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MANUAL
J. C. Raven, J. H. Court y J. Raven
TEST DE MATRICES PROGRESIVAS
ESCALA COLOREADA, GENERAL Y AVANZADA
MANUAL
Carpeta de Evaluación
Escala Coloreada
De estas conclusiones se deduce que los editores de test tienen que mantener
los baremos actualizados y que los usuarios de los instrumentos deben controlar
cuidadosamente la lectura de los datos normativos que utilizan. El empleo de normas
desactualizadas y/o provenientes de otro contexto conduce a afirmaciones
distorsionadas sobre los individuos y a investigaciones seriamente defectuosas.
CARPETA DE EVALUACIÓN
Administración
Los datos que encontrarán en esta carpeta son útiles para la evaluación de la
Matrices Progresivas de Raven, Escala Coloreada, en su forma de cuadernillo,
administrada tanto individual como colectivamente, según las pautas indicadas en al
Manual del Test (Paidós, 1993).
Evaluación
a) Cálculo de la discrepancia
Es una modalidad técnica para controlar las posibles respuestas al azar al elegir
entre las distintas alternativas para completar cada matriz.
Entre el puntaje real y el esperable sólo debe haber una diferencia (discrepancia)
que oscile entre +2 y -2.
Será consistente todo puntaje cuya composición discrepe del esperado en -2, -1,
0. +1 o +2. En todos los demás casos el puntaje será inconsistente.
Por ejemplo, si un sujeto ha obtenido un total de 23 puntos, se aguarda que esté
compuesto por los siguientes puntajes esperados (en negrita):
Sus respuestas serán consistentes si, por ejemplo, su puntaje está compuesto
como el del sujeto A o el de B. Será, en cambio, inconsistente, en un caso como el del
sujeto C.
Los autores del Manual afirman que el método más satisfactorio para interpretar
el significado de un puntaje es considerado en función de la frecuencia porcentual con
que ese valor aparece entre personas de la misma edad. Este método tiene sobre tiene
sobre otros la ventaja de que no implica ningún supuesto a priori acerca de que el
desarrollo de la capacidad intelectual en la infancia sea necesariamente uniforme o se
distribuya simétricamente.
Si, por ejemplo, el 5 por ciento de los sujetos resuelven correctamente menos de
15 problemas de un test, corresponde una puntuación directa al 15 percentil 5.
El percentil 50 corresponde a la mediana. Los percentiles por encima de 50
representan ejecuciones superiores al promedio, mientras que los que están por debajo
de 50, ejecuciones inferiores.
El percentil 60 indica que el sujeto que lo alcanza supera al 60% del grupo
normativo y es superado por el 40% de este último.
No hay que confundir los percentiles con las conocidas puntuaciones por
porcentajes. Estas últimas son puntuaciones directas, expresadas en función del
porcentaje de elementos correctos; los percentiles son puntuaciones transformadas que
se expresan en función del porcentaje de personas, presentando un cuadro de la
posición relativa de cada individuo en el grupo normativo.
Por lo tanto, en la aplicación de las normas del test debe prestarse mucha
atención ala muestra de tipificación de la cual fueron extraídas. Ante ella hay que
preguntarse dónde, cuándo, como y a quienes fue administrado el test, a fin de
determinar si el sujeto o los sujetos que estamos evaluando son comparables con los
del grupo normativo.
Las normas de los test psicológicos en modo alguno son absolutas, universales o
permanentes (Anastasi, 1980). Representan meramente la ejecución en el test de los
sujetos que constituyen el grupo normativo.
El usuario del test MPC, puede consultar en las paginas del Manual baremos
realizados en distintos países sobre la Escala Coloreada.
Las diferencias halladas entre los baremos realizados con población infantil del
burgo de Dumfries en los años 1949 y 1982 demostraron una significativa aceleración
Del desarrollo respecto de la época del primer estudio (el lector interesado puede
comparar la tabla presentada aquí con la editada en la primera Carpeta de Evaluación
de la Escala Coloreada).
