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RIGHT TO TRY
DOCENTE:
Universidad Libre
Facultad de Derecho, Bosque Popular
Bogotá D.C
2021
I. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA JURÍDICO:
Siguiendo la metodología propuesta por el maestro Diego Eduardo López Medina, en su libro
el Derecho de los jueces, encontramos que, respecto del problema jurídico planteado, la
sentencia más reciente que nos refiere la Relatoría de la Corte Constitucional, después de
hacer la búsqueda temática y cronológica, es la sentencia T-057 de 2015.
Siendo este el punto arquimédico a la fecha, las sentencias que se relacionan con la
T-057 de 2015, siguiendo un orden cronológico de las más antiguas a las más recientes, están:
la T- 597 de 1993, T- 271 de 1995, SU 480 de 1997, T- 395 de 1998, SU 819 de 1999, T-
597 de 2001, T- 344 de 2002, T- 1330 de 2005 y T- 760 de 2008.
Sentencia hito:
La sentencia T- 597 de 2001, es la sentencia hito ya que fue la que definió que es una terapia
experimental y señalo que el juez de tutela no es quien puede determinar la certeza de los
efectos de una sentencia, además es la sentencia que se cita en la mayoría de las sentencias
que tratan el tema. Antes la Corte mantenía la posición restrictiva del derecho al negar el
acceso a tratamientos experimentales, con esta sentencia la Corte se pasa al lado más
garantista al abrir la oportunidad de brindar tratamientos experimentales siempre y cuando
exista consentimiento de la persona, el único inconveniente presente es que no señala quien
debe asumir los costos de este tratamiento.
Las sentencias T- 271 de 1995 y la T- 480 de 1997 ambas sentencias confirman lo dicho por
la sentencia fundadora, ya que mantienen el derecho a la salud en conexidad con el derecho
a la vida, pero incluye que las limitantes económicas no pueden ser un factor determinante
en la prestación del servicio y además que el tratamiento también incluye medicamentos que
están fuera del POS.
Las sentencias T- 395 de 1998, SU- 899 de 1999, T- 1330 de 2005 son confirmatorias
negativas ya que se estableció la negativa de la realización del tratamiento experimental en
el exterior, y de hacerse debe ser aprobado por el Consejo Nacional de Seguridad Social,
acreditándose mediante certificación que dicho tratamiento no es posible llevarlo a cabo en
Colombia, y hay una expresa prohibición del suministro de intervenciones o medicamentos
de carácter experimental con dineros provenientes del sistema general de salud.
Sentencias confirmadoras de ampliación:
Las sentencias T- 344 de 2002 y la T- 760 de 2008 son confirmatorias de ampliación, ya que
la Corte aclara que no es un requisito agotar todos los medicamentos del P.O.S., para
garantizar el derecho a la salud, entendido este en conexidad como un derecho fundamental
de la vida, integridad y dignidad y se puede bajo tutela amparar el derecho a la salud y de
acceder a medicamentos no incluidos en el POS
OBITER DICTA:
El concepto del derecho a la salud tiene relación con otros derechos fundamentales, una
visión restrictiva sostiene que la salud sólo tiene el carácter de fundamental en aquellos casos
en los cuales se relaciona de manera directa y grave con el derecho a la vida. Una perspectiva
más amplia afirma que el derecho fundamental se configura no sólo en el caso extremo
anotado por la teoría restrictiva, sino también en aquellas situaciones en las cuales se afecte
de manera directa y grave el mínimo vital necesario para el desempeño físico y social en
condiciones normales. Por lo tanto, la salud es un estado variable, susceptible de afectaciones
múltiples, que inciden en mayor o menor medida en la vida del individuo y con base en esta
apreciación gradual de la salud, el Estado protege un mínimo vital, por fuera del cual, el
deterioro orgánico impide una vida normal. (Pág. 6, párrafos 2 y 3)
RATIO DECIDENDI:
En cuanto a la omisión, la actitud del órgano legislativo debe ser examinada dentro
de límites objetivos razonables. Al respecto es necesario tener en cuenta los siguientes
principios:
La Constitución no sólo protege a las personas contra la injusticia que proviene del
ejercicio arbitrario del poder, también lo hace, cuando se produce una combinación de
circunstancias y fatalidades que conducen al individuo a una situación de desamparo e
injusticia social que lo coloca por debajo del mínimo vital. (Corte Constitucional Sentencia
T- 597 de 1993, Pág. 9, párrafo 4)
Las instituciones que prestan servicios públicos no sólo tienen el deber de ejercer sus
funciones dentro de los límites impuestos por la Constitución y la Ley, sino también el de
actuar de manera tal que los usuarios del servicio no resulten víctimas de imponderables o de
hechos que los conduzcan a la desgracia y que, aplicando con razonabilidad los recursos
estatales disponibles, pueden ser evitados, o su impacto negativo reducido de manera
significativa para la persona eventualmente afectada. (Corte Constitucional Sentencia T- 597
de 1993, Pág. 9, párrafo 4)
DECISUM:
PRIMERO.- Revocar la sentencia del Juez Civil del Circuito de Turbo de agosto 11 de
1993.
