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Las mezclas bituminosas están compuestas por una combinación de áridos y ligantes
hidrocarbonados que mezclados a altas temperaturas forman una película continua que
envuelve a los áridos. Los áridos son un material elastoplástico y el betún viscoelástico, por lo
tanto se considera que las mezclas bituminosas son un material viscoelastoplástico. Éstas
mezclas se fabrican en centrales fijas o móviles y posteriormente se transportan a obra para su
extendido y compactación.
Debido a las características del betún, las mezclas bituminosas tienen un comportamiento que
depende de la temperatura y la velocidad de aplicación de las cargas. Sólo en determinadas
condiciones se puede considerar que tienen un comportamiento elástico y lineal. Estas
condiciones son cuando las temperaturas son bajas y la velocidad de aplicación de las cargas es
elevada.
MEZCLAS BITUMINOSAS
Una mezcla bituminosa es aquella que está formada por un material ligante que envuelve cada
una de las partículas minerales de un árido, sea cual sea su granulometría. Tradicionalmente
existen 2 tipos de mezclas, las mezclas bituminosas en frío y las mezclas bituminosas en
caliente.
Composición
Como se ha comentado anteriormente, las mezclas bituminosas están formadas por una
combinación de un ligante hidrocarbonado, áridos (incluido el polvo mineral) y, eventualmente
aditivos, de manera que todas las partículas del árido quedan recubiertas por una película
homogénea de ligante.
1. Áridos
1.1. Propiedades
El comportamiento de un árido depende de las propiedades físicas y químicas de las
partículas, así como de su granulometría. Las propiedades físico-químicas de los áridos
dependen de la roca de origen, y aunque difícilmente se puede actuar sobre ellas, la
composición de un árido con materiales procedentes de distintas rocas y los procesos
de trituración pueden proporcionar áridos adecuados. Respecto a la granulometría,
ésta debe componerse o corregirse en cada caso.
Porosidad
El número, tamaño, distribución, continuidad y accesibilidad de los poros son
factores que influyen directamente sobre la permeabilidad, absorción, peso
específico aparente, textura superficial, resistencia a la helada y generalmente
también en la dureza, resistencia y el pulimento de las partículas.
Textura superficial
determinada por las irregularidades superficiales de las partículas. Ésta puede
variar desde ser muy rugosa hasta pulida, según sean las irregularidades
apreciables o prácticamente inexistentes. Influye de manera decisiva en el
rozamiento interno del esqueleto mineral. Además tiene influencia en la
resistencia al deslizamiento de los neumáticos en la superficie de rodadura.
Forma
Afecta principalmente a la resistencia mecánica de las partículas, y por lo tanto, al
esqueleto mineral del árido. Las partículas pueden ser redondeadas o angulosas, y
a su vez, pueden ser cúbicas, lajas o agujas.
Dureza
Es una característica que depende de la petrografía del árido, pero que se puede
evaluar indirectamente, por ejemplo, mediante la resistencia al desgaste. Además
existen muchas más propiedades entre las que destacamos la friabilidad, el peso
específico aparente, la absorción y la resistencia a compresión.
2. Ligantes hidrocarbonados
Dentro de los estos ligantes tenemos los betunes asfálticos, betunes fluidificados
o fluxados, emulsiones bituminosas y ligantes modificados.
Se denomina mezcla bituminosa a la mezcla que está constituida por un ligante que en película
continua envuelve todas y cada una de las partículas minerales de un árido con cualquier
granulometría.
Están incluidos en esta definición los másticos bituminosos que están constituidos
principalmente por filler y ligante aunque también pueden contener partículas gruesas que no
formen esqueleto mineral al no estar en contacto entre ellas. Los morteros constituidos por un
esqueleto mineral de arena un mástico y huecos. Los aglomerados formados por un esqueleto
mineral de árido grueso, un mortero y huecos.
Las mezclas abiertas formadas esencialmente por árido grueso con un escaso contenido en
mortero que implica un gran número de huecos. Las lechadas bituminosas que son morteros
puestos en obra por vía acuosa.
Las mezclas bituminosas en frío son una combinación de un árido y un ligante bituminoso, que
pudiendo hacerse con el ligante frío o caliente, y los áridos la mayor parte de las veces frío,
puede manejarse, extenderse y compactarse a temperatura ambiente. En muchos casos estas
mezclas son almacenables.
Las mezclas bituminosas en caliente son una combinación de un árido y un ligante bituminoso
que deben calentarse y que se extiende y compacta a temperatura superior a la ambiente. La
segunda clasificación tradicional se hace atendiendo a los huecos que contiene la mezcla una
vez compactada en un ensayo normalizado. Las mezclas que compactadas según un método
normalizado tienen un contenido grande de huecos se denominan abiertas, y aquellas en que
dicho contenido es pequeño se denominan cerradas. En un rango intermedio están las mezclas
semicerradas.
