de la
deuda, los intereses y las costas.
Como tal medida cautelar exige que se hayan cumplido los presupuestos de la existencia de
una apariencia de buen derecho, que se consigue con la aportación del documento
cambiario, y un periculum in moro derivado de la conducta del demandado, que rehuye la
obligación contraída con el riesgo de insolvencia o distracción de bienes.
La practica del embargo preventivo acordado con el auto de admisión de la demanda se
realiza de inmediato al hacer el requerimiento, salvo cuando el deudor pague en el acto.

El alzamiento del inmediato embargo preventivo de los bienes del deudor puede lograrse
si este, dentro de los 5 primeros días, se persona por sí o por representante, en los autos y
niega categóricamente la autenticidad de su firma o alga falta absoluta de
representación, en cuyo caso el tribunal a la vista de las circunstancias y de la
documentación aportada podrá alzar los embargos que se hubieran acordado, exigiendo si
lo considera conveniente la caución o garantía adecuada. El alzamiento se excluye en el
caso de la intervención de un federatario publico, si en el protesto o en el requerimiento
notarial anterior no se hubiera negado categóricamente la autenticidad de la firma o la
absoluta falta de representación o cuando se hubiera reconocido la firma judicialmente o en
documento publico.

La oposición al embargo debe hacerse mediante un escrito solicitando la comparecencia


inmediata por lo perentorio del plazo, acompañado de la documentación adecuada.
El tribunal debe acordar inmediata comparecencia y resolver, sin audiencia del
demandante, a la vista de las circunstancias del caso y de la documentación aportada. Si se
decidiera alzamiento podría exigirse la caución adecuada “sustitutoria”

12. Aspectos específicos que caracterizan la demanda ejecutiva

La LEC exige que todo proceso de ejecución, cualquiera que sea el título ejecutivo en que se
fundamente, se inicie a instancia de parte, por medio de escrito que debe revertir forma de
demanda. En cuanto a los fundamentos jurídicos materiales de la demanda, deberá
razonarse sobre la legitimación activa y pasiva de las partes, o relación jurídica, de derecho
material, que ligan al ejecutante y ejecutado con objeto del titulo ejecutivo.

En cuanto a los fundamentos jurídicos materiales dispone el art. 549.1. 5º LEC que en la
demanda ejecutiva se determine “la persona o personas, con expresión de sus
circunstancias identificativas, frente a las que se pretende el despacho de la ejecución, por
aparecer en el título como deudores, o por estas sujetos a la ejecución según lo dispuesto en
los Arts. 538 a 544 de esta ley”.

El ejecutante asume la carga de reflejar en la demanda los siguientes extremos:

1) la legitimidad del titulo ejecutivo que fundamenta la demanda


2) La tutela ejecutiva que se pretenda, en relación con el titulo ejecutivo que se aduce.
Tratando de títulos no jurisdiccionales, la única tutela ejecutiva que cabe es la obtención
y entrega al ejecutante de la cantidad que se reclama. El ejecutante no puede reclamar
mas de lo que el titulo le autorice, pero si menos, y en este caso, la ejecución debe
referirse, exclusivamente, a lo que se haya solicitado en la demanda ejecutiva.
3) La determinación e identificación de los bienes del ejecutado susceptibles de
embargo de los que el ejecutante tenga conocimiento y su los considera suficientes o no
para el fin de la ejecución.
4) La petición de que se aporten medidas de localización e investigación patrimonial del
ejecutado. La LEC establece un deber de colaboración, que impone a todas las personas y
entidades publicas y privadas la obligación de prestar su colaboración en las
actuaciones de ejecución. En la petición, el ejecutante solicitará que se admita a trámite
dicha demanda, con los documentos que lo acompañan, y que el tribunal acuerde,
mediante auto, despachar la ejecución contra la persona del ejecutado. Cuando lo
solicite el ejecutante y a su costa, su procurador podrá intervenir en el diligenciamiento
de los oficio que hubieren sido librados a tal efecto y recibir la cumplimentación de los
mismos.

13. Tutela procesal civil de los derechos fundamentales; el amparo civil


ordinario

La LEC vigente establece un único procedimiento para la tutela de los derechos


fundamentales, que se decide según las normales comunes del juicio ordinario (art. 249.1.
2º LEC) , excepto la demanda de rectificación que se tramita conforme a lo previsto en el
juicio verbal.