OBITER DICTA:
La vida humana es un valor superior que, las autoridades están instituidas para protegerla,
ligada al derecho a la vida, la Constitución contempla la dignidad humana y que el artículo
primero expresa la loable finalidad de orientar el sistema político y jurídico a la promoción
de la persona, de modo que, las exigencias de la dignidad humana ponen de presente que la
vida, que constitucionalmente se garantiza, no se reduce a la pura existencia biológica sino
que expande su ámbito para abrigar las condiciones que la hacen digna. (Pág. 14, párrafos 1
y 3)
RATIO DECIDENDI:
DECISUM:
OBITER DICTA:
RATIO DECIDENDI:
El Estado tiene como obligación establecer la atención básica en salud, que se ofrecerá en
forma gratuita y obligatoria según el artículo 49 de la Constitución Política, dentro de la
organización del sistema general de seguridad social en salud, la Constitución permiten la
existencia de las Entidades Promotoras de salud, de carácter privado, que prestan el servicio
según delegación que el Estado hace. Es entonces cuando el sistema de seguridad social de
salud cuenta con dos regímenes diferentes mediante los cuales se pueden acceder al servicio
y que tienen que ver con las posibilidades y requisitos de afiliación y su financiamiento:
El Estado está obligado a prestar el plan de atención básica en salud y las EPS,
especialmente deben prestar el plan obligatorio de salud y el plan obligatorio de salud del
régimen subsidiado, dentro de los parámetros que el mismo Estado ha fijado. El tratamiento
también es una de las obligaciones del sistema de salud.
DECISUM:
Primero.- CONFIRMASE la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá, el 29 de noviembre de 1996, en cuanto concedió
la tutela, ordenándose al ISS el suministro de inhibidores de protesa (T-120422), que el
médico tratante indicó y según lo dicho en este fallo respecto al mínimo de cotizaciones.
OBITER DICTA:
“Para esta Corte quedó claro, luego de consultar la opinión de expertos del
Seguro Social y de la Sociedad Colombiana de Otorrinolaringología, que los temores
de la accionante son infundados ya que este tratamiento no está en etapa de
experimentación. Es más, ha sido reconocido como un tratamiento efectivo para su
enfermedad tanto en Colombia como en el exterior. Adicionalmente la Asociación
Colombiana de Otorrinolaringología indica que este tratamiento lo pueden adelantar
los especialistas otorrinos del Hospital Clínica San Rafael de Bogotá y el I.S.S. cita
la Clínica San Pedro Claver y la Fundación Santa Fe de Bogotá. Esta última entidad
sostiene incluso que este tratamiento se encuentra aprobado por el I.S.S. desde el
año de 1989 y que en el Manual vigente, aprobado por el Acuerdo No 180 del 17 de
febrero de 1998, emanado del Consejo Directivo del I.S.S., aparece de nuevo este
especificado para varias patologías, entre las cuales se encuentra la disfonía espástica.
(Página 20, párrafo 5)
En medio del mal manejo que la entidad le dio a la petición de la accionaria concluye
la corte que no fue negada dicha petición ni el acceso al tratamiento ya que, si bien ha existido
un difuso cruce de correspondencia entre la demandante y el I.S.S, y un inadecuado
tratamiento de su solicitud, no es claro para la corte que expresamente la entidad le haya
negado la posibilidad de asistencia médica a su enfermedad. Es más, aparece en múltiples
comunicaciones del Instituto de Seguros Sociales el interés de que la dolencia de la
demandante sea atendida por algún profesional colombiano de los recomendados por dicha
entidad. Existiendo la capacidad de llevar a cabo el tratamiento en Colombia la Corte en
consecuencia estima esta que no hay lugar al amparo del derecho a la salud en conexidad con
el derecho a la vida, que solicita la demandante, ni del derecho al trabajo, también alegado
por ella. (Página 21, párrafo 2)
RATIO DECIDENDI:
Por último, debe precisar esta Corporación que no es cierto que la paciente
pueda escoger libremente la institución que le debe proporcionar el tratamiento con
fundamento en la sentencia T-271 de 1995. Lo que ha reiterado la Corte en esa
ocasión y en otras posteriores, es la necesidad de reivindicar la opinión y autonomía
del paciente dentro de un tratamiento determinado en cuanto sea “capaz de decidir lo
que desea y de manifestarlo” (…) “más aún cuando cualquier decisión suya es
susceptible de incidir de manera determinante en la esfera autónoma del peticionario
que, se repite, busca el mejoramiento de sus condiciones de vida en calidad y cantidad,
(Corte Constitucional Sentencia T- 395 de 1998, Pagina 20, párrafo 3).
DECISUM:
Cuarto: Para los efectos del artículo 36 del decreto 2591 de 1991, el juzgado de origen
hará las notificaciones y tomará las medidas conducentes para el cumplimiento de esta
sentencia.
OBITER DICTA:
Como bien ha sido señalado por la corte existen situaciones en las cuales es procedente un
tratamiento en el exterior puesto que como ha plasmado la jurisprudencia de la Corte
Constitucional se han venido admitiendo en casos excepcionales la procedencia de la tutela para
ordenar la remisión de pacientes al exterior, sean estos afiliados al Instituto de Seguros Sociales o
a otras EPS, siempre y cuando esté comprobado que no exista tratamiento médico posible en el
país. Así lo precisó, entre otras, en la sentencia T-395 de 1998, en la cual se afirmó que para la
expedición de la orden de remisión al exterior se requiere: (1) convocar el Comité ad-hoc de
Remisiones al Exterior; (2) una decisión favorable de la Junta Médica que debe consistir
básicamente en el reconocimiento y el señalamiento preciso de la enfermedad que padece el
beneficiario y, (3) la imposibilidad de realizar el tratamiento pertinente en el país.
De allí que se tenga como entendido que para el presente caso se admite la tutela pero
se señala que ya no es mecanismo por medio del cual se pueda buscar esta clase de cosas,
serán las autoridades administrativas quien defina los tratamientos en el exterior.
Precisa la corte que la normatividad que está contenida en la ley del plan nacional de
desarrollo y de inversiones públicas, es pertinente destacar que la Constitución en su artículo
341 le reconoce una jerarquía superior frente a las demás leyes, al preceptuar que “el plan
nacional de inversiones se expedirá mediante una ley que tendrá prelación sobre las demás
leyes”. Dando prelación a lo contenida en ella que deriva en la negativa y reiteración de que
no es posible incluir tratamientos experimentales en el exterior.
