Está en la página 1de 21

Historia militar de Canadá

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Soldados canadienses avanzando detrás de un tanque en la Batalla de la cresta de


Vimy, uno de los mayores triunfos militares de Canadá.
La historia militar de Canadá abarca cientos de años de acontecimientos armados
dentro del territorio que actualmente comprende Canadá y el papel del ejército
canadiense en los conflictos militares y las fuerzas de paz en todo el mundo.

Por miles de años, el área que se convertiría en Canadá fue el sitio de esporádicas
guerras intertribales entre la gente de las Primeras Naciones de Canadá. A partir
del siglo XVI, la llegada de los europeos provocó conflictos entre los pueblos
aborígenes y los europeos colonizadores en el Nuevo Mundo. Desde el siglo XVII, la
región fue lugar de conflictos entre franceses y británicos durante más de un
siglo, ya que ambos se aliaron con varios grupos de las Primeras Naciones. En 1763,
los británicos salieron victoriosos y los civiles franceses, a quienes los
británicos esperaban asimilar, fueron declarados "súbditos británicos". Nuevos
desafíos pronto surgieron cuando las colonias del norte decidieron no tomar parte
en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y permanecieron leales a la
Corona británica. Los estadounidenses triunfantes buscaron extender su república y
realizaron invasiones en 1775 y en 1812. En ambas ocasiones, los estadounidenses
fueron rechazados por las fuerzas británicas y locales; no obstante, esta amenaza
permanecería hasta bien entrado el siglo XIX y parcialmente propiciaría la
Confederación Canadiense en 1867.

Después de la Confederación, y en medio de mucha controversia, fue creado el


Ejército Canadiense. Canadá, sin embargo, permaneció como colonia británica, y las
fuerzas canadienses combatieron junto a sus similares británicas en la Segunda
Guerra de los Bóer y en la Primera Guerra Mundial. Mientras que con el Estatuto de
Westminster vino la independencia del país, los lazos de Canadá con el Reino Unido
permanecieron fuertes, y los británicos gozaron una vez más del apoyo canadiense en
la Segunda Guerra Mundial. No obstante, desde la Segunda Guerra Mundial Canadá se
comprometió al multilateralismo y ha ido a la guerra solo dentro de coaliciones
multinacionales tal como en la Guerra de Corea, la Guerra del Golfo, la Guerra de
Kosovo y la Guerra en Afganistán de 2001. Canadá también ha jugado un papel
importante en las operaciones de las fuerzas de paz de la ONU en todo el mundo y ha
aportado más tropas acumulativamente que cualquier otro país. Hasta 2006, Canadá
tenía el segundo número más alto de bajas en las fuerzas de paz en el mundo, solo
detrás de la India.1

Índice
1 Colonización europea
1.1 Primeras naciones
1.2 Primeros asentamientos franceses
2 Conflicto anglo-francés
2.1 Siglo XVII
2.2 Inicios del siglo XVIII
2.3 Guerra de los Siete Años
3 Conflictos con los Estados Unidos
3.1 Guerra de 1812
3.2 Retirada británica
3.3 Ataques fenianos
4 Autonomía canadiense
4.1 Milicia canadiense
4.2 Guerra de los Bóer
4.3 Creación de la Marina Canadiense
4.4 Creación del Ejército Canadiense
4.5 Creación de la Fuerza Aérea Canadiense
5 Guerras mundiales
5.1 Primera Guerra Mundial
5.2 Segunda Guerra Mundial
6 Multilateralismo, fuerzas de paz y la Guerra Fría
6.1 Canadá en Corea
6.2 Fuerzas de paz
6.3 Fuerzas canadienses en Europa
6.4 Unificación
7 La era posterior a la Guerra Fría
7.1 Guerra del Golfo
7.2 Guerra en Afganistán
7.3 Invasión de Irak de 2003
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Véase también
11 Enlaces externos
Colonización europea
Primeras naciones

Reconstrucción de una aldea vikinga en L'Anse aux Meadows, Terranova y Labrador.


Los primeros conflictos entre europeos e indígenas pueden haber ocurrido alrededor
del año 1006, cuando los nórdicos intentaron establecerse a lo largo de la costa de
la isla de Terranova. Según las sagas nórdicas, los nativos beothuk (llamado
skraelings o skrælingar por los nórdicos) respondieron tan ferozmente a los
intentos de colonización por parte de los recién llegados que estos finalmente
tuvieron que marcharse. Entre los futuros colonizadores europeos, las Primeras
Naciones se ganaron una reputación de violencia y salvajismo. Los nativos no
consentían la idea de rendirse, y solían torturar y matar a aquellos que lo
hacían.2

Antes de la llegada de los europeos, algunas guerras entre las Primeras Naciones
tendían a ser formales y de carácter ritualista, y suponían relativamente pocas
bajas.3 Pero también existe evidencia de guerras mucho más violentas, incluso el
genocidio completo de algunos grupos a manos de otros, tal como el desplazamiento
total de la Cultura Dorset de Terranova por parte de los beothuk previamente
mencionados, así como por los inuit y los thule en otras regiones. No hay
evidencias de continuidad genética o cultural, así que se piensa que los Dorset
simplemente fueron exterminados.4 Para el año 1350 ya habían desaparecido
completamente.4

En lo que es ahora el sureste de Canadá habitaban, antes de la llegada de los


europeos, muchos pueblos nativos. De ellos destacaban los de la Confederación
Iroquesa, formada por cinco tribus: seneca, oneida, cayuga, onondaga y mohawk.56 A
ellos se sumaría la tribu tuscarora en el siglo XVIII. El motivo de esta alianza
era acabar con las frecuentes luchas entre los grupos de la región.5 Después de la
llegada de los europeos, las luchas fueron más sangrientas y decisivas,
especialmente al quedar las tribus en medio de las rivalidades económicas y
militares de los colonizadores europeos. A fines del siglo XVII, las Primeras
Naciones de la costa atlántica rápidamente adoptaron el uso de las armas de fuego,
sustituyendo al tradicional arco.7 Mientras que un guerrero habilidoso podía
esquivar una flecha, y una armadura de madera ofrecía cierta protección contra las
flechas, nada los protegía de una bala. Incluso las heridas en los miembros
provocadas por estas balas lentas y de alto calibre podían resultar fatales. La
adopción de las armas de fuego incrementó significantemente el número de bajas. El
derramamiento de sangre en los conflictos entre nativos también aumentó
dramáticamente debido a la distribución irregular de las armas de fuego y los
caballos entre los grupos nativos.

Las tribus nativas se volvieron aliados importantes de los franceses e ingleses en


la lucha por la hegemonía norteamericana durante los siglos XVII y XVIII; estas
alianzas intensificaron la violencia. Por ejemplo, arrancar el cuero cabelludo del
enemigo, práctica que actualmente se cree que existía desde antes de la llegada de
los europeos, se volvió más común ya que los europeos demandaban la presentación
del cuero cabelludo como prueba de su triunfo militar.8

Primeros asentamientos franceses

Mapa de Nueva Francia que muestra a ciertas tribus de amerindios en Canadá, 1702.
Los franceses bajo el mando de Samuel de Champlain fundaron el asentamiento de
Annapolis Royal en 1605 y la ciudad de Quebec en 1608,910 aliándose rápidamente con
los nativos de esa zona, lo que los condujo a conflictos con otros habitantes
indígenas. Por ejemplo, poco después de la fundación de Quebec, Champlain se
integró a una alianza huron-algonquina que era enemiga de la Confederación
Iroquesa.11 Durante el periodo de colonización los iroqueses impidieron el pleno
establecimiento de los franceses, enfrentándose frecuentemente contra ellos y sus
aliados.11 En la primera batalla, las superiores armas francesas dispersaron
rápidamente a varios grupos de nativos congregados. Los iroqueses cambiaron sus
tácticas al juntar sus habilidades de caza y sus conocimientos profundos del
terreno con el uso de armas de fuego, que obtuvieron gracias a los holandeses; de
esta forma, desarrollaron una versión muy efectiva de guerra de guerrillas y se
convirtieron en una amenaza formidable para todos excepto para las escasas ciudades
fortificadas. Al mismo tiempo que los franceses suministraban pocas armas a sus
aliados indígenas, los iroqueses emprendieron una guerra devastadora contra las
tribus de la región de los Grandes Lagos. Durante el primer siglo de su existencia
la amenaza principal para los habitantes de Nueva Francia vino de la Confederación
Iroquesa, particularmente de sus habitantes más orientales, los mohawk. Mientras
que la mayoría de las tribus en la región eran aliadas de los franceses, los
iroqueses se aliaron primero con los holandeses, y, después de la cesión de Nueva
Holanda a Inglaterra, con los británicos, y con esto recibieron sus armas y su
apoyo.

Las Guerras franco-iroquesas continuaron intermitentemente hasta el siglo XVIII,


con gran brutalidad en ambos bandos. En respuesta a la amenaza iroquesa, el
gobierno francés envió al Regimiento Carignan-Salières, el primer grupo de soldados
uniformados profesionales en pisar lo que hoy es el territorio canadiense. Después
de que se lograra la paz, este regimiento fue disuelto en Canadá. Los soldados se
establecieron en el valle del San Lorenzo y, a finales del siglo XVII, formaron la
base de las Compagnies Franches de la Marine ("Compañías Francesas de la Marina"),
la milicia local. Más tarde, las milicias se desarrollaron para formar los
seigneuries ("señoríos").

Conflicto anglo-francés
Canadá fue colonizada por dos grandes potencias europeas que estaban históricamente
en desacuerdo una con la otra —Inglaterra y Francia—, y fue inevitable que esta
tensión de años se desbordara sobre Canadá; durante los siglos XVII y XVIII, hubo
conflictos continuos entre las potencias colonizadoras del territorio canadiense.