Cabe entender por petición civil de amparo, la petición de reconocimiento y de


restablecimiento de un derecho fundamental, fundada en su violacion particular y
sustanciaba en normas de derecho constitucional. El objeto procesal presenta las siguientes
características:
A) La petición: posee un carácter mixto. Así, puede ser declarativa, con el fin de que
reconozca el derecho o libertad pública, de conformidad con su contenido
constitucionalmente declarado y declaración de nulidad de la decisión, acto o resolución
que hayan impedido el pleno ejercicio del derecho protegido. Por otra parte, esta
también puede ser de condena, para el restablecimiento del recurrente en la integridad
de su derecho o libertad con la adopción de medidas apropiadas, en su caso para su
conservación.

B) La fundamentación fáctica: La causa pretendí de la pretensión de amparo viene


determinada por la vulneración, cometida por los particulares, de un derecho fundamental,
por lo que solo cabe acudir al amparo cuando se ha producido la violación de los derechos
previstos en los Arts. 14 al 29 y 30.2 CE. En la pretensión civil de amparo ordinario, el
causante de dicha vulneración debe ser un particular, no un poder público (ejecutivo,
legislativo o judicial) de Estado. Asi, pues, al proceso civil de amparo, tan solo cabe acudir
cuando el sujeto causante de la lesión actúe sometido a las normas de derecho privado.

C) La individualización jurídica: Las pretensiones de amparo deben estar sustanciadas en


las normas de derecho constitucional tuteladora de los derechos fundamentales. Per, a
diferencia de las demás pretensiones de amparo, la civil ofrece la característica de que tales
normas constitucionales deben tener una incidencia directa en el derecho privado, mas
concretamente en el derecho civil, siendo estas :
1. Las conciliadoras del artículo 14 ( las que producen una discriminación
expresamente prohibida, así, por ejemplo, una hipotética lesión de la igualdad entre marido
y mujer, hijo matrimonial y extramatrimonial etc.)
2. Desde el punto de vista de su relevancia práctica, los principales exponentes de la
pretensión civil de amparo lo constituyen la vulneración del derecho al honor, a la
intimidad personal y familiar y a la propia imagen del art. 18.1, así como la del derecho
de asociación del art 22 CE.
Es preciso que la lesión causada se acometa mediante actos externos y anteriores al
proceso.

14. Procedimiento para exigir el pago de las obligaciones comunitarias,


presupuestos de la utilización del procedimiento monitorio

Las precedentes reformas de la LPH no consiguieron resolver el problema de los


propietarios morosos en las comunidades. La aprobación de la ley de 2000 introduce el
proceso monitorio como proceso especial para la tutela del derecho de crédito, lo que exigió
una nueva reforma de la LPH para adaptar su contenido a la nueva ordenación procesal
común con el resultado de un procedimiento especial de naturaleza hibrida entre el proceso
monitorio de tipo documental italiano y el juicio ejecutivo.

La tramitación de este procedimiento es la del proceso monitorio con las especialidades


siguientes:

A) el procedimiento se inicia por una petición inicial del presidente o administrador, que
es el representante de la junta de propietarios. A esa solicitud deberá acompañarse la
certificación del acuerdo aprobando la liquidación de la deuda reclamada y la
notificación de este acuerdo al propietario.
B) Cuando el deudor se oponga a la petición inicial del proceso monitorio, el acreedor podrá
solicitar el embargo preventivo de bienes suficientes para hacer frente a la cantidad
reclamada. Para el supuesto de que el demandado hubiera presentado escrito de
oposición, la sentencia condenatoria será susceptible de ser impugnada a través de los
recursos previstos. Sin embargo, se establecerá un requisito procesal que consistirá en
exigir al recurrente la acreditación de tener satisfecha o consignada la cantidad líquida
que establece la sentencia condenatoria.

15. La pretensión civil de amparo ordinario

Contestada en la pregunta número13.

16. Procedimiento monitorio: competencia objetiva, territorial y


funcional

La competencia objetiva para conocer del procedimiento monitorio corresponde a los


Juzgados de primera instancia y a los juzgados de lo Mercantil en las reclamaciones que
cumplan los requisitos de liquidez, determinación, vencimiento y exigibilidad, que sean de
su competencia exclusiva y excluyente: competencia desleal, propiedad industrial,
propiedad intelectual y publicidad.

