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Homilia dominical

UNA COMUNIDAD TRANSFORAMDA POR EL ESPÍRITU


Hch 2:41–47

Anuncio: Recital de la escuela de música domingo 18 a las 5:00 pm.

Para comprender el sermón de Pedro debemos observar que dos cosas sucedieron: 1) los
oyentes se compungieron por la palabra; y 2) tres mil personas creyeron en ese momento.
Siendo esto el primer gran avivamiento. Ahora bien, si el Espíritu cambia a las persona,
cambia a una comunidad, entonces debe dar como resultado una nueva forma de ser y pensar
y actuar. La llenura de las tres mil personas tiene que ver con su rendición a Cristo.
Leemos el texto…

1. Comunión en torno a la Palabra, v. 42


Una persona llena del Espíritu Santo se alimenta de la Palabra. Esta evidencia lleva a una
comunidad a tener hambre de la Palabra de Dios. También nosotros debemos fundamentar
también la iglesia sobre la enseñanza de la Palabra. Es su enseñanza que debemos seguir
siempre [Ef 2:20]. También Pablo nos dice en 2 Tim 2:15 que debemos cortar con exactitud
la palabra y que la Palabra es útil para… Hay que rechazar todo aquello que no tiene nada
que ver con la Palabra. Cuidado con escuchar predicas o predicar cosas que “yo creo”, o
predicar superficialmente la Biblia [Hb 5:12].

2. Perseverar en la comunión unos con otros, v. 42


Cuando el Espíritu Santo nos llena da como resultado una búsqueda de comunión. Ve a los
demás como sus hermanos, como su familia, lo respeta, los ama, etc. Si Dios busca comunión
con nosotros, Cristo tiene comunión con nosotros, lo mismo debe haber en nosotros. Dios se
alegra cuando tenemos comunión entre nosotros [Salmo 133]. Una persona llena del espíritu
santo valora a las personas más que las cosas. Comparte, ser desprendido viene cuando
somos llenos del Espíritu Santo. Los frutos del ES conlleva gozo, alegría tal como
compartimos hoy, ya que hoy no solo compartimos alimento sino fraternidad, comunión
entre familia y hermanos. En la comunión, es muy importante compartir. Aunque nuestro
enemigo satanás quiere dividirnos sembrando discordía, pero una iglesia firme no es facil
vencer.

3. Perseveraban en el partimiento del Pan, v. 42.


En la Celebraban la cena del Señor damos testimonio de unidad. Jesús comía con todos.
Jesús nos invita a la comunión cuando celebramos la Santa Cena [1 Cor 11:25]. En el mundo
bíblico comer con alguien significaba que lo aceptaba y que lo amaba como igual… En el
mundo bíblico compartir el pan se realizaba con un gran banquete, donde las familias que
salieron de Egipto celebraban la liberación y la salvación del Señor.

4. Perseveraban en la oración, v. 42.


Una persona llena del Espíritu Santo ora. Oramos solos, oramos en comunidad, oramos como
nuestros hermanos. La oración nos ayuda cuando buscamos la voluntad de Dios. Si no
tenemos pasión por Dios tendremos pasión por orar. Lo primero es entender lo que Dios
desea y solo lo sabemos cuándo oramos. Buscamos instrucciones orando. No tenéis porque
no pedís.
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5. Perseveraban en la asistencia al Templo de Dios, v. 46.


Una persona llena del Espíritu Santo busca la comunión asistiendo a los servicios. Busca
crecer, aprender de la palabra, compartir, orar, evangelizar junto a sus hermanos.
Recordemos lo que dice el salmista: Yo me alegré con los que me decían: A la casa del Señor
iremos… [122:1ss]; ¡Cuan amables son tus moradas, oh Señor…; Bienaventurado los que
habitan en tu casa! [84:1-4].

6. Compartían con alegría y sencillez de corazón, v. 46.


Una persona llena de Espíritu Santo es generoso y humilde, es feliz. Gente sencilla es gente
generosa, alegre, comparte, no es agarrada como decimos comúnmente. Una gente miserable,
mezquina, no es feliz pues todo el tiempo solo piensa en ella. Es egoísta, solo piensa en
satisfacerse ella misma.

7. Tiene una vida de adoración, v. 47.


Una persona llena del Espíritu Santo adora y canta a Dios siempre, no importando las
circunstancias: llueve, truene y relampaguee, canta a Dios. ¿Adoras a Dios todo el tiempo?
Te convertirás en lo que adoras, si adoras ídolos, en eso te convertirás.
La primera comunidad adoraba a Dios porque lo amaban. Sin duda se deleitaban
cantando Salmos [47, 100, 105]. Debemos tener presente siempre que el Dios que adoramos
es el Dios del universo. Dios puso gracia ante los demás a aquellos que le aman.
Cantamos solos, cantamos en comunidad, cantamos en la buenas, cantamos en las malas.
Sale de nuestro labios un cántico como el Salmo 111: Alabaré a Jehová con todo el corazón,
en la compañía y congregación de los rectos… o el Salmo 136.

Resumiendo:
Una iglesia llena del Espíritu tiene comunión en las siguientes áreas.
― Comunión en la palabra.
― Comunión con los hermanos.
― Comunión en la adoración, en el templo, en los hogares, compartiendo con el necesitado.
― Comunión en el testimonio.

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres
mil personas.

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