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Introducción

El mantenimiento del automóvil sirve para prolongar la vida útil de


todos los componentes y que las características del vehículo permanezcan
lo más iguales posible a cuando estaba nuevo. Distingamos dos tipos de
mantenimiento, el correctivo y el preventivo. Los son igual de importantes.
Si hablamos de mantenimiento, nos referimos a aquellas operaciones que
no queda más remedio que hacer: reparar o sustituir, porque un
componente ha fallado.

Fallas comunes en los motores de combustión interna

1. La primera advertencia de un motor con problemas aparece en el tablero


de instrumentos por la detección por medio de los sensores y el ecu.

2. Segundo advertencia es por análisis de fallas:

• Sonido del motor, detonaciones prematuras (prematuro encendido del


combustible en la cámara de combustión).

• Sacudidas o aceleraciones inusuales (posibles averías serían el desgaste


de las bujías en caso de los motores otto o el filtro, o una obstrucción en
las mangueras de combustible, o cuerpo de aceleración en mal estado)

• Humo es excesivo y oscuro (filtración de contaminantes en la mezcla aire-


combustible)

• Humo es azul (Filtración de aceite en la cámara de combustión)

• Olor a goma quemada (daño en las bandas de distribución) • Olores


fuertes del escape (daño en catalizador o mala combustión
Análisis de fallas

Toma de medición de compresión de cilindros.

• Pasos a seguir:

1. La herramienta que necesitarás para realizar este procedimiento es un


manómetro para medir la compresión del motor.

2. Comienza por encender el motor y dejar que se caliente, adquiriendo su


temperatura regular. No debes realizar este procedimiento con el motor frío,
por lo que conviene llevarlo a cabo después de dar una vuelta con el
vehículo.

3. Detén el motor, desconecta los cables de alta tensión ubicados en las


bujías, siempre fijándote en lo que estás haciendo, pues luego deberás
conectarlos en la misma posición. Si no quieres que haya margen de error
puedes tomar una foto a las bujías antes de desconectar los cables.

4. Desconectar la bomba de combustible, se puede hacer desde el fusible


o ralay de este sistema.

5. Desenrosca la bujía del cilindro N° 1 y coloca la punta del manómetro en


el hueco de la culata donde se inserta la bujía. Es muy importante que la
boquilla del manómetro tape por completo este orificio.

6. Ahora deberás pedirle a otra persona que encienda el motor del auto
cerca de unos 3 o 4 segundos, además se debe presionar el acelerador
para abrir el control de aire, de esta forma conseguirás medir la compresión
del motor de esta bujía. Repite el proceso anterior con cada una de las
bujías de tu auto.

7. Cada una de las bujías del motor debe tener la misma presión, y además
es importante que coincidan con la presión indicada por el fabricante del
coche en el manual del mismo.
8. Si no conoces los datos del fabricante con respecto a la compresión
indicada para el motor de tu auto, básate entonces en la relación de
compresión de tu motor (ya sea a gasolina o diésel) y suma esos números.

Las cajas de cambio automáticas han evolucionado de manera que


existen diferentes tipos, cada uno de ellos con unas necesidades de
mantenimiento específicas. Veamos cuáles son las de las cajas
automáticas más comunes. El cambio automático es un sistema de
transmisión que es capaz por sí mismo de seleccionar todas las marchas
sin la necesidad de la intervención directa del conductor. El cambio de una
marcha a otra se produce según la velocidad del vehículo y las revoluciones
por minuto del motor, por lo que el conductor no necesita ni pedal de
embrague ni palanca de cambios.

Hoy en día existen diferentes tipos de cajas de cambio automáticas y


todas necesitan un mantenimiento periódico. Las cajas de cambio
automáticas mas utilizadas son las siguientes:

 Caja automática convencional con convertidor de par. Son las


denominadas Tiptronic del grupo VAG, Steptronic de BMW, etc.
Necesita el cambio de aceite y filtro a los 60.000 km.

