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Capítulo 9

CONSENTIMIENTO EN LA ASISTENCIA SANITARIA


E. Villanueva Cañadas

Toda actuación médica, diagnóstica o terapéutica, supone protegiéndolos aun cuando su titular más inmediato, el
la vulneración de algún bien jurídicamente protegido: la enfermo, no lo desee.
integridad física (caso de la cirugía y ciertas exploraciones En esta pugna entre el derecho al ejercicio de la auto-
que emplean técnicas invasivas o la simple extracción de nomía, el derecho a la privacidad para los anglosajones,
sangre para una analítica banal), la libertad (internamientos y la potestad absoluta del Estado para intervenir con su
en hospitales), la intimidad (el conocimiento de muchos imperium, se ha recorrido un largo camino.
datos sensibles con respecto a su salud, su estado econó-
mico, creencias, etc.) o la dignidad.
Todos estos bienes están salvaguardados por la Ley, y el ETAPAS DEL CONSENTIMIENTO
Estado tiene el deber de protegerlos y de defender al indi-
viduo de su agresión. Son, por tanto, objeto de protección
EN LA ASISTENCIA SANITARIA
penal, y su vulneración da origen a tipos penales.
Si el acto médico no se califica como delito, es porque Etapa preconstitucional
se dan dos circunstancias:
En esta etapa distinguiremos tres aspectos: el médico, el
1. Obrar en el ejercicio de un oficio o cargo para el que Código Penal y la doctrina.
se está legítimamente capacitado (título de médico).
2. Contar con el consentimiento del enfermo, libre y Médico
válidamente expresado con anterioridad a los hechos. La relación médico-paciente desde Hipócrates hasta bien
entrada la década de los sesenta en EE. UU., y la de los
Obran aquí dos circunstancias que operan sobre ochenta en España, estuvo regulada por el principio pater-
elementos esenciales del delito: la causa de justificación nalista de beneficencia: buscar el bien del enfermo. La
(antijuridicidad) y la tipicidad. Medicina se ejercía en beneficio del enfermo y su consenti-
Hemos, por tanto, de partir de un principio general miento era irrelevante, porque este no podría aportar nada
que debe respetarse siempre, so pena de incurrir en res- en una materia en la que era lego, como es la enfermedad.
ponsabilidad penal y/o civil: la necesidad de contar con El médico ejercía controlado por su propia conciencia,
el consentimiento del enfermo o de su representante legal modulada por los códigos deontológicos. De este modo,
para cualquier intervención médica. al enfermo se le había expropiado su capacidad de decidir.
Actuar en contra de la voluntad del enfermo, además de
originar una sanción deontológica, daría origen también á Código Penal
una responsabilidad penal al tipificar un buen número de El Código Penal consideraba el consentimiento como
delitos según las circunstancias: delito de lesiones, coac- irrelevante a la hora de justificar una lesión: el artículo
ciones, detención ilegal, contra la libertad ideológica y 428 del Código Penal de 1963 hacía una expropiación
religiosa, etc. del derecho de autodeterminación del enfermo frente al
Estas normas deben tomarse como la regla, si bien cabe médico y frente a la sociedad, al establecer que: «las penas
señalar excepciones que se analizarán más adelante. señaladas en el Capítulo anterior (las lesiones dolosas) se
Al tratar el tema del consentimiento afloran las con- impondrán en sus respectivos casos aun cuando mediare
tradicciones que existen entre una Constitución que pro- consentimiento del lesionado».
clama una serie de derechos de la personalidad y un Estado
que se niega a admitir que la titularidad de esos derechos Doctrina
sea íntegramente del individuo y, por tanto, tenga absoluta El Tribunal Supremo siempre rechazó que el consenti-
disponibilidad sobre ellos. Resuelta esta contradicción, el miento del enfermo fuese una causa de justificación. La
consentimiento dejaría de ser un problema. contundencia con que se expresó el legislador en 1963
En el tema del consentimiento no subyace otra cuestión sobre el nulo valor del consentimiento en las lesiones tuvo
que el derecho de autonomía del enfermo frente al poder su reflejo en la doctrina preconstitucional, que unánime-
del Estado, que, considerando que la titularidad de los bie- mente aceptó la indisponibilidad de la vida y la integridad
nes jurídicos, incluidos los personales, es suya, intervendrá corporal como valores superiores, y mayoritariamente la