Siglo XVII

Antes de la Batalla de Quebec de 1690, Frontenac rechaza a los enviados ingleses:


"La única respuesta que tengo para su general es a través de las bocas de mis
cañones".
Dos años después de que los franceses fundaran Annapolis Royal, los ingleses
establecieron su primer asentamiento, en Jamestown, Virginia al sur.12 A partir de
estas bases, emergerían colonias mucho mayores. La colonia francesa de Quebec en el
río San Lorenzo se basó principalmente en el comercio de pieles y disfrutó del
apoyo de la Monarquía de Francia. Creció lentamente en medio de las duras
condiciones geográficas y climáticas. Las colonias inglesas localizadas al sur, con
condiciones más favorables, desarrollaron economías más diversificadas y
florecieron. El resultado fue que para la década de 1750, cuando las rivalidades
económicas, políticas y militares desembocaron en la Guerra de los Siete Años, la
población total de las 13 colonias inglesas era de 1.500.000, mientras que la de
los rivales franceses al norte era de tan solo 60.000. Como resultado, fuera de sus
fortalezas de Quebec y Louisbourg, los franceses fueron forzados a emplear tácticas
de guerra de guerrillas, en gran parte adoptadas de los nativos. La forma de lucha
de guerrilla se conoció como la petite guerre.13 Durante el siglo XVII, hubo varias
escaramuzas entre las dos grandes potencias. En 1629, un grupo de merodeadores
ingleses capturaron y quemaron la fortaleza en Quebec y se llevaron a Champlain y a
los otros líderes como prisioneros a Inglaterra.14 Sin embargo, en 1632 los
ingleses pidieron disculpas y devolvieron la ciudad a los franceses, quienes
reconstruyeron su capital y reanudaron sus esfuerzos. La siguiente amenaza seria
para Quebec en el siglo XVII vino en 1690 cuando, alarmadas por los ataques de la
petite guerre, las colonias de Nueva Inglaterra enviaron una expedición armada
hacia el norte, bajo el mando de Sir William Phips, para capturar la fuente de los
problemas: Quebec. La expedición estaba pobremente organizada y tenía poco tiempo
para alcanzar su objetivo, habiendo llegado a mediados de octubre, poco antes de
que el San Lorenzo se congelara. La expedición fue responsable de provocar uno de
los más famosos pronunciamientos en la historia militar canadiense. Cuando Phips le
demandó que se rindiera, el gobernador de Nueva Francia Louis de Buade de
Frontenac, en ese entonces en su segundo periodo de mandato, contestó (de acuerdo a
los reportes del propio Frontenac): "Responderé ... sólo con las bocas de mis
cañones y los disparos de mis mosquetes" ("I will answer … only with the mouths of
my cannons and the shots of my muskets"). Después de un solo desembarque frustrado
en la costa de Beauport al este de la ciudad, el ejército inglés se retiró por las
aguas heladas del río San Lorenzo.

Inicios del siglo XVIII


Durante el siglo XVIII, la lucha anglo-francesa en Canadá se intensificó ya que la
rivalidad entre las naciones empeoró en Europa. Al crecer las preocupaciones, el
gobierno francés invirtió más y más recursos militares en sus colonias
norteamericanas. Costosas guarniciones fueron mantenidas en los distantes puestos
de comercio de pieles, las fortificaciones de Quebec fueron perfeccionadas y
aumentadas, y un nuevo pueblo fortificado fue construido en la costa este de Île
Royale, o Isla de Cabo Bretón: la fortaleza de Louisbourg, la llamada "Dunkerque
del Norte".

En tres ocasiones durante el siglo XVIII, las colonias francesas e inglesas de


Norteamérica se encontraron en guerra. Las dos primeras grandes guerras fueron
ramificaciones locales de los conflictos europeos de mayor dimensión: la Guerra de
Sucesión Española (1702-1713) y la Guerra de Sucesión Austriaca (1744-1748). La
última, la Guerra de los Siete Años (1756-1763) inició en el valle del Ohio. La
petite guerre de los canadienses dejó una sensación de terror y devastación a
través de los pueblos y aldeas del norte de Nueva Inglaterra, a veces incluso en
lugares más hacia el sur como Virginia.15 La guerra también se extendió a los
fuertes localizados a lo largo de la costa de la Bahía de Hudson. En 1713, un
ejército británico logró capturar Port Royal, la capital francesa de Acadia en lo
que actualmente es Nueva Escocia. Como resultado, Francia se vio forzada a ceder el
control del territorio de Nueva Escocia a Gran Bretaña en el Tratado de Utrecht,
dejando a los actuales territorios de Nuevo Brunswick, Isla del Príncipe Eduardo e
Isla de Cabo Bretón en manos de los franceses. La posesión británica de la Bahía de
Hudson fue garantizada con el mismo Tratado.16

Durante la Guerra de Sucesión Austriaca, un ejército de la milicia de Nueva


Inglaterra, bajo el mando de William Pepperell y el Comodoro Peter Warren de la
Marina Real Británica, capturó exitosamente Louisbourg en 1745. No obstante, con el
Tratado de Aquisgrán que terminó la guerra en 1748, Francia recuperó a Louisbourg
al intercambiar otras de sus conquistas en los Países Bajos y la India. Los
habitantes de Nueva Inglaterra estaban furiosos, y como contrapeso ante el continuo
poder de Francia en Louisbourg, los británicos fundaron el asentamiento militar de
Halifax en 1749, con una poderosa base naval en su espacioso puerto para protegerse
de los franceses.17

Guerra de los Siete Años


Artículo principal: Guerra de los Siete Años

Mapa que muestra las posesiones inglesas (de rosa) y las francesas (de azul) poco
antes de que estallara la Guerra de los Siete Años.
En 1754, la Guerra de los Siete Años estalló en Norteamérica,18 donde en ocasiones
es llamada la Guerra Franco-india. Los franceses habían comenzado a desafiar los
reclamos territoriales de los comerciantes angloamericanos en el valle del Ohio al
oeste de los Apalaches —tierra que fue reclamada por algunas de las colonias
británicas en sus estatutos reales—. Los franceses buscaban el control de estos
territorios para la obtención de pieles, así como las costas de Terranova para la
pesca.18 También planeaban frenar la expansión inglesa hacia el oeste y unir sus
posesiones del norte con las del sur, en la región de Nueva Orleans.18 Para ello,
en 1753, los franceses iniciaron la ocupación militar del valle del Ohio al
construir una serie de fuertes. En 1755, los británicos enviaron dos regimientos a
Norteamérica para expulsar a los franceses de estos fuertes, pero fueron derrotados
por los francocanadienses y los amerindios cuando se aproximaron al Fort
Duquesne.18 La guerra fue formalmente declarada en 1756, y en Quebec, seis
regimientos franceses de troupes de terre, o líneas de infantería, estuvieron bajo
el comando del recién llegado general, el Marqués de Montcalm. Acompañándolo
estuvieron otros dos batallones de troupes de terre, elevando el número total de
soldados profesionales franceses en la colonia a cerca de 400. Esta fue la primera
agrupación significante de soldados profesionales entrenados en lo que se
convertiría en el territorio canadiense.

Bajo las órdenes de su nuevo comandante, los franceses al principio consiguieron


unas cuantas victorias sorpresivas sobre los británicos, primero en Fort William
Henry al sur del lago Champlain, donde, en 1757, más de 2200 hombres, en su mayor
parte soldados comunes británicos, se rindieron.19 Al año siguiente, una victoria
aún mayor se consiguió cuando el ejército británico —con unos 15.000 hombres bajo
el mando del mayor general James Abercrombie— fue rotundamente derrotado en su
ataque en una fortificación francesa en Carillon (más tarde renombrado Fuerte
Ticonderoga por los británicos) en la parte sur del lago Champlain. Los franceses
no eran más de 3500, pero antes de que los británicos se retiraran, los franceses
habían causado la pérdida de unos 2.000 hombres, en comparación a una pérdida
francesa de unos 350. Mientras tanto, el esfuerzo británico de la guerra había sido
impulsado con el nombramiento de William Pitt como primer ministro del Reino
Unido,20 quien estaba determinado a ganar batallas y decidió que Norteamérica sería
el quid del esfuerzo militar británico. En junio de 1758, un ejército británico de
13 000 soldados bajo el mando del mayor general Geoffrey Amherst, con James Wolfe
como uno de sus brigadistas, permanentemente capturó la Fortaleza de Louisbourg.

La muerte del general Wolfe, pintura de Benjamin West, apócrifamente representa los
momentos finales del General Wolfe durante la Batalla de las Llanuras de Abraham en
1759.
Un año después Wolfe fijó su atención en la Ciudad de Quebec. Después de varios
intentos fallidos de desembarcar, incluyendo unas derrotas particularmente
sangrientas en Beauport y Montgomery, Wolfe logró llevar a su ejército a la costa,
en las Llanuras de Abraham, el 12 de septiembre. Montcalm, en contra del criterio
de sus oficiales, se hizo a la mar con un ejército numéricamente inferior para
encontrarse con los británicos. Una batalla de grandes dimensiones tuvo lugar en la
que Wolfe fue asesinado, Montcalm herido de muerte, y 658 británicos y 644
franceses cayeron muertos o heridos. Gravemente dañados por las descargas masivas
de los británicos, los franceses se retiraron hacia la ciudadela y soportaron un
duro sitio y bloqueo económico por parte de los británicos antes de capitular el 18
de septiembre.

Sin embargo, en la primavera de 1760, el último general francés, François Gaston de


Lévis, marchó de Montreal a Quebec y derrotó a los británicos en Sainte Foy en una
batalla similar a la del año anterior; entonces la situación era la contraria, con
los franceses sitiando las fortificaciones de Quebec detrás de las cuales los
británicos se refugiaban. No obstante, los franceses finalmente tuvieron que
reconocer la pérdida de Nueva Francia cuando la Marina Real Británica en lugar de
la flota francesa fue la que zarpó por el río San Lorenzo cuando el hielo del
invierno se derritió. Francia perdió casi todas sus posesiones norteamericanas, y
retuvo solamente las pequeñas islas de San Pedro y Miquelón como base de su
flotilla pesquera, que operó en los Grandes Bancos. Los franceses se retiraron
formalmente de Norteamérica en 1763 cuando firmaron el Tratado de París.18 A
Francia se le dio la opción de conservar o Nueva Francia o su colonia insular en el
Caribe productora de azúcar, Guadalupe, y eligió a la segunda, ya que tenía diez
veces el PIB de Quebec y, a diferencia de la otra, era rentable.

