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SISTEMA DIGESTIVO

Ilustración 1 Sistema Digestivo de bovino

El sistema digestivo es un conducto un conducto tubular musculo membranoso, que se


extiende de la boca al ano. Sus funciones son la de ingerir, triturar, digerir y absorber los
alimentos, además de eliminar los residuos sólidos. El aparato digestivo reduce los
elementos nutritivos de los alimentos compuestos hasta hacerlos bastantes simples para ser
absorbidos y utilizados como energía y para formación de otros compuestos con fines
metabólicos. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 298)
Boca
La boca se utiliza ante todo para triturar los alimentos y mezclarlos con saliva, pero
también sirve como mecanismo de precisión, sin contar en ciertos casos es arma ofensiva y
defensiva. Los dientes y la lengua se encuentran rodeados por labios, carrillos y diversos
músculos masticadores. Su función comprende en precisión, masticación, insalivación, y
formación del bolo alimenticio. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 298)
Dientes
Los dientes se producen de una invaginación del epitelio conocida como lamina dental,
lo cual produce el órgano del esmalte, cubierta cupuliforme de una prominencia de tejido
conectivo llamada papila detal. El tejido conectivo localizado alrededor del germen del
diente se llama saco dental. Tanto las piezas temporales como las permanentes derivan de
estructuras embrionarias similares. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 299)
Dentina. Producida en las células externas de la papila dental. (Frandson & Spurgeon,
1995, pág. 299)
Pulpa. Producida en las células internas de la papila dental, a la cual invaden vasos
nutricios y nervios que sensibilizarán el diente. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 299)
Esmalte dental. Formado por la capa ameloblástica del órgano del esmalte. Es la única
porción del diente derivada de
epitelio y la sustancia más dura del
organismo. Recubre la corona en las
piezas braquiodónticas (corona
corta). En las hipsodónticas (corona
larga) de los herbívoros, el esmalte
no solo cubre la corona, sino que
Gonzales, K. (2018). Figura 1 Dientes del caballo Recuperado de
se invagina dentro de los surcos https://zoovetesmipasion.com/wp-content/uploads/2018/09/Dientes
longitudinales e infundíbulos de -del-caballo.jpg
ella. (Frandson & Spurgeon, 1995,
pág. 299)
Capa interna del saco. Forma
el cemente, y su capa externa, la
membrana periodóntica, la cual conecta la pieza dental como cuenca o hueco del maxilar
(alveolo) Es como un tirante que sostuviera al diente. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág.
299)
La dentina. Forma la mayor parte del diente; es producida por los odontoblastos,
células que tapizan la cavidad de la pulpa y envían prolongaciones a través de la dentina.
Contiene también fibrillas colágenas y canalículos extremadamente finos. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 299)
El cemento. Es hueso modificado que cubre las raíces de las piezas braquiodónticas;
en las hipsodónticas el cemento cubre la raíz y corona, llena las ranuras e infundíbulos
donde el esmalte no coincide con otro tejido. (Frandson & Spurgeon, 1995, págs. 299, 302)
Los dientes deciduos (de leche o temporales). Son los primeros en salir, sustituidos
luego por los permanentes. Este tipo de erupción en que las piezas dentales van emergiendo
de sus alveolos a través de las encías es probablemente el dato más preciso para conocer la
edad de los animales en el caso de no saberla por registros escritos. (Frandson & Spurgeon,
1995, pág. 302)
Los dientes incisivos. Estos dientes son los que se encuentra en la parte delantera y
son representados con la letra I. Se numeran a partir del centro hacia los lados. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 302)
Los dientes caninos. También son llamados colmillos y se abrevian con una C.
Normalmente no hay más que un par en cada maxilar en un mismo momento y puede no
existir en la yagua, animales castrados y rumiantes. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 302)
Los dientes premolares. Se llaman también bicúspides y se representan por una P. los
premolares deciduos se nombran también hacia los extremos con números de P 1 a P4
(Frandson & Spurgeon, 1995, pág.
302)
Los dientes molares. Se
reconocen por un M. Son caudales
a los premolares y su numeración
se repite M1, M2 y M3. No hay
molares deciduos. (Frandson &
Gonzales, K. (2018). Figura 2 Representación esquemática de la lengua,
Spurgeon, 1995, pág. 302) la faringe, y el esófago (vista dorsal) Recuperado de
https://zoovetesmipasion.com/wp-content/uploads/2018/09/Lengua-
La encía es esencialmente del-caballo.jpg
una mucosa sin glándulas, muy
resistente y adherida al hueso
subyacente. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 302)
Lengua
La lengua es un órgano muscular cubierto de mucosa. El músculo hipogloso se inserta
en el hueso hioides; el músculo geniogloso, en la sínfisis mandibular; el músculo
estilogloso, a lo largo de la parte interna del hueso estilohioideo. (Frandson & Spurgeon,
1995, pág. 302)
La vaca usa la lengua como órgano prensil, así como ayuda de la masticación y para
formar el bolo alimenticio. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 302)
La lengua está cubierta de epitelio escamoso estratificado con gran número de papilas.
Dichas papilas, filiformes, fungiformes y circunvaladas, se encuentran en todos los
animales domésticos y las papilas foliadas las tienen el caballo, el cerdo y el perro, pero no
la oveja ni la vaca. Las papilas filiformes no poseen botones gustativos, pero los otros tipos
de papilas si los tienen. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 302)
Papilas filiformes. Tienen aspecto de cabello. Consta de un núcleo de tejido conectivo
cubierto de una copa epitelial cornificada. Estas papilas son más cortas y blandas en el
caballo que en los otros animales domésticos, lo que da a la lengua equina un tacto
aterciopelado. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 302)
Papilas fungiformes. Se llaman así por su semejanza a un hongo. Contienen
terminaciones gustativas en todos los animales. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 302)
Papilas foliadas. Se han comparado con las hojas de una planta; se encuentra en
caballo, cerdo y perro, en los cuales tienen receptores gustativos y glándulas serosas. En el
caballo y el perro también contienen glándulas mucosas. (Frandson & Spurgeon, 1995,
págs. 302, 305)
Papilas circunvaladas. Son proyecciones redondeadas de un profundo surco.
Contienen bulbos gustativos y glándulas serosas en todos los animales domésticos; en el
caballo contienen también glándulas mucosas. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 305)
Las papilas circunvaladas y las fungiformes poseen botones gustativos, pero las papilas
filiformes cónicas y lenticuladas no los tienen. También se pueden observar en la epiglotis,
faringe, laringe y el paladar blando. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 305)
La lengua de la vaca tiene un surco transverso, delante de una prominencia dorsal, la
cual es principalmente mucosa engrosada. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 305)
Labios, carrillos, mandíbulas y paladares
Los labios. Los ovinos, caprinos y equinos, blando y flexibles, sirven para tomar el
alimento, por lo contrario, en vacunos y porcinos, por su rigidez e inmovilidad, apenas
sirven para cerrar la boca. Están cubiertos en la parte externa por la piel y en la interna por
la mucosa, ambas sobre capas de músculo, tejido conectivo y glándulas labiales. En el
límite en el que la piel se une a la mucosa desaparecen los pelos y las glándulas cutáneas,
para comenzar las labiales propiamente dichas. En los rumiantes se descubren papilas
cónicas de hecho muy grandes, las que se proyectan hacia el interior de la mucosa. El labio
superior forma parte del plano nasolabial de los bovinos y del plano rostral de los porcinos,
donde se hallan glándulas serosas, lo mismo que en el plano nasal de las ovejas, pero no en
el perro. Los pelos táctiles, usados en la exploración sensorial, se hallan en los labios del
perro. Los pelos táctiles, usados en la exploración sensorial, se hallan en los labios de
perros y gatos. (Frandson & Spurgeon, 1995, págs. 305, 306)
Los carrillos. Son paredes musculares cubiertas de piel por fuera y tapizadas de
mucosa por dentro. Ayudan a la lengua a llevar los alimentos entre los dientes, para la
masticación. La vaca tiene en los carrillos numerosas papilas cónicas. Está formado por las
mismas capas que los labios, con piel por fuera, mucosa por dentro y, entre ambas,
músculo, tejido conectivo y glándulas bucales. Los rumiantes presentan además en esa
región papilas bastante grandes y cornificadas, las que contribuyen al proceso de
masticación. (Frandson & Spurgeon, 1995, págs. 305, 306)
Las mandíbulas. Se cierran por la acción de los poderosos músculos maseteros,
temporales y pterigoideos; se abren por la de los músculos digástrico, occipitomandibular y
esternomandibular. Los pterigoideos contribuyen a los movimientos de trituración al
proyectar la mandíbula y moverla en sentido transverso. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág.
305)
El paladar duro. Forma el techo de la boca, continuando en dirección caudal por el
paladar blando, el cual separa la cavidad bucal de la nasofaringe. El paladar duro esta
surcado por engrosamientos transversos de la mucosa; debajo, una red venosa forma una
especie de tejido cavernoso. (Frandson & Spurgeon, 1995, págs. 305, 306)
Sisson y Grossman. (1985). Figura 2Paladar duro y parte adyacente del paladar blando en
el caballo. Obtenido de Anatomía de los animales domésticos.
El revestimiento de la cavidad bucal es de epitelio escamoso estratificado, con muchas
capas engrosadas y cornificadas, especialmente en las zonas que deben sufrir mucho roce,
como el plastrón dental de los rumiantes, carrillos, paladar duro y lado bucal del paladar
blando. Son abundantes las glándulas en la submucosa, excepto en cuerpo y punta de la
lengua, paladar duro y encías. (Frandson & Spurgeon, 1995, págs. 305, 306)
AMIGDALAS
Las amígdalas son masas más o menos circunscritas de tejido linfoide, con nombres
muy diversos, según sea su asiento topográfico. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 306)
Las amígdalas palatinas. Del hombre y las del perro son órganos pares de forma
ovalada implantados en bolsas de la pared lateral de la faringe, en posición ventral con
respecto al paladar blando, y laterales con respecto a la base de la lengua. En caballo, vaca
y oveja estas amígdalas palatinas están situadas en la misma región, pero hundidas en la
submucosa, por completo cubiertas por la mucosa, excepto sobre algunas criptas o fisuras.
Por lo tanto, estos órganos no se proyectan en la faringe de dichos animales; en el cerdo, las
amígdalas palatinas están situadas en la sustancia del paladar blando. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 306)
Las amígdalas linguales. Son cúmulos de folículos en la base de la lengua,
prominentes en vaca, caballo y cerdo. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 306)
La amígdala faríngea. Es un conglomerado de tejido linfoide en la submucosa de la pared
dorsal de la faringe de todos los animales domésticos. Su hipertrofia en el hombre lleva el
nombre de adenoides. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 306)
Faringe
La faringe es un conducto para el paso común de alimentos y del aire inspirado,
tapizado de mucosa y rodeado de músculos. Los orificios de la faringe son la boca, dos
coanas, dos trompas auditivas de Eustaquio y las comunicaciones a esófago y la laringe. El
aire inspirado pasa por la
cavidad nasal y de ella a través
de las coanas; cruza entonces la
faringe para entrar en la laringe.
La faringe puede dividirse
arbitrariamente en porciones
nasal, bucal y laríngea.
(Frandson & Spurgeon, 1995,
pág. 306)
El alimento, como se sabe,
entra en la faringe procedente
de la boca; es impulsado de allí
al esófago por contracciones de
los músculos faríngeos. Durante
este periodo, la laringe se cierra
por reflejo. Resulta, pues, que
tanto el aire como los
Gonzales K.(2018).Figura 3 Ilustración de faringe y bolo alimenticio.
alimentos deben cruzar la Obtenido de
faringe. (Frandson & https://zoovetesmipasion.com/wp-content/uploads/2018/09/Faringe-del-
Spurgeon, 1995, pág. 306) caballo.jpg

