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Este documento describe los antecedentes históricos de la publicidad registral en diferentes culturas y épocas. Explica que en Egipto, Grecia y Roma existían formas rudimentarias de registrar transacciones de tierras y bienes, generalmente con fines fiscales o para resolver disputas de propiedad. También menciona que en la Edad Media surgieron registros mercantiles en Europa para proteger marcas y razones sociales de comerciantes.
Este documento describe los antecedentes históricos de la publicidad registral en diferentes culturas y épocas. Explica que en Egipto, Grecia y Roma existían formas rudimentarias de registrar transacciones de tierras y bienes, generalmente con fines fiscales o para resolver disputas de propiedad. También menciona que en la Edad Media surgieron registros mercantiles en Europa para proteger marcas y razones sociales de comerciantes.
Este documento describe los antecedentes históricos de la publicidad registral en diferentes culturas y épocas. Explica que en Egipto, Grecia y Roma existían formas rudimentarias de registrar transacciones de tierras y bienes, generalmente con fines fiscales o para resolver disputas de propiedad. También menciona que en la Edad Media surgieron registros mercantiles en Europa para proteger marcas y razones sociales de comerciantes.
UNA NECESIDAD HISTORICA Es indudable que la publicidad registral, como actividad, dirigida básicamente a exteriorizar y divulgar situaciones jurídicas, surgió como una necesidad histórica del hombre, que, en sus inicios, fue nómada antes que sedentario. En las formas más primitivas de organización humana, poca o ninguna relevancia, tenía el conocimiento colectivo, a cerca de situaciones jurídicas, como la capacidad civil, el dominio sobre los bienes; la representación legal; la constitución de gravámenes; y mucho menos, una organización sofisticada, que en forma técnica y especializada, brindara seguridad jurídica, como actualmente sucede. Es en la edad antigua, que encontramos antecedentes de la publicidad, en distintos órdenes sociales, en respuesta a demandas de carácter político y fiscal, sin embargo, las instituciones adoptaban un carácter territorial y no podemos hablar de sistemas registrales propiamente dichos. En el Derecho Romano, a pesar de encontrar los Registros organizados por Servio Tulio, los registros domésticos y, sobre todo, la institución del censo, no encontramos como institución el Registro Civil. Tampoco la encontramos en la edad media, durante la cual el estado civil se probaba acudiendo a los medios ordinarios de prueba, especialmente a la declaración de testigos. Así, cuando se trataba de conocer la edad de una persona, declaraban acerca de ella el padrino, la madrina y el sacerdote que la había bautizado, corroborando los primeros su declaración con juramento prestado sobre los evangelios, y dando el último su palabra de sacerdote. "El precedente más directo del Registro Civil está realmente en los Registros Parroquiales que la Iglesia Católica acostumbraba a llevar desde mediados el siglo XIV y principios del XV. La Revolución Francesa secularizó estos registros, creando el moderno Registro Civil a cargo de funcionarios del Estado. En el ámbito del Derecho Mercantil, es en la edad media, que surgen antecedentes de la publicidad Registral, como los Registros de comerciantes, la protección de las marcas y la utilización de razones sociales, aunque, adaptadas por supuesto, a las circunstancias políticas, económicas y sociales de la época. Son nociones de derecho mercantil creadas y aplicadas por los propios comerciantes. Entre los siglos XVI y XVIII, se desarrollaron considerablemente los negocios de banca, se organizaron las bolsas de mercancías y las bolsas de valores, y como indica el tratadista Felipe de Solá Cañizares, en su encomiable obra: Tratado de Derecho Comercial Comparado, la edad moderna, "Es la época de leyes generales y de ordenanzas que habían de preparar la etapa de las codificaciones."2 Las ordenanzas de Bilbao, son el primer cuerpo de derecho comercial español terrestre y marítimo y al haber regido en distintos países hispanoamericanos, influyó en la mayoría de sus legislaciones, incluyendo la nuestra. Posteriormente, con el advenimiento de la revolución francesa, y la entrada en vigor del Código de Comercio francés en 1808, se abrió una nueva era para el derecho comercial y con ello se ampliaron los objetos susceptibles de registración como las sociedades mercantiles y sus elementos. Como afirma