Colombia es reconocida como un país multicultural y pluralista establecido en
su carta magna de 1991, es decir, que nuestro territorio colombiano posee gran diversidad como múltiples rasgos, tradiciones, costumbres y características socioculturales que se encuentran diferenciadas en nuestra sociedad, esta diversidad ha sido el resultado de un pasado ancestral indígena, africano y europeo. El enfoque multicultural ha permitido visibilizar a nuestras comunidades que a lo largo de la historia han sido olvidados, estereotipados e ignorados por él estado. Ese reconocimiento y “transformación” que se encuentra en desarrollo, es gracias a un proceso histórico de nuestro país, donde relucen las múltiples identidades nacionales y comunidades, que en su historia se han caracterizado por dejarnos en alto con enseñanzas, costumbres, atractivos culturales, entre muchos otros aspectos que caracterizan nuestro país
Sin embargo de nada ha servido que en nuestra constitución seamos
reconocidos como un país multicultural, si en realidad nuestras comunidades no tienen el mínimo recurso para llevar una vida digna. Estas comunidades tanto indígenas como afros han sido invisibles por décadas ante el gobierno colombiano, ni las respectivas autoridades han logrado brindarles la mínima protección ante los diferentes ataques que han sufrido por parte de los grupos guerrilleros y paramilitares.
Es indignante y cruel el nivel de olvido en el que se encuentran nuestras
comunidades étnicas, que el gobierno no sea capaz de garantizar el mínimo derecho fundamental como lo es la salud, la alimentación o la educación; Hasta qué punto ha llegado nuestra sociedad, que ni los mismo integrantes de las comunidades, como los líderes y lideresas puedan exigir lo básico para sus comunidades, y aquellos que se han atrevido terminan amenazados o peor aún asesinados, aquellos que son amenazados se ven en la cruel necesidad de huir a la ciudad como desplazados que es otra lamentable problemática social, dejando lo poco y nada que tenían en sus tierras ancestrales.
Considero importante mencionar a la mujer que actualmente es el fenómeno
político y social de Colombia, Francia Márquez, fórmula Vicepresial del candidato presidencial Gustavo Petro; Mujer, Negra, Palenquera, que desde su discurso se ha encargado de diferenciar y visibilizar a las comunidades ancestrales, brindarle la importancia que tienen en nuestro país y la deuda histórica que tenemos con aquellos que por siglos han sido discriminados, violentados, ignorados y olvidados, “los Nadies y las Nadies” o como también lo menciona ella “la Colombia profunda”. Logra decirle a la clase dirigente del país, que aquellos que consideraban minorías, hoy son mayorías, que los “Nadies”, hoy juegan un papel fundamental en la política del país y con las próximas elecciones, se convierte en una de las esperanzas para una verdadera trasformación político, social y cultural en Colombia. Como estudiante de ciencia política me parece fundamental hablar del tema, reconocer que el panorama es desalentador, no obstante estamos a la vuelta de las próximas elecciones presidenciales, los colombianos nos encontramos con la esperanza de que esta vez el camino sea otro y aquellos que suban al poder puedan generar cambios significativos en nuestro país, que logren impactar de manera positiva nuestra sociedad colombiana y que las comunidades indígenas y afros no sean solo un adorno para los dirigentes de nuestro país.