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PARTE 11. DERECHO MÉDICO

irrelevancia del consentimiento, siendo uno de los dis- libre, consciente y expresamente emitido del ofendido, se
crepantes Quintano Ripollés, que siempre defendió la impondrá la pena inferior en uno o dos grados».
tesis de que el consentimiento era relevante para tipificar El artículo 156, este sí modificado por la citada Ley
el delito. Orgánica, establece:
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el consentimiento
válida, libre, consciente y expresamente emitido exime de res-
Etapa constitucional ponsabilidad penal en los supuestos de trasplante de órganos efec-
tuado con arreglo a lo dispuesto en la Ley, esterilizaciones y cirugía
El advenimiento de la Constitución Española de 1978 transexual realizadas por facultativo, salvo que el consentimiento se
coincide con la consolidación del derecho de autonomía haya obtenido viciadamente, o mediante precio o recompensa, o el
del enfermo frente al Estado, y ello repercutirá en tres ins- otorgante sea menor de edad o carezca absolutamente de aptitud
para prestarlo, en cuyo caso no será válido el prestado por estos ni
tancias: el médico, la norma y la doctrina.
por sus representantes legales.
No será punible la esterilización acordada por órgano judicial
Médico en el caso de personas que de forma permanente no puedan pres-
La relación médico-paciente vendrá presidida por el prin- tar en modo alguno el consentimiento al que se refiere el párrafo
cipio de autonomía, en que el enfermo recupera su dere- anterior, siempre que se trate de supuestos excepcionales en los que
cho a intervenir en todo lo que se refiere a su salud. El se produzca grave conflicto de bienes jurídicos protegidos, a fin de
salvaguardar el mayor interés del afectado, todo ello con arreglo a
consentimiento será siempre necesario, y el enfermo tendrá
lo establecido en la legislación civil.
derecho a decidir, previa información.
El principio de autonomía del enfermo se ha ido Además de estas referencias explícitas que hace el Códi-
consolidando cada vez más, apoyado en las directrices go Penal al consentimiento, hay una amplia normativa que
del Consejo de Europa, preocupado por la protección regula esta materia.
de los derechos de la personalidad: respeto a la dignidad, La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad,
integridad, no discriminación, y respeto a los derechos y en su artícufo 1O, regulaba el derecho de los enfermos a ser
libertades en la aplicación de la Medicina. El Convenio de informados antes de otorgar su consentimiento para un
Oviedo, ratificado por España mediante Instrumento de 23 acto sanitario. Esta ley ha sido parcialmente derogada por
de julio de 1999, es un exponente del pensamiento europeo la Ley 41 /2002, de 14 de noviembre, básica reguladora
en el que se establece la primacía del interés y el bienestar de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones
del individuo sobre el interés exclusivo de la sociedad o de en materia de información y documentación clínica, que
la ciencia. Así, el convenio establece en su artículo 5 que recoge las propuestas del Consejo de Europa aprobadas en
una intervención en el ámbito de la sanidad solo podrá Oviedo (1997), y es el punto de referencia obligado en lo
efectuarse después de que la persona afectada haya dado que a regulación del consentimiento se refiere. En su artícu-
su libre e informado consentimiento. lo 2.2 (refrendado de nuevo en el 8.1) dice: «Toda actuación
en el ámbito de la sanidad requiere, con carácter general, el
Norma previo consentimiento de los pacientes o usuarios. El con-
La Constitución Española consagra como derechos funda- sentimiento, que debe obtenerse después de que el paciente
mentales una serie de derechos de la personalidad, todos reciba una información adecuada, se hará por escrito en los
ellos íntimamente relacionados con el consentimiento: la supuestos previstos en la Ley». Es decir, el consentimiento
dignidad, la libertad, y el derecho a la vida y a la inte"gr-idad será verbal por regla general, pero será escrito en los casos
física. de intervención quirúrgica, procedimientos diagnósticos y
En consecuencia con este precepto, el Código Penal se terapéuticos invasivos y, en general, aplicación de procedi-
dulcifica, y así, el artículo 428 admite, como excepciones a mientos que supongan riesgos o inconvenientes de notoria
la prohibición general, que el consentimiento libre y expre- y previsible repercusión negativa para la salud del paciente.
samente emitido exime de responsabilidad penal en los Esta Ley consagra el derecho del paciente a decidir y
supuestos de trasplantes de órganos efectuados con arreglo elegir entre las opciones que se le presenten (artículo 2.3),
a la Ley (Ley 30/ 1979, de 27 de octubre), esterilizaciones y a rechazar tratamientos, excepción hecha de los casos
y cirugía transexual realizada por facultativos, salvo que el previstos en la Ley. La negativa al tratamiento constará por
consentimiento se haya obtenido viciadamente o mediante escrito (artículo 2.4).
precio o recompensa, o el otorgante fuese menor o incapaz, Contra este precepto general de la necesidad de obte-
en cuyo caso no será válido el prestado por estos ni por sus ner el consentimiento para que la actuación sanitaria sea
representantes legales. legítima, la Ley ha previsto las siguientes excepciones
En el C~igo Penal de 1995, el consentimiento sigue (artículo 9 .2) :
ganando relevancia, si bien no llega a resolverse de modo
terminante la disyuntiva planteada al inicio: ¿quién tiene • Cuando la no intervención suponga un riesgo para la
la titularidad de los bienes y, por tanto, quién decide? salud pública a causa de razones sanitarias establecidas
El artículo 155 del código, que no ha sido modificado en la Ley. En este caso, si la medida decretada fuese el
por la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, dice: «En los internamiento, aislamiento o cualquier otra que supon-
delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento válido, ga una restricción a la libertad, se tendrá que poner

en conocimiento de la autoridad judicial en el plazo
máximo de 24 h.
Cuando exista riesgo inmediato grave para la integridad
Capítulo 9. Consentimiento en la asistencia sanitaria