Durante la deglución, los estilofaríngeos acortan la faringe, y el resto, por su


disposición anular, al contraerse sucesivamente de adelante a tras impulsan al bolo
alimenticio para que avance hacia el esófago. La fosa del caballo es un nicho mediano en
ángulo dorsocaudal de la faringe. En los rumiantes se divide en dos partes por la amígdala
faríngea. En los carnívoros no existe la fosa faríngea. El cerdo presenta un divertículo
faríngeo que se abre hacia la pared dorsal de la faringe. Se debe tener cuidado para no
penetrar en este divertículo al pasar la sonda estomacal o al administrar medicamentos en
pastilla. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 307)
Esófago
El esófago, continuación directa de la faringe, es un conducto muscular extendido
desde ésta al orificio del cardias, inmediatamente detrás del diafragma. Después de la
faringe, el esófago pasa por un plano dorsal a la tráquea, por lo general con cierta tendencia
hacia el lado izquierdo del cuello. Siempre dorsal con la tráquea, penetra en el tórax y
prosigue en sentido caudal entre ella y la aorta, hasta el nivel del diafragma. Entonces el
esófago se insinúa en el hiato esofágico y se une al estómago, ya en la cavidad abdominal.
El cardias o esfínter cardial del estómago lleva este nombre por su proximidad al corazón.
(Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 307)
La pared muscular del esófago consta de dos capas que se cruzan en modo oblicuo,
forman luego espiral y por ultimo una capa circular interna y otra longitudinal externa. El
musculo pasa de estriado a liso en el tercio caudal en el caballo, y precisamente antes del
diafragma en el cerdo; es estriado en toda su longitud en perros y rumiantes. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 307)