RATIO DECIDENDI:
La Corte en la presente sentencia define una primera subregla que todo juez de tutela
debe seguir por cuanto que, no corresponde al juez de tutela, dado el carácter excepcional de
éste medio de defensa judicial, ordenar que el procedimiento se realice en una u otra
institución, sino que, ante la inexistencia de otro medio de protección de carácter judicial, o
frente a una situación de perjuicio irremediable que exija un amparo inmediato para evitar la
vulneración de los derechos fundamentales de la persona, se lleve a cabo en caso de existir
oferta y de cumplirse las condiciones ya señaladas y las que dentro de su competencia
corresponda definir al Consejo Nacional de Seguridad Social. Entonces, el juez de tutela
deberá siempre consultar los términos y condiciones en que el procedimiento se puede surtir
desde el punto de vista científico y las condiciones de salud especiales del usuario. (Corte
Constitucional Sentencia SU- 819 de 1999 Pág. 28, párrafo 4)
En ese sentido, quien pretenda un tratamiento en el exterior debe tener en cuenta que
a partir de la ley 508/99 le corresponde al Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud
realizar el análisis de los casos en particular, ya que la corte señaló: que la persona que
reclama la prestación del servicio una vez acredite la certificación médica del profesional
tratante adscrito a la EPS a la que se encuentre afiliada, sobre la circunstancia de que la
actividad, el procedimiento o la intervención que requiere se encuentra por fuera del POS y
que está de por medio su derecho a la vida; que no se trata en su caso de un tratamiento
experimental y que la atención en el país no es posible, deberá acudir ante el Ministerio de
Salud para que éste, atendiendo a los criterios y reglas que fije el Consejo Nacional de
Seguridad Social en Salud, imparta la orden para que con los recursos del Estado-Fosyga se
ordene la prestación del servicio por entidades acreditadas y debidamente adscritas al Sistema
de Seguridad Social en Salud del respectivo país. Corresponde al citado Ministerio o en su
caso a la EPS, la responsabilidad de escoger la entidad en el exterior que se atenderá el
procedimiento, con cargo a los recursos del Fondo. (Corte Constitucional Sentencia SU- 819
de 1999 Pág. 37, párrafo 3)
Para el caso en concreto al ya existir autorización por la EPS que surge con ocasión a
la decisión del juez de tutela de primera instancia establece la corte que, siguiendo los
criterios trazados, y con fundamento en la jurisprudencia constitucional y en las normas
legales vigentes para la fecha en que se instauró la acción de tutela, debe concluir la Sala que
el fallo que se revisa ha de ser confirmado, ya que según las pruebas que obran en el proceso,
el menor fue remitido por recomendación de sus médicos tratantes, adscritos a la EPS Salud
Colmena, una vez se pudo encontrar en los Estados Unidos de Norteamérica una médula ósea
compatible, y por autorización de la propia EPS Salud Colmena (emitida con fundamento en
la sentencia del juez de tutela que dispuso su remisión al exterior), donde actualmente y desde
hace algunos meses se le están practicando las pruebas y demás exámenes necesarios previos
al trasplante. (Corte Constitucional Sentencia SU- 819 de 1999 Pág. 41, párrafo 2)
DECISUM:
Primero. CONFIRMAR parcialmente la sentencia proferida por el Juzgado Veinte Civil del
Circuito de Santa Fe de Bogotá el 16 de abril de 1999, por las razones expuestas en esta
providencia, en cuanto concedió la tutela instaurada por Alejandro Moreno Álvarez contra Salud
Colmena EPS y el Ministerio de Salud.
Sexto. Por Secretaría General, líbrense las comunicaciones de que trata el artículo 36
del decreto 2591 de 1991.
OBITER DICTA:
En el presente caso se especifica que el médico tratante en el comité es de suma importancia pues
es este quien conoce a su paciente, y debe hacer parte del comité que tome la decisión, este
requisito surge, principalmente, porque es el médico tratante quien mejor conoce la situación de
su paciente, y en esa medida, es quien está en mejor capacidad de establecer qué procedimientos
son los indicados en su situación. Sin embargo, la indicación de un determinado procedimiento,
aunque está relacionada con su carácter experimental, no se identifica plenamente con este último
aspecto. Ciertos procedimientos pueden estar orientados a investigar la cura de patologías muy
específicas, pero no por ello dejan de tener carácter experimental. Por lo tanto, la presencia del
médico tratante en el comité técnico científico es una garantía necesaria pero no suficiente para el
paciente que va a ser sometido a un procedimiento cuya eficacia y riesgos son inciertos.
De allí que sea todo un comité quien deba evaluar la situación, eficacia y certeza de
los resultados de un tratamiento médico, a su vez, determina la corte que, una vez se celebre
el respectivo comité que evalué y tome una decisión, y previa aceptación de los padres, la
E.P.S. enviará la evaluación del comité a la Sala Quinta de Revisión de la Corte
Constitucional, la cual ordenará al Ministerio de Salud iniciar los trámites necesarios para
que, si se confirman la indicación y la validez del trasplante mielo ablativo con donante no
relacionado, y el carácter experimental o contraindicado de los demás procedimientos, se
efectúe la remisión de Sebastián David Murcia al exterior y con ello practica en el exterior el
tratamiento.