En general, las mezclas bituminosas deben ser fabricadas atendiendo a las propiedades
necesarias para la aplicación que va a tener, que pueden ser muy diversas. Existen una serie de
propiedades que pueden ser reforzadas en mayor o menor medida, teniendo en cuenta la
composición de la mezcla, los materiales, la dosificación y las condiciones de fabricación que
tenga el producto.
Cada tipo de mezcla bituminosa tiene unas propiedades intrínsecas diferentes. Esto hace que
sus campos de aplicación sean también diferentes. En principio, no es posible proyectar una
mezcla que satisfaga plenamente todas las propiedades, debido a que algunas de ellas son
contrapuestas y porque la importancia de unas u otras depende de la funcionalidad y
estructura del firme. Para conseguir que prevalezcan unas determinadas propiedades, el
ingeniero deberá considerar las cualidades de los materiales constituyentes, su dosificación y
las condiciones de fabricación y puesta en obra de la mezcla.
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que las mezclas bituminosas tanto en carreteras
como en otras infraestructuras no son simplemente unos materiales de construcción con una
determinada misión estructural. Como pavimento deben satisfacer una serie de
requerimientos no estructurales en consonancia con su función y su entorno. Por ello deben
considerarse también propiedades como la luminosidad, color, sonoridad, limpieza, etc.
Hay varios métodos para dosificar las mezclas bituminosas con ensayos mecánicos.
El método Marshall es el más utilizado para mezclas densas , el ensayo Cántabro
para mezclas abiertas y porosas pero hay otros métodos genéricos más complejos
como el ensayo Hveem
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Factores a considerar en el diseño de mezclas bituminosas
Los métodos de diseño de mezclas bituminosas deben tener en cuenta las variables reales de
la planta de producción y la zona de construcción e intentar reducir al mínimo las hipótesis y
factores de escala necesarios que permitan trabajar en el laboratorio de modo similar a la
realidad. Además, el análisis debe tener presente que el comportamiento de la mezcla se ve
afectado por el tráfico y las condiciones atmosféricas y ambientales.
El Asphalt Institute de Estados Unidos ha demostrado que hay diferencias considerables entre
los testigos extraídos del pavimento ya fabricado con mezclas del mismo tipo fabricadas en
laboratorio.
Este hecho es importante debido a que el porcentaje de huecos en la mezcla influye en las
características mecánicas de la mezcla. En un estudio realizado por Nunn se puede observar
como el aumento de porcentaje de huecos disminuye el módulo de rigidez de la mezcla.
Von Quintus realizó diversos estudios para observar como influía el tipo de compactación en
las propiedades finales de la mezcla. Uno de los estudios utilizaba el ensayo a tracción
indirecta para determinar las diferencias entre dos sistemas de compactación, el martillo
Marshall y un compactador giratorio de amasado (Gyratory Shear Compactor). Llegó a la
conclusión que con el mismo porcentaje de huecos el martillo Marshall da un valor de
resistencia a tracción indirecta superior.
Otro de los fenómenos a tener en cuenta es el aumento de rigidez de la mezcla provocado por
la oxidación del betún y la consecuente pérdida de aceites. Esto provoca un envejecimiento del
betún que rigidiza la mezcla y la hace más vulnerable a la rotura frágil a bajas temperaturas y a
la fatiga ante un ciclo largo de cargas.
El pavimento llega a colapsar por dos motivos. Por fallo funcional o por fallo estructural.
El fallo funcional es debido a un nivel de servicio insatisfactorio provocado por incomodidad o
inseguridad para la circulación. Esto no implica que la estructura haya roto, sino que algunas
de la propiedades, ya sea la rugosidad, la adherencia u otras, no cumplen los requisitos
mínimos según normativa.
Además de estos fenómenos de fallo estructural hay diversos factores igualmente importantes
que implican un fallo del pavimento. Entre éstos destacan el problema de eliminar la
humedad, que el pavimento patine, el desprendimiento y la exudación del betún.
Estos parámetros y límites son básicos en los modelos que representan el comportamiento de
los pavimentos. Existen diferentes modelos más o menos sofisticados que necesitan más o
menos información obtenida con los respectivos ensayos de diferentes dificultades.
La selección final de un tipo de ensayo para determinar las características de una mezcla será
el punto óptimo entre la exactitud, el sentido común y la práctica, es decir, que los resultados
que nos den sean los más coherentes y parecidos a la realidad pero adaptados al tiempo
disponible, número de probetas a realizar, coste económico, facilidad de interpretación de los
resultados y software disponible.