Estomago de los animales no rumiantes


En los animales no rumiantes el estómago está situado en el lado izquierdo de la
cavidad del diafragma, que es una hoja muscular en forma de domo que separa las
cavidades abdominal y torácica. Desde el exterior puede dividirse en cardias (entrada),
fondo, cuerpo y píloro (terminación). El cardias y el píloro son relativamente próximos,
pues el estómago tiene semejanza a una pera deformada por incurvación. Esta
configuración hace que se extienda una concavidad corta entre el cardias y el píloro,
llamada curvatura pequeña, u una curvatura convexa opuesta, que se conoce como
curvatura mayor. El abultamiento cerca del cardias se llama fundus (fondo mayor), que no
debe ser confundido con la región glandular fúndica del interior del estómago. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 308)
Alrededor del cardias se encuentra una zona de epitelio escamoso estratificado llamada
región esofágica, cuyo tamaño varía
según la especie considerada. Hay otras
regiones gástricas que son la cardial
glandular, la fúndica glandular y la
pilórica glandular. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 308)
El cuello de las glándulas contiene
moco y células mucosas que producen
moco y células parietales, encargadas de
la producción de ácido clorhídrico. Estas
células se encuentran también en gran
abundancia en el cuerpo gástrico y, en
menor cantidad, en el fundus de la
glándula. En el estómago de los animales
no rumiantes, la región esofágica es
homóloga a las cavidades pregástricas de
los rumiantes, por el hecho de estar
tapizada de epitelio escamoso
estratificado no glandular. El resto del
estómago puede dividirse con más o
menos precisión en las regiones
antedichas. La región esofágica es muy
grande en el caballo, pequeña en el cerdo y de hecho ausente en el perro. La región cardial
glandular es grande en el cerdo y relativamente más pequeños en el caballo; el resto del
estómago de los animales no rumiantes se divide en regiones glandulares fúndica y pilórica.
(Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 308)
Estomago de los rumiantes
El estómago verdadero (glandular) de los rumiantes esta precedido por tres divisiones o
divertículos (tapizado de epitelio escamoso estratificado), donde los alimentos quedan
mojados y sujetos a digestión por microorganismos antes de verterse a la continuación del
tubo digestivo. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 308)
El rumen, retículo y omaso de los rumiantes se conocen colectivamente como
cavidades pregástricas (proventrículos). El cardias está situado en sentido craneodorsal en
el atrio ventricular; es cupuliforme, común al rumen y al retículo. El surco ruminorreticular
(escotadura esofágica), que se extiende del cardias al omaso, está formado por dos
resistentes pliegues o labios que, al cerrarse, pueden dirigir de manera directa las materias
desde el esófago hacia el omaso; o abrirse, para deja que dichas materias entren en el rumen
y el retículo. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 310)
Retículo
El retículo o redecillas es el más anterior de los departamentos gástricos de los
rumiantes. Como su nombre indica, su mucosa ostenta varios pliegues que se intersectan, lo
que subdivide la superficie en compartimentos a manera de un panal. La superficie es
epitelio escamoso estratificado. El asiento del retículo inmediatamente después del
diafragma lo hace casi contiguo al corazón, de manera que cualquier cuerpo extraño, como
alambre o clavos tragados por accidente, los cuales tienden a alojarse en el retículo, están
en excelente posición para perforarlo y pasar al corazón (enfermedad por metales).
(Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 310)
Rumen
El rumen (llamado también herbario) es un gran saco musculoso que se extiende desde
el diafragma hasta la pelvis, de modo que llena casi por completo el lado izquierdo de la
cavidad abdominal. El rumen se divide en compartimentos por medio de columnas
musculares, que por el exterior se ven como surcos. Los compartimentos dorsal y ventral
están separados por un circulo casi completo, formando en el plano frontal por los pilares
longitudinales derecho e izquierdo, conectados por los pilares craneal y dorsal. La cavidad,
compartimento o saco dorsal es el mayor, sobrepasa el ventral y se continua por la parte
anterior con el retículo por el pliegue ruminorreticular, límite entre los suelos de cada una
de las cavidades. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 310)
Por la parte caudal, el saco dorsal se subdivide por la presencia de los pilares
coronarios dorsales, los que forman un circulo incompleto que limita el saco ciego dorsal. L
a porción posterior del saco ventral es un divertículos (saco ciego ventral) separados del
resto por los pilares coronarios ventrales. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 310)
La membrana mucosa que tapiza el rumen es un epitelio escamoso estratificado sin
glándulas. Las porciones más ventrales de ambos sacos del rumen contienen numerosas
papilas hasta de un centímetro de longitud, pero casi no existe en la parte dorsal del rumen.
(Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 310)
Omaso
El omaso, llamado también libro, es un órgano esférico, con un interior de láminas
muscular que cuelgan de su techo. La mucosa que reviste dichas laminas está tachonada de
papilas cortas, achatadas, con misión de desmenuzar los vegetales fibrosos antes de que
entren en el abomaso (estomago verdadero). El omaso está situado a la derecha del rumen y
del retículo, inmediatamente detrás del hígado. El omaso de la oveja y la cabra es mucho
menor que el de la vaca, y por lo normal no está en contacto con la pared abdominal en
estos pequeños rumiantes. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 312)
El suelo del omaso, así como las láminas están cubiertos de epitelio estratificado
escamoso. En la unión del omaso y el abomaso hay una disposición de pliegues mucosos,
llamados velos terminales, que actúan como válvula que evita el regreso del material
alimenticio desde el abomaso al omaso. Derivan del omaso en la vaca, pero del abomaso en
la oveja. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 312)
Abomaso
El abomaso, llamado también panza y cuajar, acaso con más propiedad “estomago
verdadero”, es la primera porción glandular del aparato digestivo de los rumiantes. Está
situado en la porción ventral del omaso y se extiende hacia atrás, a la derecha del rumen. El
píloro porción terminal del abomaso, es un esfínter formado por el engrosamiento de fibras
lisas anulares, situados en la unión de este estómago con el intestino delgado. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 313)
El epitelio del abomaso varía bruscamente desde el epitelio escamoso estratificado del
omaso, al epitelio cilíndrico sencillo, con función de secretar moco. Se supone que este
moco, al recubrir el epitelio gástrico, evita que los jugos estomacales dijeran las células de
esta región. En general, las porciones glandulares del abomaso se corresponden con las
mismas del estómago único de los animales no rumiantes, en tanto que las cavidades
pregástricas equivaldrían a la región esofágica. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 313)
Contexto ganadero.(2015)Figura 4 Estomago de un bovino. Recuperado de
https://storage.contextoganadero.com/s3fs-
Intestino delgado
El intestino delgado se divide en tres partes: duodeno, yeyuno e íleon, cada una con sus
características histológicas propias.
El duodeno. Es la primera
parte del intestino delgado, fijo a la
pared abdominal por un corto
mesenterio, que toma el nombre de
mesoduodeno. En la primera
porción del duodeno desembocan
los conductos glandulares del
páncreas y el hígado. A la salida del
estómago (en el píloro), el duodeno
se dirige por la derecha, hacia atrás,
en dirección pélvica; cruza luego
hacia la izquierda, por detrás de la
raíz del mesenterio mayor y se
incurva para corresponder con el
comienzo del yeyuno. Los
conductos colédoco y pancreático
vierten su contenido en el duodeno
a corta distancia del píloro.
(Frandson & Spurgeon, 1995, pág. Figura 5 Intestino delgado. Recuperado de
313) public/styles/noticias_one/public/ganaderia/field_im
age/2015-08/rumen_vaca.jpg?itok=r9qmsoXO
El yeyuno. Se continúa sin
