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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

MATERIA: COLOMBIA HOY


AUTORES: Diana Loaiza & Nicolas Esteban Palacios      GRUPO: 02

El conflicto armado en Colombia y su incidencia en la configuración del territorio

Colombia es un país que históricamente se ha caracterizado por presentar conflictos


armados y diversas formas de violencia, hechos que marcan el pasado, presente y futuro de
toda una Nación. Estas múltiples situaciones tienen lugar entre diferentes actores que van
desde Fuerzas del Estado, de las guerrillas involucradas, FARC, ELN, así como de los
paramilitares, y en los últimos años de las bandas criminales, la presencia de estos grupos y
sus relaciones de poder repercuten en la forma en la que se ha configurado el territorio, por
tanto es importante ver los elementos que desde el conflicto armado han influenciado en la
configuración del territorio Colombiano, llegando a la pregunta: 

¿Cómo se ha distribuido el territorio durante el conflicto armado en Colombia?

Inicialmente se puede nombrar el narcotráfico como un de los precursores de la


violencia armada en Colombia y diferentes reformas que han traído oportunidades para los
diversos grupos al margen de la ley de establecerse en el territorio y expandirse. Los años
ochenta marcan el inicio de la descentralización, seguida de la apertura económica, y
posteriormente a partir de la constitución de 1991 una serie de reformas políticas,
económicas y de orden administrativo. Para el caso de la descentralización se inicia con la
elección popular de alcaldes en 1988 y posteriormente la constitución política de 1991 que
denota en la regiones un rango constitucional más alto, que repercutirá en mayores rubros
para cada región destinados a salud y educación, una responsabilidad administrativa y de
gestión desde gobernadores-alcaldes en relación con el dinero destinado por el estado,
además del fortalecimiento de los canales de participación democrática. 

De forma empírica se puede medir el impacto de la descentralización en el conflicto


armado, puesto que desde el poder local estos grupos encontraron recursos y la oportunidad
de posicionarse en el territorio `para dominarlo haciendo uso de la coacción. Sin embargo,
desde la insurgencia se pueden denotar elementos de reorganización estratégica dadas las
nuevas condiciones políticas de las regiones, donde caso específico como las FARC y el
ELN, inicialmente se financiaba de aportes voluntarios de campesinos, asaltos bancarios o
extorsión a ganaderos y posteriormente pasaron a obtener recursos de la extorsión, cultivos
ilícitos, petróleo, oro y carbón por los cuales necesariamente se deben desplazar a los
municipios de los cuales pueden obtener tales beneficios. 

En el caso de reapertura económica y la globalización, las FARC tienen una


participación importante, si bien en los años noventa sus recursos financieros eran
obtenidos a partir de la extorsión, el secuestro y el narcotráfico fue a partir de 1995 cuando
las FARC se financian principalmente de la comercialización de droga. De igual forma el
narcotráfico actúa de forma transversal en grupos paramilitares y de bandas criminales
actualmente, en tal sentido, el territorio, los cultivos de coca y los lugares estratégicos para
su comercialización y producción son de suma importancia  desde la lógica del poder
armado. 

En consecuencia la descentralización y la apertura económica trajeron consigo


oportunidades nefastas que han sido aprovechadas de formas inimaginables por los grupos
al margen de la ley, estas han permitido su fortalecimiento además de generar las disputas
de poder desde el territorio en búsqueda de mantener sus hegemonías; las hegemonías
representan un ejercicio de poder territorial soportada desde el empleo de la violencia que
suprime la libertad política de las comunidades que residen donde se vive con mayor
intensidad las consecuencias del conflicto armado, todo esto tiene lugar desde el
fortalecimiento económico y los micropoderes.

Ahora bien, el territorio desde el conflicto armado se ha entendido como una


estrategia de poder y se sitúa en unos lugares particulares, los cuales inicialmente le
proveen a estos grupos armados los beneficios económicos de los cuales se lucraba en un
principio. La distribución territorial está marcada por el proceso que lleva la consolidación
de los grupos al margen de la ley,  Salas 2016 menciona cuatro periodos, el primero va de
1986 a 1998  caracterizado por ser el primer intento fallido de la firma de la paz en la
presidencia de Pastrana, en este periodo la presencia de la fuerza pública es menor a la de
grupos guerrilleros y los grupos paramilitares estaban iniciando su expansión por la región
del Magdalena medio, córdoba y  urabá, expandiendose también hacia el sur por el
putumayo, la afectación territorial para este periodo se sitúa en el departamento fronterizo
de Arauca y en la región del Magdalena medio, Santander; el primer corredor en disputa
durante este tiempo corresponde a  la frontera con Venezuela , desde el municipio de Puerto
Carreño en el Vichada, pasando por el Catatumbo hasta la Guajira. 