el profesor español Antonio Pau, la evolución de la publicidad, tiene una explicación sociológica. La dimensión de la comunidad que debe conocer las situaciones jurídicas determina medios distintos de publicidad, más elementales en las comunidades pequeñas, más complejas en las comunidades populosas. Actualmente, la especialización de los Registros Públicos y los avances tecnológicos, nos proveen de instituciones jurídicas, con características cada vez más a la altura de las demandas sociales de seguridad y certeza jurídica, capaces de coadyuvar significativamente al desarrollo económico global. INMOBILIARIA Consideramos como antecedentes históricos de la Publicidad Registral Inmobiliaria, las diferentes formas utilizadas por las culturas antiguas, para hacer públicos los diferentes actos que afectaban la situación jurídica de los bienes inmuebles, especialmente los actos de transmisión. En la antigüedad, y aún en la baja edad media, la mayoría de las personas, no eran propietarias de bienes inmuebles, y la posesión o la propiedad de la tierra, estaba concentrada en manos de quienes ostentaban el poder político y económico y de quienes gozaban de sus favores; así podemos mencionar, que los mayores terratenientes según su época eran los reyes, los señores feudales, los monasterios, la iglesia, y los grandes terratenientes laicos. Esto explica por qué en la antigüedad y en la edad media, no se daba la transmisión de la propiedad de bienes inmuebles, con la dinámica que hoy conocemos; y por consiguiente no se sentía la necesidad de la organización administrativa de un Registro, encargado de hacer posible el conocimiento de la información relativa al movimiento económico-jurídico de los bienes inmuebles. No obstante, lo anterior, acontecimientos naturales como las crecidas del río Nilo y las características geográficas de Egipto, determinan en esta cultura, la inquietud de la creación de un sistema registral. Se suma a ello, como un acontecimiento político, la imposición de tributos a los poseedores o propietarios de tierras. En la edad media, indudablemente la clandestinidad de las cargas y gravámenes que recalan sobre los bienes inmuebles creó la necesidad de un medio para asegurar lo que conocemos como el tráfico jurídico inmobiliario. Citando fragmentos de la obra Derecho Inmobiliario Registral, de los autores: José Luis Lacruz Berdejo y Francisco de Asís Sancho Rebullida, presentamos un resumen de algunas de las formas de transmisión de la propiedad y de publicidad, aunque rudimentarias, en distintas sociedades. EGIPTO "En la época Ptolemaica, las transacciones sobre inmuebles se documentaban por un funcionario, y se inscribían en registros que, al parecer tenían finalidad fiscal, de modo que la constatación en ellos acaecía a efectos del pago del impuesto de transmisión de bienes. Con todo, la indicación del número asignado en la oficina, al haber hecho efectivo el impuesto, era prueba del cambio de titularidad" "Para transmitir se requería, además un llamamiento especial a los propietarios vecinos, quienes normalmente tendrían mejor conocimiento de la titularidad del vendedor que otros. Los llamados, recibían una cantidad de dinero" La dinastía Ptolemaica, llega al poder en el año 305 antes de Cristo, el funcionario ante el cual se realizaban las transmisiones era un escribano, los Registros eran llevados por circunscripciones territoriales y estaban alfabetizados por los nombres de las personas+titulares o poseedoras de los bienes. En esta época, sobre sale la importancia de los Registros para fines fiscales y una publicidad rudimentaria. GRECIA En los Diversos Estados que componían la Grecia clásica, la publicidad fue rudimentaria, las formas de transmisión eran en sí, públicas, pero además la publicación se completaba -según los tiempos y lugares- por el llamamiento de los vecinos para testificar la transmisión de un fundo, recibiendo aquellos una moneda. En algunos casos, intervenía el "Mnemon, que para unos autores constituye una especie de notario o archivero estatal, pero, para otros; una suerte de Registro viviente para la comarca" En otros casos por "el anuncio de la transmisión, mediante pregones repetidos o carteles expuestos en lugar público, anuncio que hacía a aquella inatacable transcurriendo cierto plazo" "Finalmente, por la cooperación de la autoridad, primero como testigo y luego como autorizante del acto, consignado en forma escrita". En el Ática, (península de forma triangular y suelo pedregoso, ubicada al sur de Grecia, unificada por Atenas, hacia el