límites precisos con el duodeno,
pero suele considerarse su
comienzo en el lugar en que el
mesenterio ya es más prolongado. Entre el yeyuno y el íleon tampoco hay división bien
acusada. Esta última porción del intestino delgado penetra en el intestino grueso por la
unión ileocecocólica. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 313)
Es imposible fijar la situación anatómica precisa del yeyuno e íleon, aunque el paquete
del intestino delgado tiende a situarse en la porción ventral izquierda de la cavidad
abdominal de los animales no rumiantes. El rumen desplaza a casi todas las otras vísceras
haca la porción terminal del íleon se une al ciego (caballo), al colon (perro) o a ciego y
colon (rumiantes y cerdo) en la porción derecha caudal de la cavidad abdominal. (Frandson
& Spurgeon, 1995, pág. 313)
Intestino Grueso
El intestino grueso consta del ciego, que es un tubo cerrado por un extremo, y el colon,
que consta de las partes ascendentes, transversa y descendente. El colon descendente
termina en el recto y finalmente en el ano. De una especie a otra hay muchas más
variaciones en el intestino grueso (en particular el colon ascendente) que en el delgado. Por
consiguiente, el primero se describe por separado respecto de cada animal. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 313)
Del caballo. El caballo tiene el intestino grueso más voluminoso y complejo si se
compara con cualquier otro animal doméstico. El ciego equino es un órgano curvado como
una coma, que se extiende desde el lado derecho de la entrada de la pelvis hasta el suelo de
la cavidad abdominal, inmediatamente
detrás del diafragma y cerca del
cartílago xifoides del esternón. La base
del ciego suele localizarse en la parte
dorsal del flanco derecho, y se
proyecta en sentido craneal hasta la
parte media de la decimoquinta costilla
y el ápex; suele localizarse sobre la
parte caudal del esternón. El íleon
penetra por el lado cóncavo (curvatura
menor) del ciego, cerca de su base,
donde funciona un esfínter que lleva el
nombre de válvula ileocecal u orificio.
La primera porción del colon
abandona el ciego y se dirige en
sentido craneal a lo largo de la pared
abdominal ventral derecha, hacia la Figura 6 Intestino delgado del caballo
porción esternal del diafragma, donde
se curva en forma brusca hacia la
izquierda y cambia a un sentido
caudal, para regresar a la pelvis. Estas porciones del colon mayor se conocen,
respectivamente, como colon derecho, ángulo esternal y colon izquierdo. El pequeño colon
del caballo es la continuación directa del transverso, dispuesto en asas en el borde del
mesocolon, de manera muy parecida a lo que se ve con el mesenterio, aunque el colon
flotante siempre es de mayor diámetro; por lo común está situado cerca de la mitad de la
porción caudal de la cavidad abdominal. El recto, la porción relativamente derecha del
intestino grueso que se encuentra sobre todo en la cavidad pélvica, se dilata con facilidad
por las materias fecales. La unión de la parte terminal del tubo digestivo y la piel es el ano,
cerrado por un esfínter formado por musculatura lisa y estriada. (Frandson & Spurgeon,
1995, págs. 313 - 315)
Figura 7 Viseras del caballo
Del cerdo. También en este
animal el intestino grueso
comienza en el ciego, cuya
porción cerrada se proyecta
adelante y abajo, cerca de la línea
media. Su porción dorsal se
continúa con el colon en la unión
ileocecocólica, donde la inserción
de íleon marca la división entre el
ciego y el colon. El colon
ascendente del cerdo presenta una
disposición de asas en espiral, con
un conjunto de aspecto cónico,
cuando sale de esa espiral, va
adelante y cruza a la izquierda Figura 8 Intestino grueso del cerdo
como colon transverso, para entonces seguir el sentido caudal y descendente hasta el recto.
Como en los demás animales. El recto termina en el ano. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág.
315)
Del perro. El intestino grueso del perro es el más corto y sencillo entre todos los de
otros animales domésticos, pues consiste en un ciego corto, irregular a la derecha, un corto
colon ascendente a la derecha, el transverso de derecha a izquierda, el descendente a la
izquierda, el recto en la cavidad pélvica y el ano. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 315)
De los rumiantes. En los
rumiantes, el intestino grueso
está formado por el ciego, el
colon y el recto; el primero,
como siempre, con un extremo
cerrado que se proyecta en
sentido caudal. En el sentido
opuesto, o sea cranealmente, se
continua con el colon, unión
señalada por la entrada del íleon
en el orificio ileal. El colon
ascendente pasa hacia adelante,
como es obvio entre las capas de
mesenterio que sostiene el
intestino delgado. El asa
proximal se localiza entre el
ciego y el colon arrollado (asa
espiral), dispuesto en espirales.
La primera porción se arrolla
hacia el centro de las espirales (centrípeta) y la parte que le sigue se arrolla en sentido
centrifugo. La última parte del colon ascendente, el asa distal, conecta el asa espiral con el
colon transverso. Esta última cruza de derecha a izquierda y continua caudalmente hacia el
recto y el ano, la parte terminal del tubo digestivo. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 317)
La disposición del conducto intestinal de la oveja y la cabra es similar a la de la vaca.
Sin embargo, la última vuelta centrifuga del asa espiral es exterior a la arteria mesentérica
craneal y a los ganglios linfáticos mesentéricos, y esta más cerca del yeyuno en el caso de
la vaca. (Frandson & Spurgeon, 1995, págs. 317, 318)
Anexos del aparato digestivo
Hay muchas similitudes de una especie a otra en las glándulas que ayudan a la
digestión. Además de las numerosas y pequeñas glándulas situadas en las paredes del
estómago e intestino, las accesorias son las salivales, el hígado y el páncreas. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 320)
Glándulas salivales. Las glándulas salivales son tres pares bien definidos, además de
algunos lóbulos diseminados menos precisos. Las glándulas salivales principales son:
parótida, mandibular, y sublingual, y las menores comprenden las glándulas labiales,
bucales, linguales y palatinas. El perro tiene además de una glándula salival cigomática
cerca del ojo. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 320)
La glándula parótida. Está en situación ventral con el oído en relación caudal con el
borde de la mandíbula. En muchos animales, el conducto parotídeo, acompañado de los
vasos faciales, pasa adelante y debajo, por dentro de la porción posterior de la mandíbula,
para cruzar el carrillo en forma superficial, delante del masetero (músculo poderoso que
cierra la mandíbula). El
conducto pasa entonces en
dirección ascendente para
penetrar en la mucosa bucal
a novel del tercero o cuarto
molar. El conducto parotídeo
del perro cruza directamente
la superficie lateral de la
mandíbula, sin seguir sin
contorno. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 320)
La glándula salival
submaxilar. O mandibular,
suele estar situada ventral
con respecto a la anterior y
caudal con respecto a la
mandíbula. En algunos Figura 9 Glándulas salivales del perro. Recuperado de http://www.collie-
casos a mayor profundidad online.com/colley/img/chaleur_tete_glandes_saliva.gif
de parte de la parótida. El
conducto de la glándula submaxilar va hacia adelante, medial con la mandíbula para abrirse
debajo de la lengua, en una diminuta papila situada ligeramente anterolateral al frenillo
lingual (pliegue que retiene la lengua al suelo de la boca). (Frandson & Spurgeon, 1995,
págs. 320, 321)
La glándula sublingual. Asienta profundamente en la mucosa por el lado ventral de la
superficie lateral de la lengua, próxima al suelo de la boca. Numerosos conductos pasan en
forma directa de la glándula a ese suelo, en posición ventrolateral con la lengua. Excepto en
el caballo, la glándula salival sublingual tiene una porción monostomática que se vacía en
el piso de la boca a través de un conducto sublingual principal que recorre paralelo al
mandibular. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 321)
Figura 10 Glándulas salivales de la vaca y el caballo. Recuperado de
https://1.bp.blogspot.com/-EBc3ti_zsBM/W66JCUn_OxI/AAAAAAAALHU/O9MKOvtl7NMTnJ4KJlDUaf48jzViveE4ACL
cBGAs/s1600/glandulas%2Brumiantes%2By%2Bequinos.JPG

