El psicoanálisis llega a América
El congreso de psicología de 1909 en la Universidad de Clark
Rand B. Evans – Texas A&M University
William A. Koelsch – Clark University
RESUMEN: Hace setenta y cinco años, en 1909, G.
Stanley Hall organizó una celebración para el 20
aniversario de la Universidad de Clark. En esa
conferencia Sigmund Freud, Carl Jung y otros miembros
del movimiento psicoanalítico fueron introducidos a la
audiencia estadounidense. A partir de material
documental, describiremos el Congreso de Clark y
plantearemos el impacto que tuvo en esa audiencia.
El mes de septiembre de 1984 marcó el 75 aniversario
del Congreso de Psicología y Pedagogía por los veinte
años de la Universidad de Clark. En ocasiones llamado
“El congreso Freud”, la reunión de 1909 fue de facto un
Congreso internacional de psicología, aún cuando no
tenía más hospicio que la Universidad de Clark y su
pintoresco presidente G. Stanley Hall. Puede parecer de
alguna manera peculiar que una universidad
conmemore en absoluto su aniversario número 20, no
se diga que lo realce con una serie de conferencias
internacionales. En efecto, Sigmund Freud mismo puso
un signo de exclamación tras la palabra vigésimo en las
cartas a Karl Abraham y Carl Jung donde discutía su
invitación para dar una conferencia ahí. Sin embargo, 10
años antes, en julio de 1899, G. Stanley Hall y su equipo
habían organizado una serie de conferencias y eventos
sociales similares, de una semana de duración, para
conmemorar el remate de la primera década de
investigación y enseñanza avanzada de la Universidad
de Clark. Las ceremonias de 1909 fueron simplemente
una versión prolongada de esa altamente exitosa
celebración del décimo aniversario.
Los psicólogos conocen el congreso de psicología y
pedagogía principalmente porque fue ahí donde
Sigmund Freud, Carl Jung y otras figuras del movimiento
psicoanalítico fueron introducidos a la audiencia
Americana. Sin embargo, la conferencia de psicología
fue solamente una de las muchas planeadas para la
celebración del vigésimo aniversario, que en total tuvo
una duración de tres semanas durante el verano e
inicios del otoño de 1909. Otras conferencias, de
matemáticas, física, química y biología, tuvieron lugar
ahí. Conferencias incluso más grandes que la de
psicología se llevaron a cabo, incluyendo una de
relaciones internacionales enfocada en China y el lejano
oriente y una conferencia nacional de bienestar infantil
El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.
Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020
marianainclan@outlook.com
(Clark University, 1909). Las ceremonias estaban
programadas originalmente para julio, como habían
tenido lugar las del décimo aniversario.
El mismo Hall se encargó personalmente de las
invitaciones para las conferencias de psicología y
biología. Para la conferencia de psicología tenía dos
“sabios foráneos” en mente: Wilhelm Wundt y Sigmund
Freud. Hall le escribió a Wundt el 15 de diciembre de
1908, invitándolo a la conferencia, con un ofrecimiento
de 3,000 marcos, o 750 USD, y un título honorífico, pero
Wundt rechazó el ofrecimiento en una carta para Hall,
fechada el 5 de enero de 1909 (documentos de Hall,
1844-1924). Wundt no viajaría incluso unas pocas millas
para un congreso internacional oficial y aún menos
miles de millas por una convocatoria de esa
envergadura; ofreció su avanzada edad como excusa. La
proximidad del 500 aniversario de la Universidad de
Leipzig fue probablemente también tomada en cuenta.
El mismo día que escribió a Wundt, Hall también dirigió
una carta a Sigmund Freud. A él le ofreció 1,600 marcos,
o 400 UDS. El 29 de diciembre de 1908, Freud también
se excusó, diciendo que su práctica psiquiátrica se
extendía hasta mediados de julio y que necesitaba
descansar hasta septiembre (documentos de Hall). El 30
de diciembre de 1908, sin embargo, Freud escribió a Carl
Jung: “he declinado sin siquiera consultártelo a ti o a
cualquier otra persona, siendo la razón principal que
tendría que dejar de trabajar dos semanas antes de lo
habitual, lo cual implicaría la pérdida de varios miles de
coronas” (McGuire, 1974, p. 192). Jung respondió que
Freud debía intentar acudir tras el aniversario, de ser
posible. Jung captó inmediatamente la importancia de
la invitación no solo para los estadounidenses, sino
también, como escribió a Freud el 7 de enero de 1909,
“por el eco que levantaría en Europa, donde las cosas
también se están comenzando a mover” (McGuire,
1974, p. 195). El 30 de diciembre de 1908, Freud había
mencionado en una carta a Jung su genuina decepción
al no haber podido aceptar y reconoció a la Universidad
de Clark como “una pequeña pero seria institución”
(McGuire, 1974, p. 193).