Conflictos con los Estados Unidos


Aun con la amenaza francesa eliminada, las colonias británicas de la costa este se
volvieron cada vez más intranquilas. La Guerra de Independencia de los Estados
Unidos en gran parte surgió de su desacuerdo a pagar impuestos para apoyar la
creación de un gran establecimiento militar, cuando no había un enemigo obvio. Esto
se vio incrementado por futuras sospechas de las intenciones británicas cuando el
valle de Ohio y otros territorios occidentales demandados previamente por Francia
no fueron anexados a las colonias británicas existentes, especialmente Pensilvania
y Virginia, que tenían reclamos de mucho tiempo atrás en la región. En cambio,
según el Acta de Quebec, este territorio fue reservado para las Primeras Naciones.
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1776-1783) vio a los
revolucionarios usar la fuerza para liberarse del dominio británico y para reclamar
estas tierras occidentales. Las fuerzas americanas tomaron Montreal y la cadena de
fortalezas en el valle del Richelieu, pero los intentos de los revolucionarios para
tomar Quebec fueron repelidos. Durante esta época la mayoría de los
francocanadienses permanecieron neutrales. El fracaso de los revolucionarios en
estas áreas, y la lealtad a Gran Bretaña aún presente en algunos colonos,
resultaron en la división del imperio británico en América del Norte. Muchos
americanos que seguían siendo leales a la Corona, conocidos como los Lealistas del
Imperio Unido, se movieron hacia el norte,21 incrementando notablemente la
población de habla inglesa en la zona. La república independiente de los Estados
Unidos emergió al sur, mientras que una serie de colonias británicas leales
siguieron existiendo a lo largo de su frontera norte. A las colonias británicas
restantes se les conoció colectivamente como Norteamérica británica.

Guerra de 1812
Artículo principal: Guerra anglo-estadounidense de 1812
Después del cese de las hostilidades, la animosidad y desconfianza continuaron
entre los Estados Unidos y el Reino Unido. Esto se tradujo en una guerra en 1812,
cuando los estadounidenses le declararon la guerra a los británicos. Los
estadounidenses estaban fastidiados debido al hostigamiento por parte de los
británicos sobre los barcos estadounidenses en alta mar, algo que sucedió debido a
la participación británica en las Guerras Napoleónicas que se estaban llevando a
cabo en esa época. Los británicos querían evitar que los norteamericanos
comerciaran con Francia y sus aliados,22 mas ellos sentían que sus derechos
marítimos como país neutral no estaban siendo respetados.23 Los estadounidenses no
poseían una flota capaz de desafiar a la Marina Real Británica, y por lo tanto una
invasión a Canadá fue propuesta como el único medio factible de atacar al Imperio
Británico. Los estadounidenses en la frontera oeste de la nación también esperaban
que una invasión propiciara el fin a lo que veían como un apoyo de parte de los
británicos a los indígenas nativos (proporcionándoles armas), los cuales eran
hostiles hacia los estadounidenses y se resistían a su expansión hacia el oeste.
Deseaban que la invasión ultimara sus reclamos en los territorios occidentales. La
estrategia inicial era hacerse con Canadá temporalmente a fin de forzar las
concesiones de los británicos. Sin embargo, al progresar la guerra, la anexión
total era citada más frecuentemente como un objetivo —una expresión anticipada de
lo que más tarde sería llamado "doctrina del destino manifiesto"—. Muchos
estadounidenses esperaban que los francocanadienses recibieran con agrado la
oportunidad de derrocar a sus gobernantes británicos.24 Sin embargo, la realidad
era otra, pues aunque los habitantes del Bajo Canadá (la parte francófona de
Canadá, en contraparte a la parte inglesa, el Alto Canadá) no apoyaban
incondicionalmente a los británicos, tampoco se alegraban con la idea de una
invasión estadounidense.24

"¡Sigan adelante, valientes Voluntarios de York!" El mortalmente herido general


Brock impulsa a la milicia canadiense a continuar en la batalla.
Los estadounidenses mandaron una invasión a través de su frontera norte en julio de
1812, después de que la guerra fuera declarada el 18 de junio.25 Los
estadounidenses pensaban que hacerse con Canadá sería sencillo, pero dada la mala
organización y la falta de fondos con la que contaban, su tarea se vio
complicada.25 La guerra ardió por toda la frontera del Alto Canadá, tanto en tierra
como en las aguas de los Grandes Lagos. Los británicos capturaron exitosamente
Detroit en agosto, donde el ejército bajo las órdenes del general William Hull se
rindió ante una fuerza comandada por el canadiense Isaac Brock.25 El 12 de julio,
Hull había invadido Canadá en Sandwich (más tarde conocido como Windsor). La
invasión fue detenida rápidamente, y Hull se retiró, pero esto le dio a Isaac Brock
la excusa que necesitaba para abandonar las órdenes del Comandante en jefe de
Norteamérica, George Prévost. Asegurando el auxilio por parte del jefe shawnee
Tecumseh, Brock avanzó hacia Detroit. En este punto, incluso con sus aliados
nativos, Brock era superado en número aproximadamente en dos a uno. No obstante,
Brock había juzgado a Hull como un hombre tímido, y particularmente temeroso de los
soldados de Tecumseh. De esta forma Brock decidió usar una serie trucos para
intimidar a Hull. La derrota de Detroit fue total y definitiva. Más adelante, un
considerable frente estadounidense en la frontera de Niágara fue derrotado en la
Batalla de Queenston Heights por un ejército combinado de tropas británicas
regulares y milicia colonial bajo el mando de Sir Isaac Brock, quien perdió su vida
en la batalla.25

1813 fue el año de las victorias estadounidenses, cuando recuperaron Detroit y


disfrutaron de una serie de éxitos a lo largo de la orilla occidental del Lago
Erie, culminando en la Batalla del Lago Erie (10 de septiembre) y la Batalla de
Moraviantown o Batalla del Támesis el 5 de octubre. La batalla naval aseguró el
dominio estadounidense de los lagos Erie y Hurón. En la Batalla del Támesis, no
obstante, los británicos perdieron a uno de sus comandantes clave, Tecumseh.25 Más
hacia el este, los estadounidenses lograron capturar y quemar York (más tarde
Toronto) y tomaron el Fuerte George en Niágara, el cual retuvieron hasta el final
de ese año. No obstante, en el mismo año, dos ataques estadounidenses contra
Montreal fueron repelidos —uno por un ejército de soldados británicos regulares en
Crysler's Farm, al suroeste de la ciudad en el río San Lorenzo; el otro, por un
ejército conformado en su mayor parte de milicia francocanadiense bajo el mando de
Charles de Salaberry, al sur de la ciudad en Allan's Corners en el río Chateauguay
—. Las tribus iroquesas del Alto Canadá, los caughnawagas de las cercanías de
Montreal, y tribus occidentales bajo el mando del jefe Tecumseh, fueron aliados
valiosos de los británicos durante la campaña. Estos guerreros fueron parte
importante en muchas batallas y en varias ocasiones tuvieron un impacto psicológico
debilitante en el enemigo.

1814 fue el año de las derrotas estadounidenses. Los británicos recapturaron todo
su territorio perdido y tomaron Michilimackinac en Míchigan. La derrota de Napoleón
en Europa le otorgó a los británicos la oportunidad de volver su atención a la zona
norteamericana y enviar más tropas a aquella guerra,25 lanzando ataques a
Washington D. C., Baltimore y Nueva Orleans. Después de la captura de Washington D.
C. en septiembre en Bladensburg, los británicos quemaron el Capitolio y la Casa
Blanca, la cual fue previamente pintada de rosa. Los estadounidenses eligieron el
camino de la paz después de esta derrota, a lo cual accedieron los británicos
después de su derrota en Plattsburgh.26

En diciembre de 1814, los dos oponentes firmaron el Tratado de Gante con el que
cesaban las hostilidades y se restauraban las fronteras que habían existido antes
de la guerra.26 En realidad el tratado de paz no tocó los puntos por los que había
comenzado la guerra. Sin embargo, esta sí ayudó a crear un sentimiento de identidad
nacional tanto entre los estadounidenses como entre los canadienses.26 La exitosa
defensa de Canadá dependió casi en su totalidad de las tropas británicas regulares,
la Marina Real Británica y los indios nativos aliados. En Canadá la guerra es vista
como una importante victoria canadiense y en los Estados Unidos en cambio es
considerada como una victoria estadounidense (debido a las batallas de Baltimore y
Nueva Orleans antes del fin de la guerra).

Retirada británica
El temor de que los estadounidenses recobraran su deseo de conquistar Canadá
permaneció como una preocupación seria por al menos medio siglo, y fue la principal
razón de la retención de una gran guarnición británica en el lugar. De la década de
1820 a la de 1840, hubo una construcción extensiva de fortificaciones en las
colonias, ya que los británicos intentaron crear puntos fuertes alrededor de los
cuales las fuerzas defensoras se concentraran en el caso de una invasión
estadounidense; esto incluía a las ciudadelas en Quebec y Halifax, y al Fuerte
Henry en Kingston. El Canal Rideau fue construido durante estos años para permitir
a las embarcaciones en tiempos de guerra viajar en una ruta más norteña de Montreal
a Kingston (la ruta habitual en tiempos de paz era el río San Lorenzo, que
constituía el borde norte de la frontera estadounidense, y por lo tanto era
vulnerable al ataque y la interferencia del enemigo).

Soldados regulares británicos luchando en la Batalla de Saint-Denis, 1837.


