UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES

MAESTRÍA DE DERECHOS HUMANOS Y EDUCACION PARA LA PAZ

TEMA: ANALISIS DE DOCUMENTO: “QUINCE AÑOS DESPUES: DEMOCRACIA E

INJUSTICA EN LA HISTORIA DE AMERICA LATINA.”

PRESENTADO POR:

ESMERALDA BEATRIZ ESCOBAR DE GUCH

FRANK ATILIO ANTONIO LOPEZ RAMOS

DOCENTE:

MA. GUILLERMO CAMPOS

CIUDAD UNIVERSITARIA, ABRIL DE 2017 SAN SALVADOR.

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La Democracia, aquella forma en la que se le adjudica al pueblo el poder; en
América Latina tienen diferentes inicios de la misma, por un lado, generaciones
completas han nacido en Democracia, y exigen por tanto, la consolidación de sus
derechos reafirmándolos en contraposición del poder, es el caso de Perú, pero no
así aquellos países que asumen la Democracia como una forma de gobierno y
poder que es; resultado de una serie de disputas armadas buscando la tan
añorada “equidad social” en contra del autoritarismo y militarismo que únicamente
mantenían el Status Quo de las oligarquías dominantes, ejemplos de estos son
Argentina, El Salvador entre otros.

El documento: “Quince años después: Democracia e Injustica en La Historia De

América Latina” esbozo de las realidades contemporáneas, nos muestra una
radiografía de la insipiente situación en relación a avances y logros obtenidos
luego de la democratización de diferentes actores estatales, pero una gran
herramienta para emitir un juicio de valor en relación a las causales y resultados
obtenidos, evidentes fracasos de la posición “Neoliberalista”.

Para emitir un “juicio de valor” en consonancia a la realidad que pretendemos

analizar, mencionaremos la creciente dicotomía que existe entre -Democracia y
Justicia social- . La Justicia Social a la que pretendemos aspirar es la “Suprema
virtud de todo orden público” definición que acuñada por Platón aún tiene vigencia
y poder intelectual en cada una de sus palabras. Pero la Democracia extendida en
América Latina, esconde en sus aparentes promesas de bienestar y crecimiento
económico, el mercantilismo de los derechos humanos vitales para la dignificación
de la vida, mercantilismo que no comulga con la “justicia Social” a la que hemos
hecho referencia.

“La desigualdad como valor positivo, - en realidad – indispensable en sí mismo”

¿La desigualdad un valor positivo? ¿Quién en el beneficiario de esta desigualdad?

Estas ideas surgen del Mount Pelerin, Suiza, en donde un puñado de neoliberales
se congrega constantemente después de la II guerra mundial y son quienes desde
entonces marcan el rumbo de la economía mundial. Quiere decir entonces que la

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injusticia social, mercantilización de los derechos, la destrucción de valores en el
mundo están guiados por aquellos que ostentan el poder y no solo eso,
conscientemente dejan en “desamparo” a millones de personas alrededor del
mundo con tal de ver sus bolsillos repletos de “dólares”.

A medida de ejemplo, en El Salvador desde la concepción de la democracia con

los acuerdos de paz, viene contaminado el desarrollo de tal democracia con el
germen maligno del Neoliberalismo: se privatiza la Banca salvadoreña, ANTEL
vende sus acciones a empresas internacionales, CAESS posee una cantidad
enorme de subsidiarias y todo ello en beneficio de los nuevos oligarcas, que
aprovechándose de las oportunidades que da la democracias acompañadas de
ideas neoliberalistas, permitan el aumento de la brecha económica ya de por si
apabullante y preocupante entre pobres y ricos.

Ejemplos de fracasos del neoliberalismo en América Latina son; Chile, México,

Argentina, países que luego de ser la bandera de batalla de los “intelectuales de
institución” como nos diría Oscar Martínez Pénate, en su obra “Autoritarismo o
Democracia” utilizan los recursos a sus disposición para mostrar las bondades de
las ideas neoliberales, mayor crecimiento del PIB, crecimiento de la inversión
extranjera, entre otros son algunos de los referentes finitos a los que hacen
referencia, no así los “intelectuales orgánicos “ como dirá Antonio Gransci , que
son aquellos que viendo la realidad desde la óptica del pobre , puede emitir un
juicio de valor más en coherencia con la realidad que la sociedad está viviendo. .

Hacer hincapié en la “desmercantilización “es darle el poder al ciudadano de no

depender de los caprichos y decisiones de la economía globalizada, poseer la
capacidad de decidir si la oferta le parece adecuada y no únicamente someterse a
la oferta de productos, ideas, mundos que el neoliberalismo en virtual decadencia
nos ofrece.