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¿Qué es la Despersonalización?

La despersonalización, es uno de los muchos síntomas de la ansiedad y de


los ataques de pánico. Y es probablemente el más difícil de describir, o
incluso reconocer. Por esta razón, puede ser muy molesto para las
personas que la sufren, a pesar de que es totalmente inofensivo.
Se trata de una combinación de sensaciones físicas, emociones y
pensamientos que te llevan a sentirte tan desvinculado de tu entorno, que te
preguntas si estás realmente dentro de tu cuerpo, pudiendo llegar a temer estar en
otro lugar, viendo a tu cuerpo moverse. Incluso puedes llegar a pensar que te estás
volviendo loco/loca. ¡Pero nada más lejos de la realidad!
A pesar de que la despersonalización puede ser muy desagradable, en
realidad es una respuesta defensiva de nuestro cuerpo, y no es peligrosa. Tu
mente trata de protegerte del proceso de ansiedad tan intenso por el que
pasas, e intenta ayudarte separándote de las sensaciones físicas y
mentales
Una de mis pacientes me describió una vez una experiencia que tuvo mientras
viajaba en el asiento trasero de un coche con varios amigos.

Había dejado de lado la conversación, se sentía cada vez más alejada de lo que
estaba pasando, y de repente tuvo un ataque de pánico durante el cual se preguntó
si aún estaba en el coche, o si había dejado de alguna manera su cuerpo y observaba
desde la acera.
Sabía que la idea era absurda, pero seguía pensando igual de todos modos, y temía
no poder conectar de nuevo con su cuerpo.
Las personas reaccionan de formas muy distintas a la despersonalización,
pero una reacción común es pensar que estás perdiendo contacto con la
realidad, y temer perderlo para siempre.
¿Cómo describen la despersonalización mis
pacientes?
Estos son algunos ejemplos de despersonalización tal y como la describen
mis pacientes:
Me siento rara, como si no fuera yo. De repente me siento desconectada de mi
cuerpo y el mundo parece caer lejos.

Me encuentro sola en esta situación y pierdo el sentido de lo que estoy


diciendo. Me siento como si estuviera drogada. y estoy en modo "irrealidad".
De repente mi visión se embota. La gente que me rodea parece casi plana y
bidimensional, al igual que mi entorno.

Me siento como una "espectadora", como si hubiera una gran distancia entre mi
cuerpo y lo que me rodea. A menudo me siento como si estuviera en un sueño... en
piloto automático.
Me siento como si no fuera real. ¿Soy este yo o es todo un sueño? Es una
sensación extraña.

A veces me busco a mí mismo desde fuera y otras veces me siento confundido


respecto a si realmente estoy pensando o si son los pensamientos de otra
persona.
A veces siento que no estoy en la realidad, me siento raro como si no fuera yo al
cien por cien. Soy capaz de interactuar, pero siempre me siento distante.

He pasado gran parte de mi vida "desconectado" y sigo esperando el momento en


que volveré a ser parte del mundo de nuevo.
Tras muchos años tratando la ansiedad en Palma de Mallorca y vía online
diría que hay tres preguntas útiles sobre la despersonalización.
¿Qué significado tiene?
Todos estos síntomas tienen el mismo significado, a pesar de que los
síntomas difieren entre sí. Algunos son sensaciones físicas, otros son
emociones y algunos son pensamientos. Pero al final, todos significan lo
mismo.

.
Significan "!Tengo miedo!" Son diferentes maneras de
experimentar la misma reacción. Sin embargo por raro que te sientas, no
tiene nada que ver con "perder el control"
¿Por qué me siento raro como si no fuera yo?
En general la despersonalización suele aparecer cuando te involucras
menos con lo que pasa a tu alrededor, y te preocupas más por tus propios
pensamientos. Estos por lo general no son pensamientos acerca de tu
entorno inmediato, sino sobre otras personas, tiempos y lugares.

