PARTE 1. INTRODUCCIÓN Y REFERENCIAS HISTÓRICAS. PLANTEAMIENTO GENERAL La psicología jurídica estudia, investiga y analiza el comportamiento humano en relación con el derecho y la justicia. Psicología forense y psicología criminológica En nuestro país, la psicología jurídica no tenía ese nombre sino hasta hace apenas unos años, y hemos incurrido en varios errores; tres de los más destacados podrían ser: 1. Confundir los términos psicología jurídica, psicología criminológica, psicología forense y psicología judicial. 2. Iniciar con la experiencia práctica. Es decir, primero se ha hecho psicología forense y apenas ahora está estructurándose la psicología jurídica. 3. No delimitar correctamente los ámbitos de actuación específica en cada área de la psicología jurídica, lo cual implica una formación y una certificación especializadas. Mapa de la psicopatología forense. JURISDICCIÓN PENAL • Investigación criminal (criminológica): Delito aislado, en masa, en serie. Autopsia psicológica. • Capacidad para ser juzgado. • Problemas relativos al secreto profesional y asuntos de malpraxis psicológica. • Credibilidad de las declaraciones. • Imputabilidad penal. Imputabilidad de los trastornos mentales. • Medidas de seguridad y pronóstico de comportamiento futuro (peligrosidad). • Trastornos mentales graves que contraindican el ingreso en prisión. • Trastorno mental sobrevenido después de pronunciada sentencia firme. • Victimología forense. Evaluación de la víctima: lesiones y secuelas psíquicas. • Valoración de la vulnerabilidad psicosocial. Estado anterior. Baremos. • Ayuda a las víctimas. Intervención en crisis. • Jurisdicción especial de menores [adolescentes infractores]: evaluación de riesgos. • Factores de riesgo. JURISDICCIÓN CIVIL • Incapacitación. Declaración de prodigalidad. • Tutela y curatela. Idoneidad. • Emancipación. • Aptitud para contraer matrimonio. • Nulidad, separación y divorcio. • Guarda y custodia de menores. Régimen de visitas, estancias y comunicaciones. Recomendaciones generales. • Mediación familiar. • Aptitud para testar. Impugnación de testamento. • Internamientos. Consentimiento informado. JURISDICCIÓN LABORAL • Accidentes de trabajo. Enfermedad profesional. • Incapacidad temporal. Invalidez permanente. Grados de invalidez. • (Mobbing.) JURISDICCIÓN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA • Permiso de conducir y de armas. • Incapacidad laboral de funcionarios. • Responsabilidad patrimonial del Estado. JURISDICCIÓN MILITAR • Intervención en catástrofes. • Exclusiones del servicio militar. Capacidad profesional. • Imputabilidad. • Negociación de rehenes. JURISDICCIÓN ECLESIÁSTICA • Nulidad matrimonial. • Disolución del vínculo de matrimonio. • Dispensas. PSICOLOGÍA FORENSE PENITENCIARIA • Programación individualizada. • Permisos. • Trastorno mental sobrevenido después de sentencia firme. La psicología jurídica y la forense en el México actual Ante las recientes reformas federales (como el procedimiento acusatorio adversarial y la Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia), durante 2008 se realizaron varias actividades de divulgación en el terreno de la psicología jurídica. Durante 2008 también se abrieron diplomados de especialización en psicología jurídica, como el de la Facultad de Derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP, Diplomado en Psicología Criminológica); el de la Sociedad Mexicana de Psicología (SMP, Diplomado en Psicología Jurídica) y el de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro. Perspectivas para la psicología jurídica en México, la necesidad académica y la necesaria certificación del psicólogo forense. La certificación del abogado defensor sería necesaria también para el clínico que ejerza en el ámbito forense, pues ello, además de añadir valor al dictamen, brindaría a la víctima una mejor atención y contribuiría al sistema de justicia. Asimismo, una actuación certificada debería redundar en una mejora sustancial de la presencia del clínico en el terreno forense. Ahora bien, podemos destacar que los profesionales de la psicología que pretendan ser de utilidad en los tribunales de justicia deben poseer una serie de conocimientos técnicos específicos. 1. Conocimientos específicos relacionados con el mundo del derecho (por ejemplo, legislación, doctrina, jurisprudencia, sistema penitenciario, criminología, victimología). 2. Conocimientos auxiliares para un abordaje multidisciplinario de cada caso (por ejemplo, medicina forense, psiquiatría, trabajadores sociales, sociólogos, antropólogos), y 3. Conocimientos supraespecífi cos en un área concreta de la psicología jurídica (por ejemplo, minusvalías, menores, incapacidades, imputabilidad, familia). Con todo y la acreditación de esta formación específica, sería importante que desde los distintos colegios profesionales se crearan áreas específicas de psicología jurídica y forense. El desafío del procedimiento acusatorio adversarial Es decir, tanto la oratoria forense como el conocimiento clínico integral y la formación jurídica serán relevantes en la vista oral. La simple elocuencia sin fundamento no constituirá en ningún caso sustento para el dictamen ni debe causar impacto en el auditorio judicial. En forma similar, el psicólogo forense no debe presentar razonamientos (premisa, argumento, conclusión) sin el fundamento científico más actualizado. Interpretaciones, inferencias, opiniones y creencias personales deben quedar fuera del dictamen. Este apartado es importante, pues el art. 22 del citado ordenamiento jurídico señala que “las pruebas serán valoradas por los jueces según la sana crítica, observando las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la experiencia”. Es muy importante que el clínico mantenga el perfil de disciplina científica del comportamiento humano, por ello resulta indispensable que el dictamen esté y se presente muy bien estructurado. Por ello es tan importante que el sistema de procuración y administración de justicia, en franca y directa colaboración con las universidades, presente alternativas de formación especializada. De lo contrario se realizará una práctica aprendida sólo sobre la experiencia, sin fundamento académico ni práctica supervisada. Fuente: Fundamentos de psicología jurídica y forense. (2010). Oxford University.