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asasasasassas, un crecimiento económico inclusivo con trabajo decente para todos, ciudades

sostenibles y cambio climático, entre otros.

El conocimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) asociados a esta Agenda

ayuda a evaluar el punto de partida de los países de la región y a analizar y formular los medios

para alcanzar esta nueva visión del desarrollo sostenible, que se expresó de manera colectiva y

quedó plasmada en la Agenda 2030.

Los ODS también son una herramienta de planificación y seguimiento para los países, tanto a

nivel nacional como local. Gracias a su visión a largo plazo, constituirán un apoyo para cada país

en su senda hacia un desarrollo sostenido, inclusivo y en armonía con el medio ambiente, a

través de políticas públicas e instrumentos de presupuesto, monitoreo y evaluación.

La Agenda 2030 es una agenda civilizatoria, que pone la dignidad y la igualdad de las personas

en el centro. Al ser ambiciosa y visionaria, requiere de la participación de todos los sectores de la

sociedad y del Estado para su implementación.

Por lo tanto, se invita a los representantes de los Gobiernos, la sociedad civil, el ámbito

académico y el sector privado a apropiarse de esta ambiciosa agenda, a debatirla y a utilizarla

como una herramienta para la creación de sociedades inclusivas y justas, al servicio de las

personas de hoy y de futuras generaciones.


INTRODUCCIÓN

El lento crecimiento económico mundial, las desigualdades sociales y la degradación ambiental

que son característicos de nuestra realidad actual presentan desafíos sin precedentes para la

comunidad internacional. En efecto, estamos frente a un cambio de época: la opción de continuar

con los mismos patrones de producción, energía y consumo ya no es viable, lo que hace

necesario transformar el paradigma de desarrollo dominante en uno que nos lleve por la vía del

desarrollo sostenible, inclusivo y con visión de largo plazo.

Este cambio de época es necesario en el caso de América Latina y el Caribe, que no es la región

más pobre del mundo, pero sí la más desigual. Si bien la desigualdad existe en todo el mundo,

constituye una especial limitación para alcanzar el potencial de la región. Las brechas que se
enfrentan son estructurales: escasa productividad y una infraestructura deficiente, segregación y

rezagos en la calidad de los servicios de educación y salud, persistentes brechas de género y

desigualdades territoriales y con respecto a las minorías, y un impacto desproporcionado del

cambio climático en los eslabones más pobres de la sociedad.

Frente a estos desafíos, los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas, junto con un gran

número de actores de la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado, entablaron un

proceso de negociación abierto, democrático y participativo, que resultó en la proclamación de la

Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, en

septiembre de 2015. La Agenda 2030, así como la Agenda de Acción de Addis Abeba de la

Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y el Acuerdo de París

sobre cambio climático, aprobados por todos los Estados Miembros también en 2015, presentan

una oportunidad sin igual para nuestra región.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye 17 Objetivos y 169 metas, presenta

una visión ambiciosa del desarrollo sostenible e integra sus dimensiones económica, social y

ambiental. Esta nueva Agenda es la expresión de los deseos, aspiraciones y prioridades de la

comunidad internacional para los próximos 15 años. La Agenda 2030 es una agenda

transformadora, que pone a la igualdad y dignidad de las personas en el centro y llama a cambiar

nuestro estilo de desarrollo, respetando el medio ambiente. Es un compromiso universal

adquirido tanto por países desarrollados como en desarrollo, en el marco de una alianza mundial

reforzada, que toma en cuenta los medios de implementación para realizar el cambio y la

prevención de desastres por eventos naturales extremos, así como la mitigación y adaptación al

cambio climático.
En su documento Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible 1 ,

presentado en el trigésimo sexto período de sesiones, realizado en la Ciudad de México en mayo

de 2016, la CEPAL tomó esta visión y la analizó bajo la perspectiva de América Latina y el

Caribe, identificando los desafíos y oportunidades clave para lograr su implementación en la

región. Propuso, asimismo, una serie de recomendaciones de política y herramientas en torno a

un gran impulso ambiental, con una alineación integrada y coherente de todas las políticas

públicas —normativa, fiscal, de financiamiento, de planeación y de inversión pública, social y

ambiental— para el cumplimiento de la ambiciosa Agenda 2030, y marcó la pauta para un

desarrollo sostenible e inclusivo en la región.

