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Los art. 106-126 ,Ley 39/2015, de 1 de octubre, integrantes del Título V de la norma, se ocupan
de la revisión de actos en vía administrativa.
Tal revisión puede realizarse de oficio por la propia Administración (art. 106- 111 ,Ley 39/2015,
de 1 de octubre), o a consecuencia de la interposición de un recurso administrativo.
- Revisión de oficio:
• Revisión actos nulos.
• Declaración de lesividad de actos anulables.
• Revocación de actos y La rectificación de errores.
- Recursos administrativos:
• Ordinarios: alzada y reposición.
• Extraordinario de revisión.
La revisión de oficio de la Administración es una potestad de oficio.
Se realiza por iniciativa propia o a solicitud del interesado. El objeto son los actos
administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en
plazo. Las causas son las de nulidad de pleno derecho. El plazo de acción se puede iniciar en
cualquier momento. Hay un requisito preceptivo: hace falta previo dictamen favorable del
Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma. Cuando hay
inadmisión de la solicitudes es porque las mismas no se basan en las causas legales o carecen
manifiestan de fundamento, y se desestiman en cuando al fondo otras solicitudes
sustancialmente iguales. El plazo del procedimiento es de seis meses. Una vez superado,
caducan los procedimientos de oficio, y se desestiman los rogados.
Artículo 106 LO 39/2015. Revisión de disposiciones y actos nulos
1. Las Administraciones Públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a solicitud
de interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo
equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la nulidad de
los actos administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan
sido recurridos en plazo, en los supuestos previstos en el artículo 47.1.
2. Asimismo, en cualquier momento, las Administraciones Públicas de oficio, y previo
dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la
Comunidad Autónoma si lo hubiere, podrán declarar la nulidad de las disposiciones
administrativas en los supuestos previstos en el artículo 47.2.
3. El órgano competente para la revisión de oficio podrá acordar motivadamente la
inadmisión a trámite de las solicitudes formuladas por los interesados, sin necesidad de
recabar Dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo de la Comunidad
Autónoma, cuando las mismas no se basen en alguna de las causas de nulidad del
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artículo 47.1 o carezcan manifiestamente de fundamento, así como en el supuesto de
que se hubieran desestimado en cuanto al fondo otras solicitudes sustancialmente
iguales.
4. Las Administraciones Públicas, al declarar la nulidad de una disposición o acto, podrán
establecer, en la misma resolución, las indemnizaciones que proceda reconocer a los
interesados, si se dan las circunstancias previstas en los artículos 32.2 y 34.1 de la Ley de
Régimen Jurídico del Sector Público sin perjuicio de que, tratándose de una disposición,
subsistan los actos firmes dictados en aplicación de la misma.
5. Cuando el procedimiento se hubiera iniciado de oficio, el transcurso del plazo de seis
meses desde su inicio sin dictarse resolución producirá la caducidad del mismo. Si el
procedimiento se hubiera iniciado a solicitud de interesado, se podrá entender la misma
desestimada por silencio administrativo.
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necesidad de la interposición de un recurso, cuando la misma sea consciente de su
ilegalidad.
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lugar ex tunc, es decir desde el momento en que se dictó el acto anulado. La resolución
que así lo declare podrá contener un pronunciamiento sobre la procedencia de
indemnizar a los interesados si concurren los requisitos legalmente establecidos para
declarar la responsabilidad patrimonial de la
Administración. Además, si lo que se anula es un reglamento, la declaración de anulación
no determinará por sí misma la ilegalidad sobrevenida de los actos dictados en aplicación
del mismo.
El incumplimiento de cualquiera de los requisitos mencionados (la negativa a llevar a
cabo la revisión de oficio, la omisión del dictamen del órgano consultivo e, incluso, la
desestimación presunta) pueden ser objeto de recurso en vía jurisdiccional, si bien los
Jueces y Tribunales tienen un alcance limitado en su pronunciamiento.
En todo caso, el ejercicio de las potestades de revisión está sujeto al límite establecido en
el artículo 110 LPAC: Las facultades de revisión no podrán ser ejercitadas cuando por
prescripción de acciones, por el tiempo transcurrido o por otras circunstancias, su
ejercicio resulte contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a
las leyes.
Declaración de lesividad de los actos administrativos
Así, a día de hoy, la Administración no puede revisar de oficio los actos favorables que
sean meramente anulables conforme al artículo 48 de la LPAC: lo único que puede hacer
es declararlos lesivos para el interés público a fin de proceder a su ulterior impugnación
ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo.
La declaración de lesividad se configura como un presupuesto procesal habilitante para
que la Administración pueda recurrir sus propios actos. Deben darse cuatro requisitos:
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revocación no constituya dispensa o exención no permitida por las leyes, ni sea
contraria al principio de igualdad, al interés público o al ordenamiento jurídico.
2. Las Administraciones Públicas podrán, asimismo, rectificar en cualquier momento,
de oficio o a instancia de los interesados, los errores materiales, de hecho o
aritméticos existentes en sus actos.