La competencia territorial, según el art. 813 LEC, establece un fuero exclusivo a favor del
Juez del domicilio o residencia del deudor (fuero principal). Solo en el caso de que aquellos
no fueran conocidos, será competente el Juzgado del lugar en que el deudor pudiera ser
hallado a efectos del requerimiento de pago por el tribunal (fuero supletorio). Como
excepción, para el supuesto de reclamación de las cantidades el fuero es a favor de Tribunal
del lugar donde se halle la finca. Cuando la deuda reclamada consista en cantidades debidas
en concepto de gastos comunes de una comunidad de propietarios de inmuebles, el
solicitante podrá optar, bien por atribuir la competencia al Juzgado de Primera Instancia
donde el deudor tenga su domicilio o residencia, o pueda ser hallado, bien en el juzgado del
lugar donde se halle la finca.
Este fuero legal es imperativo y no es susceptible de sumisión expresa o táctica. Si, tras las
averiguaciones del LAJ sobre la residencia del deudor, estas son infructuosas o es
localizado en otro partido judicial, el Juez dictará auto dando por terminado el proceso y
reservando al acreedor el derecho a instar un nuevo proceso en el Juzgado competente.

El tribunal que conoce el procedimiento monitorio es también competente para conocer


todas sus incidencias y de la fase de ejecución que se deriva de la falta de oposición al
requerimiento de pago y del juicio declarativo ordinario en que deviene (competencia
funcional) , como consecuencia de su transformación por la admisión del escrito de
oposición del deudor dentro del plazo de los 20 días siguientes a que se realice el
requerimiento de pago

17. La sentencia en los procesos de separación y divorcio consensuados

El proceso consensual, consentido, voluntario o armonioso podría definirse como aquel en


el que ambos cónyuges expresan una voluntad común de suspender o disolver el vínculo
matriminal. Esta manifestación del acuerdo puede ser expresa o tácita.

La petición de separación o de divorcio se formula en un escrito, al que deberá acomunarse


los documentos públicos que acreditan la existencia del matrimonio y, en su caso, el
nacimiento de hijos, así como la propuesta de convenio regulador y los demás documentos
en que los cónyuges fundan su pretensión.
El convenio regulador deberá, al menos, referirse al cuidado de los hijos y régimen de
visitas y estancias con el progenitor que o viva con ellos, uso de la vivienda familiar,
contribución a las cargas del matrimonio, régimen económico y pensión.

El tribunal dictará sentencia de separación o divorcio. Si está sentencia no aprobare en


todo o en parte el convenio regulador propuesto, se concederá a las partes un plazo de 10
días para proponer nuevo convenio, limitado, en su caso, a los puntos que no hayan sido
aportados por el Tribunal. Presentada la propuesta o transcurrido el plazo concedido sin
hacerlo, el Tribunal dictará auto dentro del tercer día resolviendo lo procedente. Contra
aquella sentencia de separación o divorcio, así como frente a este auto que acuerde alguna
medida que se aparte de los términos del convenio propuesto, cabrá apelación, si bien este
recurso no suspenderá la eficacia de las medidas contenidas en este auto, ni afectará a la
sentencia de separación o divorcio. Finalmente, la sentencia o el auto que aprueben en su
totalidad la propuesta del convenio solo podrán ser recurridos, en interés de los hijos
menores o con capacidad judicialmente modificada, por el Ministerio Fiscal.

Si la comparecencia fuere del LAJ, por no existir hijos menores no emancipados o con
capacidad judicialmente modificada que dependan de sus progenitores, inmediatamente
después de la ratificación de los cónyuges en su presencia, dictará decreto donde declarara
la separación o el divorcio y se pronunciará sobre el convenio regulador, que no será
recurriere. Si considerase que alguno de los acuerdos puede ser dañoso para uno de los
cónyuges, o en su caso para los hijos mayores o menores emancipados, entonces advertirá a
los otorgantes y dará por terminado el procedimiento, en cuyo caso los cónyuges ya solo
podrán acudir ante el Juez para la aprobación del convenio.

18. Sujetos legitimados para interponer la pretensión de la cesación en


materia de consumidores

La regulación de este procedimiento está destinado a reparar los daños concretos entre
grupos o colectivos, tanto determinados o determinables, como difusos, pero con un alcance
general en defensa del interés común de todos en la pureza, saneamientos y control de las
leyes del mercado.