Páncreas. El páncreas es una glándula compuesta tubuloalveolar, con porciones


endocrina y exocrina. Esta última elabora NaHCO 3 y enzimas digestivas que, por la vía del
conducto pancreático, se vacían en el duodeno, junto al colédoco. La porción endocrina del
páncreas está formada por grupos aislados dela células que se tiñen poco con los colorantes
ordinarios, diseminados por todo el estroma conectivo de la glándula. Estas zonas
vascularizadas toman el nombre de islotes de Langerhans. El páncreas aparece a simple
vista como un órgano lobulado irregularmente, relacionado con la primera porción del
duodeno, con frecuencia al estómago, la cava caudal y la porción caudal de hígado. Está
formado por un agregado de nódulos conectados sin cohesión, para formar una glándula
alargada situada a lo largo del duodeno; el conducto excretor principal penetra en la
primera porción duodenal junto con el colédoco. La porción exocrina es la mayor parte del
páncreas; tiene cierto parecido histológico con la parótida. (Frandson & Spurgeon, 1995,
págs. 322, 323)
Figura 11 Páncreas. Recuperado de
http://3.bp.blogspot.com/_FIhpVD-WC4o/SgyanNwEgvI/AAAAAAAAAl0/qW8JReYog_I/s400/pancreas_es.jpg

Hígado. Hay ciertas diferencias en el hígado de unas y otras especies, tanto por su
forma como por su posición exacta. Sin embargo, en todos los animales esta adyacente al
diafragma, en el lado derecho, especialmente en los rumiantes, pues la gran dimensión de
los estómagos impulsa todo el resto de las vísceras hacia la derecha y adelante. El hígado
recibe su sangre nutricia por la arteria hepática, rama del tronco celiaco que entra en la
porta del hígado. La vena porta también penetra en la parte delicada llamada portal; lleva
sangre procedente de estómago, bazo, páncreas e intestinos. Esta sangre llevada por la vena
porta se destoxifica y altera en las sinusoides del hígado, después de lo cual sigue por las
cortas venas hepáticas, que se vacían en la vena cava caudal. Todos los animales
domésticos, excepto el caballo, tiene vesícula biliar para almacenar la bilis, que sale del
hígado por el conducto hepático, que se une al conducto cístico, procedente de la vesícula,
para formar el colédoco, el cual, como dijimos, desemboca en la primera porción del
duodeno. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 323)

Figura 12 Partes del hígado. Recuperado


dehttps://visionanimal.com/wp-content/uploads/2019/01/50ede329633eb7d861c47e661ba2de3e.jpeg
SISTEMA REPRODUCTOR DEL MACHO

Figura 13 Ilustración sistema reproductor de bovino

Desde el punto de vista embriológico, el aparato reproductor está en estrecha relación con
el sistema urinario. A menudo ambos se consideran como una entidad bajo el título de
“sistema urogenital”. La uretra se utiliza como pasaje tanto del sistema urinario como del
sistema reproductor del macho. El aparato reproductor masculino de los mamíferos
domésticos consta de dos testículos contenidos en el escroto, órganos accesorios (conductos
y glándulas) y el pene. Los testículos elaboran los espermatozoides (células reproductoras)
y la testosterona, que es la hormona sexual masculina. El escroto, a la vez que recubre los
testículos, los conserva a la baja temperatura favorable para la producción de
espermatozoides. El resto de los órganos favorece las funciones por las cuales los
espermatozoides pueden alcanzar la meta final, que es el óvulo, al cual uno de ellos debe
fecundar. Entre esos órganos auxiliares figuran el epidídimo y el conducto deferente de
cada testículo, las glándulas sexuales accesorias (ampolla, glándulas vesiculares o vesículas
seminales, próstata y glándulas bulbouretrales), la uretra y el pene. (Frandson & Spurgeon,
1995, pág. 386)