 Caja de cambios manual robotizada de disco simple. Básicamente,


es una caja de cambios manual de embrague a la que se le añade
un sistema formado por electroválvulas y una unidad de control que
acciona el embrague y el selector del cambio. Los pioneros en
comercializar este tipo de cajas de cambio fueron BMW con los
famosos SMG y Alfa Romeo con los Selespeed. El mantenimiento
que requiere éste sistema conlleva la sustitución del líquido
hidráulico del selector de las velocidades, pues la caja de cambio es
convencional.

 Caja de cambios manual robotizada de doble disco húmedo. Son


cajas de cambio de doble embrague del grupo VAG llamadas DSG
y las PDK de Porsche. En la DSG de 6 marchas sí se contempla
cambio de aceite cada 60.000 kilómetros, pero en la de 7 marchas
no.
 Caja de cambios automática 7G-TRONIC PLUS de Mercedes-Benz.
Recomienda sustituir el aceite y el filtro entre los 50.000 y 125.000
kilómetros según recomendaciones del fabricante. Las cajas
automáticas no llevan valvulina, llevan líquido ATF, que es un líquido
de color rojo que también lo lleva por ejemplo en la dirección asistida.

Las consecuencias de no realizar los mantenimientos y cambios de


aceite que recomienda el fabricante en un cambio automático pueden ser:

 Problemas con el cambio automático de marchas.


 Pérdida de potencia debido a un cambio defectuoso.
 Rotura interna de los elementos que componen el cambio con el
consiguiente gasto que esto supone.
 Muy importante será siempre seguir las recomendaciones del
fabricante para evitar que tengamos una avería grave.

Consejos de mantenimiento para el sistema de transmisión de tu


vehículo

El sistema de transmisión del automóvil tiene por función hacer llegar


la potencia del motor a las ruedas motrices. Para llevar a cabo esta
importante misión el sistema cuenta con el trabajo de importantes
componentes del automóvil, como son el embrague, la caja de cambios
(sea esta manual o automática), el árbol de transmisión. Para que el
sistema de transmisión no nos de problemas es imprescindible cuidar el
mantenimiento de nuestro coche, con revisiones periódicas en nuestro
EuroTaller de confianza. Eso sí, según nuestro vehículo cumpla años o
haga kilómetros aparecerá el desgaste, especialmente en los componentes
móviles.

Algunos consejos de mantenimiento que nos ayudan a evitar averías en el


sistema de transmisión:

 Conduce con suavidad.


 Evitar maniobras bruscas y un estilo de conducción
agresivo es beneficioso tanto para el sistema de transmisión como para el
funcionamiento del vehículo en general.
 Relacionado: ¿Sabes cómo conducir de forma eficiente y
sin provocar averías en tu automóvil?
 Cuidado con cargar en exceso el vehículo.
 Evita las cargas excesivas y quita del coche todos los bultos
o pesos innecesarios (como la baca, si no la vas a utilizar).
 Cuida los neumáticos de tu coche.
 No nos cansamos de repetir la importancia que tiene llevar
los neumáticos a punto. Y no sólo para nuestra seguridad vial, sino para
otros muchos elementos del coche. Recuerda vigilar las ruedas una vez al
mes para comprobar que la presión es correcta y que no hay desgaste
irregular.
 Relacionado: ¿Cuál es el estado de los neumáticos de tu
coche? ¿Sabes qué puede pasar si no los llevas a punto?
 Revisa los líquidos y haz los cambios cuando toque.

La caja de cambios lleva un aceite que hemos de cambiar según las


indicaciones del fabricante o cada 25.000 kilómetros aproximadamente. De
igual forma, es muy importante no olvidarnos del cambio de aceite de la
transmisión, también conforme los consejos del fabricante o una vez
circulados 50.000 kilómetros. En general, las averías del sistema de
transmisión suelen notarse por ruidos o vibraciones. Pero lo mejor es
prevenir y revisar a fondo de manera anual nuestro vehículo en nuestro
EuroTaller de confianza. Además, ahora te invitamos al cine: descubre
nuestra campaña de verano.