La invitación de Hall también fue rechazada por Alfred
Binet, quien también había declinado una década antes.
La conferencia de psicología experimental
originalmente designada a Wundt fue ofrecida a
Herman Ebbinghaus, por entonces en Halle. Se le
programó para dar cinco conferencias y recibir un grado
honorífico. Ebbinghaus aceptó la invitación pero murió
a finales de febrero. Los problemas de aceptación
parecían haber invadido también las otras conferencias.
El principal problema parecía ser la fecha del evento,
más que un despreció por la Universidad de Clark. Había
dificultades para programar diversas actividades en
julio. La Universidad de Leipzig celebraba su 500
aniversario alrededor de esa fecha y la Universidad de
Ginebra, su 350. Muchos estadounidenses y europeos
asistirían a esas celebraciones. Además, las
universidades europeas usualmente iniciaban el
semestre “de verano” durante el mes de julio.
En enero de 1909 se decidió cambiar la fecha de todas
las conferencias con excepción de la de bienestar
infantil para el mes de septiembre. Siendo este el caso,
la historia de que la conferencia de psicología fue
modificada especialmente para acomodar la presencia
de Sigmund Freud se revela falsa. Hubo, sin embargo,
una gran cantidad de modificaciones en la organización
para situar a Freud, como veremos.
Con el cambio de fecha a septiembre, Hall invitó a Freud
nuevamente, ofreciendo los honorarios originalmente
ofrecidos a Wundt. En esta ocasión Freud aceptó. El 9
de marzo de 1909, Freud escribió a Jung “esto me ha
emocionado más que cualquier otra cosa que haya
pasado en los últimos años” y “no he podido pensar en
ninguna otra cosa” (McGuire, 1974, p. 210).
Otras invitaciones estaban siendo aceptadas
igualmente. Parece ser que varias personas habían sido
consideradas para reemplazar a Ebbinghaus. Ya en el
mes de abril, se habían mencionado a Oswald Külpe, de
Würzburg y a William McDougall, de Oxford. Sin
embargo, William Stern, de Breslavia, fue la decisión
final.
Ernst Meumann, un discípulo de Wundt, y pionero en
psicología experimental de la educación, fue también
invitado para participar en el panel de psicología que
tendría lugar durante la celebración de este evento,
probablemente como alternativa tras el rechazo de
Binet. Meumann originalmente aceptó, pero más tarde
se retractó. Así pues, aparentemente el reemplazo de
Meumann fue Carl Jung, razón por la cual el grado
honorario de Jung aparece en pedagogía y no en
psicología. Jung aceptó; Freud, habiendo escuchado
acerca de la invitación, dirigió una carta a Pfister el 13
El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.
Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com
de junio de 1909, diciendo: “cambia por completo mi
sensación acerca del viaje y lo vuelve importante”
(Meng & Freud, 1963, p. 25). Freud y Jung no fueron los
únicos psicoanalistas invitados. Sandor Ferenczi
acompañó a Freud, y Ernst Jones y A. A. Brill también
acudieron, aún cuando, de ese grupo, solamente Freud
y Jung participarían con una conferencia y recibirían
títulos honorarios. Leo Burgerstein, un especialista en
salud escolar vienés, también fue invitado para exponer,
y aceptó.
Del lado estadounidense, Edward Bradford Titchener,
de Cornell, fue invitado a dar dos conferencias.
Titchener fue seleccionado probablemente porque se
había convertido en un líder en psicología experimental
en Estados Unidos. Aún así, puede que haya habido una
razón más reveladora para la invitación. Edmund C.
Stanford había sido ascendido de jefe del departamento
de psicología a presidente de la Universidad de Clark.
Titchener estaba siendo seriamente considerado como
reemplazo para la posición de jefe de departamento y
su visita al congreso era también una entrevista de
trabajo.
Hall invitó también a otros “sabios” domésticos. Uno de
ellos era Adolf Meyer, el psiquiatra suizo que se había
asociado anteriormente con Clark como miembro del
hospital estatal de Worcester y que estaba a punto de
partir al hospital de la Universidad Johns Hopkins.
Meyer dirigiría una conferencia y recibiría también un
grado honorario. Otras figuras que impartirían una
conferencia y recibirían grados honorarios fueron Franz
Boas, también anteriormente perteneciente a Clark, y H.
