es algo muy importante para neutralizar la búsqueda de la aprobación desmedida. Consiste en velar por nuestros derechos, pero también por los de otros. Tenemos que tener en cuenta que nuestros derechos son tan importantes como los de otras personas. No tenemos que hacer que las opiniones de otros prevalezcan sobre las nuestras. Tenemos derecho a opinar y a hacer lo que queramos siempre y cuando no violemos los derechos de otros. Para entrenar la asertividad existen algunas técnicas como: “disco rayado”, “banco de niebla” o “compromiso”. Entiende que equivocarse es normal y acepta la crítica. Tenemos que aceptar que no somos perfectos y que tenemos derecho a equivocarnos. Además, el resto de personas pueden criticar lo que hacemos. En muchas ocasiones, las críticas son constructivas y deberemos analizarlas y aceptarlas para enmendar nuestros errores. Eso sí, no permitas que te falten el respeto mediante críticas despectivas. Confía en ti mismo, acéptate y valórate. Acepta que eres una persona igual de válida y digna que el resto. Confía en tus habilidades y capacidades, desarrolla la seguridad en ti mismo. Probablemente tengas las habilidades necesarias para hacer las tareas que te generan inseguridad, pero no te lo crees y piensas que las habilidades de otros son más valiosas que las tuyas, desecha esta idea.