Grupo normativo
-¿Dónde? Burgo de Dumfries, Escocia, Bretaña.
-¿Cuándo? 1982
-¿Cómo? Se administro el test a todos los niños cuyos apellidos comenzaban
con letras H a L inclusive, estudiaran o no en escuelas especiales.
Los niños de menor de edad o capacidad fueron examinados
individualmente; los otros, en pequeños grupos.
-¿A quiénes? 598 niños de 5 años, 3 meses y 11 años, 8 meses.
* * *
La estandarización n realizada en la Capital Federal por la profesora Ida G
de Butelam en 1985 (véase en la primera Carpeta de Evaluación) presenta diferencias
significativas con la actual, elaborada en 1993, y da cuenta del incremento en los
puntajes del test en la población infantil de la ciudad de Buenos Aires.
Grupo normativo
-¿Dónde? Capital Federal, argentina
-¿Cuándo? 1993.
-¿Cómo? Se administro el test a alumnos de la Escuela Primaria de un colegio
público y otro privado; por lo tanto, la muestra no incluye asistentes a
escuelas especiales. Los niños de 5 y 6 años correspondieron al
mismo en grupos de 5 a 8 integrantes; el resto lo hizo en forma
colectiva, pro grupo- clase.
-¿A quiénes? 445 niños.
Descripción de la muestra
Los percentiles pueden considerarse como rasgos en un grupo de 100. Con los
percentiles empezamos a contar desde abajo, de forma que cuanto más bajo sea el
percentil peor será la posición del individuo con respecto al grupo normativo. Al situar
por rasgos, por el contrario, se comienza a contar desde arriba, recibiendo al rango I de
la persona del grupo con mejor puntaje.
d) Diagnostico de capacidad
Esta diferencia implica que las normas que han sido elaboradas a partir de la
aplicación del test en escuelas primarias arrojarán una creciente selección de casos
superiores en los grados sucesivos debido al abandono progresivo de los alumnos
menos capaces (nótese, por ejemplo, la diferencia entre los puntajes directos
correspondientes a los distintos percentiles entre los 6 y los 7 años en el baremo de
Capital Federal).
Las tablas están compuestas por un cuadro de doble entrada. En cada serie, A,
Ab y B, se contemplan las seis alternativas de respuesta, incluida la correcta (X), y en
cada uno de los 12 itemes que componen la Serie se señala en la parte superior el tipo
de error cometido nominado con las letras de la “a” a la “j”. Debajo se encuentra el
porcentaje de niños que eligió esa opción.
Estos datos tienen como objetivo facilitar las comparaciones cualitativas de las
respuestas erróneas; indican donde falla el sujeto y tal vez por qué. Son útiles tanto el
diagnostico individual como grupal.
Por ejemplo, si nos detenemos en la distribución de las respuestas dadas por los
niños de 5 años (tabla 8) en el ítem 9 de la serie B, observamos que ninguno dio la
respuesta correcta. El 57% opto por la 1 y el 31% lo hizo por la alternativa 5. Las tres
opciones fueron elegidas por el 5% o menos de la muestra.
Las respuestas dadas por la mayoría están relacionadas con los errores “g” y “h”,
“Repetición del dibujo”, lo cual es esperable por la temprana edad de los sujetos, según
las cinco etapas cualitativas en el desarrollo de la capacidad eductiva.
Los autores del Manual aclaran que la confianza con que pueden extraerse
inferencias a partir de las respuestas erróneas depende, en parte, de la naturaleza del
error y, en parte, del número total de errores cometidos. En el caso de sujetos que
cometen muchos o pocos errores, el análisis tiene necesariamente menos significación
psicológica que cuando más o menos la mitad de las soluciones son de un modo u otro
inadecuadas; sin embargo, los estudios comparativos de los errores cometidos por
grupos de examinados que obtuvieron puntuaciones media oscilantes entre 15 y 27 han
demostrado la existencia de diferencias clínicamente significativas.
En este punto remitimos al lector al apartado que, bajo este título, se encuentra
el Manual del Test de Matrices Progresivas.
BIBLIOGRAFIA