siglo VIl antes de Cristo. Se convirtió más tarde en parte del Imperio romano y del Imperio Bizantino) para el caso de hacer pública la hipoteca, se consignaba en piedras o tablas colocadas en el propio inmueble. Así el comprador o prestamista, inspeccionando el fundo, podían percatarse de si estaba o no hipotecado. Grecia estaba dividida en numerosas Polis o ciudades Estado, que estaban gobernadas por reyes que ejercían la autoridad religiosa, militar y política. Estas diudades eran independientes unas de otras, por lo que los Registros eran: •territoriales y su finalidad, al igual que en Egipto, era de carácter fiscal. ROMA "En el Derecho Romano más antiguo, las transmisiones y constituciones de derechos reales sobre fundos itálicos son objeto de publicidad, merced al carácter público de las formas necesarias para aquellos actos: la mancipatio y la in jure cessio. LA MANCIPATIO: Constituía en un acto ritual ante testigos, éstos fijan y hacen notoria la conexión entre la persona adquirente y la cosa adquirida; actúan a modo de registro viviente, al imprimir en su memoria la configuración precisa de la cosa que adquiere el accipiens, sea en cuanto a su individualidad física o jurídica. Celebrado el acto, el objeto queda atribuido al adquirente hasta que una nueva mancipatio tenga lugar. Frente a los terceros, sólo son eficaces las relaciones que se han iniciado conforme a la ley. LA IN IURE CESSIO: Sirve para toda clase de cosas, tiene igualmente, al verificarse ante el Tribunal, una función de publicidad semejante a la mancipatio. Es un proceso ficticio o acto modelado sobre el proceso de reivindicación, en el cual demanda el adquirente ante el pretor o, en su caso, el gobernador de la provincia. El enajenante asiente a la demanda (cedit) y el Magistrado, en esta fase in iure, confirma el derecho del demandante (addicit)."La mancipatio no se empleaba ni podía emplearse para la adquisición de los fundos provinciales. "De hecho, estas formas no son de publicidad, sino de publicación, y la difusión que proporcionan, vale únicamente para una economía rural de ámbito muy reducido. En comunidades mayores, o bien cuando la adquisición puede realizarse corrientemente por personas no pertenecientes a la comunidad del enajenante, la publicación pierde mucho de su eficacia" Justiniano, en el año 530 - 531, termina con la dualidad de propiedades, estableciendo un solo tipo de dominio transmisible en todo caso mediante la traditio y, correspondientemente, eliminando la categoría de la res mancipi. Entre los inconvenientes del sistema de transmisión mediante traditio no se cuenta sólo la falta de conocimiento por los terceros, sino también su falta de fijeza y de prueba. "La tradición, si bien facilita la adquisición de la propiedad, hace difícil conocer a los terceros interesados si ha tenido lugar, y hace asimismo difícil a las partes demostrarlo." LOS DERECHOS GERMÁNICOS Los germánicos invadieron Roma, se regían por una monarquía y formaron la cultura que se desarrolló en la Europa medieval, que es la base de la actual civilización occidental. Los derechos de raíz germánica configuran inicialmente la transmisión de la propiedad como negocio solemne, rodeado de ceremonias externas simbólicas que facilitan su difusión y prueba, y acaso de algunas destinadas, sobre todo, a la publicación del acto. "El acto transmisivo, originariamente, es un contrato real, un negocio al contado que se cumple sobre el inmueble, a través de un cambio de consentimientos y de la investidura o entrega de la posesión. Se realizaba delante de testigos, entre los cuales debían encontrarse algunos niños, que conservarían más tiempo la memoria de lo ocurrido; para estimularles preceptuaban algunas fuentes que se les dieran bofetadas y tirones de orejas." Con el creciente tráfico, el requisito de que el consentimiento fuera prestado en la finca transmitida resultaba molesto. Por otra parte, no sólo el contrato, sino también las actuaciones simbólicas fácilmente podían tener lugar en otra parte. Es así como, al lado de la investidura corporal (transmisión en la finca), nace la incorporal, que se realiza, bien ante los tribunales, como una especie de in iure cessio, bien por entrega del título de adquisición anterior (tradición por carta), al que a veces se añaden diversos símbolos de señorío. "La investidura es, en principio, una mera forma de publicación, más o menos rudimentaria. Pero presenta además una garantía de la adquisición, cuando forzosamente ha de hacerse ante el tribunal del lugar de la situación de la