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DERECHOS ASERTIVOS

La asertividad es la forma de comunicación más adecuada, ya que


nos permite expresar nuestras opiniones y derechos, respetando
los de los demás. Así pues, para poder ser una persona asertiva
es necesario que conozcamos y hagamos valer nuestros derechos
asertivos. Por ello, en el artículo de hoy os explicamos cuáles son
estos derechos según la psicóloga Elia Roca.
Derecho a ser tu propio juez
El primero de los derechos asertivos es el derecho a ser nuestro
propio juez. Esto quiere decir que tenemos derecho a ser nosotros
quienes juzguemos nuestro comportamiento, a pesar del juicio que
hagan los demás sobre él. A algunas personas, a pesar de tener un
juicio sobre su propio comportamiento, optan por no defenderlo y
adaptarse al de los demás. Esto suele generar mucho malestar y
también puede producir problemas de autoestima.
Derecho a elegir si nos hacemos responsables de los
problemas de otros
El segundo de los derechos asertivos tiene que ver con la
responsabilidad que asumimos ante el comportamiento y
problemas de los demás. En algunas ocasiones nos sentimos
obligados  a hacernos responsables de los problemas ajenos, a
pesar de no tener implicación o culpabilidad. Sin embargo, tenemos
el derecho a no hacernos responsables de los problemas ajenos si
así lo consideramos. Esto, no quiere decir que no ayudemos a
alguien que lo necesite, sino que no asumamos la culpa o
responsabilidad de los actos ajenos.
Derecho a dar o no explicaciones
Otro de los derechos que tenemos en las relaciones con los demás,
es el derecho a no dar explicaciones sobre las acciones que
realizamos, las decisiones que tomamos, etc. En muchas ocasiones
nos sentimos con la obligación de justificar nuestras acciones u
opiniones ante las demandas de otra persona. Sin embargo, sólo
tenemos que dar las explicaciones que nosotros consideremos
oportunas, ya que tenemos el derecho de no hacerlo.
Derecho a cambiar de opinión
Algunas personas cambiar de opinión les resulta un momento
complicado. En la mayoría de las ocasiones les resulta tan difícil
debido al miedo a la reacción de los demás o por sus propias
creencias. Sin embargo, es necesario que comprendamos y
asimilemos que tenemos el derecho a cambiar de opinión sea por
el motivo que sea. De hecho, el verdadero crecimiento personal
viene de ser capaces de cambiar en base a nuestras necesidades.
Derecho a cometer errores
Los errores, no siempre son fáciles de gestionar. Un error mal
aceptado, puede suponer muchos problemas e influir
negativamente en nuestra autoestima. Gran parte de este problema
reside en cómo conceptualizamos los errores, tanto a nivel
individual como a nivel social. Sin embargo, tenemos derecho a
cometer errores, ya que ni somos máquinas ni somos perfectos.
Derecho a no saber algo
Al igual que pasaba con el derecho a cometer errores, las personas
no siempre tenemos que contar con toda la información sobre un
tema o una situación en un momento concreto. Muchas veces nos
sentimos en la obligación de dar una respuesta, a pesar de no
contar con la información o nos genera ansiedad no responder. Sin
embargo, es lógico que en determinadas ocasiones no sepamos
algo o no podamos contestar o dar una opinión concreta. Por ello,
es importante que tengamos presente este derecho y nos sintamos
libre de decir “no lo sé” cuando sea necesario.
Derecho a no necesitar aprobación social
La presión social, el miedo al qué dirán y la necesidad de
aprobación de los demás tienen una gran influencia en nuestro
comportamiento. De hecho, la aprobación social, la necesidad de
que los demás aprueben nuestro comportamiento suele influir
bastante en nuestras interacciones sociales. Sin embargo, es
nuestro derecho a realizar acciones que no cuenten con
aprobación social y que respondan sólo a nuestro criterio
personal.
– Si te interesa saber más sobre la presión social, puedes leer
nuestro artículo pinchando aquí
Derecho a tomar decisiones sin atenernos a la lógica
Muchas veces pensamos erróneamente que todas nuestras
decisiones tienen que estar basadas en la lógica y tienen que
responder a un planteamiento puramente racional. Sin embargo,
tenemos derecho a tomar nuestras decisiones en base a otros
criterios. Por ejemplo, tenemos derecho a tomar nuestras
decisiones siguiendo criterios emocionales si lo consideramos
oportuno.
Derecho a no cumplir las expectativas de los demás
En numerosas ocasiones, sentimos la necesidad de cumplir con las
expectativas de los demás, con lo que los demás esperan de
nosotros. Sin embargo, esta imposición que nos hacemos a
nosotros mismos puede generarnos numerosos problemas cuando
no lo conseguimos como ansiedad, estrés, problemas de
autoestima, etc. Además, si esas expectativas no coinciden con lo
que nosotros queremos realizar, también nos va a generar mucho
malestar. Por ello, es importante recordar que tenemos derecho a
no cumplir las expectativas ni a hacer lo que los demás esperan
de nosotros.
Derecho a no ser perfectos, ni intentarlo
Por último, como hemos dicho en distintos párrafos de este artículo,
las personas cometemos errores y nos equivocamos. Como todos
sabemos, cometemos errores porque ni somos máquinas ni
tampoco somos perfectos. Aunque todo el mundo seamos
conscientes de ello, en muchas ocasiones, y en especial en la
interacción social, se nos olvida. Sin embargo, tenemos el derecho
a equivocarnos, a cometer errores y a no ser perfectos, porque lo
contrario es imposible.

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