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Cultura
Raymond Williams
Traducido por Tomás Austin M. 1990.
(Tomado y corregido ortográficamente de: http://www.geocities.com/tomaustin_cl/ant/cultwilliams.htm).

Cultura es una de las dos o tres palabras más complicadas del lenguaje inglés. Esto es
así debido en parte a su intrincado desarrollo histórico en varios lenguajes europeos,
pero principalmente porque actualmente está siendo usado en importantes
conceptos de varias disciplinas intelectuales y en varios e incompatibles sistemas de
pensamiento.
Proviene de la palabra ​cultüra​, latín, cuya última palabra trazable es ​colere.​
Colere tenía un amplio rango de significados: habitar, cultivar, proteger, honrar con
adoración. Eventualmente, algunos de estos significados se separaron, aunque
sobreponiéndose ocasionalmente en los sustantivos derivados. Así, 'habitar' se
convirtió en c​olonus,​ de colonia. 'Honrar con adoración' se desarrolló en ​cultus,​ de
culto. Cultura tomó el significado principal de cultivo o tendencia a (cultivarse),
aunque con el significado subsidiario medieval de honor y adoración (Por ejemplo, en
inglés cultura como 'adoración' en Caxton (1483). La forma francesa de cultura fue
couture ―francés antiguo― la que se ha desarrollado en su propio significado
especializado y más tarde culture, la que para el siglo XV temprano pasó al inglés. Por
lo tanto, el significado primario fue labranza: la tendencia al crecimiento natural.
Cultura en todos sus usos originales fue un sustantivo de proceso: la tendencia
(o crecimiento) de algo, básicamente cosechas o animales. En inglés también existe el
significado de la palabra latina ​culter​, que en inglés antiguo significó arado,
proveyendo las bases para un subsiguiente desarrollo en una siguiente etapa, es
decir, por metáfora: 'cultivar (se)' tanto para la agricultura como para el incremento
del saber. Desde comienzos del siglo XVI, la tendencia al crecimiento natural (del
significado) fue extendida al proceso del desarrollo humano y éste, paralelo al
significado original de cultivo, fue el sentido principal hasta el siglo XVIII tardío y siglo
IX temprano. Como podemos encontrarlo en More: "para el cultivo y ganancia de sus
mentes" (1605); Hobes: "un cultivo de sus mentes" (1651); Johnson: "ella descuidó el
cultivo de su entendimiento" (1759). Dos cambios principales ocurrieron en varios
puntos de este desarrollo: primero, cierto grado de habituación a la metáfora, lo que
hizo más directo el sentido de la tendencia (al crecimiento) humana; segundo, la
extensión de procesos particulares a procesos generales, que la palabra podía llevar
en forma abstracta. Por supuesto, es de estos desarrollos tardíos que el sustantivo
cultura comenzó su complicada historia moderna, pero el proceso de cambio es tan
complicado y la latencia de significados tan estrecha que no es posible dar fechas
definidas para ello. Cultura como sustantivo independiente, un proceso abstracto, o
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el producto de ese proceso, no fue importante antes del siglo XVIII temprano y no es
común antes de mediados del siglo XIX. Pero las primeras etapas de este desarrollo
no fueron súbitas. Hay un interesante uso en Milton, en la segunda edición (revisada)
de ​The Readie and Easie Way to Establish a Free Commonwealth (1660): "...esparcid
mucho más conocimiento y civilidad, sí, religión, a través de todas las partes de la
