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ESPECIALIZACIÓN SUPERIOR EN EDUCACIÓN PRIMARIA Y TIC OCTUBRE 2016

El trabajo con la imagen

Clase 6: Una historia animada

En el recorrido que hemos hecho hasta aquí resulta evidente que una de las obsesiones que
desvela a los Museos es la diversidad lingüística de la Argentina. El mito de la lengua y la cultura
única que surgirían como resultado del promocionado crisol de razas,, que las clases dominantes
impusieron con un interés muy claro en las instituciones escolares a principios del siglo XX, ha
tenido consecuencias profundas en las representaciones y actitudes de los argentinos hacia la
lengua, que son las que pretendemos desafiar y deconstruir.

En la clase 4 adoptamos una perspectiva esencialmente contemporánea sobre la diversidad


lingüística en la Argentina: nos centramos,
centramos así, en el estado actual de las variedades
variedades, más que en
su historia. Esa es la perspectiva que aconsejaba
aconsejaba Ferdinand de Saussure al delimitar por primera
vez el objeto de estudio de la lingüística moderna: propuso privilegiar el estado actual de una
lengua (es decir, su sincronía)) y dejar de lado las fases evolutivas que había atravesado (es decir,
su diacronía).
En esa clase nos proponemos subvertir el consejo de Saussure, con la premisa de que reponer la
dimensión histórica de la diversidad lingüística tiene una importancia que transciende en mucho el
interés científico. Explorar el pasado para (re)pensarlo
(re)pensarlo con avidez por la verdad, pero también con
creatividad hacia el futuro, parece un paso imprescindible en la tarea de construir una identidad,
sea individual o colectiva.

Por esos motivos, en


n esta clase entrecruzamos
entrecruza la cuestión esencial de la historia
a de la lengua con
los procedimientoscreativos
screativos (en particular, la animación) que hemos empleado para problematizarla
ante los visitantes de los Museos.

La animación como recurso


La animación con dibujos esuna técnica muy anterior al cine. En el siglo XVII sse inventaron las
denominadas linternas mágicas,, que constaban de una cámara oscura con un juego de lentes y un
soporte corredizo en el que se colocaban transparencias pintadas sobre placas de vidrio. Las
imágenes se iluminaban con una lámpara de aceite —aún
aún faltaba mucho para el invento de la luz
eléctrica—;; para que el humo pudiera tener salida, el aparato contaba con una chimenea. La
linterna mágica era capaz de proyectar diferentes fases consecutivas del movimiento, cuando se
cambiaban los cristales de forma mecánica. En
n 1824 se conoció el principio de persistencia de la
visión, que sostiene que tendemos a ver movimientos completos aun si faltan fases intermedias. De
la experimentación con ese principio surgieron los taumatropos, en los que dos imágenes (en las
caras opuestas de un círculo), al girar con cierta rapidez, parecen “fundirse” en una tercera gracias
a un efecto óptico.

A lo largo del siglo XIX se multiplicaron los ingenios vinculados con la animación, que confluy
confluyeron
finalmente con el cine.. Uno de los primeros en advertir las potencialidades de los dibujos animados
como industria fue Walt Disney. Su primer corto con banda de sonido (pero aún sin diálogos) fue El
botero Willie (1928), de 8 minutos, en el que aparece uno
o de sus personajes icónicos, el ratón
Mickey. En ese corto se advierten ya rasgos típicos de los dibujos animados, que se seguirían
repitiendo durante varias generaciones: el desarrollo de personajes con un carácter marcado, el
conflicto entre protagonista
a y antagonista, los “gags físicos” montados alrededor de accidentes,
peleas, confusiones, torpezas, trampas y engaños, en un estilo de comicidad que potencia el del
cine mudo, gracias a la libertad expresiva que permite el dibujo.

Steamboat Willie (Walt Disney, 1928):


https://www.youtube.com/watch?v=RexXDDA8Rol

Si bien la técnica de los dibujos animados sigue vigente, la tecnología actual proporciona otras
técnicas de animación más accesibles, porque no requieren la habilidad de dibujar
consistentemente los mismos personajes en los distintos movimientos.
movimientos Recordemos que, para
generar la ilusión de movimiento fluido en un solo segundo de animación, se necesitan 24 dibujos,
lo que hace a su vez 1440 dibujos por minuto y así sucesivamente. El stop motion (o cuadro a
cuadro) es una técnica de animación artesanal que consiste en aparentar el movimiento de objetos
estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas. En lugar de usar dibujos a mano (o
en computadora), se sacan fotos sucesivas de distintos objetos de la realidad, que pueden ser
juguetes, muñecos articulados o personajes creados con diversos materiales (plastilina, arena,
recortes de papel, tizas sobre suelos y muros); si bien habrá pequeños “saltos”, las propiedades
ópticas de nuestro ojo hacen que el movimiento parezca
pare básicamente continuo.