5 consejos para el mantenimiento de los inyectores de tu Coche

Los inyectores son los encargados de proporcionar el combustible


necesario al conducto de admisión del motor del coche. Su función principal
es hacer que el carburante se distribuya de forma homogénea y con la
presión adecuada evitando goteos. Los inyectores están situados en la
parte superior de los cilindros, lo que permite una inyección de combustible
adecuada.

Los inyectores tienen un papel crucial en el proceso de combustión de


un motor térmico, dado que su mal funcionamiento provoca que el
combustible no llegue de forma adecuada a la cámara de combustión. Es
por este motivo por el que mantenerlos en buen estado resulta de suma
importancia para la salud de nuestro motor. ¿Cuánto hace que no revisas
los inyectores? Solicita cita previa y comprobaremos su estado.

Trucos para un buen mantenimiento del sistema de inyección del


coche

Existen algunos trucos de mantenimiento para hacer perdurar durante más


tiempo los inyectores y evitarte así tener que cambiarlos con demasiada
regularidad. Son muy sencillos y fáciles de seguir. Son los siguientes:

1. Limpiar los inyectores con aditivos químicos. Muchas marcas de


combustible usan este tipo de aditivos en su composición. Ayudan a
eliminar impurezas que puedan contaminar los inyectores y protegen el
sistema de inyección.

2. Cambia el filtro de combustible. Un buen filtro de combustible no deja


pasar las partículas nocivas para el motor, haciendo que el carburante
llegue siempre limpio al sistema de inyección. Cambiar el filtro de
combustible es siempre más barato que sustituir los inyectores, por lo tanto,
te recomendamos no descuidar la sustitución de este importante filtro
cuando llegue el momento.

3. Evita subir de revoluciones bruscamente. Cuando un motor sube de


revoluciones de forma intensa aumenta el consumo de combustible y, por
tanto, también la cantidad de carbonilla que genera. Un motor
revolucionado aumenta la carbonilla, lo que provoca un mayor desgaste del
sistema de inyección.

4. Mantén los inyectores siempre limpios. Es importante limpiar los


inyectores si se detecta que no funciona de forma correcta la entrega de
potencia del coche o notamos tirones durante la aceleración. También se
recomienda limpiar los inyectores a partir de los 100.000 km si es la primera
vez, o cada 50.000 km las veces posteriores.

5. No circules en reserva. Cuando circulas con el coche bajo de


combustible debes tener presente que es posible que en el fondo del
depósito se haya producido posos que fácilmente accederán al sistema de
inyección. Si tu coche es antiguo y nunca has realizado una limpieza del
depósito de combustible, con el tiempo, es posible sufrir un atasco en los
inyectores.

¿Qué averías pueden afectar a los inyectores del coche?

Existen dos tipos de averías comunes producidas por un fallo en los


inyectores:
1. Fuga del combustible. Se produce en las propias tuberías del sistema
de inyección. Se detecta gracias a la presencia de un fuerte olor a
combustible.

2. Existencia de carbonilla. La carbonilla provoca que el combustible no


salga pulverizado de forma adecuada provocando el goteo de los
inyectores y impidiendo una combustión correcta. Este fenómeno puede
acabar provocando un fallo en el motor. La mejor forma de detectar la
aparición de carbonilla es prestando atención al humo que desprende el
tubo de escape. En caso de ser de un oscuro intenso querrá decir que algo
está fallando en el proceso de combustión.

¿Qué ocurre si falla una bujía?

Cuando una bujía empieza a tener problemas, se pueden apreciar los


siguientes síntomas:

• Dificultades en el arranque

• Aumento del consumo de combustible

• Fallos de combustión (autoignición) que provocan un “cascabeleo"

• Errores en los sensores que controlan la inyección

• Ralentí inestable

• Pérdidas de potencia

• Motor funcionando “a tirones”

No siempre que existan estos síntomas en el coche quiere decir que


el fallo esté en las bujías. Sin embargo, es uno de los elementos que
primero se deben revisar al tener algún problema parecido. La manera más
fiable de saber cuál es el estado de una bujía es accediendo directamente
a ella y desmontándola. En función de cómo esté visualmente, podemos
hacernos una idea de lo que está pasando en el motor:
• Estado normal. La bujía debe tener el pie del aislador de color blanco
grisáceo o gris amarillento.