La selección final de un tipo de ensayo para determinar las características de una mezcla será
el punto óptimo entre la exactitud, el sentido común y la práctica, es decir, que los resultados
que nos den sean los más coherentes y parecidos a la realidad pero adaptados al tiempo
disponible, número de probetas a realizar, coste económico, facilidad de interpretación de los
resultados y software disponible.
En las últimas décadas, tanto el volumen como el peso del tráfico en las carreteras
estadounidenses han aumentado debido al mayor uso de camiones para transportar bienes y
materiales; al aumento del límite de carga en los camiones; y al aumento en la presión ejercida
por las más económicas llantas radiales. Debido a esto, se ha hecho cada vez más difícil el
tener diseños de carreteras y caminos que sean completamente exitosos. A pesar de usar los
mismo materiales y los mismos procedimientos, dos carreteras bajo condiciones similares
pueden tener comportamientos completamente opuestos.
Esta nueva guía de diseño usa datos que incluyen el tráfico y los materiales usados, el clima de
la localidad respectiva, el grado de confianza del diseñador, entre otras. Entre los resultados
que esta nueva metodología provee al ingeniero son predicciones de comportamiento del
pavimento que incluyen las presencia de deformaciones permanentes; fisuras o
agrietamientos por fatiga y por cambios en temperatura; y el grado de daños superficiales en
el pavimento descrito con el International Roughness Index (IRI). Todos estos resultados son
obtenidos con diversos modelos y ecuaciones que forman el Estado del Arte en el área de
pavimentos, los cuales tienen una base mecánica-empírica. Mecánica porque se basa en las
leyes y propiedades físicas de los diversos materiales, y empíricas porque necesitan datos
medidos en el campo para calibrar las ecuaciones y modelos físicos-mecánicos usados.
Muchas entidades de los EE.UU siguen usando los métodos tradicionales conocidos en el país
(método Marshall, Hveem, etc.) y procuran en el mejor caso cumplir con los términos del
llamado hasta ahora primer nivel de Superpave, ya que los equipos que se utilizan son
portátiles y permiten verificar la calidad de la mezcla en campo. Por el contrario, los equipos
utilizados en el sistema Superpave no son portátiles y son procedimientos de laboratorio
orientados a la investigación, que en muchas ocasiones resultan imprácticos para efectos de
control en el campo, ya que es necesario invertir periodos de tiempo muy largos en el
desarrollo de los ensayos.
Las mezclas bituminosas en caliente se fabrican con betunes asfálticos a una temperatura más
o menos elevada en función de la viscosidad del ligante utilizado. Los áridos que forman la
mezcla también se calientan para que no hagan descender la temperatura del ligante al ser
incorporados a la mezcla.
Los ligantes bituminosos aportan uniones eficientes y flexibles, por ejemplo, en la construcción
de carreteras, debido a sus propiedades viscoelásticas como comentábamos anteriormente.
Puesto que el comportamiento del ligante varía según la temperatura ambiente, en la
fabricación de la mezcla deberá ser empleado aquel que mejor se adapte al rango de
temperaturas al que estará sometida la mezcla una vez que haya sido aplicada en el firme.
Por su parte, existen también una serie de productos que suponen una modificación de los
betunes asfálticos y que se consiguen a partir de la dispersión de polímeros o de caucho, entre
otros materiales, en la mezcla. Estos productos modificados pueden mejorar las propiedades
del ligante cuando es expuesto a altas o bajas temperaturas.
Equipos de fabricación
En superficies antiguas es conveniente tomar las medidas correctoras de la superficie del firme
existente antes de realizar el extendido.
Si hubiera transcurrido mucho tiempo entre la aplicación de los riegos y el extendido, deberá
comprobar que no haya mermado la capacidad de unión de manera perjudicial, si ésto
ocurriera, tendrá que ejecutarse un riego adicional de adherencia.
2. Replanteo
Para ello se coloca por la parte exterior de la zona a cubrir, por ejemplo para la calzada de una
carretera, un hilo ubicado a una distancia predeterminada. Este será un hilo de acero de 3 mm
tensado sobre piquetes clavados cada 10 metros.
El hilo tensado oficia de guía por donde discurrirá el palpador electrónico, empleado para
determinar la rasante proyectada.
Antes de iniciar los trabajos de extendido, deben realizarse tramos de ensayo para
determinar el número de pasadas hasta conseguir la densidad deseada.
La elección correcta de los camiones es de suma importancia; la caja debe tener
dimensiones y formas adecuadas; no debe ser muy larga para no tropezar en la tolva
de la extendedora, ni muy corta porque puede caer la descarga fuera de la tolva.