Una de las acciones más importantes por las fuerzas británicas durante este periodo
fue el sofocamiento de las Rebeliones de 1837. La Rebelión del Alto Canadá fue
derrotada rápida y decisivamente por el ejército británico. La Rebelión del Bajo
Canadá fue una mayor amenaza para los británicos, y los rebeldes resultaron
victoriosos en la Batalla de Saint-Denis el 23 de noviembre.27 Dos días después,
los rebeldes fueron derrotados en la Batalla de Saint-Charles, y el 14 de
diciembre, finalmente fueron sofocados en la Batalla de Saint-Eustache.27

Para los años 1850, el temor de una invasión estadounidense había comenzado a
disminuir, y los británicos se sintieron capaces de empezar a reducir el tamaño de
su guarnición. El Tratado de la Reciprocidad, negociado entre Canadá y los Estados
Unidos en 1854, ayudó a aliviar las preocupaciones. Sin embargo, las tensiones
repuntaron nuevamente durante la guerra civil estadounidense (1861-1865),
aparentemente alcanzando su punto más alto con el Incidente de Trent ocurrido a
fines de 1861 e inicios de 1862. Esto se desencadenó cuando el capitán de un
cañonero estadounidense detuvo al RMS Trent y despidió a dos oficiales confederados
que estaban vinculados al Reino Unido. El gobierno británico estaba indignado y,
con la guerra aparentemente inminente, tomó medidas para reforzar su guarnición en
la Norteamérica británica, que fue incrementada de una fuerza de 4.000 hombres a
unos 18.000. Al final, la guerra fue evitada, y la sensación de crisis disminuida.
Este incidente resultó ser el último episodio mayor de confrontaciones militares
anglo-estadounidenses en Norteamérica, ya que ambas partes empezaron a notar los
beneficios de una relación amistosa. Al mismo tiempo, muchos canadienses fueron
hacia el sur a luchar en el Guerra Civil, la mayoría integrándose al Ejército de la
Unión, aunque algunos canadienses, especialmente de las milicias de Toronto, eran
simpatizantes de la Confederación.

Mientras tanto, el Reino Unido comenzaba a preocuparse de las amenazas militares


más cercanas a ellos, y les disgustaba pagar para mantener una guarnición en
colonias que se estaban volviendo independientes, y que, después de 1867, se
unieron para formar el autónomo Dominio de Canadá según el Acta de la Norteamérica
británica.28 Consecuentemente, en 1871, las tropas de la guarnición británica se
retiraron completamente de Canadá, excepto en Halifax y Esquimalt, donde las
guarniciones británicas permanecieron solamente por razones estratégicas del
Imperio.

Ataques fenianos
Fue durante este periodo de reconsideración de la presencia militar británica en
Canadá y su inminente retirada que ocurrió la última invasión al territorio
canadiense. No fue realizada por ningún oficial del gobierno de los Estados Unidos,
sino por una organización conocida como los fenianos. Este era un grupo de
irlandeses estadounidenses, en su mayor parte veteranos del ejército federal de la
Guerra Civil, que creían que al hacerse con Canadá, podrían obtener concesiones por
parte del gobierno británico respecto a su situación política en Irlanda,29 más
específicamente su independencia.30 Los fenianos habían también estimado
incorrectamente que los irlandeses canadienses, que eran bastante numerosos,
apoyarían sus intenciones invasivas y se sublevarían, tanto política como
militarmente.

La Batalla de Ridgeway, 1866.


Después de los eventos de la Guerra Civil, el sentimiento antibritánico era alto en
los Estados Unidos. Los buques de guerra confederados construidos por británicos
habían causado estragos en el comercio de Estados Unidos durante la guerra. Los
irlandeses estadounidenses eran una circunscripción electoral grande e importante,
particularmente en partes de los estados del noreste, y grandes regimientos de
irlandeses estadounidenses habían participado en la guerra. De esta manera, aunque
estaba profundamente preocupado por los fenianos, el gobierno de los Estados
Unidos, dirigido por el Secretario de Estado William Henry Seward,31 generalmente
ignoraba los intentos de organización fenianos. A los fenianos se les permitió
organizarse y armarse abiertamente, e incluso se les autorizó reclutar gente en los
campamentos del Ejército de la Unión.32 Los estadounidenses no estaban preparados
para arriesgarse en una guerra con los británicos, e intervinieron cuando los
fenianos amenazaron con poner en peligro la neutralidad estadounidense.

Los fenianos eran una amenaza moderada para Canadá, pues siendo veteranos del
ejército federal estaban bien armados. Realizaron tres ataques en 1866: uno en la
Isla Campobello en Nuevo Brunswick en abril, y los otros en las regiones de los
valles del Niágara y del San Lorenzo en julio. Los ataques en Campobello y en el
valle del San Lorenzo fallaron. Los fenianos ganaron la Batalla de Ridgeway cuando
las tropas canadienses, en su mayoría estudiantes de la Universidad de Toronto y
hombres jóvenes de Hamilton, tuvieron un ataque fallido y una retirada torpe,
aunque los fenianos también se retiraron rápidamente, temiendo un contraataque
británico.33 En Nuevo Brunswick, su fracaso se debió a la presencia de un ejército
de soldados regulares británicos y a la confiscación de las armas fenianas por la
marina estadounidense. Dos ataques posteriores a lo largo de la frontera entre
Quebec y Vermont en 1870 y en Manitoba en 1871 resultaron igualmente infructuosos.

A pesar de estos fracasos, los ataques tuvieron cierto impacto en los políticos de
Canadá, que entraron en negociaciones que condujeron al Acuerdo de la Confederación
de 1867. Los ataques reforzaron la sensación de vulnerabilidad militar,
especialmente porque se sabía que los británicos estaban considerando seriamente la
reducción del tamaño de su guarnición, si no es que su completa retirada. Los
debates acerca de la Confederación fueron hasta cierto punto llevados a cabo bajo
una atmósfera de crisis militar, y la mayor seguridad militar que sería ganada a
través de la puesta en común de los recursos coloniales fue uno de los factores que
pesaron mucho a favor de la Confederación.34

Autonomía canadiense
Milicia canadiense
Con la Confederación Canadiense —es decir, la formación del Dominio de Canadá a
partir de las colonias en la Norteamérica británica—35 en su lugar y la guarnición
británica fuera, Canadá asumió plena responsabilidad de su propia defensa; no
obstante, el Dominio siguió perteneciendo al Imperio Británico y el Reino Unido se
comprometió a enviar ayuda en caso de una emergencia seria, mientras que la Marina
Real continuó proporcionando defensa oceánica. Pequeñas baterías profesionales de
artillería fueron establecidas en Quebec y Kingston. En 1883, una tercera batería
de artillería fue agregada, y pequeñas escuelas profesionales de caballería e
infantería fueron creadas. Estas fueron pensadas para proporcionar un apoyo
profesional para la mucho más grande fuerza de la milicia que debía formar la mayor
parte del esfuerzo de la defensa canadiense. En teoría, cada hombre sano de entre
18 y 60 años era capaz de ser reclutado para el servicio, pero en la práctica, la
defensa del país descansaba sobre los servicios de los voluntarios que componían la
presunta Milicia Activa, la cual en 1869 constaba de 31.170 oficiales y hombres.
Durante las décadas restantes de ese siglo, esta fuerza fue consolidada, atendiendo
a campos de verano, desfilando y ocasionalmente siendo forzada a servir en tiempos
de huelgas y otras emergencias civiles.

Litografía contemporánea de la Batalla de Fish Creek.


Las primeras grandes pruebas para la milicia fueron las expediciones contra las
fuerzas rebeldes de Louis Riel en el oeste canadiense. La Expedición de Wolseley,
compuesta por una mezcla de británicos y fuerzas de milicia, restauró el orden
después de la Rebelión de Red River —un movimiento de autodeterminación nacional—
con escasa violencia en 1870.36 Una mayor prueba fue la Rebelión del Noroeste en
1885 que vio el mayor esfuerzo militar emprendido en suelo canadiense desde el
final de la Guerra de 1812. La rebelión, con los mismos objetivos que la rebelión
anterior,36 comprendió una serie de batallas entre los métis y sus aliados contra
la milicia y la Policía Montada del Noroeste, de las cuales las fuerzas del
gobierno terminaron saliendo victoriosas a pesar de sufrir algunos reveses
inicialmente en Duck Lake, Fish Creek y Cut Knife.

Superados en número y sin municiones, los métis participantes en la Rebelión del


Noroeste se vinieron abajo con el sitio y la Batalla de Batoche. La Batalla de Loon
Lake, con la que terminó este conflicto,37 destaca por ser la última batalla en
haberse combatido en suelo canadiense.38

En 1884, el Reino Unido pidió por primera vez ayuda a Canadá para defender el
imperio. La nación madre le solicitó a Canadá que enviara navegantes experimentados
a Sudán para ayudar a rescatar al Mayor General Charles George Gordon del
levantamiento de Muhammad Ahmad. Sin embargo, Ottawa se mostró reacia a hacer esto,
aunque finalmente el Gobernador General Lord Lansdowne reclutó a una fuerza privada
de 386 voyageurs (viajeros) que fueron puestos bajo el mando de los oficiales de la
milicia canadiense. Esta fuerza, conocida como los voyageurs del Nilo, sirvió
hábilmente en Sudán y se convirtió en la primera asistencia canadiense prestada en
el extranjero.39

Guerra de los Bóer


La defensa del imperio fue de nuevo una tema de importancia cuando Gran Bretaña se
halló a sí misma fuertemente presionada en la Segunda Guerra de los Bóer en
Sudáfrica. Los británicos le pidieron ayuda a Canadá en el conflicto, y el Partido
Conservador estuvo firmemente a favor de enviar algunas divisiones a servir en
Sudáfrica. Los francocanadienses, por su parte, se opusieron casi unilateralmente a
la guerra, así como lo hicieron varios grupos más. Esto dividió profundamente al
Partido Liberal que en ese momento estaba en el poder, ya que dependía del apoyo
tanto de los anglocanadienses proimperialistas como del de los francocanadienses
antiimperialistas. El primer ministro Wilfrid Laurier envió inicialmente 1000
soldados del 2° Batallón del Regimiento Real Canadiense.40 Más tarde, otras
divisiones fueron enviadas. Esta se convertiría en la primera participación como
nación en una guerra.41

Las fuerzas canadienses se perdieron el primer periodo de la guerra y las grandes


derrotas británicas de la llamada Semana Negra. Los canadienses en Sudáfrica
ganaron mucha aclamación por encabezar el ataque en la Segunda Batalla de
Paardeberg, una de las primeras victorias decisivas de la guerra. En la Batalla de
Liliefontein el 7 de noviembre de 1900, tres canadienses, los tenientes Cockburn y
Turner y el sargento Holland de los Dragones Reales Canadienses recibieron la Cruz
Victoria por haber protegido la retaguardia de una fuerza en retiro. Entre 8300 y
9000 canadienses, incluyendo 12 mujeres enfermeras, sirvieron en Sudáfrica.404142
De ellos, más de 200 murieron, otros más resultaron heridos y cuatro fueron
condecorados con la Cruz Victoria.4042 Las fuerzas canadienses también participaron
plenamente en los programas de campos de concentración que fueron responsables de
la muerte de miles de civiles bóeres.43 A pesar de todo, la guerra siguió siendo
muy impopular en Quebec, donde mucha gente la veía como aplastar a una minoría
democrática que, en muchos aspectos, era similar a los francocanadienses.

