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El desconocido y aterrador
expediente que permitió la
condena de alias 19, el hombre
que sembró el miedo en el Portal
de las Américas
Andrés Pastor González, alias 19, sembró el terror en el Portal Américas y fue condenado
por el delito de tortura. Las pruebas demuestran que amarró, amedrentó y amenazó con
quemar vivo a un carpintero del sector, a quien acusó de ser policía.
10/11/2022
Alias 19 y sus compinches de la primera línea amenazaron a testigos y hasta al juez que
determinó la condena en su contra.
Solo la promesa del presidente Gustavo Petro de buscar la libertad para los
miembros de la primera línea que están detenidos podría sacar de la cárcel a
Andrés Pastor González, más conocido con el alias de 19, quien fue
condenado a 14 años y medio de prisión, y no por protestar. Fue por tortura
y vandalismo, delitos que contaron con un arsenal de pruebas que no dejó
dudas para el juez.
Alias 19, un sujeto que infundía temor en el Portal Américas, sector del que
se apropiaron durante las protestas que se presentaron entre abril y junio
de 2021, cuando crearon en este lugar su centro de operaciones y la
pesadilla para los vecinos, que no tenían manera de evitar los atracos,
peajes, amedrentamientos, extorsiones y hasta los secuestros y torturas,
como la que generó la condena. Incluso, estando en prisión, se daba el lujo
de hacer apariciones por canales virtuales alentando los desmanes.
Él asegura que es inocente y aun con la condena encima dice: “Lo que
hicimos nosotros fue un movimiento nacional, un cambio, eso fue lo que
hicimos, me siento orgulloso de la persona que soy, de los pelados que
salieron a las calles”. Pero lo que dicen las pruebas es muy diferente, y
reflejan el actuar y los crímenes de un delincuente, tal como lo señala la
sentencia en su contra.
“Con toda la sevicia del mundo, una decena de jóvenes le arrojaron gasolina
en todo el cuerpo para –acto seguido– mostrarle en repetidas ocasiones un
encendedor con el que amagaron prenderle fuego si no contaba la verdad y
revelaba su verdadera identidad”, aseguró el juez.
¿La Primera Línea “metida” en lavado de activos y terrorismo?
Como no hay cuña que más apriete que la del mismo palo, fueron los
testimonios de dos integrantes de la primera línea los que fueron coherentes
y concisos al confirmar la presencia de alias 19 en el lugar de los
hechos. Afirmaron que fue él quien golpeó y pintó de rojo la cabeza del
carpintero, todo esto mientras lo golpeaba e insultaba. “Estando a pocos
metros del poste donde amarraron a los supuestos infiltrados, ubicaron (…)
a Andrés Pastor González frente a los agredidos”.
Los cuatro tatuajes que tiene alias 19 en la cara y su cresta permitieron que
se le identificara como uno de los promotores de los actos de violencia
durante las protestas. “Se desvió de sus objetivos iniciales, consistentes en
reclamar justicia sin que concretaran un acuerdo final frente al propósito
que perseguían ante el Gobierno nacional, por el contrario, empezó a
ejecutar actos de tortura a varias personas, quienes suplicaban por sus
vidas, lloraban y hasta se desmayaban”, señaló uno de los testigos.
De nada sirvieron los testigos que presentó la defensa de alias 19, entre
estos dos periodistas de medios alternativos, quienes aseguraron que él no
estaba cuando se presentó la retención del hombre y que un hombre
tatuado, conocido con el alias de Cali, era el que motivaba la violencia. Esta
tesis fue declarada insuficiente por las constantes contradicciones en que
incurrieron los testigos.
Una fotografía tomada por un agente del Esmad, Gustavo Adolfo Nonsosque
Bautista, fue la clave para establecer que alias 19 estaba esa noche en el
campamento frente al parque Mundo Aventura. Pero también fueron sus
mismos compinches, ahora arrepentidos, quienes, sin pensarlo así, dejaron
más evidencias contundentes.
Videos grabados por los dos exintegrantes de la primera línea sirvieron de
evidencia para establecer que alias 19 estaba en el Portal Américas y que
formó parte de este acto de tortura.
Esta conclusión la dio con claridad el mismo juez, quien, pese a las amenazas
contra su vida, no titubeó al señalar: “Resulta incuestionable el muy
significativo daño que infligieron a Luis Miguel Jaramillo (…) al retenerlo al
azar, atarlo de pies y manos, y despojarlo de su atuendo para dejarlo en ropa
interior sin la más mínima ni admisible justificación”.