Cuanta menos energía y atención dedicas a tu alrededor inmediato, más


vagan tus pensamientos hacia las ideas que sólo pueden suceder en tu
imaginación, esas ideas que te preocupan.

Otros factores, como la falta de sueño prolongada también puede causar este
síntoma. Trata de dormir un mínimo 8 horas, o la horas que tu cuerpo necesite.
La despersonalización, también puede producirse como efecto secundario de un
medicamento. Si ese es tu caso, no dejes de tomar la medicación por las buenas.
Consulta antes con tu médico de cabecera, probablemente pueda recetarte un
medicamento similar, pero sin efectos secundarios.
¿Qué debo hacer si sufro despersonalización?
En primer lugar, recuerda que la experiencia de despersonalización es sólo
malestar, sin peligro real.
Tu único trabajo mientras experimentas la
desrealización/despersonalización es ver si puedes estar un poco más
cómodo a la espera de que termine. Nada terrible va a suceder.
La mejor manera de aliviar el malestar de despersonalización es seguir los
siguientes pasos:

1. Reconocer y aceptar el síntoma. Recuerda que se trata de una fuente de


incomodidad, pero no de peligro, y que es parte de un proceso de defensa de tu
cuerpo.
2. Centra tu atención en tu entorno, en lugar de en tus preocupaciones y
pensamientos de otros tiempos y lugares. No discutas con tus pensamientos,
simplemente reorienta tu atención.
3. Se más activo con las personas, actividades y objetos de tu alrededor. Vuelve a la
conversación o actividades que estuvieras haciendo o a las que hagan el resto de
personas de tu entorno. Los sentimientos extraños disminuirán a medida que te
involucres más en tu entorno actual.
Cuanta menos importancia le des a la despersonalización, y cuanto menos
te asuste, menos severos serán sus síntomas y acabará por desaparecer.

Pero, si la despersonalización está afectando a tu vida cotidiana, y no te ves


capaz de solucionarlo por tus propios medios, no tengas miedo de pedir
ayuda a un profesional. Si te es posible, acude a un buen psicólogo
especializado en ansiedad.
La despersonalización y los ataques de pánico pueden parecer muy
desagradables, pero no son peligrosos.
Una vez que el trastorno de ansiedad es tratado, los ataques de pánico y sus síntomas
derivados deberían desaparecer.

Sensación de presencia, ¿hay


alguien más con nosotros?
7 minutos

La sensación de presencia es algo que seguro has sentido alguna vez:


un soplo de aire en la nuca, una persona detrás de ti... pero te giras y
no hay nadie. Aquí puedes saber a qué se debe.
Quizá hayas sentido alguna vez que hay alguien en la misma habitació n donde tú

está s y, sin embargo, te encuentras solo. Esta sensación de presencia, de sentir que

algún ser está próximo a ti, es un fenómeno que ocurre con más frecuencia de lo
que pensamos. No por ello deja de ser escalofriante.

El fenó meno al que nos referimos se experimenta como muy real. Las personas

que la experimentan sienten que hay alguien cerca, aunque no pueden verlo.  La

persona tiene la sensació n de que no está sola, aunque no haya nadie a su

alrededor. Tampoco es capaz de identificar claramente algú n estímulo que apoye

esta sensació n, tal como una voz, una mú sica o cualquier otro signo similar.
¿Realmente hay un fantasma a tu
lado?
Los investigadores han tratado de explicar este fenómeno de una forma racional y

científica. Para ello, diseñ aron un experimento en el que se permitió a algunas

personas “sentir” dicha presencia. Los científicos reclutaron a 48 voluntarios

sanos que nunca había experimentado la sensació n de presencia con el fin de

alterar ciertas señ ales neuronales en determinadas regiones de sus cerebros.

Con los ojos tapados, los sujetos experimentales debían manipular un robot con

sus manos. Al mismo tiempo, otro robot trazaba los mismos movimientos en la

espalda de los voluntarios. El resultado fue el siguiente: cuando los movimientos

ocurrían al mismo tiempo, los individuos no sentían nada fuera lo común.