S. Jennings, de Johns Hopkins.
A pesar de que una multitud de importantes psicólogos
fueron invitados como oradores, o al menos como
asistentes, está claro que Hall tenía en mente que el
centro de atención fuera Sigmund Freud, de Viena. ¿Por
qué Hall estaba tan interesado en Freud, que había sido
ampliamente ignorado en Europa? Hall había sido
atraído desde hacía mucho tiempo por las ideas
freudianas. Incluso poseía una de las 257 copias de
Freud acerca de la afasia. Tan pronto como el año de
1901, Hall mencionaba el trabajo de Freud en sus clases
en la Universidad de Clark (Ross, 1972, p. 382). En 1904,
estaba dictando clases sobre el tema de la sexualidad a
sus alumnos en Clark (con las mujeres excluidas, por la
delicada discusión). El grado en que Freud influyó
directamente las ideas de Hall es problemático, pues
parece que Hall se había ocupado de la temática del
sexo a lo largo de toda su vida. Con toda certeza, sin
embargo, Hall encontró en Freud una persona que daba
un énfasis similar a la importancia de la sexualidad en la
infancia temprana. En 1907, Hall claramente creía que
el trabajo de Freud era fundamental para la psicología
(Ross, 1973, p. 384). A un grado menor, la invitación de
Hall a Freud demostraba lo que Dorothy Ross llamó “las
familiares y formidables ambiciones” de Hall, y que ella
posiblemente veía como un intento de robar un avance
del grupo de Boston, que anteriormente había
comenzado a tener en alta estima las ideas
psicoanalíticas, pero del cual Hall se sentía excluido
(Ross, 1972, p. 387).
Como se mencionó previamente, Jung había advertido
la importancia política de la presencia de los
psicoanalistas en Worcester. Freud también se había
dado cuenta de la importancia y utilidad de la invitación.
Al escribir a Karl Abraham, remarcó que “posiblemente
irritará a algunas personas en Berlín, así como en Viena”
(Abraham & Freud, 1965, p. 75). La Universidad de Clark
era muy conocida por los europeos en esos días, además
de que el American journal of psychology de Hall era
ampliamente leído en Europa, y tenía un estatus
considerable. Sin duda alguna muchos europeos, así
como estadounidenses, leyeron por primera vez a Freud
y Jung en sus conferencias publicadas en el volumen de
1910 del American journal of psychology.
Titchener era sumamente consciente de su rol como
principal psicólogo experimental en el podio. El 29 de
mayo de 1909, E. C. Sanford, de Clark, le escribió
diciendo “eres en un sentido mi “as bajo la manga” en
cuanto a psicología experimental, lisa y llanamente. Con
Stern, Freud, Meyer, Boas y Jennings estaremos bien
armados del lado de la psicología aplicada”
(documentos de Titchener, 1880-1927). En la misma
carta Sanford incluso sugirió el tema de una de las
digresiones de Titchener: “Podrías, si lo deseas, hacer
una suerte de justificación del trabajo psicológico puro
oponiéndolo a las otras tendencias (psicología aplicada),
que sin duda tienen ahora gran fortaleza” (documentos
de Titchener). La conferencia de Titchener no
decepcionó a Sanford.
El congreso de psicología y pedagogía comenzó el 6 de
septiembre de 1909, en el día del trabajo. El evento fue
oficialmente auspiciado por dos departamentos: el
1 Se debe tener extremo cuidado al aceptar al pie de la letra
las fechas publicadas de días y horarios de las conferencias del
congreso. El cambio súbito de la fecha de llegada de Freud
generó múltiples movimientos en el programa, e incluso los
folletos oficiales no reflejan la realidad del evento. Los
El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.
Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com
Departamento de psicología experimental y
comparativa, y el Departamento de pedagogía y salud
escolar. El congreso comenzó un día antes que las otras
conferencias de esa semana debido a la gran cantidad
de sesiones que se tenían planeadas. De acuerdo con la
agenda, Freud estaba programado solamente para
cuatro conferencias, la primera el miércoles por la
mañana (8 de septiembre) y las otras tres en las
mañanas sucesivas. Originalmente, los planes de viaje
de Freud lo habrían retrasado varios días para asistir al
congreso. Freud después cambió sus planes, pero
aparentemente no notificó a Hall que llegaría más
temprano hasta que estaba ya en Nueva York. Freud
había zarpado con Jung y Ferenczi desde Bremen en
lugar de Trieste y arribaron a tiempo para asistir a todo
el evento (Koelsch, 1970). Irónicamente, Jung señaló
más tarde que el viaje fue la fuente inicial del quiebre
que culminaría con el rompimiento entre él y Freud
(Jung, 1965, p. 158).