Se debe comprobar la superficie acabada con una regla de 3 metros aplicada en forma
paralela y perpendicular al eje de la carretera y con rapidez para corregir tolerancias.
Se utiliza palpador electrónico' en las capas de base y las intermedias para las etapas
de replanteo. Para capas de rodadura ya se indica extender a espesor y plancha fija
corrigiendo los errores que algunas veces producen los sistemas electrónicos.
Finalizada la compactación y ya con la densidad adecuada, puede liberarse al tráfico la
zona ejecutada cuando la capa llegue a temperatura ambiente.
3. Proceso Constructivo
3.1.Transporte en camiones
La mezcla se transporta en camiones de tipo volquete de caja estanca y lisa, limpia y
tratada con productos que impiden que esta mezcla bituminosa se pegue a la caja.
La carga se envía cubierta con lonas para reducir las pérdidas de calor durante el
transporte.
3.2.Vertido y Extension
Con respecto a la calidad de estas mezclas, se recomienda vigilar las segregaciones
producidas durante el vertido de la caja. Se calcula que la altura de descarga sea
mínima para evitar formaciones cónicas, sino que deben ser extendidas sin
amontonamientos.
Mientras se va efectuando el extendido, debe hacerse a una velocidad constante,
regulando la velocidad de la extendedora a la producción de la central para que no se
detenga.
Si se detuviera, se comprueba que la temperatura de la mezcla que aún no se ha
extendido en la tolva de la extendedora y por debajo de ésta, no enfríe bajo la mínima
prescripta para iniciar la compactación, de lo contrario debe ejecutar una junta
transversal.
Los camiones irán acoplándose a la extendedcora por medio de los rodillos de ésta,
tratando de no tocar la trampilla del camión con la tolva.
El contacto será suave, no se deben golpear los rodillos del camión en la maniobra
marcha atrás.
Cuando ya se ha efectuado la aproximación, se coloca el camión en punto muerto para
ser empujado por la extendedora. Entonces, la descarga a la tolva se realiza elevando
lentamente la caja del camión.
Para lograr una buena regularidad en la superficie, el ritmo de extendido debe ser
constante y parejo.
La mezcla se dispone en franjas con un ancho adecuado a fin de efectuar la menor
cantidad posible de juntas longitudinales y para lograr continuidad.
En sectores con pendientes, conviene extender en subida pues cuesta abajo el camión
debe ir frenando y esto perjudica la extendedora. Así se evita una capa defectuosa, o
grietas o desprendimiento del material; de manera que se logran mejores valores de
compactación al efectuar en subida el extendido.
3.3.Temperatura
Debe controlar la temperatura con que las mezclas en caliente llegan para su
extendido.
Si fuese muy elevada, por ejemplo, superior a 180ºC, puede que el ligante haya
alcanzado una excesiva temperatura con peligro de oxidacioón o envejecimiento
prematuro.
Si fuese muy baja, del orden de los 135ºC, la compactación se tornaría muy dificultosa.
La temperatura se verifica por cada camión, con termómetros especiales que se
introducen en la mezcla unos 5 cm.
Esta temperatura la condiciona el betún, el cual aporta la energía de compactado para
todo el material.
Ya extendido, se corrigen las deficiencias a mano antes de pasar con los equipos de
compactación. Estas tareas son realizadas por operarios mediante el uso de palas,
rastrillos y capazos.
Se va extendiendo la capa con una extendedora sola adecuada al ancho o bien se
realiza con varias extendedoras un poco desfasadas para que no se produzcan juntas
longitudinales.
4. Criterios de Medicion
La fabricación y puesta en obra de las mezclas bituminosas en caliente se mide por toneladas
(tn) realmente fabricadas y puestas en obra, que se deducen de las secciones tipo indicadas en
planos y de las densidades medias de las probetas extraídas en obra.
a temperatura del material debe controlarse en su puesta en obra y durante todo el proceso
de extendido y compactado.
Debe prestarse atención a las condiciones climáticas, ya que con una temperatura ambiente
inferior a los 5ºC debe suspenderse la extensión de la mezcla, y en capas inferiores no efectuar
trabajos con menos de 8ºC. Por otro lado el efecto del viento en las mezclas en caliente
también pueden perjudicar el extendido enfriando la mezcla. Por ello se recomienda esperar a
que amainen los vientos fuertes.
Luego se verifica la regularidad de la superficie terminada, viendo que se ajuste a los planos
del proyecto.
Ligante hidrocarbonado
Áridos
Polvo Mineral (filler)
Mezcla Bituminosa