«salvo en casos de urgencia, el médico debe informar al


enfermo sobre los efectos posibles y consecuencias del tra-
tamiento. Obtendrá el consentimiento del paciente, sobre
-
física o psíquica del enfermo y no sea posible conseguir todo cuando los actos propuestos representen un serio
su autorización, consultando, cuando las circunstancias peligro. El médico no puede sustituir su propio concepto
lo permitan, a sus familiares o a las personas vinculadas de la calidad de vida por el de su paciente».
de hecho a él. El Código de Deontología Médica español es concor-
dante con esta opinión.
Otras leyes, como las de trasplantes de órganos, repro- Así, es opinión unánime de la doctrina médica obtener
ducción asistida, y donación y utilización de embriones, el consentimiento para la actuación médica en términos
siempre exigen el consentimiento del receptor expresado de generales, pero no es unánime al analizar el consentimiento
modo libre, consciente, expreso y por escrito, siendo revocable en circunstancias excepcionales, estados límite, que luego
en cualquier momento. analizaremos.
Más relevante es aún el consentimiento exigido por La doctrina jurídica tampoco es unánime. Está más
la Ley 25/1990, de 20 de diciembre, del Medicamento, generalizada la opinión de que el consentimiento es necesa-
para participar como sujeto pasivo en un ensayo clínico, y rio para legitimar cualquier acción. Es más, hay autores que
por el Real Decreto 1090/2015, de 4 de diciembre, por el hicieron una dura crítica al artículo 10.6 de la Ley General
que se regulan los ensayos clínicos con medicamentos, los de Sanidad, llegando a dudar de su constitucionalidad,
Comités de Ética de la Investigación con medicamentos y dado que imponer un tratamiento en contra de la voluntad
el Registro Español de Estudios Clínicos. del enfermo, aunque fuese para salvarle la vida, podría
Del mismo modo es relevante el consentimiento del vulnerar principios constitucionales de primer orden, como
paciente/usuario en todo lo relativo al uso de ficheros y la libertad, la integridad física y la dignidad.
datos de carácter personal, según dispone la Ley Orgánica Por otra parte, los defensores de la intervención del
15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Estado en contra del consentimiento del enfermo encuen-
Carácter Personal, que en su artículo 6 dice: «El tratamien- tran su justificación al invocar un estado de necesidad y un
to de los datos de carácter personal requerirá el consenti- deber de socorro, al defender el derecho/deber omnímodo
miento inequívoco del afectado, salvo que la ley disponga que el Estado tiene de mantener a sus ciudadanos íntegros
otra cosa». En el futuro, con el uso cada vez más amplio de y con vida.
los ficheros electrónicos, la tarjeta sanitaria electrónica, la Como puede verse, no hay una opinión unánime para
receta electrónica y la telemedicina, el consentimiento del las excepciones previstas en la Ley de Sanidad, hoy bastante
paciente para el manejo de sus datos, el acceso a ficheros matizadas por la Ley 41/2002, así como tampoco la luz
(historia clínica) y la transferencia de información, siempre emanada de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
sensible cuando se habla de datos relativos a la salud, será ha sido esclarecedora y terminante en esta materia, al fallar
de enorme importancia y muy probablemente fuente de de modo discrepante en dos supuestos en los que estaba en
muchos litigios, tanto en el ámbito jurídico como en el juego el derecho de autonomía de los individuos: libertad
deontológico. para abortar, en ciertos supuestos, y huelga de hambre en
El consentimiento es semirrelevante para tipificar los situación de prisión.
delitos de aborto previstos en el artículo 145 del Código Con un ánimo clarificador, podríamos decir que, a
Penal, redactado en función de lo señalado en la disposi: la luz de los principios constitucionales y de la doctrina
ción final primera de la Ley Orgánica 2/201 O, de 3 de imperante en el mundo, podrían plantearse dos reglas de
marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción oro, una para el paciente y otra para el médico:
voluntaria del embarazo, ya que, si se hace con el consen-
timiento de la mujer, siempre que este no se haya obtenido 1. Regla de oro para el paciente. El paciente tiene derecho
por medio de violencia o engaño, la pena que se impone a elegir, tras la pertinente información, el tratamiento
es menor a la prevista para el aborto provocado en contra que se le ofrezca entre varias alternativas, y por la misma
del consentimiento de la mujer. razón podrá rechazar las actuaciones médicas que no
El consentimiento expreso de la mujer embarazada estime oportunas. Nace de aquí un principio funda-
será requisito imprescindible para acogerse a uno de los mental: el consentimiento del enfermo será siempre
supuestos que la Ley antes indicada establece para la inte- necesario para actuar.
rrupción no punible del embarazo; en estos supuestos el 2. Regla de oro para el médico. El médico está obligado
consentimiento, es relevante. a informar a sus pacientes de todas las circunstancias
relativas a su enfermedad y de las posibilidades diagnós-
"' Doctrina
·~ ticas y terapéuticas posibles, para que el enfermo pueda
o
~ Las opiniones que vienen del campo de la ética y de la decidir e implicarse la toma de decisiones.
iil deontología médica son concordantes en exigir el consen-
~ timiento, tras la información, _para cualquier acto médico. De la conjunción de ambas reglas surge el consentimien-
© Así, el Código Europeo de Etica Médica establece que to informado, pieza clave en la relación médico-enfermo.
El PARTE 11. DERECHO MÉDICO