RATIO DECIDENDI:
Por definición, los tratamientos médicos experimentales son aquellos que todavía no
tienen la aceptación de la comunidad científica ni de las entidades encargadas de acreditarlos
como alternativas terapéuticas. Ello significa que su efectividad no ha sido determinada con
un nivel de certeza aceptable médicamente. (Corte Constitucional Sentencia T- 597 de 2001
Pág. 24, párrafo 2)
Lo anterior no implica que los tratamientos que están en el POS para la época puedan
ser dejados de lado por tratamientos cuya eficacia y certeza se encuentra en duda de allí que
señale como subregla lo siguiente:
Si los procedimientos experimentales excluidos del POS no pueden desplazar a los
procedimientos terapéuticos incluidos en el POS, es precisamente porque no están
acreditados científicamente como servicios de recuperación de la salud. De tal forma, esta
limitación impuesta a los servicios que el sistema debe cubrir es también una garantía para
los usuarios, que les permite tener un nivel adecuado de certeza respecto de la eficacia de los
procedimientos médicos. Esta garantía está encaminada a asegurar que los servicios les
permitan recuperar su salud con un nivel de eficacia conocido y aceptable científicamente.
Así, un correcto entendimiento del derecho de acceso a los servicios de recuperación de la
salud implica que un procedimiento experimental no puede sustituir, en ningún caso, a otro
acreditado como alternativa terapéutica válida. (Corte Constitucional Sentencia T- 597 de
2001 Pág. 25, párrafo 3)
Por otra parte, coincidieron los galenos en afirmar que las evaluaciones de los
procedimientos médicos deben hacerse a partir de un criterio científico especializado en
acreditación, que cuente con los conocimientos necesarios para hacerlas, a partir de
estándares médicamente aceptables. Dentro de la ciencia médica, la evaluación de
procedimientos clínicos corresponde a los epidemiólogos clínicos. Son estos especialistas
quienes están en capacidad de evaluar si determinado procedimiento es experimental o está
reconocido como un procedimiento terapéutico. (Corte Constitucional Sentencia T- 597 de
2001 Pág. 26, párrafo 3)
Por lo cual concluye la corte que cuando se trata de determinar qué tan útil o no es un
procedimiento para paciente, se está entonces hablando del principio de utilidad que no es
absoluto y se encuentra limitado por la autonomía del paciente.
Es necesario concluir entonces, que el principio de utilidad que tienen los diversos
procedimientos experimentales para el desarrollo de la ciencia médica está limitado por el
principio de autonomía que les impone a los profesionales de la ciencia médica un mayor
rigor cuando presentan a sus pacientes un procedimiento experimental para su curación. Por
supuesto, debido a que la validación de los procedimientos médicos no es un proceso
matemático exento de discusiones al interior de la comunidad científica, y debido también a
que -como ya se dijo- existen tanto mecanismos formales como informales para llevar a cabo
estas acreditaciones, el deber de los médicos de proveer a sus pacientes la información
necesaria respecto de un procedimiento cuya validez científica sea incierta, no se agota con
la simple opinión de un especialista. Es necesario cualificar el criterio por el cual se
determina el procedimiento a efectuar, cuandoquiera que existan dudas razonables acerca de
su validez terapéutica o de su indicación a la situación de salud específica del paciente. (Corte
Constitucional Sentencia T- 597 de 2001 Pág. 30, párrafo 1)
DECISUM:
Una vez celebrado el respectivo comité, y previa aceptación de los padres, la E.P.S.
enviará la evaluación del comité a la Sala Quinta de Revisión de la Corte Constitucional, la
cual ordenará al Ministerio de Salud iniciar los trámites necesarios para que, si se confirman
la indicación y la validez del trasplante mielo ablativo con donante no relacionado, y el
carácter experimental o contraindicado de los demás procedimientos, se efectúe la remisión
de Sebastián David Murcia al exterior.
OBITER DICTA:
Ahora bien, teniendo claro que a pesar de no estar mencionados todos los
medicamentos en el P.O.S., que un médico tratante puede formular a su paciente, surge el
conflicto de lo que es ideal, apto y necesario para el paciente y los medicamentos que se
deben agotar para respetar sus derechos fundamentales, esto último según el Comité Técnico
Científico. (Página 11, párrafo 4 y 5). Así pues, es necesario establecer su límite y hasta
donde se puede negar o admitir, conforme a la constitución una solicitud de medicamentos o
tratamientos que no estén en el P.O.S. (página 13, párrafo 2 y 3).
RATIO DECIDENDI:
La jurisprudencia ha señalado que la regla general, por la que se siguen orientado consiste en
la prevalencia del concepto del médico sobre el concepto del Comité. Aclarando que en
cuanto a las razones que justifiquen al médico tratante respecto de su concepto, resaltando
que el riesgo inminente debe ser demostrable y además constar en la historia clínica. (Corte
Constitucional Sentencia T- 344 de 2002, página 15, párrafo 2). Al tratarse de enfermedades
de alto costo, los tratamientos en primer lugar deberán ser autorizados y asumidos por la
entidad, y, con cargo a reaseguro. (Corte Constitucional Sentencia T- 344 de 2002, página
14, párrafo 5).
El Comité tiene el deber de velar porque todos los servicios a que tienen derecho los
usuarios efectivamente se les presten y que ello se haga correctamente, en estricto cumpli-
miento de lo previsto en la Constitución y la ley, y de acuerdo con los criterios deontológico
de la profesión médica. (Corte Constitucional Sentencia T- 344 de 2002, página 16, párrafo
2).
Bajo este sentido, establece la Corte el deber del Comité de velar porque todos los
servicios con que cuenta una persona, entendidos ellos como derechos, sean prestados de
manera efectiva y correcta. (Corte Constitucional Sentencia T- 344 de 2002, página 16,
párrafo 2). En consecuencia, la Corte ha ido señalando cuales son los motivos no admitidos
desde el punto de vista constitucional para que se nieguen estos derechos reclamados
mediante una solicitud. (Corte Constitucional Sentencia T- 344 de 2002, página 14, párrafo
4). Considerando a la vez esta Sala que se niegue un medicamento o tratamiento ordenado
bajo el único argumento de que no existe un riesgo inminente para la vida y salid del paciente,
cuando es el medico quien conoce su historia clínica y sabe la necesidad que tiene la persona.