El segundo momento corresponde a 1999 hasta el 2003, destacado por la


negociación de la paz en medio del conflicto, el narcotráfico actúa de forma activa
dinamizando el conflicto armado en el territorio, los departamentos y regiones que estaban
intervenidas en el periodo inicial se encuentran más afectadas por el conflicto armado para
este momento, otros lugares como la Sierra Nevada de Santa Marta, las zonas montañosas
de Valledupar, La guajira, en el departamento del Magdalena, el Meta y Caquetá, el
Guaviare y el bajo Putumayo, el oriente Antioqueño, Nariño, presentan gran afectación por
el conflicto armado, finalmente mencionar la importancia que empiezan a tener los rios. 

El tercer periodo corresponde a los años 2004 y 2012, en él la Fuerza Pública tiene
una presencia diferente ante las dinámicas de los grupos al margen de la ley en la
presidencia de Álvaro Uribe Vélez, en este periodo el territorio sigue estando en disputa y
constante tensión, para el caso del corredor fronterizo con Venezuela se sigue manteniendo
altamente afectado por el conflicto y se nombra la presencia de otros corredores como el
Tetey-Orinico en el cual se concentraban cultivos de coca desde el Bajo Putumayo (frontera
con Ecuador), pasando por el Caquetá, continuando por el río Guaviare hasta su
desembocadura en el Orinoco (frontera con Venezuela). El último corredor en disputa, es el
de la cordillera central que parte desde los departamentos de Cauca, Huila y Tolima;
continuando por Caldas y finalizando en el oriente antioqueño.
Finalmente el último periodo inicia en el 2013 hasta el 2015 y en es lo que más
destaca son las negociaciones de la paz en la Habana durante la presidencia de Santos y una
disminución de la afectación del conflicto armado en el territorio, sin embargo hechos en
contra de la infraestructura petrolera y eléctrica denotan la presencia de resistencia armada
en lugares en los que aún la presencia de grupos guerrilleros sigue teniendo mayor fuerza. 

De acuerdo a lo anterior, para Salazar L el territorio adquiere relevancia en el


desarrollo del conflicto armado ya que las áreas geográficas de Colombia se caracterizan
por representar un alto valor geoestratégico para los actores participes de la violencia, bien
sea por ser un corredor de movilidad, por configurarse en una zona de protección y/o
retaguardia por las características geográficas y ambientales, o por significar su control una
posibilidad para la obtención de fuentes económicas; o todas o algunas combinaciones de
las anteriores.

Por ultimo, podemos concluir que el conflicto armado en Colombia además de generar
procesos de desplazamiento forzado, masacres y violencia, se a generado una lucha
constante por la apropiación del territorio ya sea para obtener vías de acceso para la
generación y distribución de cultivos ilícitos, lugares estratégicos para evadir a las
autoridades o simplemente por control de la población, pero como se genero o quien
controla o distribuye el territorio en Colombia son preguntas que surgen y que son producto
de en control político y la corrupción que emerge en lugares como el Caquetá choco o
amazonas. A modo de conclusión podemos decir que se puede generar un cambio basado
en diferentes como lo son

 Personas involucradas en conflicto armado recuperen y se apropien de los territorios


a los cuales fueron despojados
 Políticas viables y claras para el uso y manejo de cultivos de coca
 Distribución adecuada de los recursos en cada territorio
 Apoyo a entidades territoriales para tener un control en cada población
 Mayor control de la fuerza publica en diferentes comunidades
 Desde la educación generar un cambio de pensamiento y apropiación del territorio

Refere ncias

Salazar, L. G. S. (2016). El conflicto armado y su incidencia en la configuración territorial:


Reflexiones desde la ciencia geográfica para la consolidación de un periodo de pos
negociación del conflicto armado en Colombia. Bitácora Urbano-Territorial, 26(2), 45-57.

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