No obstante, existen excepciones al consentimiento del involucró en la toma de decisión, haciéndose copartícipe de
enfermo. Hay algunas circunstancias en las que el médico la incertidumbre de los resultados . El médico debe contem-
podría actuar sin consentimiento del enfermo: plar el derecho que el enfermo tiene a no ser informado,
así como la conveniencia de callar la información que no
• Cuando la no actuación médica suponga un riesgo para es relevante, o que, siéndolo, sería perjudicial para la salud
la salud pública o para terceros. En este caso, todo el del enfermo, aunque fuese favorable a intereses de terceras
mundo debe estar de acuerdo. Un bien individual no personas.
puede anteponerse a un bien colectivo, el derecho de un El consentimiento debe ser personal, válido y explícito.
individuo termina donde comienza el derecho de otro.
La Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas
Especiales en Materia de Salud Pública, recoge que, en Consentimiento personal
circunstancias especiales de riesgo para la colectividad,
las autoridades sanitarias podrán tomar medidas de En un asunto que afecta a la integridad personal o la
reconocimiento, tratamiento, hospitalización o con- propia opción para una determinada calidad de vida, el
trol de una persona o grupo de personas . Igualmen- consentimiento no puede delegarse, y deben ponerse las
te en caso de enfermedades transmisibles, enfermos máximas restricciones a la actuación de los representantes
mentales o graves alteraciones del orden público o de legales. El médico debe tener siempre en cuenta que tanto
la paz social, se podrán tomar medidas que garanti- la patria potestad como la tutela son instituciones que se
cen los derechos de la colectividad o los concretos de aplicarán en beneficio del tutelado, que se ejercen siempre
una persona o varias. En estos casos excepcionales, las bajo la vigilancia judicial y que no pueden usarse para
medidas adoptadas deben ser ponderadas y lesionar restringir o cercenar derechos fundamentales. Ello quiere
los mínimos derechos posibles del enfermo, evitando decir que, si el médico cree que la decisión adoptada por
siempre vulnerar la integridad física o producir daños los padres o tutores va en contra de lo que comúnmente
irreparables. se entendería como bueno, el consentimiento de estos no
• En casos de urgencia. Aquí solo se debe actuar cuando debe prevalecer. El médico no debe perder nunca de vista
se den los presupuestos que obligarían al deber de soco- que el titular del derecho a la información es el enfer-
rro: persona desamparada y en peligro manifiesto y mo, que es el que decide y el único que tiene potestad
grave. para delegar este derecho en quien estime conveniente,
• Cuando se ha dado el consentimiento para una actua- sea familiar o no. Los familiares pueden intervenir ayu-
ción médica y se plantea otra conexa con aquella y dando en la toma de decisiones, pero dejando al enfermo
para la que se tiene la certeza de que, si pudiese, el la libertad de decidir. La Ley 41/2002 no ha sido tan
enfermo también lo otorgaría. Es el caso de interven- categórica y mantiene aún esa expresión tan ambigua de
ciones quirúrgicas en las que el cirujano encuentra una consultando a sus familiares o personas vinculadas. Ha sido
patología, íntimamente relacionada con la anterior, siempre mi criterio que en estas cuestiones se tiene que
que será absolutamente necesario abordar en breve ser lo más claro posible y dotar al médico de los medios
plazo, que no supondrá una mutilación resultante dis- y procedimientos que le permitan decidir con seguridad y
tinta a aquella para la que se consintió, y que el balance sin vacilación. En mi opinión, si el enfermo puede deci-
riesgo/beneficio es claramente favorable a la decisión dir, se aceptará su criterio; si no puede, se aplicará el
tomada. principio de beneficencia, «lo mejor para él», pero ínter-
. pretado, bien por el médico, que se sitúa en posición de
En estos casos de consentimiento interpretado exten- garante, bien por el representante que para tal específico
sivamente por el médico se deben dar los presupues - fin haya elegido el enfermo en un documento de ins-
tos que regulan la eximente del estado de necesidad, es trucciones previas, recogido, muy acertadamente, en el
decir, que el daño producido no sea mayor que el que se artículo 11 dela Ley 41 /2002 (documento de voluntades
pretende evitar. anticipadas).

• CONSENTIMIENTO INFORMADO Consentimiento válido


El consentimiento informado del paciente debe plantearse Se precisa la competencia legal del paciente, es decir,
como el corolario de una relación médico-paciente basada que reúna los requisitos psicobiológicos, para contratar y
en la mutua c~nflanza y no como una prueba documental, obligarse, que exige el Código Civil. Si los pacientes son
de trámite, que nos exima o exculpe de una responsabi- incompetentes, permanente o transitoriamente, estaríamos
lidad profesional. Prestar consentimiento es un derecho en el caso de la representación legal de la que nos ocupa-
del enfermo, e informar, un deber del médico, que si se remos más adelante.
plasma en un documento servirá para demostrar, donde El consentimiento es un acto basado en el mutuo res-
convenga, que el enfermo fue informado del objetivo de la peto y participación, no debe ser un acto ritual o formu-
intervención, asumió el riesgo general de la Medicina y se lario, sino un acto esencialmente ético y personal y, por
Capítulo 9. Consentimiento en la asistencia sanitaria - ....

lo tanto, de expresión de la libre autonomía, no mediado • Los riesgos que entraña .


