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ASESINADO EDUARDO UMAÑA

Ayer al mediodía, mientras trabajaba en su propio apartamento y sin que


ni el vigilante del edificio se diera cuenta, una mujer y dos hombres
jóvenes, que se hicieron pasar por periodistas de un noticiero de televisión,
asesinaron al conocido penalista y defensor de derechos humanos
Eduardo Umaña Mendoza.
Por: REDACCION EL TIEMPO 19 de abril 1998 , 12:00 a. m.

Tres disparos de una pistola automática, provista de silenciador, acabaron con la


vida del veterano penalista cuando despachaba en la oficina que tenía en su
residencia del conjunto Los Conquistadores, situado en los alrededores del estadio
El Campín.
Umaña es la tercera persona vinculada a la defensa de los derechos humanos
que es asesinada en los últimos meses en Colombia.
El mes pasado fue asesinado en Medellín Jesús María Valle, presidente del Comité
de Derechos Humanos de Antioquia, y el jueves anterior desconocidos dieron
muerte en su casa de La Calera a la líder comunista María Arango Fonnegra.
Ni los familiares de Umaña ni las autoridades descartan que haya relación entre
los dos asesinatos.
Sí hay conexión Sin pensarlo demasiado, Germán Umaña, uno de los hermanos
del penalista y defensor de los derechos humanos, le dio a entender a los
periodistas que el crimen de su hermano podría tener relación con el de María
Arango.
Esta hipótesis no fue descartada por el general Rosso José Serrano, director de la
Policía Nacional, quien ayer impartió instrucciones para que se conforme un
equipo de trabajo interdisciplinario con miembros de la Dijín, la Fiscalía y el DAS, a
fin de esclarecer el crimen.
Puede haber coincidencia entre los dos asesinatos. Es muy extraño lo de los dos
casos, pero estamos elaborando los retratos hablados que nos puedan ayudar a
identificar a los criminales, dijo Serrano a EL TIEMPO.
Con silenciador Versiones entregadas por las autoridades en el escenario del
crimen señalan que los tres falsos comunicadores llegaron antes del mediodía de
ayer hasta una de las entradas del edificio, situado en la carrera 39, número
57A24, y se identificaron con el portero.
El vigilante se comunicó con el apartamento 101, donde vivía Umaña, y le
consultó sobre la cita. El abogado autorizó la entrada y las tres personas que lo
buscaban no tuvieron problemas para ingresar al edificio.
Los visitantes atravesaron el corredor de la entrada, doblaron a la derecha y
tomaron el pasillo que llega hasta el apartamento de Umaña. Su esposa había
salido hacia las 11:45 de la mañana para recoger a su hijo de 12 años. Luego
tenían planeado ir a almorzar.
De acuerdo con la versión de los investigadores, los falsos comunicadores
sorprendieron a la secretaría del abogado, María Pava, la amordazaron y la
encerraron en un baño.
Posteriormente, se dirigieron a la oficina privada del penalista, quien se
encontraba solo, y le dispararon tres veces en la cabeza con un arma provista de
silenciador. Por esta razón, ninguno de los vecinos, ni siquiera el vigilante de la
edificación, se enteraron de lo ocurrido.
De la misma forma que habían ingresado, los asesinos salieron tranquilamente del
edificio: llegaron hasta la portería con sus cámara, se despidieron del celador y
huyeron en un vehículo.
La secretaria del penalista logró liberarse minutos después y se dirigió hasta el
estudio de Umaña donde contempló, sin poder hacer nada, el cadáver de
Umaña. Luego dio aviso a las autoridades.
Junto al cuerpo sin vida de su hermano y ante la insistencia de la prensa sobre los
motivos y autores del asesinato, Germán Umaña aseguró entre sollozos: No me
pregunte usted, señor periodista, por qué lo asesinaron. Lo asesinaron porque era
un hombre bueno.
Recompensa Por su parte, la periodista Julia Navarrete del noticiero de televisión
Uninoticias, que 15 minutos antes del crimen le había hecho una entrevista,
aseguró que estaba tranquilo y no habló de amenazas recientes contra su vida.
Estaba muy contento, Estaba con un historiador, un señor de edad con el que
hablaba de un libro que iban a escribir, contó Navarrete.
Navarrete dijo que salió con su equipo de camarógrafos hacia las 12 del día y
Umaña se quedó con una joven periodista que trabajaba como asistente, otra
mujer de cabello corto y con el historiador.
De otra parte, el Gobierno Nacional determinó anoche, luego de un Consejo
Extraordinario de Seguridad, ofrecer una recompensa de 500 millones de pesos
por los autores del asesinato del penalista Umaña Mendoza.
Así mismo, el consejo, al que asistieron los ministros del Interior y de Justicia, así
como miembros de las Fuerzas Armadas y de los organismos de seguridad e
investigación del país determinaron crear un grupo mixto integrado por la Fiscalía,