La agenda del congreso fue precipitadamente
modificada. Franz Boas generosamente renunció a su
“horario estelar” de las 11:00 a.m. para que Freud,
quien había llegado el domingo 5 de septiembre, tuviera
la oportunidad de comenzar sus conferencias el martes
por la mañana, es decir, el 7 de septiembre1. Si este no
hubiese sido el caso, el conocido libro de Freud hubiera
llevado por título Cuatro conferencias sobre
psicoanálisis en lugar del que conocemos. Las
conferencias de Freud no se titularon por adelantado en
el programa. De hecho, Freud no había preparado
formalmente las conferencias en absoluto e improvisó
sus charlas durante caminatas matutinas en compañía
de Ferenczi. La forma escrita que se convirtió en las
Cinco conferencias sobre psicoanálisis de Freud fue
escrita tras su regreso a Viena, sin embargo,
aparentemente la similitud entre la presentación escrita
y la hablada es excepcional (Freud, 1910).
La sesión abrió con 175 personas en la sala de arte de la
Biblioteca de la Universidad de Clark, cuyas paredes
estaban cubiertas con la colección de pinturas y libros
perteneciente a Jonas Clark. Tras las palabras de
bienvenida del presidente G. Stanley Hall, Wilhelm Stern
inauguró el congreso con la primera de sus
conferencias, dictadas en alemán, acerca de la
psicología del testimonio y la psicología individual
editores e historiadores más adelante se han confundido con
el asunto. James Strachey, por ejemplo, en su traducción de
las Cinco conferencias sobre psicoanálisis posiciona a Freud
dando su primera conferencia el lunes 6 de septiembre “y los
días siguientes” (Freud, 1910/1977, p. 3).
(Stern, 1910). El 6 de septiembre de 1909, Jung señaló a
su esposa que “el profesor X” (como aparece en la carta
publicada), “tuvo primero su turno, con cosas
aburridas”, tanto que los psicoanalistas “se
abstuvieron” de la sesión y tomaron una larga caminata
por el bosque y lago al borde de la ciudad. (Jung, 1965,
p. 365). Si los psicoanalistas regresaron a tiempo para
escuchar la conferencia de H. S. Jennings acerca del
“Estudio del comportamiento de organismos inferiores”
a las 11:00 a.m., no se menciona, pero presumiblemente
no lo hicieron. La sesión vespertina fue dedicada a la
salud escolar y en particular a una charla y discusión
acerca de “La oportunidad y necesidad de investigación
de la salud escolar”. La tarde de ese primer día se dedicó
a una reunión social en la casa de Hall, donde los
oradores e invitados pudiesen conocerse y charlar. Pudo
haber sido en esta reunión social donde se conocieron
por primera vez Freud y Titchener. Cuando Titchener fue
presentado a Freud, la respuesta de Freud fue: “O, sie
sind der gegner” [Oh, es usted el oponente] (E.
Jacobson, comunicación personal, 6 de marzo de 1972).
Se dice que Titchener negó estar opuesto a Freud. El 19
de septiembre de 1909, Titchener señaló a Meyer lo
siguiente:
Me ofrecí a intentar hacer una traducción de esta
psicología de la asociación a términos psicológicos
modernos, y Freud se burló de mí, y dijo que, si me
acerco a él medio año, podría ver que la psicología
moderna requería ser “revolucionada” a su manera.
Revolucionada, ¡por Dios!, lo que significa ser
retrasada unas dos generaciones humanas. Y el
hombre se maravilla de que no tomemos sus
“psicologizaciones” en serio. (documentos de
Meyer, 1885-1949)
El turno de Freud llegó el siguiente día, el martes 7 de
septiembre. Su conferencia tuvo lugar a las 11:00 a.m.,
originalmente el turno de Franz Boas, y sucedió a la
conferencia de Leo Burgerstein acerca de “Los
problemas en el aula, la sanidad y el trabajo escolar”, y
la segunda charla de William Stern, también acerca de
la psicología del testimonio. La primera conferencia de
Freud ofreció un panorama general de la historia y
principales hallazgos de la investigación psicoanalítica –
en alemán. Freud había tenido la preocupación acerca
de si la audiencia lograría captar sus ideas si él hablaba
un idioma ajeno a ellos. El 4 de junio de 1909, Jung le
dijo a Freud “tu éxito está garantizado de antemano,
pues el reconocimiento recae en la invitación misma…
¿Cuál es el problema si decides hablar en alemán?, no
hay nada que ellos puedan hacer al respecto” (McGuire,
1974, p. 229). Exactamente cuál fue el comportamiento
El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.
Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com
de Freud durante esta primera conferencia, no lo
sabemos, excepto por la mención de Jones (1955)
acerca de que se dio en tono serio. Este fue un momento
sumamente significativo para Freud. Más tarde recordó:
“mientras me aproximaba hacia la plataforma de
Worcester para dirimir mis Cinco conferencias sobre
psicoanálisis me sentía como en la realización de un
increíble ensueño: el psicoanálisis ya no era el producto
de una alucinación, se había convertido en una valiosa
parte de la realidad” (Freud, 1925/1952, p. 99). Fue en
esta conferencia cuando Freud habló a su audiencia
acerca de el tratamiento de Anna O. llevado a cabo por
Josef Breuer, sus propias aplicaciones del método de
Breuer y sus conclusiones generales acerca de los
histéricos como enfermos que sufren de
“reminiscencias”. Esta conferencia y las otras cuatro aún
representan, posiblemente, el más apasionado y
accesible discurso sobre psicoanálisis jamás escrito.
Boas inició la sesión del martes por la tarde con su
conferencia “Problemas psicológicos en antropología”
(Boas, 1910). Le siguió una conferencia acerca de “La
enseñanza de la psicología en escuelas normales”, con
el exalumno de Hall y compañero de Titchener en
Cornell, Guy Montrose Whipple en el presídium. La
sesión de las 7:30 de la tarde estuvo dedicada a “La
higiene escolar en cursos de entrenamiento de
maestros”.
Leo Burgerstein inauguró la sesión del miércoles con la
charla “Co-educación y salud mental con referencia
especial a la experiencia y perspectiva europeas”. Esta
fue seguida por la primera conferencia de Titchener,
titulada “Los últimos diez años de psicología
experimental”, a las 10:00 a.m., la cual fue a su vez
sucedida por la segunda conferencia de Freud. La charla
de Adolf Meyer acerca de “Los factores dinámicos de la
demencia precoz y las psicosis asociadas”,
originalmente programada para las 11:00 a.m. fue
cambiada a las 2:30 p.m. para abrir sitio a la
presentación de Freud. La sesión vespertina fue
dedicada a “La oportunidad y necesidad de
investigación en el campo de la educación”.
Si Freud tenía alguna duda con respecto a que Titchener
fuera “der gegner”, esta fue disipada con la conferencia
de este último a las 10:00 a.m.: Titchener claramente se
había tomado en serio la sugerencia de E. C. Sanford. En
su charla, Titchener advirtió enérgicamente sobre la
desenfrenada aplicación de la psicología y pareció hacer
una particular advertencia sobre la línea de
pensamiento de Freud. Titchener previno que “la
desviación en canales prácticos de energía que de otra
manera se hubiera gastado en el servicio del laboratorio
se debe contemplar como una pérdida definitiva para la
ciencia pura” (Titchener, 1910, p. 407). Añadió, tal vez
en beneficio de Freud, que “la noción de la disociación
cuasi mecánica… en varias formas modernas de la
doctrina del inconsciente… es ajena al espíritu e
inadecuada para la psicología experimental” (p. 408).
En su segunda conferencia, Freud continuó con la veta
histórica, discutiendo el desarrollo del psicoanálisis más
allá de Breuer. Casi como si se tratase de una respuesta
a Titchener, Freud enfatizó que él “no comenzó, como
Janet, a partir de experimentos de laboratorio, sino con
objetivos terapéuticos en mente” (Freud, 1910/1977 p.
22). También fue en esta oportunidad que Freud ofreció
su clásica representación de la represión, usando al
mismo G. Stanley Hall y la conferencia en sí como parte
de su ejemplo.
Fue en la sesión del jueves por la mañana que se
introdujo a Carl Jung. Su conferencia versó acerca de los
“Estudios de asociación y salud mental” (Jung, 1910) y
tuvo lugar a las 9:00 a.m. Titchener siguió a las 10:00
a.m. con su segunda conferencia, que llevó por título “La
psicología experimental y los procesos mentales”,
seguida por Freud a las 11:00 a.m. Para esta conferencia
Freud eligió hablar acerca de la psicopatología de la vida
cotidiana, los deslices de la lengua y la pluma. La sesión
del jueves por la tarde trató el tema de “La educación
como asignatura universitaria” y fue escuchada y
comentada, entre otros, por la anarquista Emma
Goldman. A las 5:00 p.m., hubo una exposición (en
alemán) por parte de Stern, acerca del dibujo infantil y
las pruebas psicológicas.