tierra, comunicando el calor natural de gobierno y cultura más distributivamente a
todos los lugares extremos, que ahora permanecen adormecidos y despreocupados".
Aquí el sentido metafórico ("calor natural") todavía parece estar presente, y civilidad
todavía es escrito donde durante el siglo XIX normalmente habríamos esperado la
palabra cultura. Aun así, podemos leer 'gobierno y cultura' en un sentido bastante
moderno. Milton, desde el tenor de su argumento, está escribiendo sobre un proceso
social general y esto constituye una etapa definida de desarrollo. En la Inglaterra del
siglo XVIII este proceso general adquirió una definida asociación de clase, aunque
cultivo y cultivarse fue más comúnmente usado para esto. Pero hay una carta de
1730 (Del Obispo de Killala, a la Sra. Clayton; citado por Plumb, ​England in the
Eighteen Century​) que tiene este claro sentido: "...no ha sido costumbre para
personas de (buen) nacimiento o cultura el crecer sus niños para la Iglesia". Akenside
(Pleasure of imagination, 1744) escribió: "...ni el estado púrpura ni la cultura pueden
otorgar". Wordsworth escribió "donde la gracia de la cultura ha sido completamente
desconocida" (1805) y Jane Austen (Emma, 1816) "todas las ventajas de la disciplina y
la cultura".
Es claro entonces que cultura se estaba desarrollando en inglés hacia alguno
de sus sentidos modernos antes de los efectos decisivos de un nuevo movimiento
social e intelectual. Pero, para seguir su desarrollo a través de este movimiento, en el
siglo XVIII tardío y el XIX temprano, tenemos que mirar también a su desarrollo en
otros idiomas y especialmente en el alemán.
En el francés, hasta el siglo XVIII, la palabra cultura fue siempre acompañada
por una forma gramatical indicando la materia que se cultivaba, como en el uso inglés
indicado anteriormente. Su uso ocasional como un sustantivo independiente data
desde mediados del siglo XVIII, un poco más tardío que sus usos ocasionales en
inglés. El sustantivo independiente ​civilización también emergió a mediados del siglo
XVIII; su relación con la palabra ​cultura ha sido bastante complicado desde entonces.
Hacia ese momento hubo un importante desarrollo en el alemán: la palabra fue
importada del francés, escrita primero (siglo XVIII tardío) ​cultur y más tarde desde el
siglo XIX tardío como ​Kultur​. Su uso principal fue aun como sinónimo de civilización:
primero en el sentido abstracto de proceso general de volverse "civilizado" o
"cultivado"; segundo, en el sentido que realmente habían establecido para
civilización los historiadores del Iluminismo en la forma popular del siglo XVIII de las
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historias universales, como una descripción de los procesos seculares del desarrollo
humano. En ese momento hubo un cambio decisivo en el uso que le dio Herder. En su
Ideas en la Filosofía de la Historia de la Humanidad (1784-91) inconclusa, él escribió
de cultura: "nada es más indeterminado que esta palabra, y nada más engañoso que
su aplicación a todas las naciones y períodos". Atacó la idea preconcebida en las
historias universales de que "civilización" o "cultura" ―el autodesarrollo histórico de
la humanidad― era lo que ahora nosotros llamaríamos un proceso unilineal,
dirigiendo hacia el lugar alto y dominante de la cultura del siglo XVIII. En efecto, el
atacó lo que llamó la subyugación y dominación europea de las cuatro cuartas partes
del globo terráqueo, y escribió:

Hombres de todos los lugares del globo, que habéis perecido a lo largo de las edades, Uds.
no han vivido solamente para abonar la tierra con vuestras cenizas de manera
que al final de los tiempos vuestra posteridad fuera hecha feliz por la cultura
europea. El solo pensamiento de una cultura europea es un insulto sonoro a la
majestad de la naturaleza.

Es por lo tanto necesario, argumento en una innovación decisiva, hablar de


"culturas" en plural: las culturas específicas y variables de diferentes naciones y
períodos, pero también las culturas específicas y variables de grupos sociales y
económicos dentro de una nación. Este sentido, que se ha convertido en común en la
antropología y la sociología del siglo XX, y por extensión en uso general, sin embargo,
permaneció comparativamente aislado en todos los idiomas europeos hasta
mediados del siglo XIX y no fue completamente establecido hasta el siglo XX.
Lo que pasó principalmente a comienzos del siglo XIX, bajo la influencia de
Herder y muchos otros escritores del movimiento romántico, en Alemania, Inglaterra
y Francia, fue una aplicación social e histórica de una idea alternativa del desarrollo
humano: alternativa, esto es, a las ideas ahora centradas en "civilización" y
"progreso". Esta aplicación fue excepcionalmente complicada. Era costumbre
enfatizar las culturas nacionales y tradicionales, incluyendo el nuevo concepto de
cultura-folk (en inglés folk-culture). Se acostumbraba atacar lo que fue visto como
carácter "mecánico" de las nuevas civilizaciones emergentes: tanto por su
racionalismo abstracto como por la "inhumanidad" del desarrollo industrial usual. Se
acostumbraba distinguir entre desarrollo "humano" y "material". Políticamente,
como era tan corriente en este período, derivaba entre el radicalismo y la reacción, y
muy a menudo, en la confusión de los grandes cambios sociales, se fusionaban
elementos de ambos (debe notarse también, aunque se suma a la complicación real,
que la misma clase de distinción, especialmente entre el desarrollo "material “y
"espiritual ", fue hecha por von Humboldt y otros, hasta tan tarde como el 1900, con
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una reversión de términos, siendo cultura lo material y civilización los espiritual. En


general, sin embargo, la distinción opuesta fue la dominante).
La complejidad del desarrollo moderno de la palabra ―y de sus usos― puede
ser apreciado desde ya. Fácilmente podemos distinguir el sentido que depende de
una continuidad literal de los procesos físicos como en "cultura de la azúcar de
remolacha" o, en la aplicación física especializada en bacteriología desde la década de
1880, "cultura de los gérmenes". Pero una vez que vamos más allá de las referencias
físicas, tenemos que reconocer tres amplias categorías activas de uso. Las fuentes de
dos de ellas han sido ya discutidas:
(i) el sustantivo independiente y abstracto que describe procesos generales de
desarrollo intelectual, espiritual y estético, en uso desde el siglo XVIII;
(ii) el sustantivo independiente, usado ya sea general o específicamente, que indica
una forma particular de vida, de gente, de un período o de un grupo usado a partir de
Herder y el siglo XIX. Pero también tenemos que reconocer la forma de uso
(iii), el sustantivo independiente y abstracto que describe trabajos y prácticas de
actividades intelectuales y especialmente artísticas. Este parece ahora el uso más
difundido: cultura es música, literatura, pintura y escultura, teatro y cine. El
Ministerio de Cultura se refiere a actividades específicas, algunas veces con la adición
de filosofía, erudición, historia. Este uso (iii) es, en efecto, relativamente tardío. Es
difícil datarlo en forma precisa porque en su origen y sentido de aplicación es (i): la
idea de un proceso general de desarrollo intelectual, espiritual y estético fue aplicado
y transferido efectivamente a los trabajos y prácticas que lo representan y lo
sostienen. En inglés (i) y (iii) aún son muy cercanos; en algunos momentos, por
razones internas, son indistinguibles, como en Arnold, ​Cultura y Anarquía (1867);
mientras que el sentido (ii) fue decisivamente introducido al inglés por Tylor,
Primitive culture (1870). El desarrollo decisivo del sentido (iii) en inglés fue en final del
siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Enfrentados a este sentido complejo y aun activo de la historia de la palabra,
es fácil reaccionar seleccionando un sentido "verdadero" o "propio" o "científico" y
rechazar otros sentidos por poco amplios o confusos. Hay evidencias de esta reacción
incluso en el excelente estudio de Kroeber y Kluckhohon, ​Cultura: Una revisión Crítica
de Conceptos y Definiciones,​ cuyo uso en la antropología Norteamericana es tomado
como norma. Es claro que, dentro de la disciplina, el uso conceptual tiene que ser
clarificado. Pero en general, es el rango y sobreposición de significados lo que es
significante. La complejidad de sentidos indica una complejidad de argumentos
acerca de las relaciones entre el desarrollo humano general y una forma particular de
vida, y entre ambos y los trabajos y prácticas de arte y la inteligencia. Dentro de este
complejo argumento hay posiciones fundamentalmente opuestas tanto como
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efectivamente sobrepuestas. Comprensiblemente, también hay muchas cuestiones