finca y no hay otra forma transmisiva, porque entonces la titularidad queda fijada en el adquirente hasta que, mediante un nuevo acto ante el propio tribunal, se despoje de, ella. No cabe, por ende, que un propietario enajene la finca a dos personas distintas, pues tras la primera enajenación el tribunal ya no le considerará como tal propietario, y si pretende realizar la segunda el propio tribunal se negará a autorizarla." LOS DERECHOS GERMÁNICOS ORIGEN DE LA PUBLICIDAD REGISTRAL. Las viejas formas simbólicas van cayendo en desuso, a lo largo de la edad media, desplazadas por formas facilitadas de traditio: el proceso se acelera a partir de la recepción del Derecho Romano. Mas, correlativamente, va consolidándose en muchos lugares la costumbre de consignar las enajenaciones inmobiliarias en libros de carácter público, llevados por las autoridades "Ya en la alta edad media, y en relación con el antiguo sistema documental romano, se había generalizado la práctica de asegurar, mediante una nota escrita, En los negocios relativos a los inmuebles. Especialmente las iglesias y monasterios se y así también los grandes terratenientes laicos- empleaban libros en donde se copiaban los documentos referentes a sus propiedades: otros recogían en libros los originales, a manera de protocolo" En estos libros públicos, a veces se conservaba noticias de asuntos relativos a la gestión municipal u otras incumbencias de la ciudad, comenzaron a consignarse las enajenaciones de inmuebles, que tenían lugar ante el consejo municipal. El primero de estos libros que se conoce pertenece a la parroquia de San Martín, en Colonia, (Colonia (Köln), ciudad del Estado federado Renania del Norte-Westfalia), y es un protocolo confeccionado en 1135 por lo escabinos con los documentos de transmisión de propiedades. De Colonia el sistema de anotar las enajenaciones pasó a otras ciudades". Originariamente, se consignaba en los libros todo negocio que tenía lugar entre las autoridades, en pura sucesión cronológica, sin consideración a su contenido de carácter público o privado, a la naturaleza mobiliaria o inmobiliaria de los bienes, o a la del contrato . Luego en interés de la mejor visibilidad del conjunto se destinaron diferentes libros para las diversas clases de negocios y se limitaron localmente los libros a determinada parte o distrito de la ciudad. Más tarde, se llegó en algunos lugares a consignar todas las anotaciones relativas a un inmueble en el mismo lugar del libro, con lo cual se facilitaba una visión total de la vida jurídica de dicho inmueble. Así nace, acaso primero en Danzig, el sistema del folio real: los libros estaban divididos por calles y casas, y a cada casa correspondía una hoja registral que revelaba todas sus relaciones jurídicas. La creación de estos libros tuvo extraordinaria influencia en la dinámica de los derechos reales. En muchos lugares de la Alemania del Sur la investidura judicial pierde terreno, sustituida por la dación de fe notarial y, a causa de la influencia del Derecho romano, por la contratación privada, la generalización, en el resto de Alemania, de los libros oficiales, tiene como consecuencia que en lugar del documento que se constata el acto judicial, valga como testimonio oficial de la transmisión, la inscripción en el libro público. Todavía en plena edad media, la inscripción se transforma en una parte esencial y definitiva del negocio de transmisión, sustituyendo a la investidura, que acaba por desaparecer. SISTEMAS DE TRANSCRIPCIÓN. En ciertas regiones, por influencia francesa, la constitución y traslación de los derechos reales se hacen depender tan sólo de la conclusión del contrato (sistema consensualista). La inscripción en los registros públicos no tiene otros valores que el del medio de prueba y de legitimación frente a terceros. (Los derechos reales para ser oponibles a terceros, deben estar transcritos). A partir del siglo XVIII, y sobre todo durante el XIX, los países alemanes donde imperaba el sistema romano de clandestinidad en las transacciones inmobiliarias tendieron a eliminarlo, desarrollando bastantes de ellos sistemas de publicidad registral de moderna técnica. A la vez, los países donde la publicidad era ya regla mejoran asimismo sus sistemas. Es también en el siglo XIX cuando los países latinos concretan su publicidad registral: a mediados de siglo, Bélgica y Francia, y poco después España e Italia. Es característico en estos países que las nuevas leyes suponen en ellos una profunda modificación del ordenamiento hasta entonces existente. No