El viernes por la mañana tuvo lugar una repetición de los
presentadores del día anterior. Jung inició a las 9:00
a.m. con su charla acerca del método de asociación,
Stern le siguió con su tercera participación acerca de la
psicología individual a las 10:00 a.m., y Freud con su
cuarta conferencia, de nuevo a las 11:00 a.m., esta vez
con el tópico de sexualidad infantil. Las tres
conferencias matutinas fueron oficiadas en alemán.
Durante la conferencia vespertina se trabajó con el
tema “Psicología elemental en las aulas” y fue presidida
por Carl E. Seashore. Los participantes de esta
conferencia fueron E. F. Buchner, quien dio una
conferencia acerca de “La preparación del estudiante”;
E. B. Titchener, quien habló acerca de “El objetivo del
curso”; y Joseph Jastrow con Steven Colvin, quienes
discutieron “Los contenidos del curso”. William James
El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.
Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com
acudió desde Cambridge para presenciar la sesión del
viernes, y comentó brevemente cada una de las
presentaciones vespertinas. Esa tarde, también, la
conocida fotografía de ponentes y asistentes fue
capturada. A las 5:00 p.m., Stern continuó su exposición
acerca del dibujo infantil.
La agenda original suponía una “sesión académica
general” el viernes 10 de septiembre. Fue ahí cuando la
Universidad de Clark otorgó los grados honorarios a
personalidades de la psicología, pedagogía, biología,
matemáticas y física. Freud y Jung recibieron grados de
Doctores en leyes. Este sería el único reconocimiento
académico de Freud. Las notas periodísticas del
procedimiento señalan que Freud fue introducido de
esta manera: “Sigmund Freud de la Universidad de
Viena, fundador de una escuela de pedagogía, ya rica en
nuevas metodologías y logros, actualmente líder entre
los estudiosos de la psicología del sexo, y de psicoterapia
y análisis, Doctor en leyes” (documentos de Hall). La
frase “La psicología del sexo” fue puesta en una línea
separada, e impresa en tipografía en negritas en el
Worcester Telegram (documentos de Hall).
Jung, a la edad de 34 años, se convirtió en el más joven
acreedor a un grado honorario de la Universidad de
Clark. Al describir la cuestión a su esposa en una carta
del 4 de septiembre de 1909, Jung escribió: “hubo una
sorprendente cantidad de ceremoniosidad y vestimenta
elegante, con vestidos negros y rojos y birretes con
borlas doradas”. Fue, según dijo, “un conjunto
espléndido y festivo” (Jung, 1965, p. 367). Jung fue
presentado de esta manera: “Carl G. Jung, de la
Universidad de Zurch, Suiza, especialista en psiquiatría,
brillante investigador del método diagnóstico de la
asociación, editor y fructífero contribuyente de la
literatura de psicopatología, Doctor en leyes”
(documentos de Hall).
En las sesiones del sábado, Jung habló a las 9:00 a.m. y
Freud a las 11:00 a.m., cada uno dando la última de sus
conferencias. En esta ocasión Stern tuvo su turno a las
10:00 a.m., dando su segunda conferencia de psicología
individual. La conferencia de Jung fue titulada “La
psicología infantil” y se considera que marcó la primera
mención pública del concepto de introversión. La charla
de Freud versó sobre la transferencia, el cumplimiento
de deseos, y los tres posibles desenlaces del curso del
psicoanálisis. Freud cerró su conferencia con una simple
declaración: “debo agradecer la invitación y la atención
con que me han escuchado” (Freud, 1910/1977, p. 55).
A las 3:00 p.m. se dio una demostración de aparatos
para la medición del sonido y una discusión de
cuestiones de manejo de equipos de laboratorio,
realizada en el laboratorio de física por el físico de Clark,
Arthur Gordon Webster, donde asistieron muchos
psicólogos. De manera simultánea, hubo otra
demostración de aparatos en el laboratorio de
psicología de Clark conducida por E. C. Sanford y J. P.
Porter, ambos de Clark. El congreso de psicología y
pedagogía finalizó oficialmente a las 8:00 p.m. con la
conferencia, por parte de Leo Burgerstein acera de “La
relación del cuerpo y la mente”, que tuvo una audiencia
de 100 personas. Jung escribió a su esposa el 14 de
septiembre de 1909, que Hall luego sostuvo una
“conferencia privada” en su propia casa con el tema
“Psicología del sexo” (Jung, 1965, p. 367). La charla fue
recibida por quienes asistieron al evento.