Creación de la Marina Canadiense

El HMCS Rainbow en 1910.


Poco después del debate sobre la Segunda Guerra de los Bóer, otro similar se
desarrolló sobre si Canadá debía tener o no su propia marina. Canadá había tenido
desde hace mucho tiempo una pequeña fuerza pesquera protectora adjunta al
Departamento de la Marina y Piscifactoría, pero dependía del Reino Unido para su
defensa marítima. Los británicos estaban cada vez más inmersos en una carrera de
armamentos con Alemania, y en 1908, le pidió ayuda a sus colonias con la marina. El
Partido Conservador de Canadá argumentó que el país debía simplemente contribuir
con dinero para la adquisición y el mantenimiento de algunas naves de la Marina
Real británica. Algunos nacionalistas francocanadienses pensaban que no se debía
enviar ninguna ayuda; otros abogaban por una marina canadiense independiente que
pudiera auxiliar a la británica cuando lo necesitara.

Finalmente, el primer ministro Laurier decidió seguir con esta labor de compromiso,
y la creación de la Marina Real Canadiense fue aceptada por el Parlamento el 4 de
mayo de 1910, a través del Acta del Servicio Naval.4445 Para apaciguar a los
imperialistas, el Acta incluía una precaución que estipulaba que en caso de
emergencia, la flota podría usarse contra los británicos. Esta precaución condujo a
una intensa oposición al Acta por parte del nacionalista de Quebec Henri Bourassa.
El Acta establecía el objetivo de construir una flota compuesta de cinco cruceros y
seis destructores. Los primeros dos buques fueron el Niobe y el Rainbow,44 unas
naves un tanto antiguas y obsoletas compradas a los británicos. Con la llegada al
poder de los conservadores en 1911, en parte debido a que los liberales habían
perdido algo de apoyo en Quebec, la marina fue privada de fondos, pero durante la
Primera Guerra Mundial, fue ampliamente expandida y jugó un papel importante tanto
en el Atlántico como en el Pacífico.44

Creación del Ejército Canadiense


Cuando las tropas británicas comenzaron a retirarse de Canadá a fines del siglo XIX
y principios del siglo XX, la importancia de la milicia (comprendiendo varias
unidades de caballería, artillería, infantería e ingeniería) creció. Finalmente se
creó una Milicia Activa Permanente conformada por pequeños grupos de soldados a
tiempo parcial esparcidos a lo largo del país.46 El último Oficial Comandante de
las Fuerzas, Lord Dundonald, instituyó más tarde una serie de reformas en las que
Canadá adquiría sus propias ramas militares técnicas y de soporte. Estos servicios
varios, llamados cuerpos, incluían:

Cuerpo Canadiense de Ingenieros (creado el 1 de julio de 1903), encargado de


facilitar la movilidad de las tropas al rastrear y desmantelar minas y bombas o
construir estructuras como puentes.47
Cuerpo de Señalización Canadiense (24 de octubre de 1903), que surgió a raíz de que
la señalización inadecuada había mermado la eficacia de las fuerzas canadienses
durante la Guerra de los Bóer. Su creación buscaba la estandarización de la
señalización dentro de las secciones de infantería, caballería y artillería.48
Cuerpo del Servicio Militar Canadiense (1 de noviembre de 1901, autorizado el 1 de
diciembre de 1903), encargado de proporcionar servicios de apoyo a las tropas en
combate, como su transporte.4950
Cuerpo Médico de la Milicia Activa Permanente del Ejército (2 de julio de 1904), a
cargo de la atención médica de los soldados.46
Cuerpo de Reservas de Ordenanza (1 de julio de 1903), que almacenaban el armamento,
la ropa y el equipo.46
Cuerpos adicionales serían creados en los años previos a la Primera Guerra Mundial,
incluyendo a los primeros cuerpos dentales militares independientes en todo el
mundo.51 A lo largo de todo el siglo XX se fueron creando todo tipo de cuerpos,
incluyendo ingenieros eléctricos y mecánicos, veterinarios, postales, de
inteligencia, de pago y de entrenamiento, por mencionar algunos.46 A grandes rasgos
el ejército ha estado compuesto desde entonces por dos partes, una permanente y
otra de medio tiempo —o de reserva—. Durante tiempos de guerra, se añade un tercer
componente.46

Creación de la Fuerza Aérea Canadiense


La Primera Guerra Mundial fue el catalizador para la formación de la Fuerza Aérea
Canadiense. Al comienzo de la guerra, no existía una fuerza aérea canadiense
independiente, aunque muchos canadienses volaban con el Royal Flying Corps y el
Royal Naval Air Service.

El AEA Silver Dart, avión utilizado durante el primer vuelo controlado en Canadá.52
En 1909, el primer vuelo controlado en territorio canadiense tuvo lugar con el AEA
Silver Dart. Se intentaba vender este avión al Ejército Canadiense, más nunca se
realizó tal venta dado que las demostraciones con la nave no fueron del todo
exitosas.5253 Aunque se siguió intentando interesar al gobierno canadiense en la
aviación, este argumentaba que había "falta de fondos".53 Fue hasta 1914 cuando el
gobierno canadiense autorizó la formación del Canadian Aviation Corps (CAC).54 La
CAC fue conformada para acompañar a la Fuerza Expedicionaria Canadiense a Europa y
consistía en un avión —un Burgess-Dunne— que nunca fue usado, ya que finalmente
sería considerado inadecuado para el servicio militar.53 La CAC dejó de existir en
1915.54

Un segundo intento por crear una verdadera fuerza aérea canadiense vino en 1918
cuando dos escuadrones canadienses (uno bombardero y otro de caza) fueron formados
gracias al Ministerio Aéreo Británico en Inglaterra. Esto se hizo con la
justificación de que había muchos canadienses sirviendo en la Royal Air Force que
querían servir en fuerzas canadienses.53 El gobierno canadiense tomó el control de
los dos escuadrones en 1918 al formar la Fuerza Aérea Canadiense (en inglés
Canadian Air Force, CAF).54 La CAF, no obstante, nunca operó y fue disuelta en
1920.54

El gobierno británico alentó a Canadá a formar una fuerza aérea para tiempos de
paz, y en 1920 una nueva Fuerza Aérea Canadiense fue conformada como parte del
servicio militar de reserva realizando principalmente tareas civiles, como rastrear
incendios forestales, así como dar entrenamiento.53

Después de la reorganización, la nueva CAF fue renombrada como Real Fuerza Aérea
Canadiense (RCAF por sus siglas en inglés) el 1 de abril de 1924.53

Guerras mundiales
Primera Guerra Mundial
El 4 de agosto de 1914, el Reino Unido entró a la Primera Guerra Mundial al
declararle la guerra a Alemania.55 La declaración de guerra británica
automáticamente involucró a Canadá en el conflicto, ya que seguía siendo
considerada una colonia. No obstante, el gobierno canadiense tenía la libertad de
determinar el grado de involucramiento del país en la guerra. Canadá finalmente
envió cuatro divisiones a luchar en el Frente Occidental.

En las etapas avanzadas de la guerra, los cuerpos canadienses fueron considerados


entre los más efectivos y respetados dentro de los ejércitos en el Frente
Occidental; las divisiones canadienses eran mayores que las británicas por 1917
debido a la escasez de mano de obra (aunque los problemas de mano de obra causarían
que Canadá desechara sus planes para un segundo cuerpo canadiense y dos divisiones
adicionales así como la institución del servicio militar obligatorio en ultramar).
De hecho, en las secuelas de la Batalla del Somme, los cuerpos canadienses se
ganaron una reputación de fuerzas de choque que eran temidas por los alemanes. El
ejército canadiense incluso tenía su propio sobrenombre, les durs à cuire
(difíciles de cocinar/matar), lo que significaba que los canadienses eran muy duros
de desmoralizar y derrotar. Dado esto, en 1916 el Reino Unido incluso hizo uso
específicamente de ayuda de los canadienses para defender las colonias británicas
llamadas Indias Occidentales de la marina alemana, con muchas fuerzas canadienses
siendo estacionadas en la isla de Santa Lucía para ayudar a defenderla de un
posible ataque naval alemán. La Marina Real Canadiense jugó un papel importante en
esta guerra, pues se construyó una gran cantidad de barcos durante este periodo, y
muchos barcos y hombres canadienses fueron puestos al servicio de la Marina Real
Británica.56

Un cartel de reclutamiento canadiense usado en la Primera Guerra Mundial.


