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REENCUENTRO

Esta es la historia de un par de hermanos de unos 8 y 10 años, siempre al salir de la escuela


tenían la costumbre de regresar a casa caminando juntos recorriendo la mayor parte de la
colonia, un día su madre, la única familia que tenían, les dio dinero y pidió de favor que a la
hora de la salida de la escuela fueran a comprar algo de fruta pero esa tarde la maestra del
hermano mayor tuvo que terminar su clase antes de lo esperado; ya que faltaba mucho para
que el menor saliera, este decidió adelantarse y comprar las cosas en lo que terminaban las
clases de su hermano. La tienda no estaba muy lejos del lugar, solamente tuvo que caminar
un par de cuadras, cuando llegó compro lo que le habían pedido y notó que el lugar tenía
una maquinita, con el dinero sobrante de la compra decidió entretenerse un rato en lo que
el menor saliera de la escuela perdiendo la noción del tiempo; pasó el tiempo y el menor ya
había salido, busco a su hermano mayor por un rato en la puerta de la escuela pero no veía
ni a su grupo y pensó que a lo mejor se había adelantado a comprar las cosas ,
inmediatamente corrió a buscarlo.

El mayor al darse cuenta de la hora que era, tomó las cosas y salió rápidamente de la tienda
dirigiéndose a la escuela, vio a lo lejos a su hermano, al otro lado de un cruce, gritó su
nombre tratando de llamar su atención cosa que funcionó y el menor corrió en dirección
donde se encontraba, pero este no le prestó atención al semáforo, no se detuvo a mirar si
venía algún vehículo a gran velocidad, y justo al momento de dar un paso un camioneta
apareció repentinamente, se escuchó un chirrido de rueda seguido de un horrible
estruendo, salto mucha tierra y polvo sobre la calle; el mayor reaccionó de una manera
rápida dejando caer todas sus cosas sobre la banqueta, preocupado, fue a buscar a su
hermano el cual se encontraba debajo de la camioneta y pidió ayuda a las personas que se
encontraban alrededor para poder mover el vehículo o al menos levantarlo; mientras la
gente ayudaba a levantar la camioneta, poco a poco lograba sacar a su hermano con todas
sus fuerza arrastrándolo un poco y una vez fuera lo movía o le daba pequeños golpes en la
cara para que despertara, pero no reaccionaba. Unos minutos después llegó una ambulancia
lista para llevarse al menor, la tristeza y la culpa inundaban al mayor mientras veía aquella
escena desgarradora, no sabía que decirle a su madre, se encontraba en un momento de
desesperación y miedo así que corrió lo más rápido que pudo, no quería ir a casa esa misma
tarde, poco después se enteró que su hermano había fallecido.

Al día siguiente toda la colonia ya sabía lo del accidente, el hermano mayor estaba frente a
la puerta de su casa, entró llorando y corrió directamente a abrazar a su madre dando
disculpas de lo que había pasado pero ella trataba de calmarlo diciéndole que no era su
culpa y que estaba feliz de que nada malo le pasó estando tanto tiempo fuera de casa, pero
estas palabras no funcionaban ya que estaba profundamente convencido de que si no lo
hubiera gritado nada de esto pasaría.

Pasaron los años, el chico ya había crecido, vivía solo y se encontraba estudiando ya en la
universidad, su madre se había vuelto a casar y a él no le molestaba en absoluto, tenían una
muy buena relación, vivían felizmente sin ninguna preocupación. Un día la madre lo invito a
comer junto con su padrastro, fueron a un restaurante y platicaron por un rato muy a gusto
hasta que su madre quiso dar la noticia de que estaba embarazada, esto sorprendió
demasiado al hijo y rápidamente los recuerdos de aquel accidente que había olvidado,
volvieron, tenía una cara pálida y las manos le comenzaron a temblar, lo único que hizo fue
salir corriendo del lugar. Llegó a su casa sintiéndose un poco sofocado, sabía que aún no
superaba del todo aquel día y desde ese momento sufría de alucinaciones, se imaginaba a
su hermano en la calle o escuchaba su voz a lo lejos, jamás se lo contó a su madre pero
desde que escuchó la noticia, estas se volvieron más frecuentes.

Pasaron los meses y durante este tiempo poco a poco dejaba de salir de casa, encerrándose,
las alucinaciones seguían haciéndose más fuertes, veía cosas que no estaban allí, escuchaba
voces por todos lados, estaba en la desesperación, casi al punto de la locura, pero una
tarde, preocupada, la madre lo quiso visitar ya que no tenía noticias de él por un largo rato y
lo único que le había llegado es que no se estaba presentando a clases, tocó la puerta y
esperó a que su hijo le abriera pero la puerta no tenía seguro haciendo que entrara por su
cuenta; al entrar noto que había un desastre por toda la casa, papeles y latas de refresco
tiradas por todos lados, trastes sucios en la cocina, se veía que su hijo no estaba en un buen
momento, lentamente su hijo, un poco asustado, salió de su habitación y rompió en llanto
en cuanto la vio, corrió abrazarla y ella lo aceptó, sabía que necesitaba apoyo pero quería
una explicación de lo que estaba ocurriendo. Al momento de que el hijo le quiso explicar se
escuchó un crujir en la puerta principal, atrayendo la atención de los dos, era un niño que se
escondió tras el marco de la puerta, la madre lo llamó y este obedeció, era su hijo; el mayor
quedó unos segundo congelado, mientras que la madre le arreglaba la ropa al pequeño,
esta sugirió que ya era tiempo de que se conocieran y que pasaran un rato juntos, al niño se
le veía entusiasmado y dijo que quería ir por un helado, no le quedaba de otra al mayor mas
que aceptar y salieron a la calle tomándose de las manos; llegaron a una esquina, ya a
punto de llegar a la heladería, el mayor se veía nervioso y tembloroso, el lugar le recordaba
ese día, hasta que el pequeño lo notó y dijo con una gran sonrisa “No te preocupes
hermanito, esta vez prestaré atención a la hora de cruzar”

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