Testículos
Según las especies, los testículos varían en cierto modo respecto a tamaño, forma y
situación, aunque la estructura fundamental es la misma. Cada testículo consta de una masa
de túbulos seminíferos, rodeados de una recia capsula fibrosa llamada túnica albugínea.
(Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 386)
Los testículos están situados en la región prepúbica e incluidos en un divertículo del
abdomen denominado escroto. El epidídimo esta unido al borde del testículo, y
precisamente por este borde es por el que la glándula queda suspendida dentro del escroto,
gracias al cordón espermático. La cola del epidídimo se continua con el conducto deferente
y está unida a la extremidad caudal el cual está formado por un pliegue grueso y corto de la
túnica vaginal. Los conductos deferentes desembocan en la parte pélvica de la uretra.
(Sisson & Grossman, 1995, págs. 168, 169)
En el caballo están situados en la región prepúbica, incluidos en un divertículo del
abdomen denominado bolsa testicular (escroto). Su eje mayor es prácticamente
longitudinal. Tienen forma ovoidea, pero están considerablemente comprimidos, de un lado
a otro. Cada uno presenta dos superficies, dos bordes y dos extremidades. Las superficies
medial y lateral son convexas y lisas; la primera es algo más plana en contacto con el
septum escrotal. El borde libre es ventral y convexo. El borde epidimal o de inserción es
dorsal, casi recto y es el borde mediante el cual la glándula está suspendida por el cordón
espermático; el epidídimo esta insertado a su borde y lo recubre lateralmente. La cabeza y
la cola son redondeados. (Sisson & Grossman, 1995, pág. 593)
En los bovinos los testículos son relativamente mayores que los del caballo y tienen un
contorno oval elongado. El eje mayor es vertical, el borde de unión caudal y la superficie
medial algo aplanada. El testículo de un toro mide entre 10 y 12 cm de largo, sin el
epidídimo; con este último unos 15 cm. Si anchura es de una 6 a 8cm y el diámetro
craneocaudal es prácticamente el mismo. Pesa unos 300 g. La túnica albugínea es delgada;
contiene muchas fibras elásticas, pero no musculatura lisa. El parénquima es de color
amarillento. Los testículos están envueltos en una banda de tejido conectivo, que desciende
desde la parte dorsal del borde, unida profundamente a la glándula. Desde ella irradian las
trabéculas principales, pero no existen tabiques interlobulares. Los túbulos seminíferos
forman, en el mediastino, una red, llamada rete testis. Los conductos eferente procedentes
de la rete testis suelen ser doce y abandonan el extremo dorsal del mediastino testicular.
(Sisson & Grossman, 1995, pág. 1043)

