Edmond. Cartas a Roxane de Alexis Michalik, una valiosa crisis creativa.

Cartas a Roxane es la primera película de Alexis Michalik, una comedia biográfica

sobre Edmond Rostand, famoso dramaturgo francés, conocido por la obra de teatro
Cyrano de Bergerac.

Alexis es un actor, guionista y director de cine. Tras realizar su propia adaptación de

una obra de Shakespeare, Romeo y Julieta, apareció en varias series de televisión. Con
el impulso de la televisión, dirigió el cortometraje Au Sol. Su debut en el cine sería en
2019 con Edmond. Cartas a Roxane, donde une sus dos pasiones, el cine y el teatro.

El filme está interpretado por Thomas Solivérès, Dominique Pinon, Blandine Bellavoir,
Guillaume Bouchède, entre otros, y estuvo nominado a mejor diseño de producción y
mejor vestuario en los Premios César. Se estrena en España el día 27 de marzo.

EN BUSCA DE LA IMAGINACIÓN

La crisis creativa más conocida del cine es la de Guido en 8½ (1963) de Federico

Fellini, mas son innumerables las películas que gravitan en torno a un artista falto de
inspiración. Desde Misery (1990) de Rob Reiner, pasando por Barton Fink (1991) de los
hermanos Coen o Las horas (2002) de Stephen Daldry.

Pero Alexis no pretende a contarnos nuevamente la historia de Cyrano, sino que nos
cuenta la historia del autor, Edmond. No son pocas las semejanzas que mantiene con
Ruby Sparks (2012) de Jonathan Dayton y Valerie Faris, un escritor que al igual que
Edmond, el protagonista de Cartas a Roxane, confunde realidad y ficción, hasta verse
perdido dentro de su propia vida.

Por último mencionar el extraordinario filme español El autor (2017), de Manuel

Martín Cuenca, adaptación de una novela de Javier Cercas. Una vez más, el artista, a
falta de imaginación, decide recurrir a la realidad para escribir su novela. El
protagonista manipula a su entorno más cercano para poder crear, una situación similar
a la que se desarrolla en el Cyrano de Michalik.

ANTIGUA PERO MODERNA

Como dirían Novedades Carminha, esta obra se beneficia de ser una película de época
con los recursos técnicos de la actualidad, un clásico moderno.

Ambientada en París, 1987. La Belle Époque en su máximo esplendor impregna la

ciudad del amor y tanto vestuario como decorado gozan de una calidad superior, así,
una película basada a finales del siglo XIX posee ciertos tintes actuales.

Está rodada en Praga debido a los costes tan elevados que supondría disponer de un
teatro en Francia durante más de un mes. Aun así, esta bella época colorista, donde
comienzan los espectáculos de variedades, y en la que se nos muestra el célebre Moulin
Rouge, queda plasmada a la perfección.
ADAPTACIÓN DIDÁCTICA

Adaptar obras literarias o dramáticas al cine es la base del séptimo arte, la mayoría de
directores, que no son guionistas, acuden a fuentes literarias para buscar inspiración o
para tener un punto de partida interesante, y ya afianzado, sobre el que construir su
película.

¿Qué hay de novedoso en esta adaptación del Cyrano de Bergerac? Son dos los
aspectos que Alexis Michalik introduce respecto al resto de adaptaciones: él narra la
creación de la obra desde la idea primitiva de Edmond, hasta la representación, y a su
misma vez, juega con los propios personajes, haciéndoles partícipes de un papel teatral
ficticio. Una especie de metateatro.

Edmond, interpretado por Thomas Solivéres, escribe la obra de teatro Cyrano,

inspirándose en él mismo y en la correspondencia postal que mantiene con la chica de
su mejor amigo, Roxane. Una correspondencia falaz, pues Roxane cree estar hablando
con su amante, y no con Edmond.

Así, Alexis, filma una nueva adaptación de Cyrano desde una perspectiva más cómica y
didáctica que las anteriores.

EDMOND EN EL CINE

Cyrano de Bergerac se ha llevado al cine en numerosas ocasiones. La primera versión,

muda, fue 1900, con Benoît Constant Coquelin, el mismo actor que estrenó la obra
teatral en 1987.

La más famosa, en 1950, protagonizada por José Ferrer, quien se llevó el Óscar por su
interpretación, y una posterior, en 1990, con Gérard Depardieu, también nominado al
Óscar.

El propio Alexis tuvo que armarse de paciencia y esperar diez años hasta poder rodar la
película, ya que no encontraba ningún productor. Él sabía que el teatro no es el tema
más popular, así que Michalik tuvo que adaptar el guión cinematográfico para teatro. El
dinero conseguido con la obra teatral en Francia le sirvió para rodar la película.

CONCLUSIÓN

Edmond es un joven poeta que escribe en verso en una época en la que ya está
desfasado. Pero él vivía fuera de su época, un inadaptado que consiguió escribir Cyrano
de Bergerac, haciendo que su obra superase en éxito al propio autor. Es más, ha
conseguido sobreponerse al paso del tiempo y aún continúa representándose.

En palabras del propio Michalik, la película pretende ser "una declaración de amor al
teatro, pero también a la creación en general, al motor de esa inspiración, que, en el caso
de Rostand, como buen romántico, lo encuentra en una mujer".
Ahora el director tiene en mente debutar en otro arte, la novela, este artista tan
polifacético seguro que seguirá sorprendiéndonos.