Sin embargo, cuando los movimientos no ocurrían al mismo tiempo, un tercio de

ellos afirmaron sentir la presencia de un fantasma en la habitación. Incluso hubo

algunos individuos que se asustaron tanto que pidieron que se les quitara la venda

de los ojos y terminara el experimento.


Este mismo equipo de investigadores realizó un escá ner del cerebro a 12 personas

con alteraciones neuroló gicas que ya habían tenido esta sensació n de presencia. El

objetivo era determinar qué parte del cerebro estaba asociada a este fenó meno. El

experimento confirmó que las partes implicadas eran aquellas asociadas a la

conciencia de uno mismo, el movimiento y la posición del cuerpo en el espacio.

Fenómenos que producen sensación de presencia

Las distorsiones cognitivas son má s fá ciles de experimental de lo que parece.

Ademá s del experimento mencionado en las líneas anteriores, existen otros

fenó menos documentados que producen sensació n de presencia.

Uno de ellos son los infrasonidos. Aquellas frecuencias por debajo de los 20 Hz no

producen un correlato sensorial, pero sí excitació n fisioó gica. Un estudio de

2018  encontró que los sonidos de tan baja frecuencia son capaces de

desencadenar asombro en las personas, así como condicionar que se asusten con

mayor facilidad.

Por otro lado, la estimulació n electromagné tica tiene un efecto parecido. El

científico Michael Persinger demostró que este tipo de campos invisibles generan

la experiencia de compartir espacio con una presencia invisible.


El cerebro es el único responsable de
la sensación de presencia
Los resultados de las investigaciones anteriores aclaran que los movimientos del

robot cambian de forma temporal la funció n cerebral en las regiones

mencionadas. Ocurría que, cuando las personas sienten la presencia de un

fantasma, lo que ocurre realmente es que el cerebro se confunde. El cerebro

calcula mal la posición del cuerpo y lo identifica como si perteneciese a otra

persona.

Cuando el cerebro presenta alguna anomalía neurológica, o cuando es estimulado


por un robot, puede crear una segunda representación del cuerpo propio. Esto es

percibido como una presencia extrañ a por el individuo. Esta presencia realiza los

mismos movimientos que hacen los individuos y mantienen su misma posició n.

“La mente humana funciona como una totalidad, y no son los sentidos, sino el sujeto,

quien percibe”.

-J.L. Pinillos-

La psicología de la imaginación
La psicopatología de la imaginación y de la percepción  constituye un tema central
para la investigación psicopatológica. De hecho, las investigaciones psicoló gicas

han dado lugar a un buen nú mero de teorías explicativas sobre la percepció n y

sobre la imaginació n. No obstante, estas teorías difieren en muchos aspectos.

La ilusió n es un ejemplo claro de que la percepció n no está determinada

“objetivamente”. La percepció n no está solamente influenciada por las

características físicas del estímulo a percibir. En el proceso de percibir algo el

organismo reacciona a los estímulos sobre la base de sus predisposiciones,

expectativas y experiencias previas.


“En cierto sentido, somos capaces de adelantarnos a la información que nos ofrece el

contexto”.

-Amparo Belloch-

Todo esto nos lleva a afirmar que nuestro procesamiento perceptivo no está
guiado solo por los datos, sino también por nuestras ideas, juicios y conceptos. Por

ejemplo, si creemos en los fantasmas, al experimentar la sensació n de presencia

creeremos realmente que un fantasma ha hecho acto de presencia a nuestro lado.

Pero ¿có mo sabemos que ciertos acontecimientos está n ocurriendo realmente?


Como Helmohltz señ aló hace ya má s de un siglo, no debería ser tan obvio por qué

los objetos nos parecen rojos, verdes, fríos o calientes. Estas sensaciones

pertenecen a nuestro sistema nervioso y no al objeto en sí.