Sin el servicio militar obligatorio, la fuerza canadiense quedó limitada a aquellos
lo suficientemente dedicados para enlistarse. Todas las otras principales naciones
combatientes habían introducido el servicio militar obligatorio para reponer las
bajas masivas que estaban sufriendo. Por orden del primer ministro Sir Robert
Borden, quien deseaba mantener la continuidad de la contribución militar de Canadá,
y con presión de la burguesía para introducir e imponer el servicio militar
obligatorio, el Acta del Servicio Militar fue introducida en 1917.57 Aunque la
reacción al servicio militar obligatorio fue favorable en la parte anglosajona de
Canadá, la idea fue profundamente impopular en Quebec.57 Al final, con el servicio
militar obligatorio se reclutó a cerca de 120.000 soldados, de los cuales cerca de
47.000 fueron al extranjero. La Crisis del Servicio Militar Obligatorio de 1917
ayudó mucho a destacar las divisiones entre los canadienses franco y angloparlantes
en Canadá, aunque el problema venía de años atrás.57 Los francocanadienses sentían
poco interés en ayudar a los británicos, y veían al ejército canadiense como una
institución casi completamente anglocanadiense.57 A pesar de los problemas, la
Crisis del Servicio Militar Obligatorio de 1917 no obstaculizó la carrera política
del primer ministro Robert Borden, ya que en la siguiente elección de ese año, el
gobierno de la Unión de Borden ganó 153 asientos en el Parlamento, casi todos los
de la Canadá anglosajona. Sin embargo, de los 65 asientos de Quebec, el gobierno de
Borden ganó solamente 3. De cualquier forma, pocos meses después —en noviembre de
1918— la guerra habría finalizado, pero el Partido Conservador, impulsor del
servicio militar obligatorio, seguiría teniendo dificultades para obtener asientos
en el futuro.57
El punto más alto del éxito militar canadiense vino en la Batalla de la cresta de
Vimy el 9 de abril de 1917, durante la cual las tropas canadienses capturaron una
colina alemana fortificada que había resistido ataques británicos y franceses
previamente. Vimy, así como el éxito de los ases de la aviación canadienses William
Barker y Billy Bishop, ayudó a darle a Canadá un nuevo sentido de identidad.58 Esto
se tradujo en mayor autonomía, con Canadá enviando a sus propios delegados a las
negociaciones del Tratado de Versalles en 1919, uniéndose a la Sociedad de Naciones
en 1921, y siéndole concedida formalmente la autonomía vía el Estatuto de
Westminster en 1931.59

Para una nación de ocho millones de habitantes, el esfuerzo de la guerra de Canadá


fue ampliamente reconocido como notable. Un total aproximado de 620.000 hombres y
mujeres sirvieron en las fuerzas canadienses en la Primera Guerra Mundial, y de
ellos 67.000 perdieron la vida y otros 173.000 resultaron heridos.

Los sacrificios canadienses son conmemorados en trece monumentos en Francia y


Bélgica. Dos de ellos son únicos en diseño: el gigantesco Memorial Nacional
canadiense de Vimy y el distintivo Soldado Meditabundo en el Monumento de Saint
Julien. Los otros siguen el patrón estándar de monumentos de granito rodeados por
un sendero circular. Estos son el Monumento de la Colina 62, el Monumento de
Courtrai y el Monumento de Passchendaele en Bélgica, y los Monumentos de Bourlon
Wood, Courcelette, Dury, Le Quesnel, Beaumont-Hamel, Gueudecourt, Masnières y
Monchy-le-Preux en Francia.60

Segunda Guerra Mundial


Desde 1917 se había manifestado el deseo de que los dominios británicos fueran
considerados naciones autónomas. Esto comenzó a cristalizarse poco después con la
presencia de delegados canadienses en diferentes eventos y sociedades
internacionales, como la Conferencia de Paz de París de 1919.59 Más adelante, en la
Conferencia Imperial de 1926 y ya con W. L. Mackenzie King como primer ministro
canadiense, se le otorgó igualdad y un poco más de autonomía a los dominios
británicos mediante la Declaración de Equidad, aunque aún con la obligación de
lealtad a la corona británica.59 La separación final vino con el Estatuto de
Westminster de 1931, con el cual se garantizaba que ninguna ley promulgada en el
Reino Unido afectaría a los ahora independientes dominios, a menos que estos lo
aprobaran.

El primer ministro canadiense William Lyon Mackenzie King, flanqueado por miembros
de su gabinete, se dirige al pueblo de su país poco después de la declaración de
guerra británica en 1939.
Después de la Invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939, el Parlamento
de Canadá apoyó la decisión del gobierno de declararle la guerra a Alemania el 10
de septiembre, una semana después que el Reino Unido y Francia. Con la guerra
declarada se hizo un llamado para inscribirse al servicio militar, con la promesa
de que este se realizaría dentro de las fronteras canadienses. Sin embargo, meses
después se realizó un plebiscito donde todas las provincias —excepto Quebec—
apoyaban el servicio en el extranjero de ser necesario.59

Los aviadores canadienses jugaron un papel pequeño pero significativo en la Batalla


de Inglaterra, mientras que la Marina Real Canadiense (que incrementó notablemente
su flota durante este periodo)59 y la Marina Mercante Canadiense fueron cruciales
en la Batalla del Atlántico. Las fuerzas canadienses pasaron los primeros meses
estacionadas en el Reino Unido esperando una posible invasión. Finalmente dos
batallones de infantería fueron enviados a la fallida defensa de Hong Kong en
1941.59 Tropas de la 2° División Canadiense de Infantería también jugaron un papel
protagónico en la desastrosa Batalla de Dieppe en agosto de 1942, en la que los
alemanes rechazaron el intento de una invasión a la costa francesa.59 La 1°
División Canadiense y tanques de la 1° Brigada Acorazada Canadiense llegaron a
Sicilia en julio de 1943 y después de una campaña de 38 días ahí, participaron en
la exitosa Invasión Aliada de Italia.59 Las fuerzas de Canadá fueron importantes
durante el avance hacia el norte a través de Italia, finalmente integrándose en sus
propios cuarteles después de que la 5° División Acorazada Canadiense se les uniera
a principios de 1944 después de las costosas batallas en el río Moro y en Ortona.

El 6 de junio de 1944, la 3° División Canadiense de Infantería (apoyada por tanques


de la 2° Brigada Acorazada Canadiense) desembarcaron en el Playa de Juno en la
Batalla de Normandía.59 Las tropas aéreas canadienses también habían aterrizado
previamente ese día. La resistencia en Juno fue feroz, y las bajas fueron
numerosas. Para el final del día, sin embargo, los canadienses habían llevado a
cabo las penetraciones más profundas tierra adentro de entre las cinco fuerzas
invasoras. Los canadienses jugaron un papel importante en la subsecuente lucha en
Normandía, con la 2° División Canadiense de Infantería desembarcando en julio y la
4° División Acorazada Canadiense en agosto. Mientras tanto, unos cuarteles fueron
activados. Una de las contribuciones canadienses más importantes para la guerra fue
en la Batalla de Scheldt, cuando el Primer Ejército Canadiense derrotó a una
afianzada fuerza alemana para ayudar en gran parte a abrir Amberes al desembarco
aliado.59

El Primer Ejército Canadiense luchó en dos grandes campañas más; Rhineland en


febrero y marzo de 1945, abriendo el paso hacia el Rin, y las subsecuentes batallas
en el otro lado del Rin en las últimas semanas de la guerra. El I Cuerpo Canadiense
(uno de los dos que componía al Primer Ejército) regresó al noreste de Europa desde
Italia a principios de 1945, y como parte del reintegrado Primer Ejército asistió
en la liberación de los Países Bajos (incluyendo el rescate de muchos holandeses en
condiciones cercanas a la inanición) y la invasión de Alemania.

Vehículos anfibios transportando tropas canadienses a través del Escalda en


Holanda, septiembre de 1944.
La Fuerza Aérea Real Canadiense (RCAF) tenía tres responsabilidades clave durante
la guerra: el Plan de Entrenamiento Aéreo de la Mancomunidad Británica (BCATP, por
sus siglas en inglés), la contribución de Canadá al entrenamiento de aviadores
militares; el Home War Establishment (HWE), que proveyó 37 escuadrones para defensa
costera, protección de naves, defensa aérea y otras tareas en Canadá; y el Overseas
War Establishment (OWE), que proveyó 48 escuadrones sirviendo junto con la Royal
Air Force (RAF) en Europa, el Mediterráneo y el Lejano Oriente. Con el BCATP se dio
entrenamiento a 131.000 aviadores de la Mancomunidad, más de la mitad de ellos
pertenecientes a la RCAF.59

Los aviadores de la RCAF sirvieron con los escuadrones de la RAF, y jugaron papeles
clave en la Batalla de Inglaterra, la guerra antisubmarina durante la Batalla del
Atlántico, y las campañas de bombardeo contra Alemania. El personal de la fuerza
aérea canadiense también proporcionó apoyo a las fuerzas aliadas durante la Batalla
de Normandía y las subsecuentes campañas por tierra en Europa. Para liberar al
personal de la RCAF que era necesitado en labores operacionales o de la BCATP, la
División Femenil de la RCAF fue formada en 1941. Junto con otras naciones de la
Mancomunidad, un cuerpo femenil llamado Canadian Women's Army Corps, similar a la
División Femenil de la RCAF, fue establecido para sustituir a los hombres en
ciertas labores. El cuerpo existió de 1941 a 1946, fue creado de nuevo en 1948 y
finalmente disuelto en 1964.