Durante ese período de sesiones también se aprobó la resolución 700(XXXVI) por la que se creó

el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible2 como

mecanismo regional para el seguimiento y examen de la implementación de la Agenda 2030 para

el Desarrollo Sostenible, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus metas, así como

sus medios de implementación, y la Agenda de Acción de Addis Abeba.

Conforme a su mandato y tradición, la CEPAL se propone acompañar y apoyar a los países de

América Latina y el Caribe en el proceso de implementación y seguimiento de la Agenda y los

ODS, poniendo a su disposición sus capacidades analíticas, técnicas y humanas.


CAPITULO I

RESERVAS Y RECURSOS

Reserva Mineral:

Es aquella porción del Recurso Mineral Medido o del Recurso Mineral Indicado que es

económicamente extraíble de acuerdo a un escenario productivo, medioambiental, económico y

financiero derivado de un plan minero y en cuya evaluación se han considerado todos los

factores modificantes (mineros, metalúrgicos, económicos, financieros, comerciales, legales,


medioambientales, infraestructura, sociales y gubernamentales). La Reserva Mineral incluye

pérdidas y diluciones con material ajeno circundante a esa porción de Recurso Mineral y que lo

contamina por efectos de la extracción minera.

Recurso Mineral

Es una concentración u ocurrencia de material natural, sólido, inorgánico u orgánico fosilizado

terrestre, de tal forma, cantidad y calidad, que existen perspectivas razonables para una eventual

extracción económica. La localización, tonelajes, contenidos de los elementos o minerales de

interés, características geológicas y el grado de continuidad de la mineralización es estimada,

conocida o interpretada a partir de evidencias geológicas, metalúrgicas y tecnológicas

específicas.

Metodología de Planificación Minera para clasificar recursos minerales

Clasificación de Recurso Mineral: Se realiza de acuerdo al ejercicio de Planificación de Largo

Plazo; Plan de Negocios y Desarrollo, que utiliza en su elaboración la totalidad de los recursos

minerales, que resultan económicamente explotables.

Las reservas minerales, constituyen un subconjunto de los recursos minerales.

La metodología de clasificación de recursos minerales, consiste en:

En las minas tajo abierto: Una vez determinado el límite de explotación de los rajos, se diseñan

fases y se determina una ley de corte económica; luego se calcula el volumen total de recursos

minerales contenidos en la mina diseñada


En las minas subterráneas: Los recursos minerales resultan de informar los minerales de los

sectores a explotar con su respectiva ley, a leyes de corte variable, producto de un plan minero.

El proceso de planificación minera, para elaborar planes, es el estándar utilizado en la industria.

Metodología de Planificación Minera para clasificar reservas

Las reservas minerales son el resultado de una planificación minera de largo plazo, considerando

únicamente recursos medidos e indicados de las operaciones actuales y de los proyectos que

cuentan con estudio de prefactibilidad o factibilidad terminada. Los recursos inferidos dentro de

las envolventes económicas de los rajos y minas subterráneas, son considerados lastre (ley igual

a cero) para efectos de las evaluaciones económicas.

El proceso de determinación de reservas consiste en convertir los recursos medidos e indicados


resultantes de los planes mineros en reservas probadas y probables, de acuerdo a los factores

modificadores que se agrupan en los siguientes elementos: Geociencias, Minería, Procesos, Del

Negocio y su Entorno. La aplicación correcta de estos factores, depende de la información que

tuvo a la vista y recopiló para cada División la Persona Competente Calificada.

CAPITULO II

TASA DE PROYECCIÓN PARA LA PRODUCCIÓN ANUAL

La minería puede hacer la diferencia

La Agenda y los ODS constituyen el plan de acción mundial en favor de la inclusión social, la

sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico. Y es un reto para la minería, pues esta

dispone de una oportunidad sin precedentes de movilizar recursos humanos, físicos, tecnológicos

y financieros considerables para avanzar hacia el logro de los ODS.


De la mano con el país

Las empresas mineras –sea cual fuere su tamaño– pueden y deben incorporar los ODS en sus

actividades y operaciones, y de esta manera consolidar los esfuerzos globales y generar nuevas

ideas. Para que esto tenga éxito es menester una alianza sustancial y permanente entre los

gobiernos, el sector privado, las comunidades y la sociedad civil.