La legitimación activa corresponde en primer lugar de manera individual a los


perjudicados, aunque las asociaciones de consumidores y usuarios legalmente constituidas
también están legitimadas para defender en juicio los derechos e intereses de sus asociados
y los de la asociación, así como los intereses generales de los consumidores y usuarios. La
legitimación para liderar la pretensión dependerá de la naturaleza de la asociación, si es
colectiva (sus integrantes se pueden identificar con sencillez) o difusa (no se encuentran
claramente identificados y es compleja su localización)

Cuando los perjudicados por un hecho dañoso sean un grupo de consumidores o usuarios
cuyos componentes estén perfectamente determinados o sean fácilmente determinables, la
legitimación para pretender la tutela de esos intereses colectivos corresponde a las
asociaciones de consumidores y usuarios, a las entidades legalmente constituidas que
tengas por objeto la defensa o protección de estos, así como. Los propios grupos de
afectados. Por lo que la legitimación es amplia.

La legitimación es restrictiva y corresponde en exclusiva a asociaciones representativas


cuando la naturaleza del grupo afectado es difusa. Sin embargo, para los procesos en
defensa de los intereses difusos de los consumidores y usuarios, conviene advertir respecto
a las entidades habilitadas conforme a la normativa europea existe legitimación mas
amplia.
Ademas, estarán legitimados el instituto nacional de consumo y los órganos o entidades de
las CCAA y corporaciones locales competentes en materia de defensa de los consumidores,
así como el Ministerio Fiscal.

Junto con esta legitimación activa originaria, existe otra legitimación activa derivada,
cuando se adhieran otras a procesos en curso.

19. Sentencia en el proceso de alimentos

Dentro de los 10 días siguientes a la celebración del juicio, el juez dictará sentencia. En la
condenatoria al pago de alimentos se determinará la cantidad en que hayan de consistir.
La sentencia estimatoria participa de una naturaleza mixta:

A) Constitutiva: establece un nuevo estado en la vida jurídica, el ser beneficiario (y el de


obligado de pago) de una prestación de alimentos.
B) De condena: surge la obligación que tiene el alimentan de satisfacer los alimentos en la
cuantía determinada por la sentencia.

La condena debe ser una cantidad líquida y el juez está obligado a fijar un importe exacto
de la misma o a determinar las bases para su liquidación (entendidas como una simple
operación aritmética). El alimentante tiene derecho de opción a notar su obligación por
mantener en su casa al alimentista (siempre que este no oponga y no haya obstáculo
moral). La condena lo es tanto al pago de cantidades vencidas, como las que en el futuro
puedan devengarse. Por tanto, nos encontramos ante un supuesto de condena de futuro a
una prestación de tracto sucesivo.

La condena a prestación futura ofrece la relevancia de estar sometida a la cláusula “rebus


sinc stantibus”, pudiéndose reducir o aumentar según el aumento o disminución que
sufran las necesidades del alimentista y la fortuna del que hubiera de satisfacerlos. Para
obtener efectividad de la sentencia, se puede acudir al proceso de ejecución.

Contra las sentencias que recaigan en este proceso, se puede interponer el recurso de
apelación, ante la audiencia provincial en el plazo de 5 días. Si la sentencia fuere
desestimatoria, carecerá de efectos suspensivos. Pero si fuere estimatoria, cabe recurso de
apelación. El favorecido por la sentencia podrá solicitar, sin necesidad de caución, la
ejecución provisional. El recurso de casación se rige por el criterio de cuantía de los
alimentos, sin que quepa la vía casacional.

21. Interdictos de retener y recobrar: legitimación


- Activa: en el procedimiento interdictas, la legitimación activa la ostenta el mero
poseedor de hecho, entendiéndose por tal el simple detentador, por lo que tiene la
legitimación activa tanto quien posee a titulo de dueño, como quien posee por otro título.
Todo poseedor se encuentra asistido por interdictos. Para que el poseedor de hecho pueda
ostentar la legitimación activa, es necesario que su posesión no la haya adquirido
mediante actos tolerados, clandestinos o violentos.
- Pasiva: la legitimación pasiva la tienen los autores de la perturbación o despojo. Por
autor hay que entender el causante jurídico o impulsivo del hecho. No se le puede
imponer al demandante la carga de determinar quien es el causante jurídico de la
desposesión o despojo. El principio de la buena fe obliga a que la excepción de falta de
legitimación pasiva solo pueda prosperar en el supuesto de que, en el momento de
producirse la acción, pueda ser conocida por el actor la cualidad de simple ejecutor del
agresor.