(Corte Constitucional Sentencia T- 344 de 2002, página 17, párrafo 2).
Concluye entonces la Sala que la primera de las razones esgrimidas por el Comité no
es aceptable. No es necesario que sean intentados todos y cada uno de los medicamentos
incluidos dentro del P.O.S. para poder recurrir a uno que no lo esté, máxime cuando es tan
claro lo poco efectivas que dichas drogas son para el caso concreto. (Corte Constitucional
Sentencia T- 344 de 2002, página 22, párrafo 1).
DECISUM:
OBITER DICTA:
RATIO DECIDENDI:
Considera la Corte que a pesar de los requisitos establecidos por la jurisprudencia para
acceder a medicamentos o tratamientos no incluidos en el P.O.S., se debió seguir el proceso
regular para solicitar lo que se pide ante la Corte, regulaciones que se encuentran en el
Manual de Medicamentos del Plan Obligatorio de Salud, ya que, según esta Sala, no puede
ser aplicado de manera análoga. (Corte Constitucional Sentencia T- 1330 de 2005, página
10, párrafo 1).
Tales requisitos son en primer lugar que el usuario solicite inicialmente a la entidad
promotora el suministro de la prestación excluida, y que el Comité Técnico Científico de la
EPS someta dicha solicitud a estudio y se pronuncie al respecto, no obstante, el cumplimiento
de tales requisitos depende de las circunstancias fácticas del caso concreto pues en
determinadas circunstancias –por ejemplo, en casos de urgencia- no es preciso agotarlos.
(Corte Constitucional Sentencia T- 1330 de 2005, página 10, párrafo 1).
DECISUM:
Primero: Por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia, REVOCAR
las sentencias proferidas por el Juzgado Sesenta (60) Civil Municipal el 27 de junio de
2005 y el Juzgado Sexto Civil del Circuito de Bogotá, el 3 de agosto del mismo año, dentro
de la acción de tutela instaurada por el señor Edwars Roberto Leguizamón Ruiz contra
SANITAS EPS. Y en su lugar NEGAR el amparo solicitado.
Segundo: LIBRENSE, por la Secretaría General de esta Corporación, las
comunicaciones de que trata el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí
contemplados.
SENTENCIA T- 760 DE 2008
OBITER DICTA:
La presente sentencia pone de manifiesto cuatro partes, la primera parte que se compone por
los antecedentes de los diferentes casos resueltos mediante la presente sentencia, segundo, la
relación que se hace frente a las pruebas, tercero, las consideraciones y fundamentos y por
último, las decisiones que se tomadas, abordando la Corte diferentes casos donde se evoca
los servicios que garanticen el derecho a la salud, así pues, cuando una persona requiere la
prestación de los servicios que lo garanticen, y estos no se encuentran dentro del Plan
Obligatorio de Servicios y esta no tiene como sufragar los gastos que deriven de su necesidad
causada por una enfermedad o accidente, corresponde, según mandato constitucional, a las
EPS garantizar la buena prestación del servicio, asumiendo así el costo el Estado, es decir, la
entidad aseguradora cuenta con la acción de repetición, por eso se establecen de manera muy
precisa y minuciosa el análisis de los casos que si lo ameritan, ya que podría afectar la
sostenibilidad del Sistema. (Página 21, párrafo 2 y 3).
Así mismo, se reconoce que la noción de salud no es univoca y absoluta, sino que esta
depende mucho de las nociones sociales, culturales y ambientales, es así que su postura ha
variado entre “la idea de que se trata de derechos subjetivos de aplicación inmediata y la
esencialidad e inalienalibilidad del derecho para la persona. (Página 26, párrafo 2). La
complejidad de este derecho radica en la plena garantía del mismo, pues está atada a factores
económicos. (Página 34, párrafo 1).
RATIO DECIDENDI:
La Corte, en la presente sentencia ha fijado subreglas de manera detallada las cuales llevan
al juez a analizar de manera detallada los procedimientos, medicamentos e intervenciones
excluidos del P.O.S., pero que resultan indispensables en la preservación o recuperación de
la salud de la persona, señalando así cuando es procedente la acción de tutela. Así pues, se
fija en cuanto a la incertidumbre acerca de los beneficios, se deberá señalar con precisión que
se encuentra incluido y que no en el POS, teniendo en cuenta en cuenta el principio de
integralidad y pro homine. (Corte Constitucional Sentencia T- 760 de 2008, página 79,
párrafo 3 y 4). Ahora bien, en lo concerniente a la unificación del Plan de Beneficios, ordena
la Corte la unificación de los planes de beneficio para niños y niñas pertenecientes al régimen
contributivo o subsidiario.
Si bien se trata de una obligación de cumplimiento progresivo, actualmente el Estado
desconoce el mínimo grado de cumplimiento de la misma puesto que no ha adoptado un
programa, con su respectivo cronograma, para avanzar en la unificación de los planes de
beneficios. Lo anterior, a pesar de que la política pública se encontraba delineada en términos
generales por la ley, fijándose allí también el plazo para el cumplimiento de la meta de
unificación de los planes de beneficios. El Estado incumplió las obligaciones y plazos
trazados y, posteriormente, no fijó un nuevo plazo ni cronograma alguno. (Corte
Constitucional Sentencia T- 760 de 2008, página 198, párrafo 1).
un informe trimestral en el que se indique: (i) los servicios médicos ordenados por el
médico tratante a sus usuarios que sean negados por la Entidad Promotora de Salud y que no
sean tramitados por el Comité Técnico Científico, (ii) los servicios médicos ordenados por el
médico tratante a sus usuarios que sean negados por el Comité Técnico Científico de cada
entidad; (iii) indicando en cada caso las razones de la negativa, y, en el primero, indicando
además las razones por las cuáles no fue tramitado por el Comité Técnico Científico. (Corte
Constitucional Sentencia T- 760 de 2008, página 218, párrafo 1).