• Sucia. Sabemos que está sucia cuando está recubierta de depósitos


de polvo de hollín de color negro mate.

• Carbonizada. Cuando existe un problema con la proporción de la


mezcla de combustible y es más rica de lo normal, la bujía tiene carbón
negro incrustado.

• Engrasada. Si hay alguna fuga de aceite en alguna junta, puede


provocar que la bujía se encharque de aceite y no produzca la chispa
suficiente.

• Desgastada. El electrodo se ha desgastado y ya no genera chispa (o


casi).

• Con depósitos de plomo. La bujía se vitrifica dejando restos de un


color amarillento o incluso verde.

• Con ceniza. La bujía presenta una capa gruesa de ceniza entre los
electrodos que normalmente proviene de los diferentes aditivos del aceite
y del combustible.

¿Cómo se limpian las bujías del coche?

En caso de que exista algún problema derivado de las bujías, lo más


recomendable y efectivo es su sustitución. Los fabricantes no recomiendan
limpiar las bujías, ya que son elementos de desgaste y sujetos a su
reposición por mantenimiento. También debemos tener en cuenta que
muchos de los sistemas de inyección que están en el mercado, como puede
ser el sistema de inyección directa, tienen un sistema de "autolimpieza" que
genera una temperatura mínima de 450º en la cámara de combustión, lo
cual permite que las partículas de carbonilla depositadas en la punta del
aislador se quemen. Si, aún teniendo esto en cuenta, se han de limpiar las
bujías, es importante realizar correctamente el proceso para evitar
problemas.

Así es como se limpian las bujías del coche paso a paso:

• Desmontar el cable de bujía o la bobina de encendido con sumo


cuidado.

• Aflojar la bujía y limpiar todo el contorno de la misma con aire a


presión.

• Retirar la bujía y ponerla encima de un trapo. Marcar cada bujía para


asignar a cada cilindro la suya.

• Limpiar la bujía utilizando alcohol de 90º o un limpiador específico.


También se puede utilizar un limpiador de carburador.

• Limpiar bien la rosca con un cepillo metálico. La limpieza del hollín y


carbonilla depositada en las roscas de las bujías se elimina con
descarbonizantes o limpiadores de carburadores o inyectores. Una de las
mejores opciones en este sentido es LOCTITE SF 7235, un limpiador y
desengrasante de acción rápida y eficaz.

• Comprobar la distancia del electrodo. Como referencia, esta debe ser


de unos 0,6 o 0,7 milímetros.

• Una vez limpia y revisada, procedemos a montar la bujía. Hay que


asegurarse de que está totalmente seca y que el roscado es suave y sin
interrupciones, ya que se corre el riesgo de dañar la culata (especialmente
en los modelos de culata de aluminio).

• Colocar la bujía y apretarla según el par descrito por el fabricante.

Cómo cambiar el aceite y filtros del coche

Hay pocas operaciones más rutinarias y necesarias en un coche que


el cambio de aceite y filtros. De hecho, seguro que has llevado el coche al
taller decenas de veces para hacer ambas cosas, cuando realmente
podrías haberlo hecho desde casa o por ti mismo. ¿Por qué? Porque es
muy fácil cambiar el aceite y tampoco es nada difícil cambiar el filtro del
aceite y el del aire.

Herramientas necesarias

Necesitaremos diferentes herramientas dependiendo del tipo de cambio


que queramos hacer:

Herramientas para el cambio de filtro de aceite

• Gato hidráulico o elevador: hay que elevar el coche para acceder al


cárter del aceite, que está localizado bajo el motor.

• Recipiente para aceite: para recoger el aceite usado.