23. La postulación en el juicio de desahucio

Todas las demandas de desahucio, cualquiera que sea su objeto y cuantía, se tramitan y
deciden en juicio verbal. Sobre la intervención de Abogado y Procurador, la regla general
establece que es preceptiva su intervención, salvo en los casos en los que la cuantía del
juicio de desahucio no supere los 2000 euros. Se contemplan reglas especiales en cuanto a
la designación de Abogado y Procurador de oficio a favor de las partes. En el juicio de
desahucio de finca rústica o urbana por falta de pago o por expiración del plazo, si alguna de
las partes solicitara el reconocimiento del derecho de asistencia jurídica gratuita, el
Tribunal, tan pronto como tenga noticia de este hecho, dictará una resolución motivada
requiriendo de los colegios profesionales el nombramiento provisional de Abogado y
Procurador, sin perjuicio del resarcimiento posterior de los honorarios correspondientes
por el solicitante si se le deniega después el derecho a la asistencia jurídica gratuita. El
demandado deberá solicitar el reconocimiento del derecho de asistencia jurídica gratuita o
interesar la designación de abogado y procurador de oficio dentro de los 3 días siguientes a
la notificación de la demanda, de lo que será debidamente informado por el LAJ en el
momento de efectuarle el requerimiento del art. 440.3 LEC.

24. Condonación de la deuda arrendaticia

Ya contestada en la número 3.

25. Juicio de desahucio: concepto enervación del desahucio

Ya contestada en la numero 3.

26. Juicio ejecutivo: concepto y naturaleza

El juicio ejecutivo es un proceso declarativo, especial y sumario, que tiende a la formación


de un título puro de ejecución con base en la presentación de una serie de documentos que
tienen un carácter privilegiado.

La LEC regula de manera unitaria tanto los títulos ejecutivos (sentencias, laudos arbitrales
firmes y de condena) que vienen precedidos de un proceso declarativo, como otra serie de
documentos diferentes que no ha sido objeto de enjuiciamiento en un proceso previo
declarativo y que pueden ser controvertidos. Debido al distinto origen entre unos y otros
títulos, se establecen diferencias procedimentales especialmente relevantes en lo que a las
causas de oposición alegables se refiere, que desnaturalizan el proceso de ejecución hasta
convertirlo en una especia de proceso declarativo sumario.

27. Juicio ejecutivo: demanda ejecutiva

Ya contestada en la número 12

28. Aspectos específicos que caracterizan la demanda ejecutiva

Ya contestada en la número 12

29. Créditos tutelables en el juicio ejecutivo (no encuentro el epígrafe)


30. Motivos de oposición a la ejecución por defectos formales en el juicio
ejecutivo

Constituyen defectos procesales que el ejecutado puede evidenciar en su escrito de


oposición:
- Su propia falta de legitimación
- La falta de capacidad o de representación del ejecutante o no acreditar el carácter o
representación con que demanda
- Nulidad radical del despacho de la ejecución, por no cumplir los requisitos exigidos.

31. Procedimiento monitorio: pago cantidad reclamada

El deudor puede adoptar diferentes posturas: pagar sin mas el crédito que le ha sido
reclamado, no pagar ni comparecer ante el órgano judicial para formular oposición o
comparecer ante el tribunal y formular oposición en tiempo y forma.
Aquí nos ocuparemos de la postura de PAGO de la cantidad reclamada:

El primer requerimiento que se hace al deudor es el de pagar al peticionario la cantidad


reclamada dentro de los 20 días siguientes a la notificación de la providencia.

a) El pago de la totalidad: Representa la satisfacción del acreedor y la carencia


sobrevenida del objeto, que produce la terminación de las actuaciones por satisfacción
extraprocesal sin hacer expresa imposición de costas, dado el silencia legal al respecto.
En el ambito del juicio cambiario si se prevé la condena en costas en el caso de pago, y
cuando en la solicitud inicial se hubieren utilizado los servicios de abogado y
procurador, el deudor deberá afrontar los derechos y honorarios de ambos por su
intervención, tanto si atendiese el requerimiento de pago como si no compareciere ante
el tribunal. Se requiere, ademas, su acreditación por cualquier medio.
b) El pago parcial: el pago parcial no produce el efecto de terminar el procedimiento, por
lo que deberá ir seguido del escrito de oposición respecto a la pluspetición denunciada.