La minería en el Perú

La minería es una actividad extractiva de gran importancia para el desarrollo económico de un

país, y el Perú no es la excepción. Debido a su producción y potencial, la minería peruana ocupa

lugares importantes en Latinoamérica y en el mundo, y contribuye al crecimiento del país al ser

fuente importante de ingresos fiscales.

Perú: país minero


¿Cómo la minería puede ayudar a alcanzar los ODS?

El Foro Económico Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

(PNUMA), Columbia Center on Sustainable Investment y la Red de Soluciones para el

Desarrollo Sostenible consideran que la minería a gran escala tiene potencial para alcanzar los

ODS. En el informe Mapping Mining to the Sustainable Development Goals: An Atlas presentan

la correlación entre la minería y los ODS mediante el uso de ejemplos de buenas prácticas en la

industria.
La industria de la minería puede influir positiva y negativamente en la consecución de los ODS.

Puede fomentar el desarrollo económico facilitando oportunidades de empleo digno, el desarrollo

empresarial, el incremento de los ingresos fiscales y el establecimiento de vínculos

infraestructurales. Muchos de los minerales producidos por el sector minero también son

elementos constitutivos esenciales de la tecnología, la infraestructura, la energía y la agricultura.

Sin embargo, a lo largo de la historia, la minería ha contribuido a generar muchos de los

problemas a los que intentan hacer frente los ODS (degradación ambiental, desplazamiento de

poblaciones, acentuación de la desigualdad económica y social, conflictos sociales y políticos,

violencia por razón de género, fraude fiscal y corrupción, aumento del riesgo de experimentar

numerosos problemas sanitarios y violación de los derechos humanos).

Durante las últimas décadas, la industria ha logrado avances considerables en la mitigación y

gestión de estos efectos y riesgos mediante una mejora de la actuación de las empresas en la

gestión de las consecuencias ambientales y sociales, la protección de la salud de sus trabajadores,

la garantía de la eficiencia energética, la presentación de información sobre los flujos financieros

y el respeto y apoyo de los derechos humanos.

Las contribuciones positivas de las empresas mineras al logro de los ODS abarcan tanto mejoras

en consonancia con estos y con sus correspondientes metas con respecto a la base de referencia,

como la prevención y la mitigación de las consecuencias negativas para dichos objetivos y

metas.
Todos los objetivos ofrecen a las mineras la posibilidad de efectuar una contribución positiva, y

estas deberán llevar a cabo un análisis para determinar la repercusión potencial de sus

actividades en ese sentido. Las medidas y oportunidades concretas de una empresa dependerán

del contexto social, político y económico local, del recurso mineral en cuestión, de la fase de las

actividades mineras (exploración, desarrollo, extracción o cierre) y de las aportaciones

efectuadas por las comunidades locales y las restantes partes interesadas mediante el diálogo y la

participación formales.

Para las empresas que estén intentando armonizar sus

operaciones con los ODS, un punto de partida útil

podrían ser los objetivos relacionados con la inclusión

social, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo

económico.

CAPITULO III

PROPUESTAS DE POLÍTICA: LA MINERÍA HACIA EL CUMPLIMIENTO DE LOS

ODS

En el marco del proyecto ‘Cooperación regional para la gestión sustentable de los recursos

mineros en los países andinos’ de la cooperación alemana al desarrollo, implementada por la

GIZ, el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) presenta dos documentos de

política cuyo propósito es reflexionar en torno de cómo la minería puede ser un catalizador para

la promoción de las buenas políticas públicas para el alcance de los ODS.


1. ‘La minería como motor de desarrollo económico para el cumplimiento de los

ODS’, de Omar Narrea (Universidad del Pacífico). A partir del alcance de los ODS

8 (trabajo decente y crecimiento económico), 9 (industria, innovación e

infraestructura), 12 (producción y consumo responsables) y 17 (alianzas para lograr

los objetivos)

2. ‘¿Contra el reloj?, la contribución de la minería al desarrollo sostenible y el

cumplimiento de los ODS’, de Isabel Hurtado y Marina Irigoyen. Señalan que la

minería peruana podría potenciar su aporte al desarrollo sostenible con el

cumplimiento de los ODS 13 (cambio climático), 14 (contaminación minera), 15

(gestión sostenible de los bosques) y 17 (alianzas multiactor para el desarrollo

sostenible).