Para evitar que tal potestad de mera rectificación pueda ser objeto de un uso
fraudulento que introduzca revisiones de fondo o concepto, la jurisprudencia realizado
una interpretación restrictiva de esta potestad. Ha de tratarse de simples equivocaciones
elementales de nombres, fechas o datos aritméticos, cuya apreciación resulte
indiscutible sin necesidad de grandes razonamientos, por lo que su determinación no
puede requerir un juicio valorativo o una calificación jurídica. Consiguientemente, el
resultado del ejercicio de esta potestad de rectificación no puede traducirse en la
anulación del acto, ni en la alteración fundamental de su sentido, que equivalga a uno
nuevo adoptado sobre bases diferentes.
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La presunción de validez de los actos administrativos y su consiguiente ejecutividad
determina que no basta con que se aprecie la invalidez de la actuación administrativa por
concurrir uno de los vicios de nulidad absoluta o anulabilidad establecidos en el
ordenamiento, sino que resulta preciso que esa invalidez sea declarada y se proceda a su
anulación, indicándose alcance y efectos de la misma.
En derecho administrativo se entiende por revocación la retirada definitiva por la
Administración de un acto suyo anterior mediante el dictado de otro posterior de signo
contrario. Dentro de esta noción de revocación en sentido lato se comprenden dos
supuestos distintos entre sí:
El objeto de los recursos administrativos son las resoluciones y los actos de trámite calificados.
Los motivos son los mismos que en caso de nulidad o anulabilidad (arts. 47 y 48).
El contenido debe incluir:
a) El nombre y apellidos del recurrente, así como la identificación personal del mismo.
c) Lugar, fecha, firma del recurrente, identificación del medio y, en su caso, del lugar que
se señale a efectos de notificaciones.
d) Órgano, centro o unidad administrativa al que se dirige y su correspondiente código de
identificación.
e) Las demás particularidades exigidas, en su caso, por las disposiciones específicas.
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d) Haber transcurrido el plazo para la interposición del recurso.
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2. El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto que se impugna o ante el
competente para resolverlo.
Si el recurso se hubiera interpuesto ante el órgano que dictó el acto impugnado, éste
deberá remitirlo al competente en el plazo de diez días, con su informe y con una copia
completa y ordenada del expediente.
El titular del órgano que dictó el acto recurrido será responsable directo del cumplimiento
de lo previsto en el párrafo anterior.
Artículo 122. Plazos.
1. El plazo para la interposición del recurso de alzada será de un mes, si el acto fuera
expreso. Transcurrido dicho plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será firme a
todos los efectos.
2. El plazo máximo para dictar y notificar la resolución será de tres meses. Transcurrido
este plazo sin que recaiga resolución, se podrá entender desestimado el recurso, salvo en el
supuesto previsto en el artículo 24.1, tercer párrafo.
1. Los actos administrativos que pongan fin a la vía administrativa podrán ser recurridos
potestativamente en reposición ante el mismo órgano que los hubiera dictado o ser
impugnados directamente ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo.
Artículo 124. Plazos.
1. El plazo para la interposición del recurso de reposición será de un mes, si el acto fuera
expreso. Transcurrido dicho plazo, únicamente podrá interponerse recurso contencioso-
administrativo, sin perjuicio, en su caso, de la procedencia del recurso extraordinario de
revisión.
2. El plazo máximo para dictar y notificar la resolución del recurso será de un mes.
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3. Contra la resolución de un recurso de reposición no podrá interponerse de nuevo dicho
recurso
El objeto son los actos firmes en vía administrativa. El órgano competente a resolver es el
órgano administrativo que los dictó. Las circunstancias para interponerlo son:
a) Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.
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b) Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque
sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.
c) Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados
falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución.
d) Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho,
violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya declarado así en
virtud de sentencia judicial firme.
El plazo de interposición para la causa a) es de cuatro años siguientes a la fecha de la
notificación de la resolución impugnada. En los demás casos, será de tres meses desde el
conocimiento de los documentos o que la sentencia es firme. El plazo de resolución y
notificación es de tres meses, si no, hay silencio negativo. (Art 125)
El recurso extraordinario de revisión previsto en el art. 125 LPAC es una vía muy especial de
impugnación destinada a hacer valer aquellos motivos de invalidez que el interesado no
pudo utilizar a través de los medios ordinarios de impugnación.
Por tanto: i) solamente procede cuando se dan las circunstancias tasadas para las que
legalmente está previsto; y ii) no puede ser utilizado para intentar revisiones fácticas o
jurídicas que pudieron ser planteadas en la impugnación que con carácter ordinario esté
legalmente establecida para la actuación administrativa que pretenda combatirse.
Este recurso cabe solo contra los actos susceptibles de impugnación que, además, sean ya
firmes y se deduce ante el órgano que los haya dictado, que es además el competente para
su resolución.
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