se trata, como en los países del centro de Europa, de perfeccionar leyes anteriores, sino que se forma un sistema casi nuevo divergente del anterior. ESPAÑA En 1539, se inicia en España, la publicidad de Gravámenes, mediante un libro en ciertos núcleos urbanos, con ello se protegía a los compradores. Este libro, no podía ser visto por nadie, sino el Registrador daba fe si había o no gravámenes. El Registro como se ve, protegía sólo a los compradores de bienes inmuebles contra los censos, hipotecas o tributos ocultos; ni siquiera comprendía los otros derechos reales limitados; mucho menos, por consiguiente, la propiedad" En 1768, se aprueba el reglamento que establecía las Contadurías de Hipotecas, se llevaban libros por separado para cada municipio y se tomaba razón en forma de encasillado, de los datos relativos a los otorgantes, el acto o contrato, y descripción de los bienes hipotecados o gravados. Estas Contadurías de Hipotecas, son el antecedente inmediato del actual Registro de la Propiedad de España. Las disposiciones sobre Contadurías de Hipotecas, por distintas razones, no podían satisfacer eficazmente, las necesidades del tráfico y el crédito inmobiliario; y si el sistema funcionaba, era por que como expresa el autor Lacruz Berdejo, la economía y la sociedad, hasta fines del siglo XVII, no pedían urgentemente más. La propiedad rústica, hasta el siglo XIX, se halla en su mayor parte en manos del Estado, la provincia o el Municipio y de la iglesia y órdenes religiosas; luego viene un proceso de desvinculación, adelantos técnicos, mejoras de calles, viviendas, ferrocarril, nuevas vías de comunicación, progreso de la industria, etc. Este cambio estructural, en el cual declina la nobleza como clase dominante, y principia a tomar protagonismo la nueva burguesía, demanda también cambios en el Régimen inmobiliario, especialmente para ayudar a conseguir créditos, con garantías inmobiliarias, pero seguras. En 1861, se emite en España la Primera Ley Hipotecaria, y en el mismo año, se promulgó el reglamento hipotecario. Al Registro de la Propiedad, se le dio una organización independiente de la Administración Pública propiamente dicha y de los tribunales de Justicia. La Ley Hipotecaria española, ha sido objeto de varias reformas; estando actualmente vigente, el texto aprobado el 6 de febrero de 1946, que surgió, según la exposición de motivos de la misma, con el fin de armonizar debidamente los textos legales vigentes, abreviar el contenido de los asientos del Registro, sin mengua de los principios fundamentales del sistema; y en dar a los preceptos legales una más adecuada ordenación sistemática y la necesaria unidad de estilo, sirviendo de base para todo ello, además de las disposiciones de la Ley Hipotecaria y la de su Reforma, la del Reglamento, la Jurisprudencia del Tribunal Supremo y la doctrina de la Dirección General de los Registros y del Notariado GUATEMALA La historia de la Publicidad Registral en nuestro país tiene relación con los diferentes Códigos y Leyes que en las distintas épocas han estado en vigencia; as por ejemplo, el Código Civil de 1877, ya recoge normas relativas al Registro Civil y al Registro de la Propiedad, dicho Código fue derogado parcialmente por el Código Civil emitido en 1933, por Decreto Legislativo 1932. Con las reformas introducidas al Código Civil, en 1963, El Registro Civil, pasa a depender de las municipalidades, quienes nombrarán a los Registradores Civiles, y en caso no tengan capacidad económica, el cargo será desempeñado por el secretario Municipal. Se establece que, para el caso de las cabeceras departamentales, en donde sea posible, el Registrador Civil deberá ser abogado y notario, colegiado activo; y estos vigilarán las actividades de los registradores de la jurisdicción. En este Código también se otorga fe pública al Registrador, ante quien se declararán los actos del estado civil, suprimiendo la comparecencia de testigos. Se establece además que las certificaciones de las actas del Registro prueban el estado civil de las personas. En caso de omisión, destrucción de las Actas, este Código prevé que, para probar y establecer el estado civil, se debe acudir ante juez competente, incluyéndose entre las pruebas que se pueden producir, las partidas eclesiásticas. El artículo 389 de dicho Código, establecía que los registros parroquiales, prueban el estado civil, de las personas nacidas antes de la institución del Registro, y de las que nacieron en lugares o poblados que carecieron de dicha institución. En nuestro país, existen los