• Embudo: para rellenar el aceite.

• Kit de llaves: para poder manipular el tapón de vaciado del aceite, los
filtros o cualquier elemento que tengamos que quitar para acceder a ellos.

• Elementos quitafiltros: imprescindibles para filtros que van a rosca.

• Guantes: para proteger las manos del aceite y de toda la suciedad.

Herramientas para el cambio del filtro del aire

• Kit de llaves: para desatornillar cualquier tornillo del filtro.

• Aspirador o soplador: para limpiar la zona del filtro del aire.

• Guantes: para proteger las manos.

Cambio de aceite y filtros en 11 pasos

1. Arranca el coche durante 5 o 10 minutos

El cambio del filtro y el vaciado del aceite se tiene que hacer con el aceite
caliente. Arranca el coche unos 5-10 minutos para conseguirlo.
2. Encuentra el tapón de vaciado de aceite

En casi todos los coches el tapón está en los bajos, justo debajo del propio
motor, y a veces hay que quitar una protección de bajos del motor con una
llave para poder llegar a él. En coches como los Smart, que no llevan tapón,
habría que hacer el cambio por aspiración. Antes de hacer ningún cambio
en ese tipo de coches, infórmate sobre qué llave necesitas para cambiar el
tapón. Por ejemplo, Renault monta con una llave de cuadradillo.

3. Situa un recipiente bajo el tapón de vaciado

No queremos manchar todo el suelo, contaminar y llenarlo todo de aceite.


Coge un recipiente cualquiera para recoger todo el aceite y coloca a su
alrededor una bolsa de plástico para facilitar su limpieza posterior.

4. Quita el tapón de vaciado

Debes quitar el tapón con tu mano para no hacer demasiada presión.


Recuerda que el aceite puede estar caliente, así que ten cuidado y quita la
mano inmediatamente tras haber quitado el tapón.

5. Deja que salga todo el aceite del motor

Tenemos que sacar hasta la última gota de aceite del motor. Aun así,
puedes seguir el proceso del cambio mientras el aceite va cayendo para
ahorrar tiempo.

6. Busca y quita el filtro de aceite

Mientras el aceite cae, puedes ir quitando el filtro. Busca un recipiente


cilíndrico negro (en caso de que sea de papel) o un cilindro de metal que
va enroscado en el motor (filtro blindado), que es la forma habitual del filtro
del aceite.Después, coge una llave fija (si es tapón) o un elemento
quitafiltros y aflójalo hasta que puedas quitarlo con tus propias manos.

7. Engrasa la goma del nuevo filtro

Antes de poner el filtro nuevo tienes que lubricarlo con aceite en su junta.
Esto hará que la próxima vez que vayamos a quitarlo no se quede pegado.

8. Introduce el nuevo filtro

No uses ninguna llave. Introduce y enrosca el filtro nuevo con las manos.
Si usas cualquier herramienta y te pasas un poco ejerciendo presión,
dejarás el filtro demasiado incrustado y eso hará que la temperatura del
aceite suba cuando utilices el coche.

9. Coloca de nuevo el tapón de vaciado

Cuando todo el aceite haya salido del depósito, vuelve a colocar el tapón.
También puedes cambiar la arandela ya que su precio es ridiculo y eso te
ahorrará tener que hacerlo más adelante.Cuando aprietes el tornillo del
cárter no lo hagas muy fuerte, ya que si se pasa de rosca lo podrías romper.

10. Quita el tapón de llenado de aceite

Busca en el capó del coche el tapón del aceite y quítalo para que puedas
llenar el depósito en el último paso. Normalmente suele tener un color
llamativo y es fácil de ver.

11. Echa aceite limpio y de calidad


Echa el aceite nuevo en el depósito de aceite. Para no pasarte ni quedarte
corto, ve midiendo con la varilla del aceite hasta que consigas que se
manche en un intervalo entre las dos muescas. Si mancha más cerca de la
muesca superior de la inferior, es incluso mejor.

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