32. Procedimiento monitorio: incomparecencia del deudor requerido y


despacho de ejecución

Si el deudor no cumple el requerimiento efectuado y no comparece ante el tribunal, el LAJ


dictará Decreto dando por terminado el proceso monitorio y daría traslado al acreedor para
que inste el despacho de ejecución, bastando para ello con la mera solicitud, y sin
necesidad de que transcurra el plazo de 20 días previsto en la LEC.

Para la ejecución derivada de procesos monetarios en que no haya habido oposición, se


requerirá la intervención de abogado y procurador siempre que la cantidad supere los 2000
euros, referida tanto al ejecutante como al ejecutado.

Desde que se dicta el Decreto despachando la ejecución, la deuda devengará el interés de la


mora procesal (interés legal igual al interés legal del dinero incrementado en dos puntos o
el que corresponda por el pacto de las partes o por disposición especial de la Ley.

33. Prueba biológica en procesos de filiación, paternidad y maternidad

La actividad probatoria de los procesos de filiación presenta especialidades en el marco del


juicio verbal. Estas especialidades se refieren a la exigencia de que se presente un principio
de prueba (pruebas encaminadas a la investigación de la paternidad) y a los medios con los
que podrá declararse la filiación, en defecto de prueba directa.

La prueba biológica:

La complejidad de la actividad probatoria en estos procesos presenta, como destaca la


jurisprudencia, dificultades y obstáculos y, concretamente, la prueba pericial de la
paternidad o maternidad “ requiere un tiempo considerable para su elaboración,
habitualmente superior al ordinario de la prueba” La actividad probatoria en los procesos
de filiación ha sido conmovida, como se ha expuesto, por la incidencia de los nuevos
descubrimientos de la Biología en la comprobación de la paternidad y la maternidad con
certeza casi absoluta, permitiendo la constatación de una verdad biológica mas allá de la
veracidad legal resultante de los modos de determinación legal de la filiación matrimonial o
no matrimonial.

Esta situación ha conformado la nueva regulación procesal de la prueba en esta materia,


exigida por el mandato constitucional y acogida en los países de nuestro entorno, para
prever en estos procesos la investigación de la paternidad o maternidad biológica y
referirse explícitamente a las “pruebas biológicas” y regular las consecuencias a la negativa
a someterse a ellas.

En la actualidad se ha generalizado el llamado análisis de ADN partiendo de muestras


(generalmente sangre o saliva) del hijo, madre y del presunto padre para obtener el
respectivo perfil genético y poder entonces determinar la exclusión de la paternidad o
maternidad del supuesto padre y proceder al calculo matemático de la probabilidad de
paternidad.

El valor probatorio de estas pruebas, en tanto que dictámenes periciales, ha de ser


apreciado por el Tribunal según las reglas de “ la sana crítica “, a la vista de las
explicaciones del perito y de la solvencia que resulte en el conjunto de la actividad
probatoria desplegada.

En relación con la negativa a la realización de la prueba biológica en un proceso de


filiación, tanto el TC como el TS han establecido con reiteración que:
A) Someterse a prueba biológica no es un deber, pero si una carga procesal, puesto que su
incumplimiento no puede dar lugar a imponer su realización mediante medios coactivos.
B) Tiene la condición de un indicio probatorio que ha de ser ponderado por el órgano
judicial en relación con la base probatoria indiciaria existente en el procedimiento.
C) La negativa reiterada, contumaz e injustificada si puede ser tenida en consideración
como elemento valioso o muy cualificado, con fuerte valor presuntivo, que permita
declarar, conjugando con los demás elementos probatorios, la pretendida paternidad.

34. El proceso civil de amparo del derecho de rectificación

El objeto de este proceso civil especial lo constituyen la pretensión de reconocimiento del


derecho de rectificación y la condena a un medio de comunicación social al publicar, en
dicho medio, la rectificación pretendida.
La pretension ha de fundamentarse en la publicación de una noticia, en un medio de
comunicación, que carezca de veracidad y que ocasiones un perjuicio al destinatario de la
misma.
Están legitimados activamente todas las personas, naturales y jurídicas que consideran
inexacta y perjudicial una determinada noticia, pudiendo ejercitar la acción el perjudicado
e incluso sus herederos.
La legitimación pasiva la tiene el medio de comunicación social causante de la lesión,
debiendo comparecer en el proceso su director o representante.