por coacciones, ni intereses de ningún tipo . El médico no • Los beneficios que se espera alcanzar.
solo prestará atención en conocer si el paciente comprende • Las posibles alternativas terapéuticas o diagnósticas, con
en toda su extensión y trascendencia el problema médico, sus ventajas e inconvenientes.
sino si es libre para decidir.
Esta información, siguiendo la jurisprudencia del Tri-
bunal Supremo, debe ser:
Consentimiento explícito
• En lo técnico: simple, aproximada e inteligible.
No es absolutamente necesario, pero los médicos deberían • En las complicaciones y riesgos: veraz y leal, sin minimizar
acostumbrarse a exigir un documento donde se recojan ni exagerar. El médico no debe ocultar la información
los hechos más relevantes del acto médico para el que se desagradable simplemente porque lo es. Del mismo
consiente. modo que existe el deber de informar, también exis-
Ello es obligado en los casos previstos por la Ley, pero te el derecho y el deber de callar, máxime cuando la
mucho más para los actos médicos no curativos y en los información repercutiría negativamente sobre el curso
que el enfermo podría pensar en una garantía de resultados, de la enfermedad (yatrogenia informativa) . No inducirá
caso de la cirugía estética, prótesis, regímenes dietéticos, alarmas injustificadas ni creará expectativas difíciles de
cirugía refractiva, etc. alcanzar. Se deben exponer los riesgos típicos, así como

1 INFORMACIÓN:
¿CUÁNTA DEBE DARSE?


los particulares que por el caso concreto se pudiesen
aventurar.
En los resultados: objetiva, real y justa.
En lo ético: no transferir al enfermo nuestra ignorancia o
nuestras dudas, ni dejar en sus manos una decisión que
La información debe incidir exclusivamente en lo que solo se puede adoptar desde el punto de vista científi-
es relevante para la toma de decisiones, sabiendo cap- co. Será necesario darle un tiempo de reflexión, si ello
tar cuáles son las circunstancias y hechos a los que el fuese posible, y si el enfermo adoptase una decisión que
paciente concede especial valor para decidirse en una estimamos que es perjudicial para su salud y pronós-
u otra dirección. El médico debe ser consciente de que tico, se le informará de los perjuicios que seguro se
es el enfermo y no el médico el que valora esas circuns- derivarán de esa decisión. La negativa a un acto médico
tancias y que en la jerarquización de los valores puede no puede entrañar una represalia o una discriminación,
haber grandes diferencias entre quien sufre las conse- pero el médico no está obligado a asumir servidumbres,
cuencias (el enfermo) y el que propone las soluciones (el ni tampoco a desviarse de su proceder habitual para
médico) . En una intervención necesaria para extirpar un satisfacer los deseos del enfermo o sus familiares. Si se
cáncer de colon, por ejemplo, el médico puede omitir plantease una situación que repugna a la conciencia del
en la información que tendrá que llevar un ano ilíaco, médico o a su ética personal, este debe asegurar primero
por entender que ello no es relevante y, sin embargo, la atención del enfermo de modo que no se produzca
puede serlo para muchos enfermos, hasta el punto de un daño irreparable, y ponerlo en conocimiento del
condicionar la decisión. Ministerio Fiscal.
Mucho se ha escrito y legislado sobre este particular.-
Será difícil llegar a un consenso. La Ley 4 1/2002 establece,
en su artículo 4.1, que los pacientes tienen derecho a cono- TIPOLOGÍA MÉDICA SEGÚN
cer, con motivo de cualquier actuación en el ámbito de LA FORMA DE INFORMAR
su salud, «toda la información disponible». En ausencia
de jurisprudencia sobre la interpretación de este artículo, Según la actitud que se adopte en el momento de informar,
me atrevo a interpretar que el legislador se refiere a la nos podemos encontrar cuatro tipos de médicos:
,g información que sea relevante para la toma de decisión
{; y que el médico esté obligado a conocer. Me parece una 1. Pedante. Proporciona mucha información, muy técnica
~ exageración y un despropósito convertir las consultas y generalmente ininteligible. El objetivo es demostrar
.§ médicas en facultades de Medicina o tergiversar un dere- lo que sabe. Generalmente, va más allá de lo que sería
·~ cho fundamental.
N
deseable en cuanto al pronóstico y los riesgos .
~ Lo que sí me parece importante reseñar es que la infor- 2. Cobarde. Es el hipocondríaco legal. Su información está
~ mación, tanto ~n la calidad como en la cantidad, debe orientada a evitar una futura denuncia.
·: ser distinta en función de que se trate de un acto médico 3. Interesado. Pretende transferir al enfermo toda la res-
-~ curativo y necesario o de un acto médico no necesario. ponsabilidad con fines no siempre confesables.
~ La información debe abarcar: 4. Leal. Es el que para informar se sitúa en la posición del
al
·:;
enfermo. No transfiere al enfermo la responsabilidad
~ • El objetivo de la acción médica: lo que se pretende más que en los casos en que partimos de una hipótesis
@ hacer y por qué. nula en cuanto a la valoración de riesgos/beneficios.
- PARTE 11 . DERECHO MÉDICO

Informa lo necesario, calla lo conveniente y no alarma


en exceso, ni promete lo que la ciencia no está en con-
diciones de cumplir.
3. Situaciones asimiladas psicobiológicamente a las de la
incapacidad, pero sin que las personas estén legalmente
declaradas incapaces.