Dado que incluir diálogos sincronizados es bastante dificulto


dificultoso,
so, la música, la banda de sonido o los
intertítulos (es decir, los rótulos o carteles con texto que brindan información)) tienen un lugar
preponderante, igual que en los primeros dibujos animados.

Algunos ejemplos de animaciones que emplean distintos materiales: papel, juguetes


uguetes, plastilina y
objetos varios:

Paper Motion Animation:


https://www.youtube.com/watch?v=ByGq
https://www.youtube.com/watch?v=ByGq-EdQ2L0

Lego Bowling
https://www.youtube.com/watch?v=ficiHv8Jg2c

Plasticine Stop Motion Animation with Animals


https://www.youtube.com/watch?v=FSnCvu0fn1Y

Moth by PES
https://www.youtube.com/watch?v=wHUvjnD2Jp4

Pee-Nut by PES
https://www.youtube.com/watch?v=lRpUK1yBI
https://www.youtube.com/watch?v=lRpUK1yBI-0

Una historia del español


Dado que permite presentar una narración de forma atractiva para diversos públicos, la animación
es la técnica que se ha elegido en el Museo del Libro y de la Lengua para historizar el proceso de
conformación del castellano/español
español hasta su llegada a América.
Améri

Las mayores dificultades para narrar


rar la historia de una variedad lingüística consisten en acceder a
ciertos datos básicos, en especial cuando los registros escritos no existen o son escasos. La
lengua en sí misma puede ser concebida
concebi como uno de los lugares de memoria,, según la noción
acuñada por el historiador francés Pierre Nora (2001) para designar los “lugares” materiales o
simbólicos donde se ancla, condensa, cristaliza, refugia y expresa la memoria colectiva. La lengua
guarda huellas de los grandes sucesos que atravesó un pueblo: cambios, migraciones, invasiones,
guerras, pero esa memoria permanece, a menudo, inconsciente y para reconstruirla hay que
recurrir a las investigaciones científicas o a expresiones del arte o del juego.

Sabemos muy poco del período crítico en la conformación de las modernas lenguas europeas: la
Alta Edad Media, entre los siglos V y X. La tasa de alfabetización era mínima y la educación formal
estaba exclusivamente en manos de la Iglesia; en esos tiempos previos a la imprenta, los libros
consistían en pergaminos que escribían a mano los copistas o amanuenses, monjes que podían
destinar años a un único manuscrito.
La evidencia que se puede encontrar para reconstruir la historia del español es escasa e indirecta.
Así, deducimos que el latín se había ido alejando más y más de las lenguas vernáculas gracias a
unas traducciones literales que aparecen intercaladas en textos escritos en latín (las llamadas
Glosas Emilianenses y Silenses, fechadas en los siglos X y XI), por algún
algún monje que ya no era
capaz de entender lo que leía.

Las glosas prueban la distancia que existía entre el latín escrito y la lengua romance oral. Por su
parte, algunos errores recurrentes de los copistas nos dan pistas de cómo se había modificado la
pronunciación
ronunciación de ciertas palabras en determinada época. Reconstruir la historia del español
requiere, entonces, una suerte de trabajo “detectivesco”
“detectivesco”, que no es sencillo volcar de forma amena
en recursos accesibles a distintos públicos.
público Veamos ahora cómo se resolvió esa dificultad.
La animación narra las etapas fundamentales de constitución del castellano-español,
castellano español, que se puede
reconstruir a partir del vocabulario. El punto de partida son los pueblos prerromanos que poblaban
la Península (íberos, celtas, cántabros,
bros, vascones, astures). En la animación esos pueblos están
representados por conejos, aprovechando una de las etimologías que se han dado propuesto para
España,, que significaría en fenicio ‘tierra de conejos’, según varios autores. El Imperio romano llegó
lleg
a España en el siglo III a.C., pero tardó casi dos siglos en someterla e incorporarla en una
provincia. Las lenguas prerromanas decayeron en su uso y se limitaron cada vez más a las áreas
rurales, ya que, si bien no estaban prohibidas, en el uso público fueron sustituidas por el latín.