Por eso, lo extraño es que percibamos los objetos “fuera”, cuando el

procesamiento, que es nuestra experiencia inmediata, ocurre “dentro”. Sin

embargo, otras clases de experiencias, tales como los sueñ os, la imaginació n o el

pensamiento, las experimentamos “dentro”.

Es importante recordar que en el acto de percibir algo intervienen el juicio y la

interpretació n. Esto implica que las inexactitudes perceptivas y los engaños o

errores de los sentidos  son tan normales como lo contrario, al menos en términos

de probabilidad (Slade y Bentall, 1988).


La sensación de presencia es una
distorsión perceptiva
Los trastornos de la percepción y la imaginación se suelen clasificar en dos
grupos: distorsiones y engaños perceptivos (Hamilton, 1985; Sims, 1988). Las

distorsiones perceptivas solamente son posibles mediante el concurso de los

sentidos. Estas distorsiones se producen cuando un estímulo que existe fuera de

nosotros es percibido de un modo distinto al que cabría esperar.

Ademá s, en muchos casos las distorsiones perceptivas tienen su origen en

trastornos orgánicos. Estos trastornos suelen ser transitorios y pueden afectar

tanto a la recepció n por parte de los sentidos como a la interpretació n que realiza

nuestro cerebro.

En el caso de los engaños perceptivos, se produce una experiencia perceptiva

nueva que no se fundamenta en estímulos realmente existentes fuera de la


persona (como sucede en las alucinaciones). Ademá s, esta experiencia perceptiva

suele convivir con el resto de las percepciones “normales”. Por ú ltimo, se

mantiene a pesar de que el estímulo que produjo la percepció n inicial ya no se

halla físicamente presente.

Entonces, ¿cómo clasificamos a la sensación de presencia? Pues bien, si releemos

los pá rrafos anteriores, la sensació n de presencia la podríamos encuadrar dentro

de las distorsiones perceptivas. Dentro de las distorsiones perceptivas podemos

hacer la siguiente clasificació n:


 Hiperestesias versus hipoestesias: anomalías en la percepción de la intensidad (por
ejemplo, en la intensidad del dolor).
 Anomalías en la percepción de la cualidad.
 Metamorfopsias: anomalías en la percepción del tamaño y/o la forma.
 Anomalías en la integración perceptiva.
 Ilusiones: aquí es donde nos encontraríamos con la sensación de presencia y las
pareidolias. Las pareidolias  se refieren al fenómeno psicológico de encontrar
imágenes, figuras y caras, percibiendo formas familiares donde no las hay, siendo un
juego muy común entre niños.

Si siento la presencia de un
fantasma, ¿estoy teniendo una
ilusión?
Efectivamente, segú n los investigadores y a tenor de la anterior clasificació n

parece que así es. Una ilusión es una distorsión perceptiva en la medida en que es

una percepción equivocada de un objeto concreto. La vida cotidiana nos ofrece

abundantes ejemplos de experiencias ilusorias.

Cuá ntas veces hemos creído ver a un amigo al que estamos esperando en la puerta

del cine. Quié n no ha escuchado alguna vez pasos detrá s al caminar por una

solitaria y oscura callejuela. O quié n no ha sentido alguna vez la presencia de

alguien (sea un fantasma o no) cuando en realidad no hay nadie má s en la

habitació n.
Si alguna vez has sufrido la sensación de presencia, no te preocupes. Sentir la
presencia de “alguien” no es signo de estar volviéndose loco. Este fenó meno se

puede dar en ciertas situaciones vitales, tales como el cansancio físico extremo o

soledad extrema.

Sin embargo, la sensación de presencia también puede aparecer asociada a estados

de ansiedad  y miedo patológicos, a esquizofrenia, a histeria y a trastornos


mentales orgánicos. En este caso, te recomendamos que acudas a un especialista

para que evalú e detalladamente tu caso.

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