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La alianza politiquera

Recuerdo muy bien el 2 de octubre del 2016, día del plebiscito por la “paz”: los colombianos tenían el
poder de decidir, o al menos eso se pensaba, si los acuerdos con el grupo terrorista eran legítimos, o
sea, iban a ser parte del ordenamiento jurídico del país; O, por el contrario, los acuerdos no eran la ley y
las exigencias de justicia no quedaban satisfechas con dicho pacto. Después de un largo debate, y a
pesar de la propaganda del gobierno (miles de millones en propaganda a favor de premiar el crimen), la
ciudadanía rechazó el acuerdo. Después de que salieron los resultados había mucha gente perpleja y
asustada, es increíble cómo el gobierno logró intimidar a la población, altamente influenciada por toda
la propaganda y el terror propagado, tanto que las personas en serio creían que después de los
resultados del plebiscito, nos dirigíamos a una guerra sangrienta sin fin, como si en el 2010 las
condiciones del país hubieran sido esas.

Lo que se entiende después de que ganó el rechazo al acuerdo, es que los “representantes” de ese
rechazo EXIJAN revocar el acuerdo, pero no fue así. Por alguna razón esos dirigentes fueron a solicitar
modificaciones al acuerdo, y yo pregunto: ¿de qué manera interpretaron el voto del NO? ¿En serio
creían que el gobierno iba a aceptar cambios, cambios fundamentales? ¿Uribe creyó que la gente salió a
votar por el NO porque lo amaban a él, que era un voto para él? No me sorprendería, la gente responde
mejor a las pretensiones de un caudillo que a la razón.

Pero uno pude quedarse discutiendo eso por horas, lo importante es si alguien representa de verdad el
voto del NO. Yo creo que no. ¿Dónde quedó representado el rechazo al acuerdo si el candidato uribista
ya lo acepta? Eso no lo digo yo, lo dice él.

¿Cuál es el ordenamiento jurídico que queda después de aceptar que hay acuerdo? Al candidato se le
olvida que la gente votó NO al acuerdo, no se votó a favor de que culminara el acuerdo en 2016. El
acuerdo no culminó, fue rechazado, ¿se entiende la diferencia? Claro que no. Pero los uribistas son
buenos para mentir y acomodar todo a su favor. No entiendo en qué momento el rechazo al acuerdo se
transformó en una aceptación a la negociación, simplemente NO HAY NADIE que represente la voluntad
popular. Pero ¿por qué? Es mejor estar del lado de los que manejan los hilos que estar del lado de la ley,
¡la ley!
En Colombia las palabras significan cualquier cosa, me doy cuenta de eso cuando discuto con algún
“duquista” en Twitter. Para ellos, la ley es lo que aprueba el congreso y lo que aprueba la corte (yo creo
que aprenden eso en la universidad). De modo que, si la corte falla a favor de que comer carne humana
es legítimo, porque ayuda a limpiar las calles, entonces esa es la “ley”. Eso es algo inimaginable en
cualquier país decente, pero acá, en el submundo, se entiende por ley todo lo contrario. Por eso cuando
se intenta aplicar la ley, en realidad se está violando la “ley”. No he podido determinar si eso es culpa de
los ciudadanos o de los dirigentes, aunque lo que sí es cierto, es que lo que repite Uribe y Duque, es
seguido y repetido por todo su séquito.

Lo del uribismo es politiquería barata, y no quiero quedarme en eso. Tampoco voy a hablar de Marta
Lucía Ramirez, sería redundar, son lo mismo. El tema ahora es Ordóñez, el Godo. Hasta el momento, el
ex procurador se muestra como el que mejor representa el rechazo al acuerdo, y tiene el camino libre
para representar el sector que el uribismo ha decidido despreciar por temas politiqueros (u oscuros).
Pero Ordóñez, lamentablemente, ha decidido ir por el camino de la derrota. Yo entiendo que quiera
parecer muy patriota con el tema de los “intereses superiores de la patria”, haciendo referencia a la
“gran alianza” entre los sectores que apoyaron el NO en el plebiscito; pero no entiendo cómo no se da
cuenta de que Uribe y Pastrana tienen intereses propios, no en pro de ninguna patria. Pierde el tiempo
esperando las migajas de estos dos personajes. Ordóñez siempre ha parecido más interesado en
condenar a los ateos y en que la gente vaya a misa. El esfuerzo se debe concentrar en representar el
respeto a la ley, la libertad y la justicia, pero NADIE parece interesarse en estos temas. Lo importante es
ser de derecha, si no se es de derecha entonces se es comunista. Pero ¿qué es la puta derecha? Veo
mucho nostálgico de Pinochet definiéndose como de derecha. Como lo he dicho antes, en Colombia las
palabras significan lo que a la gente le dé la gana: en las redes critican al uribismo porque se definió
como un partido social demócrata, algo que en Colombia parece significar chavismo o castrismo, por eso
el partido social demócrata alemán es lo mismo que el Che Guevara, así lo deben entender los de la
derecha colombiana.

Según la siguiente encuesta publicada por CNN en Twitter, la mayoría de los votantes del NO quieren
acabar con el acuerdo, ¡debe ser la puta extrema derecha! Pero nadie se atreve a representar ese
rechazo, lo importante es la politiquería; por eso el uribismo ha dicho cientos de veces que ellos no
están en contra de la “paz”, sólo quieren maquillar un poco ese sapo.
Hay muchas encuestas con esos resultados, algo ignorado por los “políticos”, ya que mantener una
cuota de poder es lo esencial. Rechazar el acuerdo sería convertirse en Mussolini, algo que es mejor
evitar. Es preferible que los criminales tengas curules a que al político lo llamen fascista, pierde votos.
Muchos voceros uribistas (como el señor Guarín) han acusado a los que quieren acabar con el acuerdo
como de la extrema derecha, claro que sí, porque pretender que se respete la ley es lo mismo que
quemar judíos. Yo no entiendo cómo la gente puede seguir respetando a ese tipo de canallas.

Los comunistas han cometido crímenes desde antes de 1930, y hay gente que aún se cree lo de la
rebelión. ¡Cómo es posible que existan personas vengativas que quieran castigar a los campesinos que
se rebelaron! Por eso Colombia es un caso aparte: para sentarse a redactar la constitución lo importante
es tener en la hoja de vida miles de asesinatos, violaciones de niños, narcotráfico y miles de secuestros.
Debe ser una ocurrencia de la extrema derecha querer que se aplique la ley a los narcotraficantes.

Cualquiera que acepte el acuerdo está del lado de los criminales, es así de sencillo. El acuerdo no es más
que una violación a la ley. ¿Qué importan las pretensiones de unos criminales? ¿No mataron policías y
militares? ¿No violaron miles de niños, reclutaron, secuestraron? ¿No son narcotraficantes? La sociedad
colombiana ya está acostumbrada a que eso sea algo que merezca premio. ¿O es que acaso usted va a
mandar a sus hijos a la PUTA “GUERRA”? Por eso la indolencia, el servilismo y la estupidez caracteriza al
colombiano.

La alianza uribista representa a la gente que no sabe lo que es la ley, a la gente que acepta el acuerdo
como ordenamiento jurídico, representa a las personas acomodadas que prefieren mantener sus
beneficios antes que hacer valer los principios que cualquier sociedad moderna debe tener. La ley es lo
que diga Uribe, y la justicia es la que dicta el criminal.

@JLCOWEN

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