Figura 14 Testículo, epidídimo y conducto eferente y sus relaciones


Epidídimo
Los espermatozoides asan al epidídimo por los vasos eferentes. El epidídimo es un
conducto considerablemente largo, contorneado, que conecta los vasos eferentes y los
conductos deferentes. La cabeza del epidídimo está aplicada al mismo polo del testículo por
donde penetran nervios y vasos. El cuerpo del epidídimo se prolonga paralelamente al eje
mayor del testículo, en tanto que la cola del epidídimo se continua con el conducto
deferente, el cual regresa por el cuerpo del epidídimo hasta la región de la cabeza, donde
entra el condón espermático. El epidídimo sirve de lugar para la maduración de los
espermatozoides antes de que llegue el momento de ser impulsados al exterior por la
eyaculación. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 387)
El epidídimo está cubierto por la túnica vaginal y la albugínea. Su cabeza está formada
por una docena o más de túbulos ondulados, que se agrupan en lóbulos. Los túbulos de un
lóbulo (cuatro o cinco) se unen para formar un simple tubo y por la unión de este último
con los de los otros lóbulos se origina el conducto del epidídimo, que, por sus ondulaciones
complejas, forma el cuerpo y la cola y termina en el conducto deferente. Los túbulos y las
asas del conducto del epidídimo se mantienen juntas mediante tejido conectivo y fibras
musculares lisas. Los túbulos y conductos están revestidos con un epitelio ciliado y el
conducto tiene una capa muscular de fibras longitudinales y circulares. (Sisson &
Grossman, 1995, pág. 595)
El epidídimo está muy unido al testículo a lo largo del borde caudal de este último
tiene una cabeza larga que se curva sobre la extremidad dorsal, cerca del primer tercio de su
recorrido hasta el borde craneal del testículo; está cubierto por una prolongación de la
túnica albugínea. El cuerpo es muy estrecho y asienta a lo largo de la parte lateral del borde
caudal del testículo, al que está unido por un pliegue peritoneal estrecho. La cola es larga y
esta íntimamente unida a la extremidad ventral del testículo. (Sisson & Grossman, 1995,
págs. 1043, 1044)
Conducto deferente
El conducto deferente es un tubo muscular que, en el momento de la eyaculación,
impulsa los espermatozoides desde el epidídimo hacia el conducto eyaculador de la uretra
prostática. El conducto deferente sale de la cola del epidídimo, atraviesa el conducto
inguinal como parte del cordón espermático y en el anillo inguinal interno se dirige
bruscamente en dirección caudal, separándose de vasos y nervios del cordón. Al acercarse a
la uretra, ambos conductos deferentes convergen y siguen en dirección posterior en
posición dorsal con respecto a la vejiga, envueltos en un pliegue del peritoneo, el pliegue
urogenital, comparable al ligamento ancho de la hembra. (Frandson & Spurgeon, 1995,
pág. 389)
En el caballo este tubo, también conocido comúnmente con el nombre de vas deferens,
se extiende desde la cola del epidídimo a la parte pelviana de la uretra. Asciende por el
canal inguinal incluido en un pliegue derivado de la superficie media del mesorquio, cerca
del borde caudal de inserción del último. En el anillo vaginal, se separa de los otros
constituyentes del cordón espermático y gira caudal y medialmente dentro de la cavidad
pelviana. Durante un corto trayecto, asienta sobre el borde libre del pliegue genital, el cual
está unido a la porción inguinal de la pared abdominal y ventral de la pared lateral de la
pelvis. En su curso posterior (sobre la superficie dorsal de la vejiga), deja el borde del
pliegue, se inclina medialmente entre estas capas y entra en contacto con la superficie
medial de la vesícula seminal. Sobre el cuello de la vejiga, los dos conductos asientan muy
juntos, flanqueados lateralmente por los cuellos de las vesículas seminales y teniendo el
útero masculino entre ellos (figura 20-13). Entonces, desaparecen bajo el istmo de la
próstata y se continúan a través de la pared uretral, para abrirse en un pequeño divertículo
sobre el colículo seminal con el conducto excretor de la vesícula seminal. La abertura
común es el orificio eyaculatorio (ostium ejaculatorium). (Sisson & Grossman, 1995, pág.
596)
En los rumiantes los conductos deferentes (ductus deferens) son la continuación de la
cola del epidídimo, tienen un calibre más pequeño y son mucho más delgados que en el
caballo. Al principio tienen un curso sinuoso, dorsalmente, a lo largo del borde caudal del
testículo, para luego aparecer rectos y situarse en la parte caudal del cordón espermático. El
pliegue genital es estrecho, de forma que los conductos están más juntos que en el caballo.
Al alcanzar la parte caudal de la vejiga, tienen una separación de 10 cm, flanqueados y
solapados por las glándulas vesiculares. Forman una ampolla de 10 a 12 cm de largo y de
1,2 a 1,5 cm de ancho con la mucosa que los recubre replegada. Tienden a pasar bajo el
cuerpo de la próstata y terminan inmediatamente medial al conducto de las glándulas
vesiculares, como una abertura a cada lado de los coliculos seminales. (Sisson & Grossman,
1995, pág. 1045)
Escroto
El escroto es un saco cutáneo que en tamaño, forma y situación se adapta a los
testículos que contiene. La piel del escroto es fina, plegable y casi sin pelo. Inmediatamente
por debajo de la capa externa cutánea se encuentra otra de tejido fibroelástico, llamada
túnica dartos; entiempo frio se contraen sus fibras musculares, lo que sirve para que el
testículo este contiguo a la pared abdominal. El dartos pasa en el plano medio entre los dos
testículos, de modo que el saco escrotal esta así dividido en dos departamentos, uno cada
glándula. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 389)
En el caballo el escroto, en el que están situados los testículos y las partes adyacentes
del cordón espermático, tiene forma globular, pero es asimétrico comúnmente, ya que un
testículo normalmente el izquierdo es mayor, más independiente y está situado un poco más
caudalmente. Varia en forma y apariencia, según los animales, de acuerdo con la condición
de su tejido muscular subcutáneo. Este último se contrae cuando se expone al animal al
frio, de forma que el escroto se encoge y llega a ser más grueso y arrugado. Cuando se
relaja por la influencia del calor o la fatiga, o debido a la debilidad, se hace más pendular y
liso con un estrechamiento o cuello dorsalmente. El escroto está formado de capas que se
corresponden con las de la pared abdominal. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 595)
En los rumiantes el escroto está situado algo más caudalmente que en el caballo. Tiene
forma ovoidea, comprimida del lado craneal al caudal, es largo y penduloso y tiene un
cuello bien marcado que no se contrae. La piel, de color rosáceo, en algunas razas está más
o menos pigmentada y recubierta en parte con pelos cortos en el toro (lana en los pequeños
rumiantes). Inmediatamente craneal a él, existen cuatro tetinas rudimentarias (algunas veces
solo dos). (Sisson & Grossman, 1995, pág. 1043)
Cordón espermático
Al descender el testículo desde su origen en la región próxima al polo posterior del
riñón, se lleva vasos, nervios y linfáticos que le eran propios en el embrión. Estos
elementos anatómicos, vasos y nervios espermáticos, forman parte activa muy importante
del cordón espermático que conecta el testículo con el resto del cuerpo. El cordón
espermático también incluye el conducto deferente que conecta la cola epididimaria con la
uretra prostática. Algunas fibras del musculo liso, distribuidas a lo largo del cordón
espermático, forman lo que se llama musculo cremaster interno, el cual conserva unidos
todos los órganos del cordón. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 390)
Ampolla
Las ampollas son dilataciones glandulares de las porciones terminales de los conductos
deferentes. Están bien desarrolladas en garañón, toro y carnero, pequeñas en el perro y
ausentes en el verraco. Las glándulas de las ampollas vierten sus secreciones en los
conductos deferentes, para dar al semen más fluidez.
Glándulas vesiculares
Las vesículas seminales son glándulas pares que desembocan en común con los
conductos deferentes en la uretra pélvica, inmediatamente después del cuello vesical. El
nombre “vesiculas seminales” se ajusta bien a las carateristicas del caballo, en tanto que el
nombre “glándulas vesiculares” es mas apropiado para la mayoría de los otros animales.
Las vesiculas seminales del caballo son sacos huecos en forma de pera; en cambio, las
glándulas vesiculares de toro, carnero y verraco son lobuladas y tienen un tamaño
considerable. No existen en el perro. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 394)
Glándula prostática
La próstata es una glándula impar que rodea más o menos la uretra pélvica. En perro y
caballo es un órgano de regular tamaño y parecidos a una castaña. En otros animales es más
difusa, extendida bastante a lo largo de la uretra bajo la protección de músculos uretrales,
cuyos conductos se abren a cada lado del conducto uretral. En los animales viejos, la
próstata puede hipertrofiarse y ser obstáculo a la micción. La secreción prostática, alcalina,
da al semen su olor característico. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 394)
Glándulas bulbouretrales
Las glándulas bulbouretrales son pequeños órganos pares situados a cada lado de la
uretra pélvica, inmediatamente craneales al arco isquiático, pero caudales con respecto a las
otras glándulas accesorias. Se encuentran en todos los animales domésticos, excepto en el
perro, Estas son muy grandes en el verraco. (Frandson & Spurgeon, 1995, págs. 394, 395)
Pene
El órgano masculino de la cópula, el pene, puede dividirse en tres grandes áreas;
glande, o extremo libre; cuerpo, o parte principal, y dos arcos o raíces, que se unen al arco
isquiático de la pelvis cubierta por músculo isquiocavernoso. El glande presenta grandes
variaciones según la especie. En el caballo y los ovino sobresalen más allá del glande una
porción libre de la uretra, el apéndice uretral. El toro y el carnero tienen una especie de
casco llamado gálea del glande; en el primero, se abre la uretra por una ranura longitudinal.
El glande del perro consta de dos partes: la porcion larga del glande consta de dos partes: la
porción larga del glande y el bulbo; ambas rodeadas de un hueso acanalado. (Frandson &
Spurgeon, 1995, pág. 395)
Prepucio
El prepucio es un pliegue invaginado de piel que rodea la extremidad libre del pene. La
superficie externa es comparable a la superficie cutánea, en tanto que la interna está
formada por una capa prepucial y otra peneana que cubre la superficie del extremo libre del
pene. El prepucio del caballo está formado de un pliegue doble, de modo que, a la
retracción, hay dos capas prepuciales que rodean la extremidad libre, El prepucio porcino
tiene un divertículo dorsal con respecto al orificio del prepucio. En esa bolsa se acumulan
secreciones, orina y residuos celulares, los que, en conjunto, contribuyen a exhalar el hedor
típico del verraco macho adulto. (Frandson & Spurgeon, 1995, pág. 395)
SISTEMA REPRODUCTOR DE LA HEMBRA