Es muy probable que la lengua que hablaban los romanos se pareciera muy poco al
latín escrito que nos ha llegado a través de las piezas oratorias de Cicerón, las
comedias de Plauto o los poemas de Cátulo, por lo cual es difícil difícil saber cuándo fue
que se produjeron verdaderamente los cambios en las lenguas vernáculas. Algunos
investigadores sostienen que, dada la extensión del Imperio Romano, la
diversificación de la lengua oral en las distintas regiones debe haber sido muy
temprana,
prana, a causa de la influencia de las lenguas preexistentes. Al ser el latín la
lengua oficial (de la administración, la educación y la literatura), las variedades orales
tardaron mucho en verse reflejadas en textos escritos.

Para representar las invasiones o las guerras, en la animación abundan los “gags físicos”, que
remiten a la tradición clásica de la animación y que sirven para atemperar la información
desplegada a través de los carteles que explican las sucesivas etapas históricas.
h

Historia del español: http://museo.bn.gov.ar/historia-del-espanol


http://museo.bn.gov.ar/historia

Si bien no conocemos el momento exacto en que las variedades coloquiales empezaron a


distinguirse del latín escrito, sí sabemos que en la diversificación de las variedades de la Península
Ibérica participaron las lenguas germánicas, más pronunciadamente con las invasiones de los
visigodos en el siglo V, que llevaron a España voces como arenga, banda, brote, esta
estaca, guadaña,
frasco, según revela Penny.. Más importante aún fue la influencia de los árabes, después de la
conquista de España en el siglo VIII. Muchas palabras castellanas actuales (se estiman en varios
miles) provienen del árabe, como es el caso de alquiler, almirante, aceite,melena, joroba, fideos,
naranja.

En al-Ándalus,
Ándalus, la parte sur de la península (dominada por los árabes), surgieron
variedades de contacto entre el árabe y los dialectos romances: el árabe andalusí, de
base semítica, y el mozárabe, de base latina, que se usaban, aparentemente, en
todos los registros no formales. En ambos dialectos se han conservado numerosas
jarchas, formas artísticas características de al-Ándalus
al Ándalus que surgieron alrededor del
siglo XI, escritas en alfabeto árabe (o hebreo).
hebr

Sobre las jarchas en mozárabe:

Bibliotheca Augustana
https://www.hs-augsburg.de/~harsch/hispanica/Cronologia/siglo11/Jarchas/
augsburg.de/~harsch/hispanica/Cronologia/siglo11/Jarchas/
jar_11si.html

archas .net
http://www.jarchas.net/jarchas-1---15.html
http://www.jarchas.net/jarchas

Las lenguas romances (y el vasco) se refugiaron en el norte de la Península, desde donde fueron
extendiéndose lentamente a lo largo de los siglos en función de los avances de la reconquista. Los
Reyes Católicos constituyen el último eslabón de la historia narrada por la animación, ya que con
ellos se da la triple coincidencia de 1492: la expulsión de moros y judíos, el descubrimiento de
América y la primera Gramática castellana de Nebrija (que celebra a “la lengua, compañera del
imperio”). Los Reyes Católicos emprendieron la homogeneización política, religiosa y lingüística en
la Península: el mozárabe se eliminó rápidamente, mientras que el castellano se expandió a
expensas de otras variedades, como el aragonés y el leonés, y regiones que anteriormente eran
monolingües de catalán, vasco o gallego se fueron transformando en bilingües con castellano.

No es posible saber con exactitud cómo se pronunciaba el español medieval. Sí


están
tán los datos de que había sonidos que hoy no existen, representados, por
ejemplo, por la ss o ç; otras letras que seguimos utilizando representaban sonidos
diferentes que ahora (así, la h se pronunciaba aspirada, como en inglés o alemán, y
la x como la actual
tual y argentina). Una de las pistas que suele usarse para conocer la
pronunciación del español medieval es el ladino, la variedad que hablan los judíos
que fueron expulsados de España y se expandieron en el norte de África, Turquía y
los Balcanes. El ladino
no es una variedad conservadora que retuvo muchos de los
rasgos del español medieval, por lo que presenta algunas características similares a
las variedades hispanoamericanas, que en España hoy se tildan como “arcaizantes”,
por ejemplo el uso de vos. Curiosamente,
Curiosamente, también se habla ladino en Antioquía
(Colombia), por haber sido colonizada por “cristianos nuevos” (es decir, judíos
conversos).