En la primera y en la segunda situaciones, es el repre-


DELITOS QUE PUEDEN sentante legal el que debe intervenir, con las limitacio-
DERIVARSE DE ACTUAR nes que ya hemos señalado para el tutor. En un alarde
SIN CONSENTIMIENTO excesivamente autonomista, la Ley 41 /2002 pretende
que, aun en los supuestos de incapacidad, se informe al
Habría que distinguir dos circunstancias distintas: actuar incapaz en términos adecuados a sus posibilidades; en el
sin consentimiento, que daría lugar a conductas culposas caso de menores de edad civil, pero mayores de 12 años,
o imprudentes, o actuar en contra del consentimiento exige oír al menor. Creemos que la Ley, en un intento de
del enfermo, que daría origen a delitos dolosos, según el conciliar todas las posiciones, ideológicas y doctrinales,
hecho y circunstancia, y que precisaría, para no ser punible, no se expresa con la claridad que sería necesaria. En la
una causa de justificación (deber de socorro o estado de toma de decisiones no hay más que dos posibilidades,
necesidad). Así, el médico que amputase el pene de un y por este orden: el enfermo decide de modo soberano
enfermo, porque tiene un cáncer, en contra de la voluntad, cuando puede consentir válidamente (consentimiento
libremente expresada por él, cometería, en principio, un personal); si ello no es posible, decidirá la persona que en
delito de lesiones previsto en el artículo 149. ese momento se encuentre en la posición de garante, que
El hecho de imponer la propia voluntad frente a la del puede ser el médico o un representante que el enfermo
enfermo, aunque de ello se derivase un beneficio para él, haya elegido previamente para este fin en un documento
sería constitutivo de un delito de coacciones (artículo 172). de voluntad anticipada.
Otros tipos posibles son el de detención ilegal (artículo
163.1) por retener a una persona en el hospital contra
su voluntad, o delitos contra la libertad de conciencia Consentimiento del menor
(artículo 522) .
En el caso del consentimiento de los menores, a raíz de
la Ley 41/2002, se había llegado a una situación bastante
CONSENTIMIENTO clara: menores de 12 años, decide el tutor; mayores de 12
EN CIRCUNSTANCIAS años, deben ser oídos. Si el médico considera que se trata
ESPECIALES de un menor maduro, la opinión de este será tenida en
cuenta. Siempre habrá de tenerse muy presenta que, según
las leyes internacionales de protección de la infancia y en
Urgencias especial la Ley Orgánica 111996, de 15 de enero, siempre
El hecho de acudir de urgencia a un centro sanitario prevalecerá sobre cualquier otra consideración el interés
demandando asistencia ya supone la aceptación de los superior del menor. La Ley Orgánica 8/2015, de 22 de
actos médicos derivados de esa situación. julio, de modificación del sistema de protección a la infan-
Si la persona está consciente y es mayor de edad, se cia y a la adolescencia, y la Ley 26/2015, de 28 de julio,
debe tomar su consentimiento personal. Si no lo está y de modificación del sistema de protección a la infancia y
el caso exige una acción inmediata, que de posponerse a la adolescencia, han introducido alguna modificación.
comprometería el resultado, el médico debe actuar según Lo más sustancial es que en caso de actuaciones de grave
su criterio y no dilatar su actuación buscando un repre- riesgo, según el criterio del facultativo, el consentimiento
sentante legal, que, si sostuviese una opinión contraria al lo prestará el representante legal, una vez oído y tenido en
médico, quedaría probablemente anulada por actuar en cuenta el menor.
contra de los intereses del representado. En la tercera situación nos encontramos con un pro-
Esta conducta tendría una apoyatura legal sólida (Ley blema parecido, pero el médico debe buscar el consenti-
General de Sanidad, Ley 4112002, códigos deontológicos), miento de un representante legal que no está nombrado.
una causa eximente de responsabilidad criminal -estado de El Código Civil ofrece dos posibilidades, seguir la jerarquía
necesidad- y otra de justificación -deber de socorro-. que el código establece para la tutela (cónyuge, padres,
descendientes) o asimilarlo a la situación de ausente (cón-
yuge, hijo mayor de edad, ascendiente, hermano). Nos
Imposibilidad de dar un consentimiento inclinamos por acudir a la aplicación rigurosa del principio
válido clásico de beneficencia, porque a la larga es el que tiene que
prevalecer; pero, si se quiere una cobertura legal, abogamos
Se pueden dar tres situaciones: por el orden previsto por el Código Civil en la solución
del ausente.
1. Sujetos incapaces sometidos a tutela. Las cautelas previstas en el artículo 9.3 de la Ley
2. Menores de edad. 41 /2002 no resuelven el problema y nos parecen un en un-
Capítulo 9. Consentimiento en la asistencia sanitaria -