Ilustración 2 Órgano reproductor de yegua

La reproducción en la hembra es un proceso complejo en el que participa todo el


organismo. Su aparato reproductor propiamente dicho comprende dos ovarios, dos trompas
uterinas, el útero, la vagina y la vulva. El ovario expulsa el ovulo, el cual cae en el
infundíbulo y es llevado a la trompa uterina donde por lo normal ocurre la fecundación. En
el útero, el huevo fecundado se convierte en embrión y por lo sicesivo en feto, el cual, asu
debido tiempo, es expulsado por la vagina y la vulva como animal recién nacido. (Frandson
& Spurgeon, 1995, pág. 410)
Ovarios
Son pequeños, tienen forma oval alargada y son aplanados, y su tamaño depende de la
fase del ciclo estral en la que se encuentre la hembra. La longitud media es de 2 cm.. en la
perra ( Allen, 1992; sisson et al., 1993 ). Cada ovario está situado comúnmente a corta
distancia ( 1 a 2 cm. ) caudal, o bien, en contacto con polo caudal del correspondiente
riñón, y por lo tanto, asienta a la altura de las vértebras L III o L IV, o la mitad del recorrido
existente entre la última costilla y la cresta del ilion. E l ovario derecho asienta entre la
parte derecha del duodeno y la pared abdominal lateral. El izquierdo está relacionado
lateralmente con el bazo ( Esquivel, 2002; sisson et al., 1993).
En la perra cada ovario está completamente envuelto por la bolsa ovárica, que tiene
una hendidura que se abre centralmente . Las dos capas que forman esta bolsa contienen
una gran cantidad de grasa y músculo liso. Se continúan por el cuerno del útero, para
constituir el mesosalpinx y el ligamento propio del ovario ( sisson et al., 1993). El ovario es
considerado como glándula de función exócrina por la liberación de óvulos ; y de función
endocrina por su producción hormonal ( Esquivel, 2002).
Trompas uterinas
Las trompas uterinas (falopinas) son estructuras tubulares que tienen de 5 a 8 cm de
longitud ( sisson et al., 1993). comunican con el ovario con el útero, constan de un istmo en
el en el extremo uterino y de una ampolla más ancha ( cuando se produce fertilización) en
el extremo ovárico ( Allen, 1992; Esquivel, 2002). Se encuentran sostenidas por el
mesosalpinx y están formados por tres porciones :
Infundíbulo. Tiene forma de embudo y está cerca del ovario, es la estructura que capta
al óvulo cuando es liberado.
Ampolla. Es la porción media y su lumen es de diámetro más amplio que el istmo.
Istmo. Es la conexión del cuerno uterino con el oviducto ( Esquivel, 2002).
Útero

El cuerpo del útero es muy corto y tiene dos cuernos extremadamente largos ( Allen,
1992; Esquivel, 2002; sisson et al. , 1993). En una perra de tamaño medio, el cuerpo mide 2
a 3 cm y los cuernos 12 a 15 cm de largo ( Esquivel, 2002; Sisson et al., 1993), pero la
longitud y la anchura del útero dependen de cambios tanto patológicos como fisiológicos
( Allen, 1992). Estos cuernos son de diámetro uniforme, casi rectos y asientan totalmente
dentro del abdomen. Divergen del cuerpo en forma de V hacia el riñón. Sus partes caudales
están unidas por el peritoneo ( Sisson et al . , 1993). El cuerpo tiene una capa muscular
gruesa (Allen, 1992; Sisson et al., 1993), con una luz estrecha que conecta la vagina con el
útero ( Allen, 1992). Dorsalmente, no existe líneas de demarcación entre el útero y la
vagina, pero el cuello uterino es mucho más grueso que la vagina (Sisson et al., 1993).

Cervix

Es el órgano que separa al útero de la vagina, evitando el contacto del lumen uterino
con el exterior, a excepción del momento del parto y del periodo del estro. El conducto
cervical en la perra se caracteriza porque es vertical, con la abertura uterina dorsal y la
abertura vaginal en posición ventral. El cervix está formado por una capa circular de fibras
musculares elásticas y una mucosa formada por un epitelio que contiene células
productoras de moco ( Esquivel, 2002).

Vagina

Es un órgano largo y estrecho, que sirve para la cópula, se encuentra situada entre el
cervix y el vestíbulo vaginal (Esquivel, 2002). Se dirige cranealmente desde la unión
vestíbulo-vaginal hasta el cuello uterino, a la altura de la 4 o 5 vértebra lumbar ( Allen,
1992).
La vagina está formada por la serosa, una capa muscular formada por fibras musculares
gruesas y una mucosa con pliegues longitudinales y pequeños pliegues transversales, que
facilitan el aumento de su diámetro y longitud ( Allen, 1992; Esquivel, 2002; Sisson et al.,
1993 ). Está cubierta por epitelio estratificado que es influenciado por cambios hormonales
( Allen, 1992).

Vestíbulo vaginal

El vestíbulo vaginal conecta la vagina y la entrada de la uretra con la abertura genital


externa (Allen, 1992; Sisson et at., 1993). En la unión vestíbulo vaginal es importante la
presencia de una estructura conocida como cingulum, la cual, constituye un problema para
explorar la vagina, ya que es muy estrecha cuando la perra no está en estro (Esquivel,
2002). La luz vestibular asciende en un ángulo de 60 grados, y posteriormente recorre una
distancia corta hacia delante en la pelvis hasta su unión con la vagina ( Allen, 1992). En el
piso vestíbulo se encuentra los bulbos vestibulares, que son masas de tejido eréctil
relativamente grandes (homólogos al bulbo peneano del macho), y están comúnmente,
unidos centralmente por una especie de istmo ( Esquivel, 2002; Sisson et al ., 1993). Son
considerados músculos circulares estriados que conectan el vestíbulo y la vulva ( Sisson et
el., 1993). Sobre la pared ventral, en posición craneal a la comisura vulvar ventral se
encuentra el clítoris suspendido en un pliegue trasversal de la mucosa ( Allen, 1992).

Vulva

Es la abertura del aparato genital femenino ( Allen, 1992 ). La vulva tiene dos labios
gruesos que forman una comisura ventral puntiaguda, la mucosa que la recubre es lisa y de
color rojo (Allen, 1992; Sisson et al ., 1993) Está situada en posición ventral al suelo de la
pelvis, su tamaño depende de la raza y de la fase del ciclo estral en la que se encuentre la
hembra ( Allen, 1992).

Clítoris

Es el homólogo del pene en la hembra, es pequeño, ancho y plano, tiene unos 3 a 4 cm


de longitud en un animal de tamaño medio ( Esquivel, 2002; Sisson et al ., 1993). Está
situado sobre la pared ventral del vestíbulo, en posición craneal a la comisura vulvar ventral
suspendiendo en un pliegue transversal de la mucosa (Allen,1992). Está formado por el
cuerpo y el glande. El cuerpo del clítoris no tiene estructuras eréctiles, está infiltrado de
grasa, y su contenido es arterias grandes y numerosos nervios en su parte ventral. El glande
está compuesto por tejido eréctil y está situado en una gran fosa. Un pliegue de mucosa se
extiende caudalmente sobre el glande y la fosa ( Esquivel, 2002; 2002; Sisson et al ., 1993).

Uretra femenina

La uretra es grande, situada en el suelo de la pelvis y la vagina, está marcada sobre el


suelo de la vagina, por un engrosamiento longitudinal, que alcanza el vestíbulo ( Sisson et
al., 1993).
Glándulas mamarias

Son normalmente diez y están dispuestas en dos series, que se extienden desde la parte
caudal de la región pectoral hasta la región inguinal y se designan, según su localización,
como torácicas (4), abdominales (4), e inguinales (2). Los pezones (papilla mammea) son
cortos y sus vértices presentan de 6 a 12 orificios pequeños, llamado conductos excretores (
Sisson et al., 1993).

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