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EL CUERPO EN LA SOCIEDAD

El cuerpo en la actualidad se presenta como un objeto que permite identificar un


modelo de identidad social. Cualquier mínima capacidad de influencia tiene una
repercusión más o menos directa sobre la vertiente corporal.
    El contexto social desarrolla modelos, modelos que aplican reglas sociales, que
constituyen un cuerpo integrado, que determina la integración en un grupo social. Así,
el cuerpo se manifiesta de manera dinámica, en función de las relaciones externas que
éste recibe de las instituciones y de los agentes sociales dominantes. Como
consecuencia, ha de integrarse en la propia estructura social. Se ve afectado,
modificado o valorado de forma muy concreta, se convierte así, en factor fundamental
de un proceso impuesto de socialización.
    Ante la infinidad de acontecimientos que ocurren a cada instante, la sociedad a
través de los medios de comunicación, ofrece al gran público una realidad que expresa
su "verdad", pero al hacerlo está construyendo nuestra "verdad", la verdad de todos.
La percepción que uno tiene con respecto a la imagen del cuerpo da lugar a algo
"mítico" e idealizado.
    Desde la propia Educación Física, aunque no parezca contradictorio, se siguen
utilizando principios que tienen mucho que ver con el modelo de hombre máquina, y
no con el modelo de hombre- persona, mucho más integrador y formativo. Educar no
es sólo instruir y transmitir conocimientos, es enseñar una forma de entender la vida.
La educación nunca es neutra, exige la necesidad de "tomar conciencia y partido".
    Como propone M.A. Santos, la Educación Física debe incorporar como objetivos de
una nueva valoración del cuerpo los siguientes contenidos:
 Conocimiento del cuerpo.
 Desarrollo del cuerpo.
 El sentir el cuerpo.
 El cuidado del cuerpo.
 La aceptación del cuerpo.
 La integración de los valores corporales dentro de una escala de valores
    La verdadera educación es la que fomenta la libertad y la autonomía del individuo.
Se trata de formar personas comprometidas y críticas que contribuyan a mejorar la
sociedad.
        Concebida la imagen personal, nuestro propio cuerpo, como un reflejo que
condiciona nuestro éxito o nuestro fracaso, su cuidado y su adiestramiento emergen
como algo necesario para rivalizar y competir con los demás. La propia imagen se
construye a base de privaciones y esfuerzos, buscando un éxito rápido, que representa
a un mundo fácil, acomodado y al alcance de todos. A muchos les coge desprevenidos
y buscan la solución en cualificados profesionales del ocio institucionalizado, recreado
en la vanguardia de lo más sano lo más bello y lo más rápido.
    Actualmente el cuerpo constituye un verdadero objeto de culto. Un objeto muy
valorado que ocupa un lugar prioritario en el modo de sentir y de pensar de muchos de
nosotros.
  

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