MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

Tras el desastre del 98 hubo una crisis política y social y como respuesta a esta decadencia
surgieron dos movimientos literarios: el Modernismo y la Generación del 98. Estas fueron
corrientes del signo antiburgués traducidas a la literatura de renovación y que tienen la actitud
rebelde, desconfianza de la razón, subjetivismo, individualismo y visión pesimista de la vida en
común.

El modernismo fue un movimiento cuyas características son:

- La exaltación de las pasiones, lo irracional y los sentidos.

- La actitud escapista con la evasión espacial y temporal.
- Temas amorosos y eróticos.
- El esteticismo.
- Renovación de la palabra poética a través de la libertad creadora.
- Léxico caracterizado por la riqueza de cultismos y neologismos.
- Transformación del soneto y el versículo.
- Luso de rimas, armonías, paralelismos y musicalidad.

Los autores más importantes fueron Rubén Darío, Antonio Machado y Valle-Inclán.

Rubén Darío evoluciona hacia una actitud más reflexiva escribiendo Azul, Prosas profanas con
neologismos e innovaciones métricas, y Cantos de vida y Esperanza con un simbolismo más
profundo. Se trataron temas como la defensa de los valores culturales de la hispanidad, la
nostalgia por la niñez y adolescencia perdida y la naturaleza y destino humano. Antonio
Machado pertenece a un modernismo más simbolista cuyos temas son la sensualidad y la
melancolía con temas propios de la vida andaluza. En su etapa noventayochista trata sobre el
paso del tiempo, la naturaleza, el amor, Castilla, etc. En su etapa modernista destaca con obras
como Soledades, Galerías y otros poemas. Campos de Castilla se centra en Soria y su esposa
fallecida Leonor. El modernismo de Manuel Machado trata temas andaluces y la misión
cosmopolita de la vida con un lenguaje descriptivo. Escribe Alma, Cantares y El mal poema.

La Generación del 98 adoptó distintas posturas ya que trataban de solucionar los problemas
formando una generación literaria con autores contemporáneos que viven la misma
problemática, con una renovación de la técnica, uso del lenguaje sencillo, predilección de los
valores intrínsecos de Castilla y España. Los autores más destacados son Miguel de Unamuno,
Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín y Antonio Machado con Campos de Castilla.

Miguel de Unamuno tiene un tono existencial y pesimista y destaca con el ensayo y la novela,
denominadas “nivolas” con Niebla, La tía Tula y San Manuel Bueno mártir. Pío Baroja se
presenta pesimista y en sus novelas aparece la desesperación y la angustia, con críticas a la
sociedad y descripciones impresionistas. Destacan: Camino de Perfección, La Busca, Zalacaín el
aventurero y El árbol de la ciencia.

Ramón María del Valle-Inclán realiza una obra marcada por su personalidad con novelas
carlistas: El resplandor de la hoguera, y novelas esperpénticas ofreciendo el lado más corrupto
de la sociedad con una visión crítica de esta, con obras como Tirano Banderas o El ruedo
Ibérico. Destaca Luces de bohemia en la que se muestra la degradación social y moral. El
modernismo de Valle-Inclán será exuberante con las Sonatas donde aparecen los temas del
amor, la religión, la muerte y el erotismo.

Azorín escribió con numerosas descripciones sobre paisajes, con un estilo lento y minucioso, se
plantea un tema filosófico con una reflexión sobre el tiempo. Destacan obras como La
voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.