El 29 de octubre de 1909, Titchener escribió a Thomas
Hunter: “pasamos un excelente rato; una semana
completa juntos… Fue una delicia, aunque fue
extenuante” (Brown & Fuchs, 1969, p. 28). El 18 de
septiembre de 1909, Adolf Meyer escribió a Titchener
que la reunión fue “un verdadero deleite y
extremadamente estimulante: solamente desearía que
estas oportunidades tuvieran lugar más
frecuentemente” (documentos de Titchener). William
James felicitó a Hall en la reunión, mencionándola como
“ampliamente mejor que los asuntos más grandes”
(documentos de Hall). En una carta a Hall, Edwin B. Holt,
de Harvard, más tarde autor de El deseo Freudiano
(1915), mencionó:
Por favor acepte mi entusiasta agradecimiento por
una de las semanas más disfrutables y productivas
que he tenido. Abomino las reuniones científicas en
abstracto, pero sus oradores fueron tan bien
escogidos, el programa tan bien organizado, y todo
el asunto conducido con una hospitalidad e
informalidad de alta estima, que cada momento fue
un deleite. (documentos de Hall, caja 19, folder 3)
La prensa local también elogió el congreso en sus
portadas, especialmente el Worcester Telegram, el
Worcester Evening Gazette, y el Boston evening
transcript. Hubo también una portada más aduladora en
la publicación nacional The nation (Cromer & Anderson,
1970). Pareciera que Hall estaba determinado a tener la
buena cobertura de prensa que faltó en el décimo
aniversario. Un documento que aparece en los
documentos del archivo de la Universidad de Clark deja
claro que fue el mismo Hall quien escribió y plantó el
artículo en The nation. Esto se había sospechado por
algún tiempo, particularmente debido a que Hall enlistó
El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.
Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com
el artículo anónimo en su lista de publicaciones al final
de su autobiografía (Hall, 1923, p. 611; Shakow &
Rapaport, 1964, p. 66). Las cartas a Hall del profesor de
matemáticas, Henry Taber, uno de los principales
organizadores de las conferencias, y de Paul Elmer
More, editor de The nation, junto con bocetos
encontrados en el archivo del congreso, con contenido
del artículo general y algunas secciones específicas
acerca de Freud, demuestran claramente el
procedimiento por medio del cual esa particular
evaluación de Freud se generó (documentos de Hall).
Fabian Franklin, exprofesor de matemáticas de Johns
Hopkins y excompañero tanto de Hall como de Taber,
era por entonces editor asociado de The nation. Franklin
organizó una reunión entre Taber y More, donde More,
en efecto, encargó un artículo a Hall y definió un
formato aceptable. Habló con Taber al día siguiente, y
en el lapso de 24 horas él y unos cuantos más habían
redactado y enviado el artículo. More redujo su
extensión, eliminando muchas de las repeticiones de
Hall acerca de los archivos de la Universidad de Clark, y
lo publicó en la edición del 23 de septiembre (Hall,
1909). More escribió a Hall, disculpándose por tener que
recortar su artículo.
No parece haber existido un intento de Hall de esconder
que ese artículo fuera de su autoría, a pesar de que
apareciera sin firma. Es interesante, de cualquier
manera, que cuando E. C. Sanford y W. H. Burnham de
Clark describieron el congreso para el Journal of
educational psychology, identificaron al autor del
artículo como “el corresponsal del New York Nation”
(Sanford & Burnham, 1910, p.p. 35-36). Es posible,
aunque poco probable, que no supieran más del asunto.
Debido a que Hall había establecido un comité de
prensa para el congreso, encabezado por el bibliotecario
de Clark, Louis N. Wilson, se debió suponer que la mayor
cantidad de la cobertura fue “manipulada” en cierto
grado. La aparición editorial en el Springfield republican
(citada en Koelsch, 1970, p. 127), por ejemplo, aparece
como manuscrito en los documentos de G. Stanley Hall
y fue evidentemente tipografiada en la misma máquina
de escribir que el borrador del discurso de apertura para
las conferencias de psicología de Hall (documentos de
Hall).
Las conferencias de psicología se presentaban como el
espacio más probable para el manejo de la prensa
debido a que muchas de las conferencias fueron
dictadas en alemán. Es altamente improbable que los
reporteros de los periódicos de Worcester y Springfield
fueran capaces de producir las noticias y resúmenes de
las conferencias en ese idioma sin ayuda. Un resumen
impreso en inglés de las conferencias de Stern
sobrevive, y el contenido de los artículos periodísticos
sugiere fuertemente que otras charlas, originalmente
en alemán, fueron resumidas en inglés por reporteros
locales. Una excepción podría ser Adelbert Albrecht,
reportero del Boston Transcript, quien aparentemente
estaba versado en el trabajo de Freud y era muy
probablemente un hablante nativo de alemán (Albrecht,
1909; Clark, 1980, p. 272). El hecho de que The
transcript haya enviado a este reportero en particular y
que parte de su trabajo fuera una entrevista con Freud
en la casa de Hall, sugiere que hubo algún arreglo previo
para asegurar una cobertura adecuada. Todo esto
significa que se debe tener precaución al considerar los
artículos de la visita de Freud a Clark como indicadores
de que había interés en la opinión pública.
