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La Sociología

Hola de nuevo!

Como veníamos viendo, la educación es una práctica que en su acepción más


básica la identificamos con la transmisión de saberes considerados
indispensables para la supervivencia de un grupo. Como tal, se trata de una
operación histórica que si bien acompaña a los seres humanos desde sus
orígenes, varía con el contexto y las circunstancias sociales que le dan lugar.
La complejidad creciente de las relaciones sociales redunda en la complejidad
creciente de la educación también, y correspondientemente, la sistematización
progresiva de las relaciones sociales en una nueva organización social, llevó
necesariamente al surgimiento de un sistema educativo, que proveyera la
fuerza de trabajo necesaria para la producción y administración del excedente
en los tiempos modernos (por modernos me refiero a post feudales), en
dirección a una operatoria cada vez más racional. Esta racionalización de la
vida, esta tendencia hacia el cálculo que acompaña a la monetización de la
economía y la lenta germinación del sistema capitalista, es la que ulteriormente
llevará al surgimiento de la ciencia, como forma racional de interpretar al
mundo y operar sobre él.

La ciencia surgirá primero en el campo de la biología. Parece coherente con la


naturaleza consciente del ser humano la preocupación por la muerte; y son las
ciencias referidas al estudio de la vida las que primero sistematizarán sus
conocimientos, separando las consideraciones racionales de las creencias
mitológicas o religiosas. El estudio y análisis de las plantas y animales llevará
al surgimiento de una taxonomía mediante la cual Europa intentará, de alguna
manera, definir al mundo que se creía con el derecho, cuando no la obligación,
de dominar política y económicamente. La naturaleza fue ordenándose de
acuerdo a esta racionalidad triunfante y así la química se separó de la alquimia,
la astronomía tomó distancia de la astrología y la medicina fue avanzando a
tientas, desprendiéndose de la teoría humoral al tiempo que intrépidos
investigadores contravenían las normas profesionales y legales de la época,
sustrayendo cadáveres con los cuales estudiar el cuerpo humano.

La ciencia realizó enormes avances en el terreno de las ciencias duras, al


tiempo que los desarrollos de la técnica imponían la necesidad de nuevos
desarrollos en el cálculo de sus especificidades. La industria química avanzó
hacia el destilado de combustibles fósiles, con los cuales la revolución de los
transportes recibió al nuevo siglo volando a motor en el aeroplano de los
hermanos Wright en 1903.

Consecuentemente, la esfera de lo humano no escapó en absoluto a la mirada


escrutadora de esta nueva forma de conocimiento. La ciencia extendió su
racionalidad sobre el análisis de las propias relaciones sociales, de modo que
estas dejaron de estar sujetas a la obediencia a un orden tradicional, sostenido
por una moral en crisis, y la desobediencia gradualmente dejo de ser vista
como una afrenta a la legitima propiedad del monarca, para pasar a ser, en
diferente grado, el ejercicio de la condición humana pensante. Desde el siglo
XVII el “pienso, luego existo” de Descartes había abierto camino para
separarse del “sirvo, luego soy” característico de la mentalidad medieval. El
desafío a la autoridad inmutable del que manda por la tradición estaba
entonces planteado y maduró en la expresión política y en el análisis racional.

Políticamente la pregunta llevó al surgimiento del socialismo, entendido de


manera amplia, desde las primeras corrientes saint simonianas y las
elaboraciones tempranas del socialismo utópico, hasta la emergencia del
marxismo, que resulta un nexo entre la aproximación política y la racional, o
científica, esto es: la sociología.

Entonces, la nueva forma de pensar, el racionalismo, va a favorecer la


emergencia del socialismo y de la sociología. Esta segunda será la reflexión
científica sobre la sociedad, sobre las relaciones que las personas establecen
entre sí, y que da lugar a una tercera dimensión, que excede a las
personalidades que están relacionándose. Asi, uno jamás se relaciona “por
fuera” del grupo, por más privada que sea la relación que se establezca
siempre estará sometida en algún grado a parámetros ideológicos, costumbres
e instituciones que la exceden.

En el mismo proceso de definición del área de las relaciones sociales como


objeto de análisis científico estuvo involucrado el paradigma dominante de la
época, el positivismo. Como tal, las primeras sistematizaciones de los estudios
sociales son de índole positivista y se transmitieron a la sociología clásica en la
figura de Emile Durkheim (1858-1917).

Nos interesa estudiar a Durkheim, puesto que de él vamos a tomar las


consideraciones sobre la educación como lo que hemos definido hasta ahora,
es decir, como la transmisión de conocimientos (y valores) considerados útiles
para la supervivencia del grupo social. Más adelante vamos a criticar esta
visión, pero por ahora vamos a tratar de conocerla.

La referencia hacia el positivismo de Durkheim es necesaria en cuanto a que


sus consideraciones sobre la sociología están comprendidas dentro de los
límites que este le impone, por ejemplo, el positivismo considera que para que
algo sea estudiado de manera científica es necesario ofrecer una prueba
“positiva” del fenómeno, una manifestación concreta. Esto le va a impedir a
Durkheim ver parte de la complejidad de las acciones sociales, cuyos motivos
no pueden inferirse directamente de los resultados, y aún más, los resultados
no serán los mismos de acuerdo a los motivos o al sistema de
representaciones de quienes ejerzan la acción social. Ya volveremos sobre
esto.

Dos cosas que decir sobre Durkheim:

El carácter positivista. Los hechos sociales considerados como cosas. Se


estudia la manifestación de los fenómenos.

Metáfora biológica: Durkheim recurre muchas veces a las ciencias naturales en


busca de un soporte metodológico. Este es uno de los puntos más débiles de
su análisis, ya que lo lleva a una visión netamente conservadora. La idea de
analizar la sociedad como correspondiente con un orden de tipo natural lo lleva
al concepto de Anomia. Esto es aquello que está por fuera o contraviene a la
norma (lo que atenta contra la preservación de la sociedad). En este sentido, el
suicidio, por ejemplo, puede ser una acción anómica. El problema de esto es
que establece una medida para la “normalidad” es decir, deja fuera del ámbito
de las relaciones sociales aquello que es considerado normal o no, o dicho de
otra forma, lo hegemónico, lo predominante, pasa a ser considerado como lo
“natural”, lo “normal”. Esta visión no sólo resulta aberrante por lo que significa
para las identidades minoritarias, por ejemplo (algo que llevó a considerar a la
homosexualidad como una enfermedad hasta hace no poco tiempo, entre otras
cosas), sino que además instaura la idea de que el orden social, el status quo,
es resultado del funcionamiento “normal”, o “natural” de las cosas. Con lo cual,
todo intento de cambiar la sociedad pasa a ser considerado como un perjuicio
para la misma.

De la bibliografía quese adjunta lean el prefacio a la segunda edición de las


reglas del método sociológico (está todo el libro, pero me interesa que lean el
prefacio a la segunda edición), el resumen de las características principales de
la sociología de Durkheim, y un texto muy breve en el que Durkheim se refiere
a la educación.

Lean en ese orden que va a ser lo más productivo.

Saludos.

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