CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN PSICOLOGÍA CLÍNICA DE ORIENTACIÓN PSICOANALÍTICA

ESTRUCTURAS CLÍNICAS

COORDINADOR/ES: Participante: Lic. Marta Alicia Imburgia

Lic. Rita Saposnik
Lic. Lilian Giubetich

Constitución subjetiva desde la orientación psiconalítica

Introducción

Me propongo en este escrito trabajar sobre los dos primeros objetivos propues-
tos en el programa, delimitando así un derrotero epistémico que nos ubique en
la clínica que llevamos adelante.

La pregunta sostenida tanto de S. Freud como de J. Lacan apunta siem-

pre a lo mismo. ¿Qué hace que el ser humano se desnaturalice de lo biológico?
¿Cuál es el efecto de la palabra sobre el sujeto que origina una modificación
esencial en el organismo que nace, al punto que el cuerpo adquiere la dimen-
sión de cuerpo simbólico. Un cuerpo que pasa a ser un mapa delimitado, mar-
cado por la palabra? La dimensión de la enfermedad adquiere otro sentido en
el ser humano. Freud descubre y produce una teorización acerca de esto, dice
en el ser humano el instinto no es tal y como aparece en el mundo animal. En
la dimensión del ser humano es la pulsión la que rige toda la vida psíquica.
Al nacer, el niño es arrojado al mundo desde el vientre de la madre, sufre el
impacto del medio ambiente. El medio ambiente lo arroja a un proceso de deli-
mitación de su propio cuerpo, vivencia de dolor, calor, frío que van marcando
los límites de su cuerpo biológico, lo parcializa.

¿Pero es solamente esto?

Este niño por nacer ya viene desde su concepción siendo predicado. Se

encuentra marcado por las significaciones y deseos de sus progenitores, predi-
cado por la cultura en la cual se encuentra inserto. Si es esperado o no antes
de nacer, qué desean sus padres de ese niño porvenir, bajo qué nombre ese
niño advendrá al mundo. Es decir, los padres, o quienes cumplan tal función

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marcarán, delimitarán vía la palabra el espacio que ese niño ocupará para
ellos. “Quisiera que seas como…”, “yo te di ese lugar desde mi”, “me gustaría
que fuese varón”, “cayó de sorpresa”, “vino porque vino”, son algunas de las
frases que escuchamos en nuestra práctica.

Desde un inicio y aun antes de nacer el ser humano va quedando captu-

rado por el lenguaje, el discurso parental, la cultura y sus prohibiciones.
Esto va a ir produciendo un sujeto del inconsciente, con los deseos que
debe reprimir porque eso está prohibido, con lo que puede desear porque está
permitido, un sujeto sujetado al discurso parental y cultural que lo precede.

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Desarrollo
Constitución del Sujeto

Freud sostiene “His Majesty the Baby” (Freud, 1914, 88), es decir, un
bebé entronizado, centrificado a la mirada de la madre, a los deseos de la ma-
dre o quien cumpla tal función, a los anhelos y deseos del discurso familiar.

Este espacio que se abre a la mirada de los otros, será el espacio psí-
quico donde será cultivado el predicamento familiar, lo que esa familia ponga
en valor, esto es lo Freud llama el Ideal del Yo.

Estos son puntos de idealización necesarios para identificarse al deseo

de sus padres, ocupar un lugar en el otro. En lo que podríamos llamar un se-
gundo momento estos puntos de idealización comienzan a ponerse en cuestión
y el sujeto niño comienza su proceso de subjetivación diferenciándose de los
dichos del otro parental.

El sujeto se va constituyendo como tal, ya que es efecto de la palabra

familiar, es efecto del lenguaje que le precede. Su cuerpo es un cuerpo simbó-
lico marcado por significaciones según el predicado familiar. Sostiene Lacan
que “ El hombre está capturado por la imagen de su cuerpo. Este punto explica mu-
chas cosas y, en primer término, el privilegio que tiene dicha imagen para él. Su mun-
do, si es que esta palabra tuviese algún sentido, su Umwelt, lo que lo rodea, él lo cor-
po-reifica , lo hace cosa a imagen de su cuerpo ” (Lacan, 1975).
La representación psíquica del cuerpo va más allá de la biología, está en
relación con la producción de saber sobre ese cuerpo que el discurso familiar
propuso a ese niño.
La enfermedad del cuerpo simbólico muchas veces se contrapone al
discurso médico, esta es la base del tratamiento terapéutico: develar las signifi-

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caciones que hacen de marca en ese cuerpo. El cuerpo es representación psí-

quica del organismo viviente.

Producción del sujeto del inconciente a partir del significante.

En este tiempo de la teorización lacaniana podemos localizar una idea

de inconciente como la suma de los efectos de la palabra sobre el ser viviente.
Un inconciente formado por palabras donde lo biológico solo será sostén de
este cuerpo simbólico. El bebé llora, la madre no sabe por qué llora, interpreta
su llanto. “tiene hambre”, “tiene frío”, “tiene sueño”. La primera vivencia de sa-
tisfacción, que es mítica, mítica porque no se la puede ubicar en un tiempo cro-
nológico marca un trazo, una huella. A esta le seguirán otras vivencias de sa-
tisfacción que no serán iguales a la primera, pero marcarán un destino.
Sostiene Lacan que “Todo fenómeno analítico, todo fenómeno que participa
del campo analítico, del descubrimiento analítico, de aquello con que tenemos que
vérnosla en el síntoma y en la neurosis está estructurado como un lenguaje ”. (Lacan,
1955-1956, 237).
Es decir hace referencia a una estructura de lenguaje que preexiste al
sujeto aun antes de su gestación. Lo plantea como una estructura donde se
presenta la duplicidad entre significante y significado pero con una particulari-
dad especial, ambos, significante y significado no están soldados como en la
morfología animal, sino que un significante no remite a un significado particular.
El significante tiene la marca de la ausencia, la ausencia del signo que deja una
huella.
El bebé irá siempre en busca de esa primera huella, de esa primera
marca de satisfacción, como no será nunca idéntica a la primera, seguirá bus-
cándola el resto de su vida.