Para saber cómo suena el ladino:

Ladino (Djudeo-Espanyol)
Espanyol) Lesson/Lección 1 - Kén sos tú?
https://www.youtube.com/watch?v=t4pX8zwjcdY

Un proyecto: otra historia sobre la lengua en América


Desde la primera clase hemos subrayado la decisión de que los Museos sean de la Lengua, sin
especificar de qué variedad hablamos, al contrario de lo que o
ocurre
curre en el Museu da Língua
Portuguesa de San Pablo, por ejemplo. Esa decisión se explica por el objetivo primordial de
problematizar la relación entre lengua y territorio, que da lugar a mitos y prejuicios, como el que
postula que la Argentina es un país esencialmente homogéneo desde un punto de vista lingüístico.
Forma parte del proyecto de los Museos ofrecer una historia de la lengua que se distinga de la
eurocéntrica que nos ha sido legada. Una dificultad significativa para encarar esa historia es que,
salvo los mayas, los pueblos indígenas americanos carecían de escritura, por lo cual su memoria
más antigua se conserva –paradójicamente
paradójicamente– a través de textos que están escritos en español u
otras lenguas europeas y que en general presentan una perspectiva,
perspectiva, una cultura y una visión del
mundo esencialmente ajena.

Traduttore, traditore,, afirma el refrán italiano… y probablemente en pocos sitios y momentos de la


historia universal haya resultado tan literal como durante la colonización americana. Desde Colón
en adelante, los traductores / intérpretes (cautivos, esclavos, conversos) cumplieron un rol esencial
en el avance español. Tanta relevancia adquirió para la colonización el trabajo de los intérpretes
(“indios-lengua”,
lengua”, como se los denominaba) que incluso
incluso se reguló mediante leyes y ordenanzas, que
estipulaban que debían recibir buen trato y buena paga (Rubio Hernández 2006).

Una de las más convincentes refutaciones del dicho italiano se observa en los
Comentarios reales de los incas (la primera parte
parte fue publicada en 1609 y la segunda
en 1617), del Inca Garcilaso, una figura desgarrada entre la cultura de su padre (el
capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega) y la de su madre, Isabel Chimpo
Ocllo, descendiente directa de la familia real inca. Garcilaso
Garcilaso rescata palabras,
costumbres, razones, leyes, memorias, mitos y consigue un monumental fresco de la
vida precolombina en el Imperio inca.

Commentarios Reales
http://shemer.mslib.huji.ac.il/lib/W/ebooks/001531300.pdf

Las políticas de España hacia las lenguas indígenas en América fueron cambiantes. Hubo un
primer período en que se intentó hispanizar a los indígenas (y
( particularmente a la nobleza), a
través de los misioneros, en coincidencia también con la homogeneización compulsiva de la prop
propia
Península después de la expulsión de moros y judíos. La tarea de hispanización fracasó por la
desproporción demográfica: en 1570, había 25000 “vecinos” (categoría que incluía españoles,
criollos y mestizos más o menos asimilados), contra 8 o 9 millones de indígenas dispersos a lo
largo del continente, según señala Ángel Rosenblat en El español de América.

A partir de la Real Cédula de Felipe II del 19 de septiembre de 1580 se adoptó una política
relativamente tolerante y plurilingüista que duraría, con altibajos, doscientos años y que promovió
ciertas lenguas “generales” para la comunicación: el náhuatl en México, el quechua en Perú y el
guaraní en Paraguay, en desmedro de otras lenguas con muchos hablantes (el maya, el aimará) y
más aún de las menos extendidas
endidas (el toba, el wichí, el kankán, el kunza). De este modo, se
instalaron escuelas, cátedras en las universidades e incluso una copiosa bibliografía impresa en
esas lenguas “generales”.