De una población de aproximadamente 11,5 millones, 1,1 millones de canadienses


sirvieron en las fuerzas armadas en la Segunda Guerra Mundial.59 De ellos, un total
aproximado de 42.000 miembros de las fuerzas dieron sus vidas, y otros 55.000
fueron heridos, según las cifras oficiales.61

Multilateralismo, fuerzas de paz y la Guerra Fría


El primer ministro Lester B. Pearson, considerado el fundador de las fuerzas de paz
modernas por sus esfuerzos en resolver la Crisis de Suez en 1956.
Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría comenzó. Desde
1948 Canadá, los Estados Unidos y el Reino Unido comenzaron a tener reuniones
secretas para tratar el tema de su seguridad mutua, y más tarde incluirían a otras
naciones europeas.62 Doce países firmarían en 1949 el Tratado del Atlántico Norte
para acordar su defensa mutua y, debido a la insistencia canadiense, cooperación
económica y social.62 Fue la primera alianza militar en tiempos de paz a la que se
integró Canadá.62 Como miembro fundador de la OTAN y signatario del tratado NORAD
con los Estados Unidos,63 Canadá se comprometió a la alianza contra el bloque
comunista. Las tropas canadienses estuvieron estacionadas en Alemania durante la
Guerra Fría, y Canadá se unió a los estadounidenses para levantar defensas contra
un hipotético ataque soviético,63 por ejemplo, la Línea DEW (una serie de
estaciones de radar construidas para detectar el avance de aviones enemigos).64
Como potencia intermedia, algunos diseñadores de políticas canadienses se dieron
cuenta de que Canadá podía hacer poco militarmente por su cuenta, y por lo tanto
fue adoptada una política de multilateralismo según la cual Canadá solamente
participaría en acciones militares como parte de una gran coalición. Canadá también
eligió permanecer al margen de muchas guerras, a pesar de la participación de
aliados cercanos, notablemente la Guerra de Vietnam y la Guerra de Irak, aunque
prestó apoyo indirecto y ciudadanos canadienses sirvieron dentro de ejércitos
extranjeros en ambos conflictos. El periodo posterior a la guerra vio una gran
reorganización cuando, en 1968, las tres fuerzas (ejército, marina y fuerzas
aéreas) fueron unificadas para convertirse en las Fuerzas Canadienses.65

Canadá en Corea
Después de la Segunda Guerra Mundial, Canadá rápidamente se desmovilizó. Sin
embargo, en junio de 1950 estalló la Guerra de Corea con la invasión de los
comunistas a Corea del Sur, y con ella vino la primera participación militar de las
fuerzas de la OTAN.62 Canadá necesitó varios meses para organizar sus fuerzas
militares, y finalmente formó parte de las Fuerzas de la Mancomunidad Británica en
Corea, al lado de naciones como Australia. Las fuerzas terrestres canadienses por
lo tanto se perdieron de la mayoría de las primeras campañas ya que no llegaron
hasta noviembre de 1951, cuando la fase de desgaste de la guerra ya había
comenzado. Las tropas canadienses lucharon como parte de la 1° División de la
Mancomunidad, y se distinguieron en la Batalla de Kapyong y en otros conflictos
terrestres. El HMCS Haida y otros barcos de la Marina Real Canadiense estuvieron en
servicio en el conflicto coreano. Aunque la Fuerza Aérea Real Canadiense no
combatió en Corea, 22 pilotos de caza de la RCAF fueron relevos de los de la
USAF.66 La RCAF también estuvo involucrada con el transporte de personal y
provisiones para apoyar en esta guerra.

En total, Canadá envió 26.791 tropas a defender Corea del Sur, además de tres
destructores, un escuadrón de transporte aéreo y los mencionados 22 pilotos de
caza.67 Hubo 1.558 bajas canadienses, incluyendo 516 muertos hasta el 27 de julio
de 1953 cuando cesaron las hostilidades.67 Corea frecuentemente ha sido descrita
como la "Guerra Olvidada", ya que para la mayoría de los canadienses es eclipsada
por las contribuciones canadienses en las dos guerras mundiales. Canadá fue
signatario del armisticio original de 1953, pero no mantuvo una guarnición en Corea
del Sur después de 1955.68

Fuerzas de paz
Estrechamente relacionado con el compromiso de Canadá con el multilateralismo y con
los principios de paz y libertad ha estado su fuerte apoyo a las fuerzas de paz.69
Durante la Crisis de Suez en 1956, el entonces Secretario de Estado por Asuntos
Exteriores y futuro primer ministro Lester B. Pearson propuso que se enviara una
fuerza multinacional a la zona para lograr la paz, idea que le valió el Premio
Nobel de la Paz de 1957 ya que sentó las bases de las Fuerzas de Paz de la ONU
modernas.6970 Desde entonces, Canadá tiene una larga historia de participación en
estas misiones. Canadá participó en cada misión de fuerzas de paz de la ONU desde
su inicio hasta 1989, y aun después continúa jugando un papel importante.71 Más de
125.000 canadienses han servido en unas 50 misiones desde 1949, con 116 fallecidos.

Cita de Pearson acerca de una fuerza de paz de la ONU en el Monumento del Cuidado
de la Paz.
La primera misión de fuerzas de paz canadiense, incluso antes de la creación del
sistema formal de la ONU, fue una misión de 1948 en Cachemira. Otras misiones
importantes incluyen la larga estadía en Chipre, misiones de observación en el
Sinaí y los Altos del Golán, y la misión de la OTAN en Croacia y Bosnia y
Herzegovina. En esta última, las fuerzas canadienses fueron parte de la UNPROFOR,
la fuerza de paz de la ONU en las naciones balcánicas durante las Guerras
yugoslavas en la década de 1990. Canadá fue uno de los 42 países que contribuyeron
a esta fuerza, que operó de febrero de 1992 a diciembre de 1995.72 La respuesta
canadiense en 1993 a la Operación Medak dentro de esta operación fue la batalla más
larga disputada por fuerzas canadienses desde la Guerra de Corea.73 Uno de los
peores momentos en la historia militar reciente de Canadá ocurrió durante la misión
humanitaria en Somalia en 1993, cuando soldados canadienses torturaron a un
adolescente somalí hasta matarlo, conduciendo al Asunto de Somalia. Después de una
investigación, el Regimiento Aéreo Canadiense fue disuelto y la reputación de las
Fuerzas Canadienses sufrió dentro de Canadá.

Desde 1995, no obstante, la participación canadiense directa en las fuerzas de paz


de la ONU ha disminuido considerablemente. En julio de 2006, por ejemplo, Canadá se
colocó en el 51° lugar en la lista de participantes en las fuerzas de paz de la
ONU, contribuyendo con 132 elementos de un total global de más de 70.000.74 El
número disminuyó tanto debido a que Canadá comenzó a dirigir su participación a
operaciones militares sancionadas por la ONU a través de la OTAN, en lugar de
directamente a la ONU. El número de soldados canadienses en operaciones sancionadas
por la ONU en julio de 2006 era de 2.859.75

Fuerzas canadienses en Europa


Canadá mantuvo una brigada de infantería mecanizada en Alemania Occidental desde
los años 1950 (originalmente la 27° Brigada Canadiense de Infantería, después
renombrada 4 Grupo de Combate y 4 Brigada Mecanizada Canadiense) hasta los años
1990 como parte de las responsabilidades de Canadá dentro de la OTAN. Fue una
brigada mantenida casi con su mayor fuerza y equipada con los vehículos y sistemas
armamentísticos más avanzados de Canadá ya que se anticipaba que podría necesitar
moverse rápidamente en caso de una invasión en el oeste por parte de los estados
del Pacto de Varsovia. La brigada fue aumentada por soldados de milicia de Canadá y
por un tiempo incluso se permitió que cadetes del Ejército Canadiense sirvieran en
la brigada por periodos cortos.

La Fuerza Aérea Real Canadiense estableció la División Aérea No. 1 a comienzos de


la década de 1950 para cumplir con sus responsabilidades de defensa aérea de la
OTAN en Europa. Consistía en doce escuadrones de caza localizados en cuatro alas,
dos de ellas en Francia y las otras dos en Alemania Occidental.

A fines de los años 1960, muchos canadienses comenzaron a pensar que había
prioridades inmediatas más importantes en su país que cuidar una posible agresión
comunista en Europa.62 No obstante, la Invasión a Checoslovaquia realizada por
algunos países del Pacto de Varsovia en 1968 les recordó de la existencia de la
Guerra Fría. Aun así, Canadá redujo el presupuesto de las fuerzas armadas para
enfocarse en asegurar su propia soberanía.62 En 1987, durante el gobierno de Brian
Mulroney, se propuso reconsiderar la fuerza militar canadiense, pero el colapso del
poder comunista en el continente europeo le quitó fuerza a la propuesta. Finalmente
en 1992 se ordenó la retirada de las últimas fuerzas canadienses en Europa.62
Unificación
En 1964 el gobierno canadiense decidió fusionar la Fuerza Aérea Real Canadiense, la
Marina Real Canadiense y el Ejército Canadiense para formar las unificadas Fuerzas
Canadienses. El objetivo de la fusión era reducir los costos e incrementar la
eficiencia.76 El gobierno decía que se requería una reorganización y
reestructuración de las fuerzas armadas para poder enfrentar satisfactoriamente los
retos del futuro.77 El Ministro de Defensa Nacional y principal artífice de la
unificación, Paul Hellyer, declaró el 4 de noviembre de 1966 que "la
amalgamación...proveería la flexibilidad para permitir a Canadá cumplir de la forma
más efectiva los requerimientos militares del futuro. También establecerá a Canadá
como un líder incuestionable en el campo de la organización militar".78 Ese mismo
año fue introducida el Acta de Reorganización de las Fuerzas Canadienses, la cual
fue debatida tanto en el Parlamento como en el Departamento de Defensa.77 La
unificación además fue recibida hostilmente por las tres fuerzas implicadas, en
especial por la Marina Real Canadiense.77 A pesar de todo, el 1 de febrero de 1968
el Acta entró en vigor y la unificación fue completada.77

La era posterior a la Guerra Fría


Guerra del Golfo
La Guerra del Golfo de 1991 fue un conflicto entre Irak y una coalición de 34
naciones, lideradas por los Estados Unidos, que se originó por la invasión de 1990
al territorio de Kuwait por parte de Irak.79 El resultado fue una decisiva victoria
de las fuerzas de coalición. Canadá fue una de las primeras naciones en condenar la
invasión, y de inmediato accedió a unirse a la coalición. En agosto de 1990, el
primer ministro Brian Mulroney envió los destructores HMCS Terra Nova, HMCS
Athabaskan y HMCS Huron para reforzar el bloqueo comercial contra Irak. El buque de
abastecimiento HMCS Protecteur fue enviado para auxiliar a las fuerzas de coalición
que se estaban reuniendo. Mientras todos los demás barcos regresaron a Canadá en la
primavera de 1992, el HMCS Huron permaneció estacionado y fue el primer buque de
guerra en entrar a la bahía de Kuwait después de la guerra. La ONU había
establecido una fecha límite para que las fuerzas iraquíes se retiraran, pero esta
fue ignorada y entonces la ONU autorizó el pleno uso de la fuerza en la
operación.79 Al comenzar la campaña aérea, los aviones canadienses fueron
integrados con los de la fuerza de coalición y proporcionaron protección aérea y
atacaron blancos terrestres. La nación además envió un hospital de campo para
atender a los heridos en los combates terrestres. Con la ofensiva aérea y
terrestre, se logró el objetivo de la coalición de liberar Kuwait, haciéndose
oficial con el cese al fuego el 3 de marzo de 1991.79 Habiendo terminado las
hostilidades, las fuerzas canadienses permanecieron en la zona como parte de la
misión de fuerzas de paz de la ONU en la frontera de los países involucrados.79

Fue la primera ocasión desde la Guerra de Corea que fuerzas canadienses habían
participado en operaciones de combate. En total, más de 4.000 canadienses sirvieron
en esta guerra.79 Canadá no sufrió bajas durante el conflicto,79 pero desde su
culminación, muchos veteranos se han quejado de sufrir del Síndrome del Golfo.80

Guerra en Afganistán

Soldados canadienses en Afganistán.