DOCUMENTO DE POLÍTICA: LA MINERÍA COMO MOTOR DE DESARROLLO

ECONÓMICO PARA EL CUMPLIMIENTO DE LOS ODS

Narrea señala que la minería en el Perú es un catalizador para la promoción de buenas políticas

públicas que fortalezcan la productividad y el desarrollo económico, a partir del alcance de los

ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico), 9 (industria, innovación e infraestructura), 12

(producción y consumo responsables) y 17 (alianzas para lograr los objetivos) y plantea

propuestas de alta prioridad que deben ser incluidas en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. El

éxito de estas políticas dependerá de la eficiente gobernanza de las rentas mineras y de la mayor

asociatividad entre actores relevantes del sector.


Criterios hacia las propuestas de política

En el marco de la Agenda 2030, fortalecer la productividad y el desarrollo económico del Perú se

justifica con el alcance de los ODS 8, 9, 12 y 17. Para alcanzar cada objetivo, Narrea prioriza

siete propuestas de política para el corto, mediano y largo plazo, tomando en cuenta los

siguientes criterios: (i) identificación del ámbito de intervención, a nivel de clúster minero o

corredor económico priorizado, (ii) identificación de fuentes de financiamiento (públicas y

privadas) y (iii) delimitación de acciones específicas por actor, de acuerdo con cada política. Para

el primer criterio, en el Perú se han identificado cuatro clústeres mineros: norte (Ancash,

Cajamarca y La Libertad), que agrupa a 39 empresas mineras y 18.551 trabajadores; centro

(Junín, Lima y Pasco), con 146 empresas y 38.035 trabajadores; sur (Arequipa, Moquegua,
Tacna y Madre de Dios), con 124 empresas y 14.043 trabajadores; y el clúster auxiliar minero de

Lima y Arequipa, con 108 empresas y 54.247 trabajadores. Este último es el principal. Además,

entre los corredores económicos más importantes, la cadena minera Apurímac, Cusco, Arequipa

y Moquegua abarca a 60.000 trabajadores aproximadamente y su facturación por ventas cercanas

asciende a S/10.000 millones. El autor plantea que las políticas sean implementadas según la

delimitación geográfica requerida.

En cuanto al segundo criterio, existen diferentes fuentes y formas de financiamiento a ser

consideradas. Para el tema de pasivos ambientales mineros (PAM), en la actualidad existe el

Fondo de Contingencia para Remediación Ambiental, como parte del Fondo Nacional del

Ambiente, cuyo presupuesto suma S/50 millones. Este fondo, a partir de actividades

cofinanciadas, puede ser incrementado para la identificación y remediación de los pasivos

ambientales y así dar solución progresiva a los 8.616 actualmente existentes.

Por su parte, la baja competitividad de las regiones mineras también es explicada por las brechas

de infraestructura pública. Ejemplo de lo descrito, los principales caminos de acceso y salida a

los yacimientos mineros más explorados son, en más de un 50%, trochas en mal estado. Luego,

la brecha de infraestructura para agua y saneamiento por ser cubierta asciende a S/12.252

millones, mientras que la brecha en energía es de aproximadamente US$31.000 millones.

Además se encuentra que no hay programas de éxito liderados por el Estado que permitan

mejorar la competitividad de las Mipymes y de los proveedores mineros locales, obstaculizados

por los altos costos de innovación y su baja capacidad de apalancamiento. Para solucionar estos

obstáculos mencionados, entre otros posibles, se recomienda la canalización de las transferencias


no ejecutadas de recursos mineros por parte de las regiones, en la mejora de su infraestructura,

según su programación multianual de inversiones. Asimismo, es necesaria la realización de

actividades de capacitación a empresas mineras locales y, hasta cierto punto, la creación de

fondos específicos que permitan el financiamiento de actividades de innovación.

Cada política deberá ser liderada por diálogos entre grupos de interés clave de la sociedad civil,

el Estado y las empresas. Entre los más resaltantes se tiene a los gobiernos regionales y

municipales, el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio del Ambiente, la Sociedad Nacional

de Minería, Petróleo y Energía, el Ministerio de Energía y Finanzas y la población a ser atendida

en la zona de intervención minera.

PROPUESTAS HACIA LOS ODS RELACIONADOS A ESTE DOCUMENTO

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