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Cabe aclarar que la teoría del significante en Lacan da cuenta de un tra-

bajo extenso de investigación en la lingüística estructural de la época inaugura-
da por F. De Saussure y que no desarrollaré en este trabajo.

Complejo de Edipo

La teorización del complejo de Edipo que sabemos Freud lo toma de la

tragedia griega Edipo Rey se centra en dos tramas: deseo de muerte del rival
que es el personaje del mismo sexo y deseo sexual hacia el personaje del sexo
opuesto. Freud piensa el Edipo como un complejo, como una trama. En térmi-
nos lacanianos el Edipo es estructural y estructurante.

Lacan habló de tres tiempos en el complejo de Edipo. Por un lado piensa

un primer tiempo en esa relación diádica madre – hijo. El otro maternal es el
primer contacto que el niño tiene en la entrada al lenguaje. Éste se encuentra
como complemento de la madre. Es un tiempo sin interdicción paterna.

En un segundo tiempo el padre aparece como interdictor. Es el mo-

mento donde aparece la prohibición a la que Lacan se refiere muchas veces a
lo largo de su obra. Dos premisas: para el hijo “no te acostarás con tu madre”,
para la madre “no reintegrarás tu producto”. Esta prohibición siempre está del
lado de la madre, es decir, es ella con su deseo la que posibilita el ingreso de la
función paterna en cuanto ley.

En un tercer tiempo el padre aparece como donador y permisivo y donde

se instaura el tres, esta es la matriz de la estructura familiar para constituir un
sujeto del inconciente, sujeto del deseo.

La estructura psíquica dependerá de cómo ingresa esta ley, de cómo se

estructure esta relación edípica. Si neurosis, si psicosis, si perversión.

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Lo esencial en la teorización del complejo de Edipo estructurante es como la

madre sostiene o no el discurso paterno, si la madre obstaculiza o no, si la ma-
dre excluye o no.

El otro maternal es quien auspicia el ingreso de la ley paterna, la posibili-

ta, da lugar a que el padre cumpla su función desde la palabra. Es en el discur-
so maternal donde se predica la prohibición, el ingreso de la ley, la transmisión
de la cultura.

Resulta necesario para que pueda advenir un sujeto diferencial que la

madre advenga en una posición de mujer-madre de tal forma que tenga un de-
seo diferente del niño, es decir, que el niño se ubique en un lugar diferente, no
como objeto causa de su deseo.

Conclusiones

El ser humano es un ser de lenguaje. El sujeto se constituye a partir del

lenguaje del Otro, de la lengua materna que el Otro encarna. El lenguaje es lo
que reordena las relaciones entre las personas, las sociedades. El sujeto apa-
rece en primera instancia alienado a los significantes maternos con los cuales
se identifica. Son aquellos predicados que toda familia pone en valor como
puntos de idealización del yo. Esto va marcando los ideales de ese niño,
“cuando sea grande seré médico”, “soy el revoltoso de la familia”, “soy el que
no estudia”, “soy el vago”. El niño se va identificando a esos ideales familiares
como modo de no perder el amor de sus padres, para centrificar la mirada de
los otros.

Al menos tres puntos esenciales para pensar la clínica psicoanalítica:

¿Qué se dice? ¿Quién se lo dice? ¿Y desde qué lugar se le dice? Resulta ne-

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cesario pensar cual es la matriz simbólica, cultural que determina al sujeto hu-
mano.
El sujeto es efecto y producto del discurso familiar, es sujeto de un pre-
dicado familiar, de lo que esa familia propone como valor. Es un destino, al de-
cir de Freud, en tanto y en cuanto ese sujeto quede apresado en ese discurso.

El desafío del psicoanálisis será entonces encontrar las coordenadas

fundantes del sujeto, la marca de los significantes en los cuales ese sujeto se
halla identificado, coagulado y dar lugar a que el sujeto encuentre los caminos
singulares de su historia.

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Bibliografía

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Etcheverry y L. Wolfson (Trads.) Obras completas: Sigmund Freud ( 9ª
ed., Vol. XIV, pp 65 - 104) Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo original pu-
blicado en 1914).
2. Freud S. (1984) Obras Completas. La vivencia de satisfacción. 1898
Amorrortu Editores.
3. Lacan, J. (1975). “Conferencia en Ginebra sobre el síntoma”. En Inter-
venciones y textos 2. Bs As. Ed. Manantial.
4. Lacan, J. (1999). Los tres tiempos del Edipo. En E. Berenguer (Trad.). El
seminario de Jacques Lacan: Libro 5.Las formaciones del inconsciente.
(pp 11 – 69). Lugar: Buenos Aires. Paidos. (Trabajo original del año
1957-1958)
5. Lacan, J. (2008). Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el in-
consciente freudiano. En T. Segovia (trad.). Escritos II. (2ª ed. 2ª reimp.
Pp 755 – 788) Buenos Aires: Siglo Veintiuno. (Trabajo original publicado
en 1960)

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