Canadá se unió a una coalición liderada por los Estados Unidos en la Guerra en
Afganistán de 2001. La guerra fue una respuesta a los atentados del 11 de
septiembre de 2001, con los objetivos de derrocar al gobierno talibán en el país
asiático y destruir a la organización al-Qaeda.81 Inicialmente la invasión logró
acabar con el régimen talibán, mas no se pudo capturar al líder de al-Qaeda, Osama
bin Laden. Después de la invasión —que comenzó en octubre de 2001— se firmó el
Acuerdo de Bonn en diciembre de ese año, con el cual se establecía un gobierno y
una constitución temporales, y se garantizaba la realización de elecciones
democráticas en 2004.81 El nuevo gobierno afgano elegido democráticamente era
autónomo, pero dependía en gran medida de otras naciones, principalmente en su
defensa y seguridad. En este sentido, el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas autorizó la creación de la Fuerza Internacional de Asistencia para la
Seguridad (ISAF), una fuerza militar multinacional liderada por la OTAN, para
mantener la seguridad en Afganistán y en la cual Canadá tomó parte.81

Canadá no jugó un papel importante en la fase inicial del conflicto, durante el


derrocamiento del régimen talibán. En realidad, su participación militar inició en
2002 cuando un batallón de Infantería Ligera Canadiense fue enviado a la ciudad de
Kandahar por seis meses.81 Su misión era ayudar a las otras fuerzas en la Operación
Libertad Duradera, que buscaba acabar con los elementos talibán y de al-Qaeda
restantes en el país.81 El papel de las fuerzas canadienses ha estado centrado en
tres operaciones: la Operación Athena, la mayor de todas, introducida en 2003 y
representando la contribución canadiense a la ISAF;81 la Operación Archer, que es
la contribución canadiense a la Operación Libertad Duradera;81 y la Operación
Argus, que provee planeación estratégica militar para el gobierno de Afganistán.81

En febrero de 2006 se firmó el Pacto de Afganistán, sucesor del Acuerdo de Bonn. En


él se establecieron las iniciativas y metas en el país para el periodo de 2006-
2011, con los objetivos de alcanzar mayor seguridad y desarrollo social y
económico.81 El gobierno canadiense fue signatario del Pacto, comprometiéndose a
permanecer involucrado hasta el 1 de febrero de 2011, ya sea militarmente o de
otras formas.81 Inicialmente solo se planeaba una participación de 6 meses, pero la
presencia canadiense en Afganistán ha ido expandiéndose. En 2003, el gobierno
canadiense amplió la participación hasta agosto de 2004, y más tarde hasta el
verano de 2005. En 2005, para apoyar la misión de la ISAF, se extendió un año más y
luego hasta febrero de 2009. Con el Pacto de Afganistán, los Estados Unidos y otros
países de la OTAN han presionado a Canadá para que mantenga a sus fuerzas en
Afganistán después de febrero de 2009, que era cuando su participación militar
estaba programada para concluir.81

En agosto de 2007, las fuerzas canadienses en Afganistán totalizaban alrededor de


2.500 elementos (según el Departamento de Defensa Nacional de Canadá), todas ellas
con el consentimiento del gobierno afgano y según los parámetros del Pacto de
Afganistán.81 En todo el periodo que va de 2002 a 2007 sirvieron en total un
aproximado de 13.500 soldados canadienses en territorio afgano, de los cuales
murieron más de 70 integrantes de las Fuerzas Canadienses (además de un
diplomático).81 Cabe destacar que durante este conflicto, Nichola Goddard, del 1°
Regimiento de la Real Artillería Montada Canadiense, se convirtió en la primera
baja femenina canadiense en combate, al morir el 17 de mayo de 2006 durante un
enfrentamiento con supuestos militantes talibán.82

Invasión de Irak de 2003


En 2003, Canadá se negó a participar en la Invasión de Irak ya que no contaba con
la aprobación de la ONU.83 Esta decisión, popular en la mayor parte de Canadá,8384
sorprendió a la administración del presidente estadounidense George W. Bush, quien
desde entonces ha buscado contar con el apoyo canadiense.85 Stephen Harper apoyó,
en marzo de 2003, la guerra en Irak, pero ya siendo primer ministro canadiense en
octubre de 2008, lo consideró "un error", por lo que no ha enviado ayuda a dicho
conflicto.84 No obstante, sí se ha apoyado la incursión en Afganistán.84 Canadá, a
pesar de todo, ha estado involucrado en el conflicto en Irak a través de la
Operación ALTAIR, la contribución de las embarcaciones canadienses en el Golfo
Pérsico y el Mar Arábigo, realizando operaciones antiterroristas según la Operación
Libertad Duradera.86

Referencias
«Fatalities by Nationality and Mission» (PDF) (en inglés). Organización de las
Naciones Unidas. 31 de julio de 2008. Archivado desde el original el 25 de febrero
de 2007. Consultado el 22 de agosto de 2008.
Starkey, Armstrong (1998). European and Native American Warfare. University of
Oklahoma Press. pp. 28. ISBN 080613075X.
Morton, Desmond (2007). A Military History of Canada. McClelland & Stewart Ltd.
pp. 2. ISBN 0771064810.
Almagro Basch, Martín. «Prehistoria y huellas vikingas en el N.E. de América»
(PDF). Consultado el 25 de agosto de 2008.
«Los iroqueses». Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa. Archivado
desde el original el 20 de septiembre de 2008. Consultado el 27 de agosto de 2008.
«Los iroqueses». Mapahumano. Archivado desde el original el 23 de junio de 2007.
Consultado el 25 de agosto de 2008.
Starkey p. 21.
Starkey p. 29.
«History and Culture» (en inglés). Town of Annapolis Royal. Archivado desde el
original el 14 de septiembre de 2008. Consultado el 1 de septiembre de 2008.
«Learn about History» (en inglés). QuebecHeritage.com. 2002. Consultado el 1 de
septiembre de 2008.
«Iroquois Confederacy». Encyclopædia Britannica (en inglés). Consultado el 28 de
octubre de 2008.
Monsen, Lauren (12 de marzo de 2007). «Jamestown, cuna de la democracia de EE.UU.
celebra su 400 aniversario». Departamento de Estado de Estados Unidos. Archivado
desde el original el 13 de septiembre de 2008. Consultado el 1 de septiembre de
2008.
Chartrand, René. Canadian Military Heritage. Vol 1. p. 17.
«Québec City: History» (en inglés). Lonely Planet. Consultado el 1 de septiembre
de 2008.
Granatstein, Jack (2004). Canada's Army: Waging War and Keeping the Peace.
University of Toronto Press. pp. 28. ISBN 0802086969.
«Peace of Utrecht» (en inglés). MSN Encarta. Archivado desde el original el 6 de
octubre de 2008. Consultado el 28 de octubre de 2008.
«History of Halifax» (en inglés). Halifax Kiosk. Archivado desde el original el 5
de octubre de 2008. Consultado el 1 de septiembre de 2008.
«Guerra de los Siete Años». MSN Encarta. Archivado desde el original el 8 de
septiembre de 2008. Consultado el 2 de septiembre de 2008.
«Fort William Henry “Massacre”» (en inglés). Travel & History. Consultado el 28 de
octubre de 2008.
Pla (3 de junio de 2007). «William Pitt y la formación del Imperio Anglosajón». El
Gran Capitán. Consultado el 2 de septiembre de 2008.
Baños Ramírez, Othón (16 de diciembre de 2004). «La fuerza de las identidades el
caso de Quebec, Canadá». Revista Mexicana de Estudios Canadienses. Asociación
Mexicana de Estudios sobre Canadá. Archivado desde el original el 28 de septiembre
de 2008. Consultado el 4 de septiembre de 2008.
«The Unfinished Revolution» (en inglés). National Park Service. 24 de diciembre de
2003. Consultado el 5 de septiembre de 2008.
«The War of 1812» (en inglés). Gateway New Orleans. Consultado el 5 de septiembre
de 2008.
«A British/Canadian Perspective» (en inglés). Galafilm. Archivado desde el
original el 5 de octubre de 2008. Consultado el 5 de septiembre de 2008.
«Course of the War» (en inglés). InfoPlease.com. Consultado el 7 de septiembre de
2008.
«Negotiations for Peace» (en inglés). InfoPlease.com. Consultado el 7 de
septiembre de 2008.
«Chronology of Events» (en inglés). EduNETConnect.com. Archivado desde el original
el 31 de diciembre de 2008. Consultado el 7 de septiembre de 2008.
«Datos rápidos». 1 de octubre de 2001. Consultado el 7 de septiembre de 2008.
Neidhardt, Wilfried (1975). Fenianism in North America. Pennsylvania State
University Press. pp. 48.
Farfan, Matthew (7 de septiembre de 2008). «The Fenian Raids» (en inglés).
Townships Heritage WebMagazine. Archivado desde el original el 15 de octubre de
2008. Consultado el 8 de septiembre de 2008.
Neidhardt, Ibid, p. 30.

También podría gustarte