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INTEGRANTES:

➢ Jara Izquierdo, Diana Elizabeth


➢ Villanueva Guevara, Evelyn Dayana

¿CHOQUE DE CIVILIZACIONES?

Samuel Phillips Huntington introduce la tesis fundamental de su libro, que consiste en


que los principales conflictos del mundo de la posguerra fría serán producto del choque
entre las diferentes culturas, más que conflictos entre Estados o entre superpotencias.
Los Estados han ido perdiendo cierta soberanía, y muchas veces las decisiones de
instituciones internacionales son las que definen la actuación de los Estados.
Actualmente, los conflictos entre países ricos y pobres son cada vez menos probables
debido a la gran diferencia de capacidad militar y económica de los segundos. Sin
embargo, las diferentes culturas, representan la identidad de cada pueblo, lo cual los
une entre sí y a la vez los separa de sus enemigos históricos. Esto hace que la política
internacional pase de ser bipolar a multipolar.
Huntington indica que los países que tienen culturas similares, cooperarán entre sí, más
fácilmente que los que no las tienen; ya sea económica o políticamente. El mundo
católico de Occidente se distingue del musulmán asiático, así como de las demás
culturas. Para Huntington, las grandes civilizaciones que dominan la política global son:
Estados Unidos, Europa, China, Japón, Rusia, India, países islámicos, países budistas, y
países latinoamericanos. Estos últimos son muy diferentes entre sí, por lo que se podría
decir que Occidente sigue siendo, aunque ya con menos fuerza, la civilización
dominante, separada del no-Occidente que está conformado por todos los demás países
que no tienen casi nada en común entre sí.
El autor indica que es necesario tener nuevos paradigmas que sean aplicables al régimen
internacional actual y que cualquier analista de las Relaciones Internacionales actuales
debe de tomar en cuenta las diferentes civilizaciones dentro de los Estados, así como su
influencia en los demás países con el propósito de entender de una forma más objetiva
el porqué del surgimiento de tantos conflictos étnicos, nacionalismos, y conflictos que
se suscitan dentro de los Estados mismos. En este capítulo, el autor propone que los
líderes respeten y acepten que la naturaleza de la política mundial depende de las
múltiples civilizaciones, y sólo de esta forma podrá evitarse una Gran Guerra mundial
entre las diferentes culturas.
¿Por qué “chocan” las civilizaciones?
Para Huntington, las civilizaciones dominantes son la occidental, la confuciana y la
ortodoxa. La civilización occidental abarca Europa, Norteamérica y los grandes países de
Oceanía, y está liderada por Estados Unidos. La civilización ortodoxa, con Rusia a la
cabeza, engloba a los países de Europa del Este y de Asia occidental. Y la civilización
confuciana incluye a China y algunos países de su zona de influencia. Las demás
civilizaciones no cuentan con un país líder: la civilización latinoamericana abarca Centro
y Sudamérica; la africana, África subsahariana; la islámica, Oriente Próximo y el norte de
África; la hindú, junto a la cultura budista, la zona de India; y la japonesa comprende en
esencia al propio país.
Hay países en los que conviven distintas civilizaciones y que, explicó Huntington, tienen
más posibilidades de desmembramiento, como Turquía, México o Rusia. Ninguno
pertenece a la civilización occidental, sino a las islámica, latinoamericana y ortodoxa,
respectivamente, pero se han acercado a ella incorporando sus valores o uniéndose a
sus organizaciones, provocando cierta fractura cultural interna.
Según Huntington, había dos motivos por los que se producirían conflictos entre
civilizaciones. Por un lado, la globalización ha aumentado las interacciones entre grupos
culturales, lo que a su vez incrementa las probabilidades de enfrentamiento. Por otro,
las características culturales de un grupo están muy relacionadas con su identidad,
punto de fricción mucho más intenso que las cuestiones políticas y económicas que
caracterizaron la Guerra Fría, y que causan una mayor división entre los conceptos
de “nosotros” y “los otros”.
Esas diferencias radicales entre civilizaciones provocarían conflictos que dominarían la
política global a partir de los años noventa. Para Samuel Huntington, de haber otra
guerra mundial, sería entre civilizaciones: surgirían coaliciones de naciones agrupadas
bajo un mismo paraguas cultural, con una tendencia natural a apoyarse entre sí. Aun
así, podría haber enfrentamientos entre grupos de una misma civilización, pero serían
menos intensos.
¿Se ha cumplido la teoría?
Tras la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Huntington esperaba que
una Rusia debilitada terminase integrada en Occidente, que tendría como principales
adversarios a las civilizaciones islámica y confuciana. Aunque estas son precisamente las
que han experimentado un mayor auge en las últimas décadas, la civilización occidental
aún es dominante gracias a su ventajosa posición política, económica y militar, y los
rusos no se han llegado a integrar en ella, más al contrario. Frente a la posibilidad de
que exista una “civilización universal” basada en los principios occidentales, Rusia y
otros países han buscado diferenciarse, pero sin occidentalizarse, compensando sus
debilidades políticas y económicas y desarrollando sus propias capacidades militares.
Con todo, no son pocas las críticas que ha recibido la teoría del choque de civilizaciones,
por simplificar en exceso el panorama global al limitarlo a ocho grandes grupos y sus
interacciones. Uno de los fenómenos más citados como ejemplo del supuesto “choque
de civilizaciones” es el terrorismo yihadista, que se interpreta como un enfrentamiento
entre las civilizaciones islámica y occidental. Sin embargo, la mayoría de los ataques
yihadistas tienen lugar en países de la propia “civilización islámica” y la mayoría de sus
víctimas son musulmanas. Asimismo, hay países que no encajan bien en la teoría de
Huntington, como Israel, Etiopía, Guyana o Surinam, al no cumplir con las características
culturales que se presupone que deberían tener por su ubicación geográfica.
En conclusión, mientras se examina y critica desde diferentes ángulos los artículos de
Huntington sobre el choque de las civilizaciones, debemos ser cautelosos para no caer
en la fórmula referida a los conflictos entre las civilizaciones Occidentales y No
Occidentales que Huntington trata arduamente de probar. Es necesario criticar los
diferentes defectos y faltas de la civilización occidental contemporánea y rescatar las
finas tradiciones de las civilizaciones no occidentales. De cualquier manera, es
igualmente necesario identificar los rasgos de otras civilizaciones y aprender de las
espléndidas cualidades de la cultura occidental. En breve, grandes esfuerzos deberán
ser llevados a cabo para promover la mutua absorción e incorporación entre variadas
civilizaciones, esto es indispensable para la larga marcha de la humanidad hacia una real
comunidad mundial.
REFERENCIAS
https://www.iri.edu.ar/revistas/revista_dvd/revistas/R10/R10-EJUN.html

file:///C:/Users/DELL/Downloads/Dialnet-ChoqueDeCivilizaciones-4249132.pdf

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