Lo anterior para garantizar y darle mayor efectividad a la salud, así mismo se ordena
agilizar la ejecución de las sentencias de tutela, en pro de asegurar los recursos del sistema.
DECISUM:
Tercero.- Revocar la sentencia del Juzgado 5° Penal Municipal de Cali dentro del
expediente T-1289660, y en su lugar, tutelar el derecho a la salud de Marlene Betancourt
Mosquera. En consecuencia, dejar en firme las medidas cautelares dispuestas dentro del
proceso de la referencia, mediante las cuales se aseguró a la accionante el acceso al examen
diagnóstico que requería.
Sexto.- Revocar la sentencia del Juzgado 13 Civil Municipal de Medellín dentro del
expediente T-1315769, y en su lugar, tutelar el derecho a la salud de Eduardo. En
consecuencia, dejar en firme las medidas cautelares dispuestas por la Sala, mediante las
cuales se ordenó a Comfenalco EPS que autorizara al accionante la práctica del examen de
carga viral, recetado por su médico tratante y autorizado por esa entidad, en el evento que
aún no le hubiera sido practicado. También se reitera a Comfenalco EPS que en el evento de
que el accionante no estuviera accediendo a consultas médicas y exámenes de control y de
diagnóstico para el adecuado seguimiento y tratamiento de la enfermedad catastrófica que lo
aqueja y a los medicamentos que requiere para tal efecto, debería suministrarle estos servicios
médicos (v.gr. consultas médicas, exámenes de control y de diagnóstico y medicamentos).
Se reitera por último, que los medicamentos y los exámenes de control y de diagnóstico, para
el adecuado seguimiento y tratamiento de la enfermedad, deberían ser formulados por un
médico especialista, afiliado a Comfenalco EPS, quien tiene el deber de revisar y controlar
el estado de salud del accionante.
Octavo.- Revocar la sentencia del Juzgado 38 Civil Municipal de Bogotá dentro del
proceso T-1328235, y en su lugar, tutelar el derecho a la salud de María Diva Almonacid de
Martínez. En consecuencia, dejar en firme la orden que dispuso a Colmédica EPS en la
medida cautelar, para que garantizara el acceso efectivo de la accionante al medicamento
requerido, si no lo había hecho aún. Se reconoce a Colmédica EPS el derecho de recobro ante
el Fosyga, por los costos que no le corresponda asumir del cumplimiento de esta orden, de
acuerdo con la reglamentación.
Noveno.- Revocar la sentencia del Juzgado 12 Civil Municipal de Cartagena dentro
del proceso T-1335279, y en su lugar, tutelar el derecho a la salud de Jessica Marín Peluffo.
En consecuencia, se decide dejar en firme la medida cautelar dispuesta, mediante la cual se
le ordenó que (1) suministrara a Jessica Marín Peluffo, directamente o a través de su señora
madre, la información que requería para saber cómo funciona el sistema de salud y cuáles
son sus derechos, (2) le indicara específicamente cuál era la institución prestadora de
servicios de salud que tiene la obligación de realizar las pruebas diagnósticas
ecocardiograma doppler, electrocardiografía, frotis y cultivo de la garganta que requiere y
una cita con un especialista, y (3) la acompañara durante dicho proceso, con el fin de asegurar
el goce efectivo de sus derechos.
Décimo quinto.- Confirmar las decisiones proferidas por los siguientes juzgados:
Juzgado Primero Penal Municipal de Tulúa, Valle (T-1855547); El Juzgado Cuarto Penal
Municipal de Barranquilla, Atlántico (T-1862046); Juzgado Primero Municipal de Ibagué,
Tolima (T-1866944); Juzgado Cuarto Civil Municipal de Barranquilla, Atlántico (T-
1867317); Juzgado Veintitrés Civil Municipal de Cali, Valle (T-1862038); Juzgado Décimo
Penal Municipal de Barranquilla, Atlántico (T-1858999); Juzgado Décimo Penal Municipal
de Barranquilla, Atlántico (T-1858995); Juzgado Segundo Civil Municipal de Barranquilla,
Atlántico (T-1859088); Juzgado Segundo de Familia de Medellín, Antioquia (T- 1867326)
dentro de los respectivos procesos de acción de tutela, en cuanto a la protección de los
derechos fundamentales de los accionantes: Carlos Cortes Cortes contra Coomeva EPS (T-
1855547); Carmen Raquel Betancourt de Villalobos contra Saludcoop EPS (T- 1862046);
Elvia Sánchez de Alonso contra Sanitas EPS (T-1866944); Enrieta Dolores Rodríguez
Martes contra Saludcoop EPS (T-1867317); Alba Isabel Pinto de Monroy contra Saludcoop
EPS (T-1862038); Alfonso Carmelo Villamil Fernández contra Salud total EPS (T-1858999);
Enrique del Carmen Martínez Muñoz contra Saludcoop EPS (T-1858995); Mery Restrepo de
Zuluaga contra Cafesalud EPS (T-1859088); Rosario Hincapié Salazar contra Saludvida EPS
(T- 1867326).
Así mismo revocar las órdenes, proferidas en los mismos procesos, de recobrar ante
el Fosyga por los costos de los procedimientos.
Décimo sexto.– Ordenar al Ministerio de la Protección Social, a la Comisión de
Regulación en Salud y al Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, adoptar las
medidas necesarias, de acuerdo con sus competencias, para superar las fallas de regulación
en los planes de beneficios asegurando que sus contenidos (i) sean precisados de manera
clara, (ii) sean actualizados integralmente, (iii) sean unificados para los regímenes
contributivo y subsidiado y, (iv) sean oportuna y efectivamente suministrados por las
Entidades Promotoras de Salud.