En 1770, Carlos III prohibió el uso de las lenguas aborígenes en todo el territorio de la Corona: “que
se extingan los diferentes idiomas,, de que se usa en los mismos dominios, y solo se hable el
castellano” fue la fórmula que empleó. Recién en el siglo XXI, según el relato de Cintia Carrió, las
lenguas indígenas americanas
canas empezaron a recobrar, tímidamente, el lugar que perdieron por
causa de ese decreto y las políticas lingüísticas inerciales que lo siguieron.

Al revisar la bibliografía centrada en las variedades americanas del español, se comprueba


rápidamente que ess recurrente la subestimación del aporte indígena a las variedades regionales,
en particular en la Argentina (así como se ha subestimado siempre su aporte genético, que los
últimos análisis sistemáticos de ADN han confirmado con énfasis). Por ejemplo, a la hora de
determinar cuáles fueron los factores de conformación de las variedades regionales del español de
la Argentina se le otorga un papel preponderante al aporte de las corrientes colonizadoras, como
hace Berta Vidal de Battini en su clásico El español de la Argentina.. Sin embargo, si esas
corrientes impactaron con tanta fuerza en las características de las variedades regionales, fue
precisamente en la medida en que recogían la influencia previa de una lengua indígena cuyo
territorio habían atravesado. Así, el guaraní marcó las propiedades de las variedades habladas en
ciudades como Santa Fe, Corrientes y Buenos Aires, que Garay fundó después de partir (con una
mayoría de hombres mestizos) desde Asunción; el mapuche influyó en la entonación de quienes
fundaron
ndaron las ciudades de Cuyo a partir de Chile, y el quechua moldeó doblemente la variedad que
surgió en las ciudades argentinas del NOA, ya que influyó en la región tanto durante el Imperio inca
como con la colonización española, que bajódesde Perú.

Dos casossos diferentes, ambos en relación con el quechua, pueden servir como
ejemplos de la complejidad del proceso de construcción de la identidad cultural y
lingüística.
En Santiago del Estero, como ya se ha dicho, hay poco menos de 100000 hablantes
nativos de quechua. La mayor parte de la población actual de origen indígena de
Santiago, sin embargo, se referencia con los tonocotés, uno de los grupos locales,
que parecen haber tenido una lengua propia, que algunos lingüistas vinculan con el
arawak, gran familia en las Antillas, el Caribe y Brasil, y otros con el kakan, la lengua
de los diaguitas. Aún no se sabe con certeza si el proceso de quechuización ya se
había producido antes de la llegada de los españoles, o si este se desató o aceleró
con la colonización de los españoles, que traían a su servicio yanaconas, “indígenas
ladinos o mestizos hablantes de quechua” que “se ocupaban de la catequización de
los nuevos pueblos conquistados”, según refiere Marisa Censabella. En Santiago
(como en el resto del NOA) se produjo
produjo el mestizaje entre yanaconas, indígenas
autóctonos, españoles y criollos, en que la única lengua general o de comunicación
fue el quechua, en su variante cuzqueña.

Encuentro. Pueblos originarios - Tonocoté: La huella


http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=50129&ad=1
&ad=1
Así, el caso de Santiago del Estero muestra la complejidad de la construcción de la
identidad aborigen, en particular el hecho de que la identidad étnica no está “atada”
necesariamente
sariamente a la lengua. Actualmente, la quichua constituye un elemento
identitario de las comunidades rurales que buscan reivindicar su origen indígena, aun
sabiendo que descienden étnicamente de otros pueblos.
Casi lo contrario ocurrió durante décadas con
con los collas de la Puna: claros herederos
de la cultura incaica, durante décadas han negado conocer el quechua, lengua a la
que en el NOA se vincula (despectivamente) con Bolivia. Los collas, sin embargo,
han retenido muchísimas tradiciones precolombinas: la cría de la llama, el cultivo en
terrazas, la propiedad colectiva de la tierra, el Carnaval, las copleras, el culto a la
Pachamama. A partir de ciertos avances de los últimos años (como la declaración de
preexistencia de los pueblos indígenas en la Constitución
Constitución nacional, la aceptación de
los derechos ancestrales sobre las tierras o la inscripción de la Quebrada de
Humahuaca como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco), se desarrolló una
reivindicación de la identidad indígena que ha servido como disparador
disparador para constituir
agrupaciones, cooperativas y organizaciones que luchan por los derechos de los
diversos pueblos originarios del NOA, en los que se reconocen no solo collas, sino
también diaguitas, omaguacas u oclayas. Tímidamente, los collas están recup
recuperando
también el quechua, dejado de lado durante varias generaciones.
Sobre la compleja situación de los collas, puede verse:

Encuentro. Pueblos originarios - Collas I: migraciones y desarraigo


http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=50886

Encuentro. Pueblos originarios - Collas II: la tierra


http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=50887

Encuentro. Pueblos originarios - Collas III: la tierra que camina


http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=50888

La historia de las palabras


El interés científico por establecer leyes generales en la historia de las lenguas disminuyó
considerablemente desde principios del siglo XX, según hemos observado. Pero, según otras
perspectivas, recuperar la historia de las pa
palabras
labras podría concebirse como una oportunidad para
reflexionar, crear o potenciar la actitud lúdica hacia la lengua.

Jorge Luis Borges, en “El idioma infinito”, propuso remontarse a la etimología para remitir a ecos
perdidos o acallados por el tiempo. Entre otros recursos para amillonar el idioma,, sugirió ““emplear
en su rigor etimológico las palabras.
palabras. Un goce honesto y justiciero, un poquito de asombro y un
mucho de lucidez, hay en la recta instauración
instauración de voces antiguas. Aconsejado por los clásicos y
singularmente por algunos ingleses (en quienes fue piadosa y conmovedora el ansia de abrazar
latinidad) me he remontado al uso primordial de muchas palabras. Así yo he escrito perfección del
sufrir, sin
n atenerme a la connotación favorable que prestigia esa voz, y desalmar por quitar alma y
otras aventuritas por el estilo.”

En la misma línea de recuperar la historia desde una perspectiva creativa,, se inscribe un juego que
está en la muestra permanente del
el Museo, llamado Sopa de lenguas,, que pretende ir rearmando
las capas de memoria de la propia lengua a partir de las etimologíasde las palabras.
En este juego la imagen de pantalla es del fotógrafo Marcos López; pertenece a una estética que él
ha llamado pop latino y que conjuga imágenes que provienen de distintas culturas, incluyendo la
norteamericana.
En la Sopa de lenguas,, el visitante es invitado a encontrar palabras, como en cualquier sopa de
letras (cada pantalla está ordenada por categorías temáticas: “pájaros”, “verduras”, “prendas de
vestir”, “para desayunar”, etc.). Una vez que las reconozca deberá elegir entre dos opciones de
etimología, una correcta y la otra falsa. Así, por ejemplo, para escarabajo se propondrán como
opciones la etimología real: “del latín scarabeus,, con el mismo significado, a su vez del griego
kárabos, ‘cangrejo’” y otra etimología falsa, que se intenta que sea lo más plausible posible: en este
caso, “del árabe carabajo,, con el mismo significado, y este a su vez del mandé (lengua africana)
caraba,, ‘rinoceronte pequeño’”. Si se elige la etimología correcta, se acumula puntaje. Al igual que
ocurre con el Bingo de voces,, que hemos descripto en la clase 4, el puntaje aparece con el fin de
estimular el interés, aunque no sea en absoluto el objetivo primordial del juego.

El criterio que se adoptó para decidir qué palabras participarían en la Sopa fue no contrastivo: no
se limita al vocabulario diferencial del rioplatense, sino que considera el español en su conjunto,
incluyendo, desde ya, las palabras propias de nuestra variedad.
variedad
Con las diversas etimologías nos cotidianamente propusimos mostrar como un hallazgo
sorprendente la diversidad de orígenes de las palabras que usamos. Además de la etimología
mayoritariamente latina del español (ilustrada en ejemplos como lechuza, mermelada, golondrina,
cigarra),
), hay cantidad de palabras cuyo origen es indígena,
indígena, no solo de lenguas que se encontraban
en territorio argentino, como el quechua o el guaraní (ananá,
(ananá, vizcacha, vinchuca, chiripá, zapallo),
zapallo
sino también de las lenguas caribes o el náhuatl (tomate,
( jején);
); los topónimos permiten incorporar
los aportes de
e lenguas que se han extinguido o no han tenido gran impacto sobre el español
regional (como Ushuaia,, del yámana, o Saliquelló,, del mapuche). También se vislumbran los
aportes de lenguas más antiguas que nos llegan a través del latín, como el griego ((escarabajo,
melón, tortuga),
), además de diversas lenguas asiáticas o africanas transmitidas a través del árabe
(damasco,
damasco, calabaza, banana, jirafa, guitarra).
guitarra). Por último, aparece también algún italianismo
cotidiano, como radicheta,, que distingue el vocabulario rioplatense
rioplatense de otras variedades del español.
De este modo, los aportes históricos al español quedan esbozados a partir de ese puñado de
ejemplos. Sin pretender que el juego lleve a conocer sistemáticamente la etimología de las
palabras, sí se reconstruyen lúdicamente
dicamente las peripecias de la lengua y se estimula la curiosidad por
ese otro aspecto de la lengua.