Registros Parroquiales de la Iglesia Católica, en los cuales, se llevan registros de bautismos y de matrimonios religiosos. La catedral metropolitana, con sede en la ciudad de Guatemala, tiene índices de bautismos, desde el año 1890, y el Arzobispado, cuenta con un archivo histórico, en el cual, se encuentran los libros de asientos de bautismos, del número 1 al 17; los libros del número 17 al 64, que es el más reciente están en la parroquia de El Sagrario de la Catedral Metropolitana; que es parroquia desde el año 1949. Las Certificaciones de los asientos de estas partidas, aún tienen significativa importancia para efectos de probar el estado civil de las personas, y son extendidas por los párrocos respectivos, nombrados por el obispo de su jurisdicción. En el Código Civil de 1963, también, se atribuye al Registro Civil, el registro de las personas jurídicas, entre las que se incluyen las asociaciones. Actualmente, por derogatoria parcial del Código Civil, ha desaparecido la institución del Registro Civil como venía concebida y en su lugar como se verá más adelante, asumió sus atribuciones el Registro Nacional de las Personas, y para el caso de registro de personas jurídicas, se creó el Registro de Personas Jurídicas, como dependencia del Ministerio de Gobernación. Los antecedentes del Registro de la Propiedad en Guatemala se remontan al año 1768, año en el cual fue fundado por el Rey de España Don Carlos III, un Registro, con el nombre de Registro Hipotecario. Este acontecimiento, es concordante con la creación de las contadurías de hipotecas en España, que, al principio, tomaban razón de la constitución de gravámenes y su cancelación, sin registrar la propiedad. Disposiciones de finalidad fiscal, de 1829 y 1845, que en España gravaban la transmisión y el gravamen de inmuebles, contribuyeron a una mejor organización de éstas; sin embargo, el adquirente, no podía tener la seguridad de que el fundo fuera realmente de quien se lo transmitía como propietario, ni de que se hallase libre de cargas. Este primer Registro Hipotecario, es el antecedente del actual Registro de la Propiedad de Guatemala, creado el 15 de septiembre de 1877, por el presidente de la República, General Justo Rufino Barrios, en cuya época entró en vigor el Primer Código Civil y reguló lo relativo a dicho Registro. En el mismo año, (1877), de conformidad con en el citado Código, el presidente de la República estableció tres Registros, uno en la capital, uno en Quetzaltenango y otro en Jutiapa; este último ya desparecido. A partir de esa fecha, en Guatemala, se principia a inscribir el dominio sobre bienes inmuebles, ya que con anterioridad sólo se registraban gravámenes. Con la entrada en vigor del Decreto Ley 106, actual Código Civil, en el año de 1963, se principian a registrar muebles identificables y derechos reales sobre los mismos. De esa cuenta, el Registro de la Propiedad, registra el dominio sobre vehículos y otros bienes identificables; así como derechos reales sobre los mismos. Actualmente en nuestro país, en la ciudad de Guatemala, tenemos establecido el Registro de la Propiedad de la Zona Central, y en la ciudad de Quetzaltenango, el Segundo Registro de la Propiedad. El Segundo Registro de la Propiedad con sede en Quetzaltenango, tiene jurisdicción en los departamentos de: Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango, Quiché, Totonicapán, Sololá, Retalhuleu, y Suchitepéquez; y el Registro General de la Propiedad de la Zona Central, tiene jurisdicción, en el resto de los departamentos de la República. Los dos Registros, están sujetos a la normativa general de la República, y deben observar el Reglamento de los Registros de la Propiedad, Acuerdo Gubernativo número 30-2005; y el Arancel General para los Registros de la Propiedad, Acuerdo Gubernativo número 325-2005. El Registro General de la Propiedad de la Zona Central y el Segundo Registro de la Propiedad con sede en Quetzaltenango, han logrado notables avances en su proceso de modernización y han dejado atrás procedimientos que por rudimentarios han pasado a ser parte de su historia. Es indudable que los constantes avances tecnológicos permiten mayor eficiencia en los procedimientos en casi todos los campos de la actividad humana, y los Registros Públicos, no son la excepción; sin embargo, es fundamental en todos ellos, la capacitación del Recurso Humano, y la vocación de servicio. En la segunda parte de este texto, se trata con mayor particularidad, Registros públicos instituidos en nuestro país, con distintos objetos de inscripción.