ciado retórico sin eficacia real y generador de dudas y con- Consentimiento determinante
flictos . por imperativo legal
En cualquier caso, debe quedar claro que, en ausencia
de un consentimiento personal, el médico, previo cono- Trasplantes inter vivos
cimiento del fiscal o juez, se transforma en árbitro de la El donante y el receptor deben ser histocompatibles, lo
situación y será el responsable de tomar una decisión en que restringe el problema al núcleo familiar más estrecho.
beneficio del enfermo o de lo que él crea que es mejor El consentimiento del donante tiene que ser personal y
para el enfermo. Ello, evidentemente, no está exento de libérrimo. El médico adoptará todas las medidas para evi-
responsabilidades penales o civiles, máxime si la decisión tar las coacciones que se pueden ejercer hacia el donante.
que se adopta es por omisión. La donación tiene que ser altruista, de ahí que no puedan
ser donantes personas privadas de libertad.
La aceptación del órgano debe ser también consentida,
pero, dado que el aceptor se beneficia de la situación y
Rechazo de un tratamiento esta suele ser desesperada, se admite la posibilidad de que
No existe un deber de curar más allá del deber libre y tutores y padres puedan dar el consentimiento cuando el
válidamente expresado de ser curado. La única cuestión que receptor no pueda hacerlo personalmente.
hay que dilucidar, para respetar la voluntad del enfermo, es Todo el personal sanitario que intervenga estará obliga-
si el deseo expresado lo es con capacidad legal para hacerlo, do a actuar con extremada prudencia y sigilo profesional.
es decir, verificar su validez. Ante la duda, debe ser un Si uno de los familiares fuese histocompatible, solo comu-
psiquiatra el que emita un informe. nicará esta circunstancia al resto de la familia una vez que
Los casos más frecuentes son los testigos de Jehová y su se obtenga el consentimiento libre del candidato.
negativa a recibir sangre y derivados de esta.
Existe ya una amplísima bibliografía sobre estos casos Participació'n en ensayos clínicos
y una abundante jurisprudencia. En nuestra opinión, las La participación de voluntarios sanos o de enfermos en
creencias de los enfermos deben ser respetadas, porque cualquier investigación se regirá siempre por las recomen-
están ejercitando un derecho de primerísimo orden cons- daciones establecidas en la Declaración de Tokio, revisada
titucional -la libertad de creencias- y hoy también legal: en Venecia (1983), y que tuvo su precedente fundamen-
negarse a recibir tratamientos. tal en la de Helsinki (1964). La legislación española que
Pero así como vemos claro que cuando el que rechaza regula los ensayos clínicos es la Ley 25/ 1990, de 20 de
el tratamiento es el propio enfermo hay que respetar su diciembre, del Medicamento, y el Real Decreto que la desa-
voluntad, también vemos claro que cuando el que se rrolla es el Real Decreto 1090/2015, de 4 de diciembre, por
opone es su repre.s entante legal o el tutor, la solución el que se regulan los ensayos clínicos con medicamentos,
vendrá en sentido contrario, como ya reiteradamente los Comités de Ética de la Investigación con medicamentos
ha dicho el Tribunal Supremo. Queda, no obstante, un y el Registro Español de Estudios Clínicos.
problema de conciencia moral de fondo que debe intentar La Ley admite la posibilidad de que personas que no
solucionarse. pueden dar un consentimiento personal puedan participar
El médico tiene varias soluciones: en un ensayo clínico a través de su representante legal. En
estos casos será este el que reciba la información y el que
• Transigir y aceptar la servidumbre de no utilizar la san- adopte la decisión. A estos efectos, la mayoría de edad
gre. Si se derivase un daño, podría alegarse imprudencia se alcanza a los 18 años (artículo 9.4). En todo caso, el
temeraria o impericia profesional. consentimiento dado para un ensayo o experimentación
• No transigir y dar de alta al enfermo. puede ser revocado en todo momento (artículo 4.5 del Real
• Esperar a que entre en coma y actuar como si fuese un Decreto 1090/2015) .
caso de urgencia. Esta actuación me parece éticamente Cuando la investigación o experimentación tiene una
inaceptable. finalidad estrictamente terapéutica y de ella se derivara
• Transfundir en contra de la voluntad del enfermo, un beneficio para un enfermo en concreto, cae de lleno
alegando el deber de socorro, y evitar la cooperación al dentro del concepto de acto médico y, por tanto, se aplicará
e:
·o
suicidio. lo dicho como regla general. Pero cuando la investigación
·~ es un fin en sí mismo y no reporta beneficio terapéutico
~ Particularmente me repugna asimilar la conducta de un al individuo sobre el que recae la investigación, su licitud
~ creyente con la' de un suicida. El testigo de Jehová, como
·¡;;
o ilicitud son discutibles. Nuestra opinión al respecto es
,, el que está en huelga de hambre, no desea morir, sino que que, si la experimentación es ilícita, no se puede justificar
-~ se inmola en aras de unos valores superiores, que deben y ninguna ley podría legalizar esa situación. Es el consen-
~ ser respetados. En cualquier caso, el médico haría bien timiento libremente expresado lo único que legitima esta
-~ transfiriendo el problema al juez o al fiscal, que siempre situación y, por tanto, la hace éticamente lícita.
~ podrían encontrar una mejor solución a los problemas Las personas que no pueden dar un consentimiento
© médico-legales que el caso plantea. personal no pueden someterse a ningún ensayo o experi-
PARTE 11 . DERECHO MÉDICO