Actividades

Actividad Final

Ahora llega el momento de probar las elecciones realizadas -tema,


tema, programa, guión
guión- y convertirlas
en un trabajo: puede ser una historieta, un collage audiovisual –video-,, una animación,
animación un ficcional,
un documental (el género que elijan).
elijan)
En cualquier formato que elijan, deben plantear
plantear objetivos específicos para la producción visual.
¿Qué esperamos que ocurra a partir de trabajar
trabajar con el video como dispositivo didáctico? Se
pueden plantear objetivos que son de la materia o del abordaje general de un contenido de la
currícula, en calidad de marco, pero es importante pensar en objetivos para esa producción o en
todo caso, para la actividad que realizaremos con ella. Esos propósitos son siempre didácticos,
pedagógicos y comunicativos.
En Los mensajes y foros se darán precisiones que deben atender y tener en cuenta, porque
resultan relevantes en el marco del proceso que el grupo ha ido realizando.
Para la presentación final:
Es condición presentar un documento que:
Explique el proyecto
Desarrolle una breve fundamentación
Describa el guión (es decir los núcleos de contenidos y escenas), incluyendo la
presentación de las imágenes seleccionadas (sean fotos, tramos de videos, dibujos,
animaciones) y los textos. En caso de que el proyecto prevea la producción de imágenes
propias (es decir sacar fotos, animar objetos, actuaciones, etc.)) entonces se podrán bocetar
al menos esas imágeness o describir minuciosamente cómo serían.
sería
Explique cómo se realizaría (producción, programa de edición)
Es optativo (aunque siempre es una apuesta valorable y suma experiencia) presentar una
producción final, una obra terminada, editada con alguno de los programas sugeridos.

Bibliografía de referencia

• Carrió, C. (2014). Lenguas en Argentina.. Notas sobre algunos desafíos. En


E Kornfeld, L.
(ed.) De lenguas, ficciones y patrias.
patrias Los Polvorines: UNGS, pp. 149-184.
• Censabella, M. (1999) Las lenguas indígenas en la Argentina.. Buenos Aires: EUDEBA.
• Di Tullio, Á. (2003) Políticas lingüísticas e inmigración: el caso argentino.
argentino Buenos Aires:
EUDEBA.
• Nora,P. (2001) “Entre mémoire et histoire”,
histoire” en Nora, P. (ed.)Les
Les lieux de mémoire
mémoire, t. 1:La
République. París: Gallimard,
mard, 2001, pp. 23-43.
23
• Ong, W.(1982) Oralidad y escritura.
escritura Tecnologías de la palabra.. México:Fondo de Cultura
Económica.
• Penny, R. (1991) Gramática histórica del español.
español Barcelona: Ariel, 1993.
• Rosenblat, Á. (2002) El español de América.
América Caracas: Biblioteca Ayacucho.
• Rubio Hernández, A. (2006) “La lengua: medio de dominación o vehículo de poder. La
imposición del castellano en el Nuevo Reino de Granada”, enPoligramas
enPoligramas 26, diciembre de
2006,pp. 189-211.
• Saussure, F. de (1916) Curso de lingüística general.. Buenos Aires: Losada, 1945.
• Vidal de Battini, B. (1964) El español de la Argentina.
Argentina. Buenos Aires: Consejo Nacional de
Educación.
• Vidal de Battini, B. (1980) Cuentos y leyendas populares de la Argentina
Argentina. Buenos Aires:
Ediciones Culturales Argentinas.
Argentina
Autores: Laura Kornfeld y María Pia López

Cómo citar este texto:


5) Clase Nro:
Kornfeld, Laura y López, María Pia (2015) Nro 6. Una historia animada.El trabajo con la imagen
imagen.Especialización
docente de nivel superior en Educación Primaria y TIC. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la
Nación.

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