no resultas a la vez que respuestas confusas. Pero esos argumentos e interrogantes
no pueden ser resueltos reduciendo la complejidad del uso actual de la palabra. Este
punto también es relevante para formas de usos de la palabra en otros idiomas,
aparte del inglés, donde hay una variación considerable. Más aun, en inglés,
'antropología social' es normalmente usado en el Reino Unido, donde en Norte
América se usaría 'antropología cultural'. El uso antropológico es común en los grupos
de idiomas alemán, escandinavo y esloveno, pero es distintamente subordinado al
sentido de arte y aprendizaje, o de procesos generales de desarrollo humano en el
italiano y el francés. Entre idiomas, tanto como dentro de un lenguaje, el rango de
complejidad entre sentido y referencia indica una diferencia de posición intelectual,
lo mismo que un sentido borroso y sobrepuesto. Esta compleja palabra indica que
esas variaciones, del tipo que sean, envuelve necesariamente visiones alternativas de
actividades relaciones y procesos. Es decir, la complejidad no está finalmente en la
palabra, sino en los problemas que significantemente indican sus variaciones de uso.
Es necesario mirar también a algunas palabras asociadas y derivadas. Cultivar y
cultivado pasó a través de la misma extensión metafórica, desde un sentido físico a
uno social o educacional, en el siglo XVII, y fueron palabras especialmente
significantes en el siglo XVIII. Coleridge, haciendo una distinción clásica de comienzos
del siglo XIX entre civilización y cultura, escribió (1830): "la distinción permanente y el
contraste ocasional entre cultivar y civilización". El sustantivo en este sentido ha
desaparecido efectivamente, pero el adjetivo es aún bastante común, especialmente
en relación a maneras y gustos. El importante adjetivo cultural parece datar de la
década de los 1870s; se volvió común hacia los 1890s. En su sentido moderno, la
palabra está disponible solo cuando el sustantivo general se ha vuelto familiar en su
sentido artístico e intelectual o antropológico. La hostilidad a la palabra cultura en
inglés parece provenir desde la controversia alrededor de los pensamientos de
Arnold. Cobró fuerza al final del siglo XIX y comienzos del XX, en asociación con una
hostilidad comparable a la palabra esteta y estético. Su asociación con distinciones de
clase (de la palabra cultura) produjo la palabra mímica ​culchah.​ También hubo un
área de hostilidad asociada a sentimientos anti alemanes, durante y después de la
guerra de 18914-18, en relación con la propaganda acerca de la ​Kultur​. El área central
de hostilidad ha perdurado y un elemento del mismo ha sido enfatizado por la
reciente frase (norte) americana ​culture-vulture (cultura buitre, en castellano). Es
significante que toda la hostilidad (con la sola excepción de la asociación anti
alemana temporal) ha sido conectada con usos envolviendo pretensiones de
conocimiento superior (ver por ejemplo el sustantivo intelectual), refinamiento
(​culchah​) y distinción entre arte "superior" (cultura) y arte popular y entretenimiento.
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Registra así una historia social real y una fase muy difícil y confusa del desarrollo
social y cultural. Es interesante notar que el aumento constante del uso social y
antropológico de cultura y cultural y tales formaciones como subcultural (la cultura
de un grupo pequeño distinguible), con la excepción de ciertas áreas, han
sobrepasado o disminuido en forma efectiva la hostilidad y el desasosiego y
embarazo con que era asociada.

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