Esta regulación también deberá (i) incentivar que las EPS y las entidades territoriales
garanticen a las personas el acceso a los servicios de salud a los cuales tienen derecho; y (ii)
desincentivar la denegación de los servicios de salud por parte de las EPS y de las entidades
territoriales.
Para dar cumplimiento a esta orden, se adoptarán por lo menos las medidas
relacionadas en los numerales décimos séptimo a vigésimo tercero.
El primer informe deberá ser enviado el 1 de febrero de 2009. Copia del mismo deberá
ser remitida a la Corte Constitucional antes de la misma fecha.
Hasta tanto éste trámite interno de las EPS no sea regulado de manera definitiva, se
ordena al Ministerio de la Protección Social y a la Comisión de Regulación en Salud –y
mientras este es creado al Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud– que adopten las
medidas necesarias para garantizar que se ordene a las entidades promotoras de salud, EPS,
extender las reglas vigentes para someter a consideración del Comité Técnico Científico de
la entidad la aprobación de un medicamento no incluido en el POS, a las solicitudes de
aprobación de los servicios de salud no incluidos en el plan obligatorio de salud, distintos a
medicamentos, tales como actividades, procedimientos e intervenciones explícitamente
excluidas del Plan Obligatorio de Salud, cuando éstos sean ordenados por el médico tratante,
teniendo en cuenta los parámetros fijados por la Corte Constitucional. Esta orden deberá ser
cumplida dentro de los cinco (5) días siguientes a la notificación de la presente sentencia.
Para dar cumplimiento a esta orden, se adoptarán por lo menos las medidas contenidas
en el numeral vigésimo quinto a vigésimo séptimo de esta parte resolutiva.
El Plan deberá ser presentado, antes del 15 de noviembre de 2008 ante el Comité de
Verificación creado por el Consejo de Estado y ante la Corte Constitucional y deberá ser
ejecutado en su totalidad antes de marzo 15 de 2009. En caso de que en esta fecha (15 de
marzo de 2009) no se haya efectuado el reembolso de al menos el 50% de las solicitudes de
recobro que están atrasadas en el trámite a 31 de septiembre de 2008, independiente de las
glosas que tengan, operará un mecanismo de compensación general para dicho 50%. El 50%
restante deberá haber sido cancelado en su totalidad antes del primero (1°) de julio de 2009.
En caso de que posteriormente se verifique que el Fosyga no estaba obligado a realizar
determinados reembolsos, deberá adoptar las medidas para compensar esos recursos, con la
correspondiente EPS.
(i) Una carta con los derechos del paciente. Esta deberá contener, por lo menos, los
derechos contemplados en la Declaración de Lisboa de la Asociación Médica
Mundial (adoptada por la 34ª Asamblea en 1981) y los contemplados en la parte
motiva de esta providencia, en especial, en los capítulos 4 y 8. Esta Carta deberá
estar acompañada de las indicaciones acerca de cuáles son las instituciones que
prestan ayuda para exigir el cumplimiento de los derechos y cuáles los recursos
mediante los cuales se puede solicitar y acceder a dicha ayuda.
(ii) Una carta de desempeño. Este documento deberá contener información básica
acerca del desempeño y calidad de las diferentes EPS a las que se puede afiliar en el
respectivo régimen, así como también acerca de las IPS que pertenecen a la red de
cada EPS. El documento deberá contemplar la información necesaria para poder
ejercer adecuadamente la libertad de escogencia.
OBITER DICTA:
RATIO DECIDENDI:
No obstante, esta regla no es absoluta puesto que, en algunos casos, no aceptar per se
el criterio de un médico externo puede convertirse en una barrera al acceso del derecho
constitucional a la salud. Por ejemplo, ello ha ocurrido cuando la entidad responsable tuvo
conocimiento de dicho concepto, pero no lo descartó con base en información científica y en
la historia clínica particular sea porque: (a) se valoró inadecuadamente a la persona; (b) hubo
ausencia de evaluación médica de los especialistas que sí estaban adscritos, sin importar el
argumento que originó la mala prestación del servicio; o (c) en el pasado, la entidad apreció
y aceptó su dictamen como médico tratante. (Corte Constitucional Sentencia T- 057 de 2015,
página 24, párrafo 1).
A su vez, la Sentencia T-760 de 2008 indicó que esta excepción puede aplicarse
cuando: (i) exista un concepto de un médico que no está adscrito a la entidad encargada de
garantizar la prestación; (ii) se trata de un profesional reconocido que hace parte del Sistema
de Salud; y (iii) la entidad no lo ha desvirtuado, según las razones científicas pertinentes en
el caso específico del paciente. (Corte Constitucional Sentencia T- 057 de 2015, página 24,
párrafo 2).
Expone la Corte que en varias ocasiones las EPS establecen el médico tratante por
una cuestión de carácter monetario y de allí desconozcan el verdadero médico tratante y sobre
todo cuando se habla de un paciente en estado vegetativo o conciencia mínima:
Así las cosas, la Sala estima que, con base en el artículo 94 Superior, existe un derecho
fundamental innominado “a que sea intentado” o “right to try”, para los casos de los
pacientes que se hallan en un estado vegetativo persistente (persistent vegetative state PVS)
o de conciencia mínimo (minimally conscious state, MCS), cuyos titulares son el paciente y
sus familiares. (Corte Constitucional Sentencia T- 057 de 2015, página 33, párrafo 1).