mentación de la que no se derive un beneficio directo para responsabilidad de coordinar la información y la asistencia
ello. del enfermo. Los médicos deben ponerse de acuerdo antes;
¿Quiere decir esto que ni los menores ni los legalmente si el caso es dudoso, se debe comentar en sesión clínica, y
declarados incapaces, o los transitoriamente incapaces, una vez tomada una decisión, comunicársela al enfermo
pueden ser sujetos de ensayo? La Ley lo permite, y desde y tomar su consentimiento, sin perjuicio, claro está, de la
un punto de vista ético, hemos de seguir la norma que responsabilidad que cada profesional tiene de informar al
dice «¡lo que no es científicamente correcto, tampoco lo es paciente de las actuaciones que, por ser relevantes, merezcan
éticamente!», que implica que será el protocolo de inves- una intervención singular.
tigación redactado de acuerdo con las exigencias científicas Para los casos particulares se elaborará un documento
y éticas el que marque la pauta de los sujetos del ensayo. El singular en el que se harán constar todos los datos que
empleo de menores o incapaces solo será admisible cuando la Ley exija o que deban ser consignados en evitación de
la investigación no pueda llevarse a cabo en otras personas, cualquier denuncia. La información para consentir forma
porque los datos no podrían extrapolarse y la investigación parte esencial del acto médico, la acompañará siempre y en
sería inútil; cuando los sujetos del ensayo no corran ningún todo momento, jamás debe dejar de ser un acto personal
riesgo; cuando la investigación sea realmente trascendente e íntimo entre el médico y el paciente, por lo que no cabe
y los resultados que se esperan alcanzar merezcan realmen- su burocratización.
te lesionar este bien jurídico, cual es la libertad. Los comités
éticos, que necesariamente tienen que aprobar los protoco-
los, serán los responsables morales de estas investigaciones. • LECTURAS RECOMENDADAS
Appe lbaum PS, Lidz CHW, Meisel A. lnform ed Consent Leg al Th eory and
Formas artificiales de procreación
Clinical Practice. Nueva York: Oxford University Press; 1987.
Dada la enorme trascendencia que la fecundación supone
Barreiro AJ. La relevancia jurídico-pena l del consentim iento del paciente
para la pareja y la responsabilidad de todo orden que gene-
en el tratamiento méd ico-q uirúrgico. Cuadernos de Política Criminal
ra la filiación, el consentimiento es relevante, por lo que
1982;16:12.
realizar cualquier práctica de este tipo sin consentimiento Carracedo A. El derecho del enfermo a ser informado. En: Luna Mald onado
daría origen a una responsabilidad penal (v. capítulo 44). A, ed itor. Los derechos del enfermo. Murcia: Universidad de Murcia;
1987. p. 36-45.
Reconocimiento en salud laboral Castellano Arroyo M. Consentimiento informado y legis laci ón españo la.
La Ley 31/ 1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Opinión Médica 2000;52.
Riesgos Laborales, establece que la vigilancia de la salud Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. Código de Deontología
debe ser garantizada por el empresario (v. capítulos 40 y Médica . Guía de Ética Médica. Madrid: Consejo General de Colegios
41) cuando el trabajador preste su consentimiento. Oficiales de Médicos; 2011.
Farndale WAJ . Law on Hospita l consent forms. Londres: Ravenswood
Publications; 1979 .
• FORMULARIOS Gisbert Calabuig JA. Medic ina Legal y Toxicología. 5.ª ed. Barcelona:
Masson; 1997.
No parece correcto transformar el consentimiento en un IN STRUMENTO de Ratificación del Convenio pa ra la protección de lo s
trámite burocrático que el enfermo debe cumplimentar a derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a
su ingreso en el hospital, ni en un penoso ejercicio de torna las ap licaciones de la Biología y la Medicina (Convenio relativo a los
de decisiones para todas las exploraciones a las que el enfer- derechos humanos y la biomedicina), hecho en Oviedo el 4 de abril
mo deba someterse. Creemos que es una práctica abusiva la de 1997 (Bo letín Oficial de Estado, núm ero 25 1, de 20-10-99).
establecida en algunos centros en los que se le hace entrega Ley41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del
al enfermo de unos formularios extensísimos, redactados en paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y
términos excesivamente técnicos o ambiguos. Si se adopta documentación clíni ca (Boletín Oficial de Estado, número 274, de
esta actitud como salvaguarda de futuras denuncias por 15-11-2002).
mala praxis, estamos errando el objetivo. Disponer de Lun a Maldonado A, editor. El derecho en las fronteras de la Medicina.
un documento firmado por el enfermo, en el que se nos Córdoba: Universidad de Córdoba; 1985.
autoriza para una determinada práctica médica, solo tiene Miller RD. Problems in Hosp ital Law. 6.ª ed. Rockville: Aspen Publications;
un doble valor: el de poder acreditar documentalmente la 1990.
autorización y, por tanto, evitar una condena por actuar Simón Lorda P, Concheiro Carro L. El consentimiento informado, teoría y
sin consentimiento y poder demostrar que se advirtió de tal práctica. Med Clin 1993;100:659-63.
complicación ~ riesgo. Ello es particularmente relevante en Villanueva Cañadas E. El límite del deber de curar. En: Lun a Maldonado
los actos médicos no curativos y, por tanto, no necesarios, A, editor. Los derechos del enfermo. Murcia: Universidad de Murcia;
en los que la información tiene que ser exhaustiva. 1987. p. 131-58.
¿Quién debe solicitar el consentimiento? La Ley 41 /2002 Villanueva Cañadas E, Castellano Arroyo M. Derecho sanitario al uso del
ha definido acertadamente, en su artículo 3, que debe pedir- pediatra, el consentimiento informado en pediatría. Madrid: Ergon;
lo «el médico responsable», que es quien tiene a su cargo la 2001.
7ª edición

Editor
Enrique Villanueva Cañadas
Catedrático de Medicina Legal yToxicología
Universidad de Granada
Ex-President of the lnternational
Academy of Legal Medicine

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