El derecho de rectificación solo puede solicitarse a través del juicio verbal con las
especialidades contempladas en el art.6 LODR, norma que no autoriza al actor a interponer
la pretensión en ningún otro proceso declarativo.

Si el medio fuese titularidad del Estado, no será necesaria la reclamación administrativa


previa. Esto no exime al particular de la carga de efectuar el requerimiento de rectificación
al medio, con carácter previo a la presentación de la demanda. Se trata de un presupuesto
procesal singular de este procedimiento, cuyo incumplimiento faculta al juez a no admitir la
demanda.

La competencia objetiva la ostentan los Juzgados de primera instancia y la territorial se


determina a través del fuero del domicilio del actor o del lugar de la dirección del medio
de comunicación social, a elección de aquel.

En esta modalidad especial de juicio verbal NO es obligatorio compadecer mediante


Abogado y Procurador.

El juicio verbal se sustanciaría de una forma peculiarmente acelerada y en la vista, el Juez


puede recabar de oficio copia de la información objeto de la rectificación. El fallo se limitará
a denegar la rectificación o a ordenar su publicación. Contra la sentencia cabe recurso de
apelación.

35. Regulación procedimiento para exigir responsabilidad civil a jueces y


magistrados: la doble vía

Según el art 292.1 LOPJ, los daños y perjuicios causados por los Jueces y Magistrados en el
ejercicio de sus funciones darán lugar, en su caso, a responsabilidad del Estado por error
judicial o por funcionamiento anormal de la Administración de Justicia sin que, en ningún
caso, puedan los perjudicados dirigirse directamente contra aquellos.

En consecuencia se deroga el procedimiento especial para exigir responsabilidad civil de


jueces y magistrados. En lo sucesivo, habrá el particular de utilizar los procedimientos de
responsabilidad patrimonial del Estado, puesto que la Administración responde
directamente de los daños que pueda cometer el personal jurisdiccional.

En el supuesto de que la pretensión indemnizatoria obedezca a un “error juidicial” o a la


violación de determinados derechos constitucionales de incidencia procesal (proceso sin
dilaciones indebidas) , para que nazca dicha responsabilidad directa, será necesaria una
previa declaración jurisdiccional: 1º la del Tribunal Supremo, 2º la de los Tribunales
ordinarios y, en su caso, Tribunal Constitucional o del Europeo de Derechos Humanos.

Pero, si la pretensión indemnizatoria tiene como causa el “funcionamiento anormal de la


Justicia”, será suficiente que el Ministerio de justicia lo reconozca por vía administrativa y
a través del procedimiento señalado en el art. 293. 2 LOPJ, que habrá de secundarse
también para la fijación del “quantum” de la indemnización por error judicial. La redacción
de este artículo es lo suficientemente amplia para abarcar, tanto lo s daños ocasionados
mediante dolo o culpa grave del Juez, cuanto los supuestos de responsabilidad civil
objetiva. Sin embargo, la necesidad de que los daños sean evaluadles económicamente,
parece excluir los daños morales, aunque la doctrina del TS es contraria.

Si los daños obedecen a una resolución judicial, en la que ha intervenido dolo o culpa grave
por parte del Juez o Magistrado, no podrá exigirse la responsabilidad civil individual, sino
que el justiciable habrá de dirigir su pretensión resarcitoria contra el Estado, en cuyo caso
“la Administración General del Estado, una vez satisfecha la indemnización al perjudicado,
podrá exigir, por la vía administrativa a través del procedimiento reglamentariamente
establecido, al Juez o Magistrado responsable el rembolso de lo pagado sin perjuicio de la
responsabilidad disciplinaria en que este pueda incurrir, de acuerdo con lo dispuesto en la
Ley.

Esta última responsabilidad disciplinaria subsiste como consecuencia de haber tipificado la


LOPJ como falta muy grave “ las acciones y omisiones que hayan dado lugar en sentencia
firme a una declaración de responsabilidad civil contraída en el ejercicio de la función por
dolo o culpa grave”

Por consiguiente, en el momento actual, la responsabilidad civil de los jueces y magistrados


tan solo puede hacerse valer:

1) Bien mediante la acumulación de la acción civil resarcitoria a un proceso penal


incoado para dilucidar la responsabilidad en la que hayan podido incurrir como
consecuencia de la comisión de un delito
2) Bien a través de los enunciados procedimientos para exigir la responsabilidad directa
de la Administración del Estado.

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