el DAS y el CTI para que desarrolle la investigación.
El ministro delegatario en funciones presidenciales, Alfonso López Caballero,
aseguró que tienen indicios de que son fuerzas oscuras que pretenden
desestabilizar al país los posibles responsables del hecho.
Con todo, un vocero del sindicato de la ETB dio casi por seguro la realización de
un paro de 24 horas de la USO y Sintrateléfonos por su parte de Umaña Mendoza.
al movimiento de propuesta se unirían otros sindicatos.
Mañana será decretado como un día de duelo en la Universidad Nacional donde
se estará desde hoy en cámara ardiente el cuerpo del abogado asesinado en el
auditorio León de Greiff. Por lo tanto no se realizará ninguna actividad
académica.
Al cierre de esta edición, el ministro delegatario con funciones presidenciales
Alfonso López Caballero presidía un consejo extraordinario de seguridad. La
velación de Umaña se realiza en el Auditorio León de Greiff de la Universidad
Nacional.
Otros crímenes El crimen de Eduardo Umaña Mendoza es un episodio más de una
cadena de actos contra los defensores de los derechos humanos.
Este nuevo crimen ocurre apenas tres días después del asesinato de la dirigente
del Partido Comunista y activista de derechos humanos, María Arango Fonnegra.
La mujer, de 60 años, fue atacada el jueves por un hombre en un su casa
ubicada en la vía Bogotá La Calera. Arango se dedicaba a asesorías de
derechos humanos.
Las balas también silenciaron a Jesús María Valle, principal defensor de los
derechos humanos en Antioquia. Dos hombres y una mujer le dispararon en la
cabeza en su oficina de Medellín, el pasado 27 de febrero.
Valle Jaramillo, presidente del Comité Permanente de Derechos Humanos de
Antioquia, había denunciado, entre otros hechos, el trabajo conjunto de los
paramilitares y del Ejército en Ituango, población del norte antioqueño, en cuya
zona rural Carlos Castaño y sus hombres comenzaron la toma del Nudo de
Paramillo.
En su solicitud a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los abogados
antioqueños manifestaron el temor por la vida de otras personas que como Valle
Jaramillo trabajan en Colombia en la defensa de los derechos fundamentales.
A estos tres crímenes, ocurridos este año, se suma el de los esposos Mario
Calderón y Elsa Alvarado, investigadores del Cinep, en su apartamento en Bogotá
frente a su hijo de 18 meses.
El asesinato de los dos investigadores produjo una profunda consternación dentro
de la opinión pública y manifestaciones de rechazo de diferentes organizaciones
nacionales e internacionales.
Un defensor de los derechos humanos Sabía que su vida estaba en riesgo. Era
consciente que su actividad en defensa de los derechos humanos y sus tesis de
paz y justicia social podían llevarlo a la muerte, pero no le importaba. Andaba por
las calles sonriente con sus códigos y leyes, sin ningún tipo de escolta.
Era Eduardo Umaña Mendoza, bogotano de 51 años. Abogado y penalista de la
Universidad Libre y egresado de la Facultad de Administración de Empresas de la
Universidad Externado de Colombia. Su obsesión: la lectura. Su oficina está
atiborrada de tratados y libros de derecho. Solía estudiar hasta altas horas de la
noche. Era uno de los más veteranos defensores de los derechos humanos en el
país.
Estaba casado y tenía un hijo de 12 años. El refrán hijo de tigre sale pintado no le
era indiferente. Su padre, Eduardo Umaña Luna, es profesor emérito de la
Universidad Nacional y célebre protector de los derechos. En la década del 60 su
padre apoderó a presos políticos. Quizás la actividad intelectual de su progenitor
autor de obras de filosofía y derecho y promotor de asuntos de paz lo llevó a
asumir una vida llena de riesgos y peligros debido a su causa.
Umaña Mendoza defendía ante la justicia a personas vinculadas al sector sindical
y a su cargo tenía procesos de los sindicatos de la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones (Telecom) y de la Unión Sindical Obrera (USO).
Según el representante electo Antonio Navarro Wolf, Umaña tenía un valor
impresionante. Nos acompañó entre 1979 y 1981 cuando 150 integrantes del M-19
comparecieron ante la justicia. Era uno de los mejores penalistas del país.
Caso Gaitán Uno de sus hermanos, Germán Umaña, así lo define: Era un abogado
que toda la vida defendió los derechos humanos y que jamás tuvo una actitud
violenta contra nadie. Era un hombre respetado por los sectores populares, reales
e intelectuales del país.
Sus retos no tenían fronteras. Hacía parte de un grupo dedicado a realizar el
estudio jurídico del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, ocurrido el 9 de abril de
1948. El episodio relatado en un expediente de más de 20.000 folios lo
apasionaba. Precisamente decía: Lo más grave en el caso Gaitán no es lo jurídico