Las opiniones expresadas en torno a Freud y Jung por
aquellos que asistieron al congreso fueron diversas.
Titchener no estaba impresionado por los puntos de
vista de Freud. El 19 de septiembre de 1909, escribió a
Adolf Meyer:
En lo que respecta a Freud, su psicología es
basalmente, la psicología del asociacionismo. La
falacia fundamental de esa psicología es que no mira
a las “ideas” psicológicamente, con existencias
altamente fluidas, sino lógicamente, como si
tuvieran significados estáticos. La idea de los
asociacionistas es siempre un significado, un
símbolo, incluso cuando no es denominado por ellos
como idea “simbólica”. El resultado de esta
confusión es múltiple. (documentos de Meyer)
De cualquier manera, personalmente, Titchener parecía
haber desarrollado cierto respeto por Freud, llamándolo
un “gran hombre” en la misma carta a Meyer
(documentos de Meyer). Posiblemente Titchener se
identificó con Freud en cierto grado. Freud, como
Titchener, estaba luchando contra la corriente de la
opinión psicológica. El 20 de mayo de 1918, Titchener
escribió a Meyer que respetaba a Freud
“inmensamente, aun cuando creo que su psicología es
anticuada y sus construcciones ampliamente precarias;
pero es un hombre que ha trabajado duro y ha sufrido,
y no tengo estómago para entablar una controversia
con él” (documentos de Meyer).
El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.
Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com
Titchener tenía una buena opinión de Jung; en una carta
a Meyer del 19 de septiembre de 1909, escribió: “Jung
ha mostrado en diversas ocasiones los efectos de su
entrenamiento psicológico y ha eludido instintivamente
las falacias dogmáticas de su maestro” (documentos de
Meyer). Al igual que ocurría con las ideas de Freud, sin
embargo, el pensamiento de Jung no reunía los
atributos necesarios para ser llamado psicológico por
Titchener.
William James pareció haber respondido positivamente
a las ideas Freudianas, pero de algún modo
negativamente a la persona de Freud. Ernest Jones
señaló que James puso sus brazos alrededor de Freud y
dijo, “El futuro de la psicología le pertenece a tu trabajo”
(Jones, 1955, p. 57). Para Theodore Flournoy, James
escribió, “Espero que Freud y sus discípulos lleven sus
ideas hasta sus últimas consecuencias, para que
podamos aprender cuáles son. No pueden dejar de
arrojar luz a la naturaleza humana” (James, 1920, p.p.
327-328). Específicamente acerca de la teoría de Freud,
James dijo, sin embargo, “no puedo hacer nada en mi
caso con su teoría de los sueños, y obviamente “el
simbolismo” es un método muy peligroso” (James,
1920, p. 328). James comentó con respecto a Freud:
“confieso que personalmente me dio la impresión de un
hombre de ideas fijas” (James, 1920, p. 328). El 19 de
septiembre de 1909, James escribió a Mary Calkins,
“sospecho fuertemente de Freud con su teoría del
sueño, de ser un halluciné promedio” (Perry, 1935, Vol.
2, p. 123). Parece ser que Jung dejó una mejor impresión
en James que Freud.
Freud y Jung se retiraron del congreso para dar un
pequeño paseo y luego partir al bosque de Adirondacks
con James J. Putnam, profesor de neuropatología de
Harvard, antes de su partida definitiva a Europa. Freud
recordó unos años más tarde que para él, la relación
más importante de las establecidas a partir del congreso
fue con Putnam (Freud, 1914). Titchener regresó a
Cornell y, aunque se le ofreció la dirección del
departamento de psicología de la Universidad de Clark,
no pudo aceptar debido a que Cornell no le permitió
escapar a su contrato. James volvió a Harvard, pero
murió al año siguiente.
La semilla del psicoanálisis Freudiano, si no se había
implantado en Estados Unidos, fue ciertamente
plantada y alimentada en este encuentro. La psicología
americana no sería la misma nunca más.
REFERENCIAS POR INCLUIR (se pueden consultar en el artículo original)

El psicoanálisis llega a América. El congreso de psicología de 1909 de la Universidad de Clark.

Rand B. Evans & William A. Koelsch
Traducción: Mariana Inclán G., mayo de 2020. marianainclan@outlook.com