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Los Poderes de Elisa

Despierto por la mañana y observo la lámpara del techo balanceándose cosa


realmente rara ya que sé que esta perfectamente colocada en el techo; ¿Qué más
da?, doy vuelta sobre mi cama pensando en cepillarme el cabello y me asombra
ver mi cepillo favorito flotando sobre el tocador… seguramente estoy soñando,
cierro los ojos con fuerza y me doy un pellizco doloroso en el brazo esperando que
esta acción me despierte, pero nada pasa: Mi cepillo sigue flotando sobre el
mueble en espera de que lo sujete.
Ese fue el primer evento que me hizo darme cuenta de mi poder de mover los
objetos, con el tiempo me doy cuenta que los he ido desarrollando hasta tal punto
que puedo mover la piedra más pesada y hacerla flotar a mi antojo… todo va muy
bien y me siento feliz con ello… aunque no tan feliz, de cierta manera todos en el
pueblo se enteraron de mi poder y ahora huyen despavoridos en cuanto me ven,
seguramente piensan que soy una bruja o algo por el estilo.
La gente del pueblo es muy cerrada respecto a esas cosas, algunas veces me
lanzan piedras o me dicen cosas realmente ofensivas, yo camino como si nada,
concentrándome en esquivar las piedras y mover cosas con mis poderes…Con el
tiempo decido alejarme de ellos, si no quieren mi presencia no los obligaré a
tenerla.
Cierto día la noticia se difunde: Gualtin, el pueblo al que tanto quería y el que tanto
me odiaba, se encuentra en sequía. Los pobres habitantes no tienen agua ni para
beber, las cosechas están muriendo a causa de la falta de agua, la gente se
deshidrata y los pueblos vecinos lo ignoran. Sé que regresar implicaría volver a
soportar las burlas, piedras y malas palabras, pero no me importa.  Se que puedo
hacer algo para salvarlos.
Al llegar todo es peor de lo que me imaginaba, de no haber venido todo el pueblo
hubiera muerto. La gente me ve y parece reconocerme, pero están muy débiles
como para decirme algo. Me concentro en lo que quiero hacer, es fácil así que no
me sorprende mucho ver las nubes moviéndose y acercándose unas con otras,
cierro los ojos y visualizo el agua de algún lado subir hasta las nubes, escucho un
fuerte sonido proveniente del choque de las nubes y de pronto sucede: Una
pequeña llovizna se extiende sobre Gualtin y moja todo a su paso…
La gente me mira con una expresión de incredulidad y alegría y de pronto me
abraza. Escucho mi nombre una y otra vez, ¡el pueblo está a salvo y yo por fin soy
aceptada! Lágrimas de alegría recorren los ojos de todos, incluyendo los míos, los
vítores y las risas no paran… y entonces me despierto, supongo que no me
pellizqué con la fuerza suficiente.

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