sino lo político. No es la historia sino la memoria histórica del país. Y es que
pensaba que ningún crimen debía quedar impune. Colombia es un país donde
todo pasa y nada pasa, solía comentar a sus amigos.
Umaña Mendoza no sólo apoderó a miembros del M-19 sino que también tenía
expedientes de varios de los familiares de los desaparecidos en la toma del
Palacio de Justicia de Bogotá, ocurrida en noviembre de 1985.
El año pasado pidió a la Fiscalía la exhumación de una fosa común ubicada en el
Cementerio del Sur. Allí, decía, estarían los restos de 14 de los desaparecidos en el
episodio del Palacio. Ahora, estaba molesto porque la Fiscalía no había actuado
con diligencia para cumplir su petición debido al parecer a problemas técnicos
para la recuperación de los restos.
Umaña Mendoza también llevaba el caso de Gustavo Alberto Sastoque, ex
funcionario del CTI de la Fiscalía, condenado a 45 años de cárcel por su presunta
participación en el asesinato de Hernando Pizarro Leongómez, hermano del
extinto líder del M-19 Carlos Pizarro. Hernando Pizarro fue asesinado el 26 de
febrero de 1995 en el barrio Alta Mar, del norte de Bogotá, después de haber sido
secuestrado.
Umaña era también asesor jurídico del Sindicato de Trabajadores de la Empresa
de Telecomunicaciones de Bogotá (Sintrateléfonos) y era la persona encargada
de defender la posición de los trabajadores sindicalizados en el primer debate
para la venta de la entidad que se realizará mañana en la tarde en el Concejo
de la ciudad.
Rodrigo Acosta, dirigente de Sintrateléfonos, afirmó que el hecho es
supremamente grave y lamentó la muerte de Umaña. Estamos en alerta total.
Rechazamos este hecho porque Eduardo no solo era un férreo defensor de los
derechos humanos sino que representaba los intereses de la USO y Sintrateléfonos.
REPUDIO POR CRIMEN JOSE MIGUEL VIVANCO Director Ejecutivo de la Human
Right Watch El doctor Umaña fue un reconocido jurista nacional e internacional
que se dedicó a la defensa de los derechos humanos. Su asesinato es un hecho
muy grave que evidencia las dificultades en que se encuentran los juristas y
defensores de los derechos humanos en Colombia. Es fundamental que el
Gobierno realice todos los esfuerzos y ordene a los organismos de investigación la
pronta identificación de los responsables del asesinato. Si llega a quedar este
crimen en la impunidad vamos a seguir lamentando estos hechos en Colombia.
GERMAN UMAÑA Hermano del abogado asesinado Por qué van a asesinar a un
luchador de derechos humanos. Como lo era mi hermano? Por lo mismo que
asesinaron a María Arango, por lo que asesinaron tantas veces a tanta gente que
quiere la paz en este país, que quiere el respeto a los D.H. Por qué lo asesinaron?
Pues simplemente por eso, porque aquí se acabó el respeto, aquí sólo reina la
violencia, el paramilitarismo, el asesinato... Lo asesinaron por ser un hombre
bueno.
EDUARDO UMAÑA LUNA Padre del abogado asesinado Yo no creo que el país
sepa nada, porque este es un país de cobardes, de sinvergüenzas, de
vagabundos, de ladrones y de asesinos. Me importa un carajo el país, me duele
ser colombiano y estar entre un atajo de asesinos.
ANTONIO NAVARRO REPRESENTANTE ELECTO Que noticia tan mala, tan grave, tan
triste y tan cobarde la del crimen de Eduardo Umaña.
HORACIO SERPA CANDIDATO PRESIDENCIAL Este tipo de asesinatos proviene de
sectores radicales del país que no entienden que la paz empieza por el respeto a
las ideas ajenas.
ANDRÉS PASTRANA CANDIDATO PRESIDENCIAL Lamentamos profundamente la
muerte del doctor Eduardo Umaña Mendoza, un hombre que siempre se destacó
por la defensa de la democracia y los derechos humanos.
ALMA BEATRIZ RENGIFO Ministra de Justicia Es un lamentable hecho. Siempre
hemos esperado que en Colombia cesen estos actos de violencia.
FABIO HERNÁNDEZ Presidente de Asonal Judicial Nosotros recibimos conmovidos
esta información sobre el asesinato del doctor Eduardo Umaña porque pensamos
que era, como se ha señalado, una persona de bien, un hombre dedicado a la
defensa de los D.H. en este país y nos parece que este execrable crimen merece
el repudio de todas las personas de bien de este país GLORIA QUICENO
PRESIDENTA AD-M19 Tristeza y rabia, de todo nos da al enterarnos del asesinato
del doctor Umaña. Era un hombre, como lo dice su familia, bueno. Un hombre
que no estaba en ningún bando armado de este país. Un hombre que sólo
defendía ideas. Un hombre que abogó por los presos políticos, que abogó
siempre al lado de la gente que era opositora al gobierno y al régimen.
ÁLVARO VILLARRAGA REINSERTADO EPL Con los asesinatos de Eduardo Umaña
Mendoza y de María Franco, para citar los últimos, ha estado latente la amenaza
por parte del proyecto paramilitar.

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