Ahora vamos a centrarnos de forma detallada en la apariencia física de este personaje
mitológico así como algunas peculiaridades que merecen ser mencionadas. Así pues, Medusa en la Mitología cuenta con una serie de características que la hacen única y muy reconocible: En lugar de cabello, tiene la cabeza cubierta de serpientes: pues, como hemos visto anteriormente, Afrodita, celosa, decidió arrebatarle el cabello pues es un claro signo de belleza y feminidad Puede matar con solo una mirada: Atenea, enfadada por las relaciones de Medusa y Poseidón en su templo, le dotó con una luz en los ojos que es capaz de petrificar a aquel que la mira y, por tanto, lo mata al instante. Convierte a la gente en piedra: la mirada de este personaje tiene la característica de que puede convertir a cualquier persona en piedra. Su sangre se usó como veneno: los dioses del Olimpo se quedaron con la sangre de Medusa y la guardaron como un poderoso veneno para poder matar a cualquier enemigo Su cabeza se usó como escudo: Atenea se quedó con la cabeza de Medusa pues, aunque estuviera muerta, los ojos seguían petrificando a las personas; así que la Diosa decidió usarla como un poderoso escudo La cabeza terminó convertida en amuleto: debido al uso que Atenea hizo de la cabeza de Medusa, al final, esta se convirtió en un amuleto protector entre la civilización griega Estas son las características de Medusa en la leyenda de Grecia más destacadas y que hacen que este personaje sea inolvidable.
Importancia de Medusa en la Mitología Griega
Y ¿por qué Medusa es tan importante en la Mitología Griega y en nuestra cultura? Está claro que, dentro de todos los personajes de la Antigua Grecia, el mito de Medusa es uno de los que más huella han dejado en nuestra civilización y que ha hecho que grandes artistas y pintores de la talla de Leonardo, Rubens o Klimt terminen inspirándose en esta historia mitológica para la elaboración de alguno de sus cuadros. De Medusa nos llama la atención su fatídica e injusta historia en la que, por una relación sexual (consentida o no, no se sabe a ciencia cierta) estuvo maldita durante toda su vida hasta terminar decapitada. La furia de los Dioses vuelve a hacerse presente en este mito griego que, una vez más, nos muestra que ante la fuerza divina, no hay nada ni nadie que pueda luchar. Una bella mujer como Medusa fue relegada a un horrible monstruo que, ni siquiera, podía mirar su entorno sin acabar con él. Una condena que terminó convirtiéndola en un símbolo de mujer peligrosa, independiente y fuerte. Por este motivo, el mito de Medusa ha calado hondamente en nuestra cultura actual ya que, además de la etiqueta inicial de "mujer malvada", si investigamos acerca de su mito nos encontramos con que no deja de ser una víctima de la furia divina. Sin embargo, su iconografía nos ha llegado hasta hoy representándola como la señora de las bestias, la mediadora entre el cielo y el infierno, la que refleja el ciclo de la vida (la vida, la muerte y el renacimiento) y, sobre todo, la representante de los misterios femeninos. El mito de Medusa en nuestra cultura En el periodo del Renacimiento y del Barroco, la cabeza de Medusa se consideraba como un símbolo de la razón, el triunfo de la mente y el intelecto frente a las pasiones y las emociones. Caravaggio pintó sobre este tema debido a la petición del cardenal del Monte y así fue como, el pintor del mundo de las tinieblas, metió al monstruo griego dentro de un escudo con un gesto de furia y dolor sin precedentes. Los estudiosos sobre el tema se cuestionan que esta pintura de Caravaggio, quizás, está bajo el influjo de una creación anterior de Leonardo da Vinci quien también decoró un escudo de madera con este mito griego. Sin embargo, lo que el nuevo pintor consigue es humanizar a la figura mitológica y darle un fuerte realismo y sentimiento. Años más tarde, pintores como Rubens o escultores como Bernini también dieron su propio punto de vista de este mito creando diferentes obras de arte que se conservan hoy en día. En el XIX, la leyenda de Medusa en la Mitología fue una de las favoritas entre los simbolistas como Klimt y, por este motivo, podemos ver una reinterpretación del clásico hecha desde un prisma más decadente y vanguardista. En este siglo, el papel de la mujer adquirió más fuerza y, por este motivo, podemos ver piezas que reflejan a una Medusa concebida como "femme fatal".