Aunado a lo anterior, la Sala encuentra que: (i) se está ante la única y quizá última
opción para una paciente, dado que, salvo el Dr. Páez Novoa, ningún médico ha propuesto o
planteado alternativa alguna de recuperación para la joven Mairoby; (ii) se cuenta con ciertos
fundamentos científicos para afirmar que no se está ante un tratamiento completamente
desconocido o novedoso, así las autoridades correspondientes, nacionales o extranjeras,
todavía no lo hayan aprobado; (iii) los riesgos del tratamiento han sido explicados a los
familiares, los cuales los han asumido; y (iv) el médico que le ha venido haciendo un
seguimiento permanente a la evolución de la paciente, tiene la firme convicción de que el
tratamiento propuesto brinda una “luz de esperanza” en la materia. (Corte Constitucional
Sentencia T- 057 de 2015, página 44, párrafo 5).
DECISUM:
PRIMERO.- REVOCAR los fallos de amparo proferidos por el Juzgado Veintitrés Penal
Municipal de Medellín y Sexto Penal del Circuito de la misma ciudad, de 5 de mayo y 25 de
junio de 2014, respectivamente, en los cuales se negó el amparo solicitado. En su lugar,
AMPARARÁ el derecho fundamental “a que sea intentado” de la paciente Mairoby Rivera
Taborda. En consecuencia, ORDENARÁ a la EPS Sanitas y a COLSANITAS Medicina
Prepagada que, en el término de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la notificación
del presente fallo, autorice la realización del tratamiento denominado: “estimulación espinal
epidural para el tratamiento de estados de subconsciencia (estado vegetativo-estado de
conciencia mínimo) y programación de voltajes adecuados para el caso”, a cargo del Dr.
Maximiliano Páez Novoa.
Dos años después mediante la sentencia T- 480 de 1997 la Corte agrega que no solo
implica el establecimiento del diagnóstico por parte del sistema de salud, si no también se
incluye los medicamentos para el tratamiento del paciente, ya que el derecho a la salud abriga
esperanzas de recuperación, procurar mejoría a las dolencias, ya que en palabras de la Corte
“la vida es un acontecer dinámico, para disfrutarla de principio a fin; de manera que el
hombre tiene derecho a que se la respeten las fases que le resten para completar su ciclo
vital”, por lo tanto las EPS no pueden negar un medicamento alegando que no se encuentra
en el POS.
Para el año 1999 la corte a través de la sentencia SU- 899 de 1999 reitera que un
tratamiento en el exterior debe ser aprobado por el Consejo Nacional de Seguridad Social en
Salud, acreditándose mediante certificación que dicho tratamiento no es posible llevarlo a
cabo en Colombia y sobre todo que no se trate de un tratamiento experimental.
En el año 2002 con la sentencia T-344 de 2002, tras la negativa del Comité Técnico
Científico, al negar un medicamento que había sido formulado por el médico tratante, se
aclara que el concepto del médico tratante prima sobre el concepto del Comité, ya que en él
es quien recae la certeza y el conocimiento del historial clínico, así mismo, la Corte aclara
que no es un requisito agotar todos los medicamentos del P.O.S., para garantizar el derecho
a la salud, entendido este en conexidad como un derecho fundamental de la vida, integridad
y dignidad.
Concluye entonces la Sala que la primera de las razones esgrimidas por el Comité no
es aceptable. No es necesario que sean intentados todos y cada uno de los
medicamentos incluidos dentro del P.O.S. para poder recurrir a uno que no lo esté,
máxime cuando es tan claro lo poco efectivas que dichas drogas son para el caso
concreto. (Pág. 22, párrafo 1).
Unos años más tarde, la Corte, por medio de la sentencia T-1330 de 2005, A
diferencia de las restantes prestaciones excluidas del POS cuando se trata de procedimientos,
actividades, intervenciones o medicamentos de carácter experimental se habla de una expresa
prohibición de su suministro con dineros provenientes del sistema general de salud, ya que
se entiende que hay un equilibrio entre la salud y la sostenibilidad financiera del Estado, por
lo tanto no podrían ser respaldados por las entidades promotoras de salud, es así que, la Corte
Confirma que al tratarse de intervenciones experimentales, no habrá respaldo por la razón ya
expuesto, pero, aclara, no se excluye la oportunidad de financiar tratamientos experimentales,
pues estos quedarán a consideración del Comité Técnico Científico.
Por último la Corte luego de una tendencia casi restrictiva absoluta establece en la
sentencia T- 057 de 2015 que en Colombia existe el Righ to Try, o más entendido como el
derecho a ser intentado en los casos de estado vegetal persistente y conciencia mínima,
establece la corte que esta habilitación se da en tratamientos experimentales, pues no existe
mejor terapia convencional que tenga resultados favorables a las personas que se encuentran
en esta condición, señala que cuando se trate de un tratamiento experimental debe haber
siquiera un grado de conocimiento acerca de la efectividad, a su vez precisa que no interesa
si está o no aceptado por la autoridad competente, junto a qué se debe informar plenamente
a los familiares del paciente o al mismo paciente si este es capaz de comprender y dar a
conocer su decisión acerca de los efectos del tratamiento.
Se puede concluir que, las subreglas de derecho respecto al derecho a ser intentado
(right to try) se movieron en el siguiente sentido:
1. En esta sentencia se establece la subregla de que los pacientes tienen derecho a que
se les continué con el tratamiento médico requerido, pero desconoce los tratamientos
experimentales. (Sentencia T- 597 de 1993)
8. Más que subregla, lo que se hace es una aclaración en cuanto al debido procedimiento
que se tiene para pedir la aprobación de un tratamiento o medicamento. (Sentencia T-
1330 de 2005)
10. Como subregla se establece la existencia del Right To Try en Colombia con la
característica de ser única y exclusivamente aplicable a los pacientes en estado
vegetal persistente o de conciencia mínima, para ello debe existir consentimiento
informado acerca del tratamiento, debe existir siquiera un grado de efectividad y
conocimiento del tratamiento experimental junto a la particularidad de ser quizás la
única alternativa que pueda mejorar la condición de esta clase de pacientes.
(Sentencia T- 057 de 2015)
VII. REFERENCIAS:
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